El puente de la Laguna Garzón se concretó con "falta de transparencia", "por medio de privados y en secreto"
El ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, compareció en el Parlamento para responder sobre la construcción del puente sobre la Laguna Garzón, que comenzó esta semana. El diputado colorado Juan Manuel Garino, quien convocó al ministro, dijo a En Perspectiva que es un "mal antecedente operar un convenio en secreto con un empresario extranjero", más aún teniendo en cuenta que se trata de una obra pública. "En un convenio sin decirle a nadie resolvieron hacer este polémico puente, fue una decisión política" declaró Garino.
(emitido a las 7.50 hs.)
EMILIANO COTELO:
La empresa Las Garzas Blancas Sociedad Anónima comunicó a las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas que en el día de ayer se iniciaron las obras de construcción del puente circular que se instalará sobre la Laguna Garzón. La Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) había otorgado hace pocos días la autorización ambiental que estaba pendiente.
El matutino la diaria, que da hoy esta noticia, recuerda que lo que se construirá es un puente circular de material que incluye, además de las vías para la circulación de automóviles, veredas para los peatones en las que se podrá caminar y también descansar (porque existirán bancos para sentarse y contemplar el paisaje). El diseño pertenece al arquitecto Rafael Viñoly
El costo de la obra es de unos 13.5000.000 dólares, de los cuales Las Garzas Blancas Sociedad Anónima, del empresario argentino Eduardo Costantini, pondrá 11.688.000 dólares, mientras que el MTOP aportará 1.800.000.
Los cálculos iniciales indicaban que el monto requerido sería mucho menor que el que ahora se maneja. Pero los cambios en el proyecto, debido a las exigencias ambientales, obligaron a aceptar corregir las cifras de la inversion. Costantini asumió el incremento pero pidió que, a cambio, se lo exonerara de impuestos.
El puente está destinado a facilitar la conexión entre Maldonado y Rocha, una zona en la que en los últimos años se han multiplicado los desarrollos inmobiliarios con fondos del exterior. Entre ellos está el del propio Constanini, que tiene allí un proyecto de barrio privado de 240 hectáreas que está ofreciendo a compradores europeos y estadounidenses.
Hasta ahora el cruce sobre la Laguna Garzón se hace en balsa. Para llegar por vía terrestre desde José Ignacio se deben realizar más de 30 kilómetros por carretera por la Ruta 9 y un camino rural.
Esta obra que se viene, después de 50 años de debate, es defendida e impulsada por el Poder Ejecutivo pero al mismo tiempo resistida por varios de los habitantes y los comerciantes de la zona. Desde la oposición, en tanto, se ha venido cuestionado el accionar del Gobierno. Ayer el ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, compareció en el Parlamento para responder justamente a propósito del tema convocado por el diputado colorado Juan Manuel Garino, con quien estamos en línea en este momento.
ROMINA ANDRIOLI:
Para empezar, ¿por qué decidió convocar al ministro Pintado por este tema?
JUAN MANUEL GARINO:
He seguido el tema y para mí es bastante negativo el hecho de que se hayan juntado "entre gallos y medianoche" en 2009 sin haberlo comunicado ni anunciado previamente el entonces ministro de Transporte, Víctor Rossi, el intendente de Maldonado Óscar de los Santos, el de Rocha, Artigas Barrios, el empresario Constantini -el principal interesado en que se haga este puente-, y el entonces presidente Tabaré Vázquez. Esto tuvo dos instancias, una fue a fines de 2008 y otra a principios de 2009, en un convenio sin decirle a nadie y resolvieron hacer este polémico puente, fue una decisión política.
RA – ¿Y por qué ve mal el acuerdo?
JMG – En política mire lo que sucede hoy en día: todos los que hacemos política abrimos listas, en cada uno de los 19 departamentos hay que abrir una lista distinta con integrantes distintos, con referentes políticos locales distintos, ediles, diputados, etcétera, y en ningún momento se consultó a ningún referente. Esto no pasó por una consulta a las Juntas Departamentales de Rocha o de Maldonado, ni a ningún edil. Yo creo que las cosas que son justamente obras públicas tienen que tener un grado de publicidad, un cierto grado de conocimiento, de transparencia, de comunicación con distintos referentes. Me parece que es un mal antecedente operar un convenio en secreto con un empresario extranjero.
RA – ¿Usted ha pedido información sobre el proyecto al Ministerio?
JMG – Sí claro, ese es otro capítulo de las cosas que critico: yo me entero por vías informales de la existencia de ese convenio o contrato que firmó Tabaré Vázquez en secreto con Constantini, y en 2012 tengo que hacer un juicio al Ministerio de Transporte para hacerme del contrato. En ese juicio cito a Tabaré Vázquez y a Rossi y cuando es inminente que esto se cae de maduro, termina cediendo el ministerio y me termina facilitando el polémico convenio.
Esa es otra cuestión que me molestó, ¿por qué desde el Poder Legislativo tengo que ir, pagarme a un abogado, recurrir al Poder Judicial para que el Poder Ejecutivo me brinde un convenio por el cual hace una obra pública? Me parece ridículo.
RA – Ahí hay otro punto: ¿qué se entiende por obra pública y cuánto hay en este proyecto de inversión privada? Porque Constantini asumiría cerca del 90% del costo del puente.
JMG – La obra que tú hacés para modificar el baño de tu casa es privada, cuando tú modificás una calle o un puente público es una obra pública. El escenario es independiente de quién pague qué, el puente es público, es una obra pública destinada a ser utilizada por todo aquel que pase por el puente. Ahora, que tiene un grado de conveniencia del punto de vista económico para el Estado uruguayo, no me cabe ninguna duda.
Eso es lo que decía Pintado ayer: "Miren, ojalá muchas obras se hicieran así, nos ahorraríamos mucha plata". Eso es verdad, yo no lo niego, si viene un privado y pone plata es conveniente. Se me ocurre pensar en el estadio de Peñarol, viene un gran hincha y dice "yo voy a poner la mitad de la plata", sería espectacular, ojalá muchas obras ocurrieran así. Pintado decía que Constantini no es un filántropo, lo hace porque tiene un interés económico muy importante del otro lado en Rocha, le importa muchísimo vender sus terrenos a diez minutos de José Ignacio sin tener que dar toda la vuelta por la Ruta 9, tienen valor porque están a pocos kilómetros de José Ignacio.
RA – Teniendo en cuenta eso, el diputado Daniel Caggiani, del MPP, que integra la Comisión de Transporte, decía que una vez definido el tema de quién hacía la inversión, a partir de lo expuesto por Pintado, lo que hizo el Gobierno fue "velar por el cumplimiento de toda la normativa ambiental". La actuación del Gobierno se limitó a eso teniendo en cuenta que se contaba con este apoyo económico de este inversor.
JMG – La normativa ambiental no la defiende el Gobierno, la tiene que defender la Dinama y necesariamente se precisa una autorización ambiental previa, toda obra de esas características en una zona costera necesita sí o sí la autorización que otorga la Dinama. Ese no es un gran desvelo ni una gran preocupación, y eso yo no lo objeté, tampoco algo que es evidente: hay un beneficio económico que se lleva el Estado.
Objeté la falta de transparencia y que no era un buen antecedente resolver obras públicas por medio de privados en secreto.
RA – ¿Pero para usted se debió llamar a licitación, por ejemplo?
JMG – A licitación o a interesados. Cuando un privado tiene una perspectiva de negocio u obra y tiene que recurrir al Estado para hacerlo hace un llamado a privados para que haya otros privados que lo hagan.
Acá se firmó un convenio en el que un empresario pagaba absolutamente todo el precio, después como los costos fueron aumentando –al ser redondo aumentó tres veces la cantidad de metros de puente- y el Estado dijo, de forma arbitraria, que iba a pagar unos dos millones de dólares. ¿Si hubiesen sido cuatro, seis u ocho? Porque si de 11 millones de dólares el Estado paga ocho se ahorra tres.
Pero me parece que las cosas no se tienen que manejar en secreto y a sola firma, creo que es un mal precedente para cualquier otra obra pública.
RA – Pero, ¿cree que podría haber habido otros interesados además de Constantini? Porque en el caso de él parece muy lógico el interés en que se concretara el puente, ¿quién más podría haber asumido el costo de la obra?
JMG – Es un puente en torno al cual siempre ha habido debates, y yo no soy de Maldonado ni de Rocha, donde este tema siempre fue discutido. Me parece que tener dos Juntas Departamentales, diputados y senadores referentes y no consultarlos por este tema no corresponde.
La modalidad de definir una obra en secreto y sin conocer los detalles, que estos no tengan cierto grado público, que no haya un pliego o un llamado a interesados, tampoco me parece buen antecedente. Las cosas y los detalles de una obra pública tienen que conocerse, justamente porque son obras públicas.
RA – Usted también le planteó a Pintado su preocupación respecto a que el puente fuera circular, ¿por qué le hizo este planteo?
JMG – Yo me junté hace unos días con el ex ministro de Transporte y Obras Públicas colorado, Lucio Cáceres, quien además es profesor en la facultad de diseños geométricos, es ingeniero y grado 5. Él me explicaba que el hecho de que sea un puente redondo implica que por la fuerza centrífuga hay que bajar la velocidad de forma muy considerable, que no se iba a poder ir por encima de 40 ó 45 kilómetros por hora. Y es la Ruta 10, una ruta nacional, la gente en esas rutas a veces anda a 100 kilómetros por hora, y hay riesgo de accidentes.
Es algo similar a lo que sucede por ejemplo en algunas curvas de la rambla de Montevideo, que son conocidas porque si uno va rápido te tiran para afuera. Esto provocó alguna risa de alguno que estuvo ayer en la Comisión y el ministro lo reconoció, dijo que eso es verdad, que es un problema y que se va a solucionar de dos formas: no se va a pavimentar el acceso para que sea una calle de pedregullo…
RA – Sí, ese tramo fue desafectado como ruta nacional y se aclaró que va a ser un camino de pedregullo.
JMG – Que va a ser pedregullo. Por otro lado él aclaró que la velocidad con la cual van a cruzar el puente no va a ser la de un puente normal, esto no va a ser utilizado como un puente sino como un paseo turístico y la velocidad de cruce va a ser igual a la del cruce de la balsa, o sea que va a haber que ir a cinco o diez kilómetros por hora.
RA – ¿Y qué opina respecto a eso?
JMG – Es medio extraño, yo me sorprendí, porque hacer un puente para unir dos tramos de la Ruta 10 para cruzarlo a cinco o diez kilómetros por hora… no me parece ni muy conveniente ni muy práctico. Yo cumplí con advertir del problema que podía ser para la seguridad vial, voy a enviar a la Unión Nacional de Seguridad Vial la versión taquigráfica de lo que sucedió ayer, pero me llamó muchísimo la atención. ¿Para qué hacemos un puente para unir dos tramos de una ruta y en definitiva cruzar a cinco o diez kilómetros por hora? Esperemos que nadie se equivoque y acelere de más.
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