Campaña electoral

Gustavo Penadés (PN): En sectores tan consolidados como el Herrerismo, "las perspectivas son mucho más amplias que un quinquenio"

Esta campaña electoral tiene como contendiente a un candidato joven que se presenta como la renovación. Luis Lacalle Pou ha sacudido la interna política al vencer en las primarias blancas y consolidarse como uno de los que le puede dar pelea al Frente Amplio. En Perspectiva dialogó con el senador blanco Gustavo Penadés sobre el rol del Herrerismo en la campaña. El legislador considera "gravísimo" querer congelar los tiempos políticos "y decir que aquello que se hizo en el 90 es lo que se necesita hacer en el 2014". Asimismo sentenció: "el Herrerismo es un movimiento que ha logrado superar los tiempos (...) hay nuevos brotes de un viejo tronco".

(emitido a las 8.49 hs.)

EMILIANO COTELO:
Ya desde las internas, Luis Lacalle Pou decidió presentarse como el representante del futuro y de la renovación. Y lo hace apoyándose, en buena medida, en su propio grupo, Aire Fresco (AF), pero también en figuras independientes y en sectores que impulsaron su nombre desde el principio de esta carrera, por ejemplo la lista 40 del diputado Javier García.

En este escenario no aparece muy claro cuál es el papel que juega el Herrerismo. Algunos dicen que el Herrerismo es una especie de titiritero que maneja desde las sombras al candidato del Partido Nacional (PN). Y otros entienden que el Herrerismo está siendo desplazado por el enfoque nuevo que Lacalle Pou plantea.

Vamos a conversarlo con el senador Gustavo Penadés, fundador y uno de los principales referentes de la 71, Blanca y Celeste, como se autodefine.

Hace cinco años, Luis Alberto Lacalle ganó la interna del PN con un movimiento llamado Unidad Nacional, cuyo cerno era el Herrerismo, que había acordado con Francisco Gallinal de la Correntada Wilsonista. En este año 2014, Lacalle Pou se presentó a la interna del PN con otro movimiento, llamado Todos Hacia Adelante, que se apoyaba en su propio grupo, AF, más el Herrerismo y otras agrupaciones, por ejemplo la 40 de Javier García, que venía de Alianza Nacional (AN). El 1.° de junio, en la interna, el Herrerismo votó muy bien, pero en Montevideo o en Canelones, que son baluartes tradicionales de la 71, quedó segunda detrás de las listas de AF (404 y 400). ¿Cómo tomaron ustedes ese resultado?

GUSTAVO PENADÉS:
Como un resultado más. En la actividad política, para los que hace muchos años que estamos en esto, ganar, perder, ser primero, ser segundo son cosas relativas. Es verdad, en Montevideo la 71 era un clásico y tenía -y tiene- un peso político muy importante. Es una agrupación política muy consolidada.

EC - Tiene un aparato muy importante, y se confiaba mucho en ese aparato.

GP - Por supuesto que sí, y ese aparato dio su resultado. Las lecturas se deben hacer de la más diversa índole, la agrupación más votada como agrupación política en el departamento de Montevideo sigue siendo la 71. Las listas que obtuvieron mayor votación que la 71 son una sumatoria de agrupaciones que hicieron un acuerdo electoral para presentarse en las elecciones internas. Eso no es otra cosa que un dato de la realidad. Pero es cierto que la 71 abandona el primer lugar en la elección interna pasada y se posiciona en el segundo lugar, en una competencia muy reñida que se da en un sector que por suerte logró ser mayoría, que era el objetivo que buscábamos, que Luis ganara la elección interna.

EC - Pero quizás no esperaban esos números que terminaron dándose.

GP - A mí no me sorprendieron demasiado, pero todo el mundo cuando juega a esto siempre juega a ganar y es así, pero al otro día con mucho fair play a seguir trabajando, porque el proyecto es mucho más a largo plazo. Cuando usted integra sectores tan consolidados como el Herrerismo, las perspectivas son mucho más amplias que un quinquenio. En ese sentido los vaivenes de la actividad política nos permiten eso. Yo participaba en el Herrerismo cuando éramos el 4% del PN y participé cuando éramos mayoría en el PN, así que esos vaivenes hay que tomarlos con absoluta normalidad y naturalidad.

EC - En la campaña del PN el protagonismo lo tienen el propio Lacalle Pou y sus colaboradores más directos. Eso es lo que se ve. Por otro lado, el candidato pone mucho énfasis en el discurso "por la positiva", en la renovación. Y mientras tanto, el Herrerismo (usted, Luis Alberto Heber, Jaime Trobo, Gustavo Borsari) está como corrido a un costado. ¿Esa es una decisión de campaña, que ustedes se ubiquen en un segundo o tercer plano para dejar espacio a eso que podríamos llamar renovación?

GP - Esas quizás sean percepciones, son muy respetables como tales pero no son la realidad. La realidad es la integración de un movimiento que encabeza Lacalle Pou. Integramos ese movimiento muchos sectores, está su sector, AF, está el Herrerismo, está el Espacio 40, Más País, Soplan Vientos Nuevos, está el movimiento del senador Saravia, el del senador Abreu. Hay una cantidad de movimientos y cada uno cumple un rol. Quizás la percepción de algunos medios sea que el candidato del PN está rodeado de otra gente, y hay otra gente, estamos nosotros y hay mucha gente, pero no hay en esto una planificación de desplazamiento. Hay realidades nuevas, han aparecido en el escenario nuevos interlocutores, lo que a mí me parece muy bien, y por la labor que llevan adelante tienen una exposición mayor que otros en la campaña. Pero eso no quiere decir que unos estemos en un segundo plano.

EC - Un ejemplo concreto: Luis Alberto Lacalle, el líder natural del Herrerismo, sugestivamente no aparece en la campaña; incluso no da entrevistas. ¿Qué pasa? ¿Se procura que la candidatura de Lacalle Pou marque, efectivamente, distancia con las ideas de su padre, eventualmente con errores que Lacalle Herrera cometió en la campaña de hace cinco años y que por lo visto fueron decisivos para el resultado, la derrota frente a Mujica?

GP - Hay una realidad, que en este caso se debe profundizar mucho más: una cosa y una persona es Luis Lacalle Pou y otra persona y otra cosa es Luis Alberto Lacalle Herrera, que en este caso son hijo y padre, esa relación biológica es imposible de destruir. Pero son tiempos distintos, formas y prioridades distintas en la vida política y así ha quedado demostrado.

Uno de los grandes logros de Luis Lacalle Pou es que cargando con la mochila de ser "el hijo de", con las cosas positivas y con las cosas negativas, logró separarse de eso, tener hoy personalidad propia y ser un candidato que brilla por sus ideas, por sus propuestas, por su estilo. Creo que lo que hace el doctor Lacalle Herrera al no ser candidato a nada es dejar ese espacio para quien tiene que cumplir un rol histórico fundamental en este momento, en este caso su hijo, pero que es otra persona, con otros pensamientos, con otras ideas, con otras propuestas. Creo que está bien que así sea.

EC - Desde la izquierda se suele plantear la cosa en términos muy esquemáticos a veces: Gobierno del PN, o sea Gobierno de Luis Alberto Lacalle, igual neoliberalismo. Casualmente, desde la candidatura de Lacalle Pou esta vez se marca diferencia con lo que fueron algunas de las orientaciones o algunas de las líneas de acción del Gobierno blanco. Por ejemplo, consejo de salarios. En el Gobierno de Lacalle no se convocaron, y Lacalle Pou dice: "Nosotros vamos a conservar los consejos de salarios, con retoques, con variantes, pero ese instrumento es válido y vigente para nosotros". ¿Cómo se sienten en el Herrerismo ante esta parte del debate?

GP - Absolutamente cómodos, porque creemos que es un gravísimo error –que creo que tiene una cuota muy importante de mala fe– querer congelar los tiempos políticos y decir que aquello que se hizo en el 90 es lo que se necesita hacer en el 2014. De la misma manera, con esa mala fe y esa visión esquemática, yo diría que en la década del 90 el Frente Amplio (FA) decía "no pagar la deuda externa", "no al Fondo Monetario Internacional", "la inflación es buena". Y no fue lo que hicieron. "La participación público-privada en la economía es mala", "la participación privada es mala", "el país de servicios es malo". Y han hecho todo lo contrario, creo que esa es la demostración más cabal. El tratar de extrapolar cosas que se hicieron en el pasado y que no se van a hacer hacia delante porque entre otras cosas son otras las personas, son otros los tiempos, es otro el Uruguay es una visión distorsionada y creo que con una intencionalidad de carácter electoral, nada más.

EC - En definitiva, ¿cuál es el papel de la lista 71 y el Herrerismo en la campaña? Por planteárselo con algún caso concreto: ¿se sienten cómodos con el tono "por la positiva" que impulsa Lacalle Pou? ¿O dentro de la campaña ustedes van por un carril paralelo en el que sí se reservan un espacio para la crítica dura al Gobierno y al FA?

GP - "Por la positiva" es una definición que creo que hoy el país necesita y que Lacalle Pou interpreta a cabalidad. Es un hombre de 41 años que quiere hacerse cargo del Gobierno del país para imponer una impronta que el Uruguay hoy está necesitando. Y la población así lo ha interpretado. Entonces la labor del Herrerismo es la de siempre, es la labor de un sector muy importante del PN de colaborar, de participar, de estar ahí, de conjugar perfectamente la renovación y la experiencia, la tradición y los tiempos nuevos.

Porque el Herrerismo es un movimiento que ha logrado superar los tiempos. El Herrerismo del doctor Herrera de la década del 50 no fue lo mismo que el Herrerismo del doctor Lacalle de la década del 90 y no va a ser lo mismo que el Herrerismo del siglo XXI. Tiene una personalidad, un papel y un rol fundamentales en el PN, como lo tiene el wilsonismo. Y nadie puede decir "en el PN el wilsonismo es el mismo que pensaba Wilson en la década del 70". Los principios siguen siendo los mismos, pero la coyuntura ha cambiado, y con la coyuntura también cambian las prioridades. Extrapolar el debate de la década del 90 a ahora, además de ser un gravísimo error, es un razonamiento equivocado, porque las prioridades eran distintas.

EC - Pero mi pregunta es cómo juega entonces el Herrerismo, qué aporta hoy en la campaña de Lacalle Pou, que no se presenta como herrerista y de hecho no lo es. Si bien tiene muchos puntos de contacto, hasta familiares, se presenta como ubicado en otro lugar del tablero blanco.

GP - Exacto. Y está bien que así sea, porque una cosa son los movimientos y otra cosa son los principios, las prioridades, las definiciones mucho más profundas que superan a los movimientos. El Herrerismo como movimiento sigue teniendo personalidad, sigue teniendo vida y sigue integrando e integrará el movimiento que hoy lidera el candidato a la Presidencia del PN y que se ha definido como Todos Hacia Adelante.

Pero además de eso es mucho más. En algún momento se habla –y creo que con razón– de esa linda figura, decimos que son nuevos brotes de un viejo tronco. Y está bueno que sea así. El sector Más País, que lidera el diputado Cardoso, también proviene del Herrerismo. A mí me parece que está muy bueno que eso suceda. Aquí la interpretación equivocada es pensar que todo quedó como congelado y tiene que estar como estaba antes. En esto el dinamismo y la posibilidad de adecuarse a los tiempos son los desafíos que los movimientos políticos tienen para subsistir y sobrevivir. Creo que es una estrategia correcta.

EC - Está bien, pero ¿qué discurso hace el Herrerismo en la campaña?

GP - El mismo que hace el candidato a la Presidencia, porque lo compartimos en un 100%.

EC - Por ejemplo, ¿ustedes no critican al Gobierno?

GP - Por supuesto que sí. Y quienes hablan en el escenario antes del candidato a la Presidencia también lo hacen, el doctor Larrañaga lo hace. Criticar al Gobierno… proponer la alternativa, creo que el estilo de "por la positiva" ha impregnado de la necesidad de trasladar, interpretar lo que hoy la gente quiere. La gente está harta del debate sin resultados. Y tenemos un candidato a presidente que propone resultados. En ese sentido creo que ese es un camino que vale la pena seguir.

EC - El Herrerismo participó activamente en la recolección de firmas a favor de la reforma constitucional para la rebaja de la edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años. Pero una vez que se conformó la fórmula del PN después de las elecciones internas, la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga, se decidió que ese tema no se toca en los discursos de campaña. Hay diferencias: Larrañaga no estuvo de acuerdo, no firmó, no participó en la recolección de firmas. ¿El Herrerismo sí hace campaña por la reforma?

GP - Por supuesto que sí, y además en su momento ensobraremos. Pero creo que ha sido inteligente la decisión adoptada por todo el PN, que es: como este es un tema que decide la gente, es necesario que sea la gente la que exprese su voluntad. Entonces quienes estamos a favor hacemos campaña a favor, quienes están en contra hacen gran campaña en contra y quienes entienden, como entiende el PN, que la que decide es la gente, pues dejan que decida la gente.

EC - ¿En la comisión que está impulsando el sí a esta reforma hay representantes del PN?

GP - Sí, el diputado Borsari integraba esa comisión.

EC - En su momento, ¿ahora también?

GP - Ahora no me consta.

EC - Se lo pregunto porque Pedro Bordaberry denuncia que el Partido Colorado (PC) quedó solo en este asunto.

GP - Creo que eso responde más bien a una estrategia de carácter electoral. No puede quedar solo, porque esto supera los límites partidarios, atribuirse para sí que es el único representante de quienes están a favor de la baja es una visión equivocada, porque hoy las encuestas marcan que la mayoría de la población o por lo menos una relativa mayoría está a favor. Y esa mayoría no se condice con la intención de voto que tiene el PC, así que el espectro es mucho más grande. Y porque el espectro es mucho más abarcativo la estrategia que hemos emprendido, que es la adecuada, es que la gente decida en la serenidad de la urna sin tener que estar recibiendo presiones indebidas de los partidos políticos.

EC - ¿Usted en sus discursos habla de este tema?

GP - Sí, por supuesto que sí.

EC - ¿En el mismo escenario en el que un rato después habla Lacalle Pou y habla Jorge Larrañaga…

GP - Bueno, en algunos escenarios sí y en otros escenarios no.

EC - … o más bien es actos paralelos?

GP - Por suerte actos hay muchos, hay actos paralelos, hay actos en conjunto. En los actos en conjunto generalmente habla la fórmula. En todo caso son públicas y notorias las posiciones que se han expresado en este sentido. Repito, han entendido tanto el candidato a presidente como el candidato a vicepresidente que no es necesario ahondar más en este tema porque está lo suficientemente instalado, se sabe públicamente cuáles son las posiciones de cada uno y se sabe que el PN ha entendido que es un tema respecto al cual se debe expresar la ciudadanía.

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EC - ¿Cuál es el papel del Herrerismo en la campaña electoral del Partido Nacional, en la que el candidato presidencial, Luis Lacalle Pou, tiene su propio espacio político y además insiste tanto con la renovación y el discurso por la positiva?

De eso estamos conversando con el senador Gustavo Penadés, fundador y uno de los principales dirigentes de la lista 71.

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EC - Lacalle Pou había arrancado muy bien su campaña, creciendo en las encuestas de manera fuerte. Pero a comienzos de setiembre desde el FA y el PIT-CNT se lo acorraló con cuestionamientos a sus posiciones en algunos temas sensibles: la ley de ocho horas en el trabajo rural, la ley de responsabilidad penal empresarial y consejos de salarios. La semana pasada también Pedro Bordaberry optó por criticarlo, en este caso por unas declaraciones que había hecho Lacalle Pou a favor de aplicar penas alternativas a los delincuentes primarios para evitar el hacinamiento en las cárceles. ¿Cómo han observado usted y el Herrerismo este quiebre en la competencia hacia octubre?

GP - Es la constatación más palpable de que se va muy bien y de que Luis Lacalle Pou es el retador y el desafiante con grandes perspectivas de ganar las próximas elecciones. Se está viendo lo que se esperaba, aunque no con este grado de virulencia, que era una respuesta del FA primero muy desordenada, después han ido ordenando sus mensajes, con el claro objetivo de atacar por todos los flancos posibles la candidatura de Lacalle Pou.

Y además se ve, se da hasta por natural, pero no deja de ser sorprendente, que en el mundo sindical -que nada tiene que ver ni hacer en la vida política de un país- se han embanderado desembozadamente y están llevando adelante una campaña como yo no recuerdo haber visto en contra de un candidato. Tanto es así que se tienen previsto realizar un paro nacional por si acaso Luis Lacalle Pou gana en noviembre de este año. Es una especie de conformación de frente político-sindical, sindical-político que no le hace nada bien al país.

EC - De todos modos, son herramientas que existen y que tampoco es muy descabellado considerar que se planteen, hay antecedentes. Entonces, usted o ustedes en el Herrerismo, ¿cómo evalúan la forma como se manejó Lacalle Pou? ¿No dejó flancos abiertos? ¿No pecó de una cierta inexperiencia al introducir los temas que introdujo, al contestar como contestó determinadas preguntas?

GP - Es muy difícil cuando uno está expuesto a varios frentes de ataque, y además muchos de ellos sustentados en mentiras. Cuando se le pregunta "¿por qué usted votó en contra la ley de trabajo rural?" se partía de una premisa falsa, porque el PN votó a favor, y con base en esa premisa falsa se elaboró toda una campaña después.

Me parece absolutamente inaceptable que se utilice el trampolín sindical para entrar al Parlamento. Se cruzan del Parlamento al poder sindical y del poder sindical al Parlamento de una manera absolutamente indebida. Creo que es atentar contra la democracia representativa, ir hacia un sistema corporativo que no creo que sea bueno que el Uruguay vaya pensando tener o instalar.

EC - Desde el FA replican: "Bueno, pero algo similar pasa muchas veces entre los partidos tradicionales y determinadas gremiales empresariales".

GP - Que pongan los nombres y con mucho gusto lo discutimos. Yo puedo poner más de 10 nombres de candidatos a diputados o a senadores hoy en el FA que integran la directiva de sindicatos y del PIT-CNT. Cuando ellos pongan nombres lo discutimos de igual a igual. Además ahí también se parte de la premisa equivocada de que no hay trabajadores que voten a los partidos fundacionales. Hay miles y miles de trabajadores que votan y van a votar a Luis Lacalle Pou, de la misma manera que hay miles y miles de empresarios que van a votar quizás al FA. Esquematizar de esa manera es una visión absolutamente equivocada de la realidad.

Si Lacalle Pou tuvo inexperiencia… No creo que sea un producto de la inexperiencia, creo que es producto de que vivimos en el mundo de los 140 caracteres. Cuando usted habla más de 140 caracteres y oficia la tijera, en el recorte y pegue se le puede hacer decir a cualquier candidato cualquier cosa.

Ahora, el doctor Lacalle Pou dijo: "Nosotros estaríamos dispuestos a revisar la ley de responsabilidad penal empresarial, porque entre otras cosas creemos que es inconstitucional" y se armó un escándalo. El otro día en el FA dijeron más o menos lo mismo y nadie dijo nada. Entonces, las cosas a ver cómo son. Hay una intencionalidad política de tergiversar los dicho de un candidato o de llevarlos a límites en los que me parece absolutamente inapropiado ubicarlos, que son los límites de que los derechos pueden ser vulnerados.

Muchos de los derechos de que hoy gozamos en este país tienen más de 176 años, y de esos 176 años el FA ha gobernado solamente en 10. Así que no se puede permitir partir de la premisa de que antes esos derechos no existían. De la misma manera que estoy absolutamente convencido de que cuando se avanza –y vamos a reconocerlo, en muchos ámbitos de la vida nacional en algunos tipos de derechos se ha avanzado en los últimos años– nadie puede pensar en retroceder en esos avances o en esas decisiones, porque eso termina afectando gente, sería menospreciar la inteligencia y el respeto que se tiene que tener por el ciudadano.

Creo que esas visiones responden más a una situación en la que, con un poder de difusión mucho mayor, con un poder de multiplicación enorme, se ha pretendido hacer ver al candidato del PN como cometiendo errores que no cometió.

EC - ¿Lacalle Pou salió… no sé si la palabra es debilitado, golpeado de estos episodios? Parece que sí.

GP - Más que golpeado, a todos nos sirvió como experiencia para ver en qué tipo de campaña estamos sumergidos. A mí me gustaría otro tipo de campaña, la campaña del debate, de la confrontación de ideas y de los grandes proyectos. Porque me parece que aquí está en ausencia qué se piensa hacer en seguridad, en educación, en salud. Ese es el debate que creo que hoy a la gente le interesa, y no andar tergiversando lo que un candidato dice o deja de decir.

EC - Este fin de semana Lacalle Pou anunció que, teniendo en cuenta el giro que había tomado la discusión, él había optado por fijarse en los programas de los distintos candidatos y buscar las coincidencias.

GP - Coincidencias positivas.

EC - Y salió con esta otra variante en su campaña, lo que él llama "las coincidencias positivas". Encontró efectivamente varios puntos en los cuales los partidos están de acuerdo. ¿Cuál es la utilidad para usted de empezar a marcar esta posibilidad de coincidencias, de pactos?

GP - La capacidad de llegar a gobernar en el mañana. Para quien pueda tener la duda todavía de que Lacalle Pou pueda llevar adelante políticas de acuerdo desde el Poder Ejecutivo, ahí está la demostración de que eso no es así y que se van a llevar grandes políticas de acuerdo, es buscar coincidencias ahora.

EC - ¿Es una manera de aventar determinados temores con respecto a un Lacalle Pou presidente?

GP - No, es la manera de demostrar que hay un nuevo tiempo en la actividad política. Llega una persona que dice "paremos la mano de confrontar y pongámonos de acuerdo en algunos temas estratégicos en los que el Uruguay tiene que ponerse de acuerdo". Porque en estos 10 años lo que ha terminado por confirmarse es que el Uruguay tenía algunos problemas producto de la precariedad económica en la que tradicionalmente había vivido y otros que son mucho más estructurales y profundos. Porque si no usted no logra entender cómo en un país que tiene un prepuesto de 14.500 millones de presupuesto, en la salud pública se invierten casi 1.000 millones de dólares al año, en seguridad casi 800 millones de dólares al año, en educación casi 2.000 millones de dólares al año, el tenga un resultado paupérrimo como el que se ha tenido.

Entonces hay temas en los cuales hay que buscar la profundización de los acuerdos y establecer políticas a corto, mediano y largo plazo. De las que muchos han hablado pero que empiezan por esto: ¿cómo te vas a oponer mañana, siendo Gobierno Luis Lacalle Pou, a acompañarlo en tal tema, por ejemplo el de la educación, si en tu programa de Gobierno decía más o menos lo que decíamos nosotros? Salvo que entonces o en aquel momento mintieras o en este momento no quieras acompañar porque no te tocó ganar a ti, lo cual sería una actitud muy mezquina.

EC - Hablando de coincidencias y de gobernabilidad en el caso de Lacalle Pou presidente, ¿de qué manera analizaron el cambio de estrategia de Pedro Bordaberry que salió a criticar y a marcar diferencias muy insistentemente? Porque no fue una vez y con un tuit, lo ha hecho como tema recurrente en su discurso durante varios días.

GP - En mi forma de ver es una estrategia equivocada, que lo va a hacer pelearse con parte de su electorado que no quiere eso. La decisión de transitar el camino de "por la positiva" está sustentada en análisis de todo tipo que llevan a que la población está demostrando tener cierto grado de hartazgo sobre la confrontación y que quiere buscar en el camino de por la positiva un rumbo nuevo. Y el senador Bordaberry, al aumentar sus críticas hacia el doctor Lacalle, transita el camino tradicional.

EC - Sí, pero de algún modo también pone en juego algo que es imprescindible: si Lacalle Pou llega a presidente de la República será porque los colorados lo votan llegado el balotaje. Entonces, ¿cómo se maneja ese equilibrio allí?

GP - Porque la gente, blanca, colorada, frenteamplista, entre otras cosas es muy inteligente y sabe lo que tiene que hacer llegado el momento. Y a veces los dirigentes políticos interpretamos lo que la gente quiere y nos ponemos al frente de esas columnas, o a veces no lo interpretamos y las columnas nos pasan por arriba.

EC - ¿Ese es un peligro para Bordaberry hoy?

GP - Es un riesgo que él ha decidido asumir. Si yo integrara su campaña le diría que es un riesgo muy grande porque la realidad es otra: un porcentaje muy importante del electorado de nuestro país ya no tiene barreras de tipo partidario, se mueve, y en ese movimiento puede interpretar estos puntos de crítica como negativos para una estrategia de campaña hacia octubre.

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EC - Usted fue en su momento un protagonista de las negociaciones para conformar lo que terminó siendo el Partido de la Concertación (PdelaC). Ese lema creado por el PN y el PC para competir a nivel departamental, sobre todo para tratar de desplazar al FA de la Intendencia de Montevideo.

La campaña electoral que está en curso es la campaña para las elecciones nacionales, para las elecciones de octubre y eventualmente el balotaje. Pero llama la atención que el PdelaC está como muy diluido, muy silencioso. ¿Qué pasa, sobre todo qué pasa dentro del PN, que tiene que definir quién va a ser su candidato a la Intendencia dentro de ese paraguas que por el lado del PC ya tiene un nombre, Ney Castillo?

GP - Primero que nada, el PdelaC vive y lucha, pero sus prioridades están dirigidas a las elecciones municipales. Entonces está en un momento de invernada, está latente.

EC - ¿De invernada o de hibernación? [Risas.]

GP - Creo que no. [Se ríe.]

EC - Si estuviera en invernada andaría engordando.

GP - Esa es la idea, está engordando para mayo.

EC - ¿Para usted está engordando?

GP - Ah, yo creo que sí. Sí, sí. Las encuestas así lo dicen. Hoy la diferencia entre el PdelaC y el FA en Montevideo es pequeña.

EC - La encuesta todavía no muestra eso cuando se pregunta específicamente por el PdelaC. Lo muestra si sumamos intención de voto por el PC, más intención de voto por el PN, más intención de voto por el PdelaC. Da la impresión de que el PdelaC como tal todavía no se consolidó en la gente.

GP - Eso responde a una estrategia que creo que es correcta. Se va a consolidar cuando lleguen las elecciones municipales y cuando la agenda que se empiece a debatir en plena campaña municipal sean los temas de carácter municipal, que hoy en Montevideo urge asumir producto de la ineficiencia con la que lamentablemente ha trabajado en estos años el Gobierno municipal.

EC - ¿Y qué va a hacer el PN con el nombre? Antes de las elecciones internas se daba como un hecho que el nombre del PN para el PdelaC era Jorge Gandini, que además hace más de dos años que creó un movimiento, que está armando propuestas en esa dirección. Pero en las elecciones internas resultó que en Montevideo Lacalle Pou, Todos, le ganó a AN y a su vez dentro de AN Gandini no fue quien tuvo la mayoría, perdió eso que era una especie de protagonismo clásico de su agrupación acá en la capital. Su posibilidad, su futuro como candidato a la Intendencia blanco por el PdelaC quedó en jaque. Lacalle Pou no ha sido del todo claro sobre si va a impulsar un nombre propio o si va a terminar convalidando a Gandini. ¿Cómo están manejando eso? Porque se dice "esto es un tema para el año que viene", y es cierto, pero si se va a buscar otro nombre hay que consolidarlo, imponerlo, entonces tampoco es que sobre el tiempo.

GP - Primero, esto hay que adoptarlo sin dramatismos. En la actividad política el realismo es lo que debe gobernar nuestros movimientos y nuestras acciones. Y usted acaba de relatar con suma claridad los resultados políticos que se tuvieron en las elecciones internas del mes de junio. Ese sin dramatismo implica, entre otras cosas, que tanto el diputado Gandini, a quien considero un gran dirigente político del PN en el departamento de Montevideo, un hombre cuya experiencia y experticia en los temas políticos lo hacen ser parte de la solución y no parte del problema, y junto con él, el doctor Lacalle Pou y todos quienes somos dirigentes de Montevideo, en su momento definiremos cuál es la mejor estrategia para encarar el futuro de nuestro partido. Porque antes que nada el diputado Gandini es un gran blanco y un gran nacionalista. En ese sentido con él y con los demás dirigentes del partido en el departamento de Montevideo adoptaremos la decisión que sea más conveniente.

EC - En definitiva le estoy pidiendo que me dé una pista, porque todo eso sabemos que ocurre y que va a ocurrir. Pero pasa el tiempo y no hay novedades, ¿entonces?

GP - En pocos días, en pocas semanas, esperemos que haya novedades. Esa es la pista que hoy le puedo dar.

EC - [Se ríe.] ¡"Pocas semanas"! ¿Qué quiere decir eso?

GP - [Se ríe.] Y bueno, pocas semanas son pocas semanas. Y Uruguay acaba de meter un gol, así que con eso trato de evadir la respuesta.

EC - [Se ríe.] Ya me doy cuenta, está tirando la pelota…

GP - ¡Al óbol! Al gol, en este caso.

EC - Gandini tiene una ventaja por sobre otros nombres posibles: él se reservó, no fue candidato en las elecciones internas por listas del PN. Con lo cual está validado para ser candidato por el PdelaC. Otros nombres que quizás el PN o el movimiento Todos pudiera tener in mente quizás estén bloqueados porque fueron candidatos por el PN en junio. Ese es un valor, supongo que ahí Gandini tiene una ventaja.

GP - Sí… Jorge siempre va a ser un dirigente a tener muy cuenta producto de su peso, trayectoria y conocimiento de Montevideo. Pero esto tiene que ser pensado en clave de estrategia para ganar respetando las realidades electorales vigentes y respetando trayectorias y posiciones de gente para que nadie salga herido. Estamos en un proceso de análisis, de trabajo en conjunto –en el que por supuesto participa el diputado Gandini– en el que buscaremos las mejores soluciones para encarar la estrategia que tenemos que llevar adelante hacia mayo, que es ganar la Intendencia de Montevideo. Si usted me pregunta si Gandini va a ser o no va a ser candidato, hoy no le puedo dar una respuesta.

EC - Vio que el PC salió incluso a ofrecer la posibilidad de aceptar a Gandini como el tercer candidato. Si el movimiento Todos quiere proponer un nombre dentro del PN, el tercer nombre –que en principio se había manejado que fuera alguien neutral, alguien no vinculado ni al PC ni al PN–, el PC dice: "Puede ser Gandini, le podemos dar el visto bueno a Gandini".

GP - Es un dato a tener en cuenta. Pero lo primero que vamos a hacer es llevar este análisis y debate a la interna del PN. Y será el PN, y no otro, el que decida quién será el candidato en el PdelaC. Lo vamos a decidir en el mejor de los climas, con la mejor de las ondas, porque el objetivo es ganar la elección municipal.

EC - No conseguí demasiado. Me doy por vencido…

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Transcripción: María Lila Ltaif