Campaña electoral

Azucena Arbeleche: "La eficiencia del gasto público es uno de los pilares de nuestro programa"

Luis Lacalle Pou, Azucena Arbeleche, Jorge Larrañaga. ©Javier Calvelo / AdHoc
Luis Lacalle Pou, Azucena Arbeleche, Jorge Larrañaga ©Javier Calvelo / AdHoc

Si la fórmula del Partido Nacional gana las elecciones nacionales, los candidatos ya adelantaron que en sus políticas reconocerán las cosas buenas de las pasadas administraciones. Así lo dejaron en claro en la presentación del equipo económico, en la que habló Azucena Arbeleche, la elegida para ocupar el cargo de ministra de Economía. En diálogo con En Perspectiva, la economista remarcó que las dos áreas en las que se debe mejorar son déficit fiscal e inflación, ambas en niveles "por encima de lo que nos parece conveniente".

(emitido a las 8.30 hs.)

EMILIANO COTELO:
Este lunes el Partido Nacional (PN) oficializó al equipo que tendrá a cargo el manejo de la economía uruguaya si Luis Lacalle Pou triunfa en las elecciones de octubre y noviembre. Al frente, como ministra, estará Azucena Arbeleche, que en su discurso aseguró que "dejará todo en la cancha".

Azucena Arbeleche tiene 44 años, es licenciada en Economía por la Universidad de la República (1996) y magíster en Macroeconomía por la Pontificia Universidad Católica de Chile (1999).

Ingresó al Ministerio de Economía y Finanzas como asesora en el año 2001, en el Gobierno de Jorge Batlle, y al poco tiempo fue asignada al manejo de la deuda pública. A raíz de la crisis del año 2002, trabajó en la renegociación con los acreedores internacionales que evitó que Uruguay cayese en default.

Siguió en esas tareas en 2005, cuando asumió el Gobierno de Tabaré Vázquez. Fue a fines de ese año, cuando el entonces ministro de Economía, Danilo Astori, creó formalmente una Unidad de Gestión de Deuda, que la economista quedó como "número 2" de Carlos Sténeri, otro técnico de larga experiencia que venía de los Gobiernos anteriores. Cuando Sténeri se retiró, en 2011, Azucena Arbeleche fue nombrada para sustituirlo en la dirección, un puesto que ejerció hasta el mes pasado, cuando renunció.

Se fue del ministerio con el bajo perfil que había caracterizado siempre su gestión, el mismo que mostró ayer durante el acto organizado por la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga. En determinado momento de su alocución, y luego de varias manifestaciones de entusiasmo del público, pidió que los aplausos quedaran para cuando "pueda exhibir resultados".

¿Por qué aceptó este desafío que le propuso Lacalle Pou?

AZUCENA ARBELECHE:
Creo que ayer cuando Luis Lacalle Pou presentaba el equipo mencioné por qué había aceptado este gran desafío. Yo tengo un proyecto de país que se acerca mucho a los valores y los principios que están en el proyecto que presenta hoy el PN. Por otro lado, siempre tuve una fuerte vocación de servicio público, todos estos años, este tiempo que tú mencionabas al principio, realmente he disfrutado y no he hecho más que afirmar esa vocación de servicio público.

Siempre he sentido que el compromiso era con el país, no estaba atada a lo partidario. Como mencionabas, trabajé con Gobiernos del Frente Amplio (FA), del Partido Colorado (PC). También trabajé un año en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, cuando estaba Javier de Haedo, ahí sí con el PN. Lo importante para mí siempre fue el compromiso con el país. Y con una perspectiva de intentar mejorar las condiciones de aquellas personas que estaban en una situación de más vulnerabilidad.

En todo este tiempo, como simpatizante blanca, seguí con mucho entusiasmo la propuesta de Luis Lacalle Pou. Cuando se me hace esta invitación, que es un gran desafío, después de un corto pero intenso discernimiento acepto encarar ese desafío.

EC - El 28 de julio pasado, cuando usted renunció al cargo de directora de la Unidad de Gestión de Deuda Pública del ministerio, explicó que lo hacía por razones personales. ¿Esas razones personales eran en realidad su decisión de involucrarse en la política junto con Lacalle Pou?

AA - El concepto de razones personales es algo bastante estándar cuando uno presenta una renuncia, y eso fue lo que figuró en mi carta de renuncia. No sé si algo de esto fue publicado. En diálogos con el ministro y con las personas más cercanas a mí siempre fui clara en cuanto a que tenía algunas propuestas de trabajo que estaba evaluando –porque además tenía otras propuestas vinculadas al sector privado– y que yo necesitaba aire, tiempo. Más que tiempo, aire, alejarme un poquito del ruido del ministerio para tomar una decisión.

Hacía días que venía analizando la propuesta del PN…

EC - Sí, Lacalle Pou dijo ayer que venían conversando desde principios de mayo.

AA - No. (Creo que lo que dijo fue que en mayo dijo que iba llamar a los mejores, a los idóneos para cada cargo, algo así.) No recuerdo exactamente la fecha, pero no fue mayo. Fueron días de mucho discernimiento y yo necesitaba un poco de aire para tomar la decisión. O sea que si bien aparece como por motivos personales, claramente hablé con las personas más allegadas a mí, con quienes tengo una muy buena relación personal, de que tenía varias propuestas, muchas de ellas con grandes desafíos. La pregunta era "¿te vas del país?", y la respuesta era "no", pero no entramos en detalle de cuáles eran las propuestas.

EC - Hablando de propuestas, ¿nunca recibió una oferta del FA?

AA - ¿En qué sentido?

EC - Para participar orgánicamente en la campaña electoral, por ejemplo. O asumir alguna responsabilidad más política en el futuro.

AA - No, no. En ese sentido, quienes conducían y quienes conducen el Gobierno del FA siempre fueron muy respetuosos hacia mi persona. Siempre se supo que yo no era del FA, que era participante del PN y jamás se me hizo una propuesta de ese tipo, por respeto hacia mí y porque la respuesta que yo iba a dar obviamente era negativa.

EC - El candidato presidencial Luis Lacalle Pou pone énfasis en que hay que reconocer lo que está bien de lo hecho por este Gobierno. En esa línea, ¿cuáles son las principales fortalezas hoy de la economía uruguaya?

AA - Creo que una de las principales fortalezas es que después de un período muy crítico, que fue durante la crisis económica, se logró mejorar muchísimo los indicadores de pobreza e indigencia. Ese es un terreno que es bien reconocido, y los avances que se han hecho en ese sentido deben permanecer.

En términos macroeconómicos, hay equilibrios que se han mantenido. Se ha intentado diversificar la base productora y la base exportadora del país. Y creo que también –y ahí participé y colaboré en ese sentido– se ha afirmado una política de prefinanciamiento del país que le permite a Uruguay mantener su política fiscal aun en períodos en que no haya acceso a financiamiento en los mercados de capital.

EC - ¿Y cuáles serían las principales debilidades en el campo macroeconómico hoy?

AA - Las presentamos ayer. Por un lado hay dos focos importantes en lo macroeconómico. A nivel microeconómico también se puede avanzar bastante, pero a nivel macroeconómico está claro que los niveles que hoy tiene el déficit fiscal son demasiado elevados, no es sostenible. Si los ingresos no dan para cubrir los egresos esto nos genera una mayor deuda. La deuda tiene que ser sostenida en el tiempo, la tenemos que poder pagar. Y lo que está ocurriendo, si proyectamos la situación de hoy para adelante, es que la deuda neta termina aumentando en términos de producto bruto interno (PBI). Hay que mejorar el resultado fiscal.

EC - Hoy estamos con un déficit de 3,4% del PBI.

AA - Exactamente, ese es el último número, que corresponde a junio. Ahí hay un punto que claramente se tiene que mejorar, que es el tema fiscal.

El otro tema que seguimos con preocupación –preocupación puede ser la palabra pero más que nada yo diría que todos los uruguayos estamos claros en que debe mejorar– es el tema inflacionario. Hubo cambios en la política monetaria, pero todavía no hemos visto los resultados. Como uruguayos todos sabemos que la inflación está por encima de lo que nos parece conveniente. Está bueno que la sociedad hable de eso y sea consciente, hay que llevar esa inflación a que converja dentro del rango meta que es propuesto por el Banco Central del Uruguay (BCU). Esas son dos áreas en las que claramente se debe mejorar.

EC - Vayamos a cada una de ellas. ¿Cómo atacar el déficit fiscal?

AA - Esto también lo presentamos ayer. El nivel actual de deuda neta, de 23%, estaría en el entorno del 33% si no consideramos como activos los depósitos de los bancos comerciales en el BCU. Ese nivel nos parece prudente, pero para que se mantenga para adelante, el resultado fiscal, o sea la diferencia entre los ingresos y los egresos de todo el sector público, debería mejorar en al menos un punto del producto.

EC - O sea, hay que bajar a un déficit de 2,4%.

AA - Exactamente, hay que bajar de 3,4, 3,3%, que es la proyección del Gobierno para este año, tendríamos que terminar con un déficit de 2,3, 2,4%.

EC - ¿Cómo se lograría eso?

AA - Los gastos, que han ido aumentando en términos nominales de forma muy significativa en los últimos años, deben continuar aumentando. Lo importante es que en términos reales el aumento del gasto esté anclado con el crecimiento de la economía. El gasto no puede seguir creciendo a la misma velocidad que crece el producto de la economía. Cuando medimos el déficit, cuando hablamos del 2,3% o del 3,4% de junio, estamos hablando de la diferencia entre ingresos y egresos con respecto al producto. Si medimos el gasto en términos del producto, es una simple fracción: gasto sobre producto. Por tanto, si el producto real decrece al 3%, el gasto (el numerador) no puede crecer más del 3%, de lo contrario gasto sobre producto termina aumentando. Eso es lo que ha pasado en los últimos años.

En términos de inflación vamos a tener ese aumento, estoy hablando del gasto en términos reales. En la medida en que ese aumento sea menor que lo que crece la economía, gradualmente gasto sobre ingreso va a ir descendiendo y por lo tanto el déficit fiscal va a ir mejorando.

EC - Entiendo entonces que no hay un recorte del gasto previsto.

AA - No hay un recorte del gasto previsto. Sí hay –este es uno de los segundos pilares que presentamos ayer en la parte fiscal– prevista una reasignación de recursos. El tema de la eficiencia del gasto público es uno de los pilares de nuestro programa. Importa cuánto gastamos, importa el monto, pero mucho más importante es saber cómo gastamos. Ahí está el corazón de la propuesta. Hay que entrar a analizar datos, no es fácil interpretar lo que hay atrás de todos los números que tenemos hoy. Hay partidas que realmente hay que analizar con lupa y necesitamos más información, pero con los números que ya tenemos hoy vemos que hay ahorros que se pueden hacer.

Hay partidas que llamamos discrecionales y hay otras partidas que nos vienen dadas. El pago de intereses son contratos que tenemos que respetar, no tenemos margen de maniobra. En las remuneraciones, los aumentos de salarios son un dato ajustado por inflación. Lo mismo las pasividades con el índice medio de salarios. Pero sí hay partidas en las cuales se pueden generar ahorros. Lo mismo en las partidas de las empresas públicas. Ahí está el corazón de dónde se van a generar ahorros. Y esos ahorros visualizamos que son lo que apoya, lo que financia las propuestas del programa de Gobierno, se suman al incremento del gasto en términos reales que mencionábamos.

EC - La otra debilidad que mencionó fue la inflación, que para muchos analistas es el principal problema macroeconómico hoy por hoy. Estamos en 9,06% en los 12 meses cerrados a julio, cuando el rango meta del BCU es una inflación de 3 a 7%. ¿Cómo se ataca esta situación?

AA - Aquí hay que ser bien justo con la política monetaria y con los equipos del BCU. Creo que hay un problema de fondo que hace muy difícil que la política monetaria sea eficaz, o sea que las medidas que tome el BCU terminen realmente teniendo un impacto. Ese problema de fondo es que la economía uruguaya sigue altamente dolarizada.

En la medida en que los uruguayos sigamos ahorrando fuertemente en dólares es difícil que cuando el BCU aumenta la tasa de interés esa señal se trasmita al resto de la economía. Ya sea antes cuando la herramienta era la tasa de interés, o ahora cuando la herramienta son los agregados monetarios, pero en definitiva lo que hay es un incremento en la tasa de interés. La persona a la hora de optar entre consumo y ahorro no ve un incremento en la tasa de interés que le paga el banco, entonces, si no veo que me van a pagar más, sigo consumiendo y eso se traslada a precios. Me parece importante aclarar eso porque está en el trasfondo de lo que está sucediendo en términos de política monetaria.

En ese sentido sería muy positivo aumentar la cantidad de instrumentos en pesos uruguayos para que los uruguayos puedan ahorrar en moneda nacional. De esa manera lo que haga el BCU les va a llegar de forma mucho más directa. En unos días el BCU va a implementar fondos de inversión en los que el ahorrista uruguayo podrá demandar títulos que emite el BCU en moneda nacional. Esa me parece una medida muy positiva.

EC - Otra medida que se sugiere es desindexar los salarios. ¿Cómo la ve?

AA - Antes de eso una aclaración. El preámbulo que hice sobre la política monetaria y fiscal es simplemente para aclarar que lo veo un tema complejo, no es que se estén haciendo las cosas incorrectamente y por eso la inflación no baja.

Cómo se debe intentar que la inflación converja en el rango meta. Obviamente continuar con una política monetaria restrictiva. Habría que ver si el instrumento más adecuado es agregados monetarios o tasa de interés, pero también tiene que haber una política fiscal más restrictiva. Esa es la segunda pata del tema. Si no, no es posible que la inflación disminuya.

Y el tercer punto se refiere a los salarios. Los salarios tienen que continuar aumentando, pero esa evolución tiene que estar mucho más ligada a la productividad de cada rama y en la medida de lo posible también de las empresas.

Me preguntaba por desindexar. No sé cuál es la palabra ni exactamente la definición de desindexar, creo que lo importante es considerar que el salario real no puede disminuir, el trabajador no puede perder su poder adquisitivo, la persona tiene que poder acceder todos los años a la misma canasta de bienes, el aumento de precios lo tiene que tener.

Me parece más importante centrarnos en el otro elemento del incremento de salarios que es la productividad. El incremento real, por encima de lo que aumentaron los precios, tiene que estar anclado con la productividad. Así como decíamos en lo fiscal que el gasto real tiene que estar anclado con el crecimiento real, el crecimiento real de los salarios tiene que estar anclado con la productividad. También es un desafío. No estamos diciendo que las cosas sean simples, empresarios, trabajadores y Estado van a tener que consensuar un mecanismo ligado a la productividad. Ahí el desafío es medir la productividad.

EC - A propósito de las reacciones que se generaron a partir de su presentación ayer, en todos los partidos políticos se reconoce su solvencia técnica. Sin embargo, varias voces del FA alertan sobre algunas debilidades que usted tendría para ejercer el cargo de ministra de Economía: por un lado, su especialización demasiado concentrada en los asuntos vinculados a lo financiero, y por otro, su falta de peso político propio, algo que podría ser un obstáculo, una carencia a la hora de negociar internamente en un Gobierno, en una coalición de Gobierno, por ejemplo el presupuesto. ¿Qué responde?

AA - Primer punto, creo que en particular tú estás haciendo referencia a la columna de Gabriel Papa

EC - Por ejemplo, pero no es el único que ha hablado de ese asunto.

AA - En el caso particular de la columna de Gabriel, creo que sería subestimar a Gabriel pensar que realmente piensa que el manejo desde el MEF se va a hacer con "el estrecho lente de la gestión de la deuda", creo que se decía algo así. Claramente el tema es muchísimo más amplio, el desafío es mucho más amplio, los temas incluyen una cantidad de áreas diferentes.

Si fuera simplemente el diálogo con los fondos de inversión, calificadoras, etcétera, como se mencionaba en el artículo, yo habría dicho que sí el mismo día que me llamó Luis Lacalle Pou. Si acá hubo un tiempo de reflexión, de discernimiento, de trabajar, de cuestionar, de criticar tanto del equipo económico como el resto del equipo, crítica constructiva para realmente tener el tema sólido, es porque es mucho más allá de la gestión de la deuda. La gestión de la deuda no me quita el sueño.

Con respecto al segundo punto, creo que hay ministros políticos y ministros técnicos. Yo lo tomo como una virtud para el cargo el hecho de no ser una política. Creo que el peso político tiene que estar dado por el presidente de la República. En ese sentido en el diálogo con Luis Lacalle Pou, en las discusiones de estos días, quedó bien claro que tengo todo su respaldo y que él ha aceptado mi forma de trabajar. Las condiciones que he puesto claramente las ha aceptado, sabe que tengo convicciones fuertes, que tengo un estilo de trabajo y eso se va a respetar.

EC - ¿Está dispuesta a participar en un debate por ejemplo con el contador Danilo Astori, que se anuncia será el ministro de Economía si quien gana es Tabaré Vázquez?

AA - Sí, sin ningún problema. Pero creo que debatir solo de economía es tener una versión muy parcial del tema. Me parece que el debate tiene que ser a nivel global. La economía está al servicio de las políticas sociales, está al servicio de un proyecto de sociedad mucho mayor. Sería realmente algo muy compartimentado, me parece que no es lo central, que no es en lo que los uruguayos se deben centrar hoy para decidir cuál es el Gobierno que quieren.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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