Francisco Gallinal (PN): Se aprobará la creación de la UNED "cuando estén dadas las circunstancias constitucionales y fácticas"
La creación de la Universidad de la Educación (UNED) no contó con los votos necesarios en Diputados. Se requerían mayorías especiales por tratarse de la creación de un nuevo ente autónomo, mayoría que no se logró por la falta de votos de Propuesta Batllista y el Partido Nacional. Para entender por qué los blancos no votaron, En Perspectiva entrevistó al senador Francisco Gallinal, quien aseguró que ellos tienen "la mejor disposición para proceder" a la creación de la UNED "cuando estén dadas las circunstancias constitucionales y fácticas". "Estaríamos haciendo nacer una institución de esta jerarquía y de esta importancia bajo la lupa de la inconstitucionalidad" agregó.
(emitido a las 7.49 hs.)
EMILIANO COTELO:
Los problemas del sistema educativo uruguayo son uno de los ejes de esta campaña electoral. Una de las principales preocupaciones está en cuanto a lo que ocurre con la formación docente. En esa dirección apuntaba la Universidad de la Educación, que ayer se trató en el Senado de la República.
El proyecto, que ya tiene media sanción de Diputados, le otorga rango universitario a la formación de maestros y profesores. Tuvo el voto del Frente Amplio y también del sector colorado Vamos Uruguay, pero por tratarse de la creación de un nuevo ente autónomo, no alcanzó. Se requerían mayorías especiales que no se lograron por la falta de apoyo de Propuesta Batllista, en el caso del Partido Colorado, y de todo el Partido Nacional.
¿Qué ocurrió? ¿Por qué los blancos, en particular, no votaron? Vamos a conversarlo con el senador del Partido Nacional Francisco Gallinal.
ROMINA ANDRIOLI:
¿Por qué el Partido Nacional decidió no acompañar el proyecto?
FRANCISCO GALLINAL:
Nosotros lo expresamos muy claramente en el día de ayer, especialmente a través de los senadores Gustavo Penades y Eber Da Rosa, integrantes de la Comisión de Educación y Cultura, donde el proyecto estaba hace varios meses, que el Partido Nacional está totalmente de acuerdo con la creación de una universidad de la educación.
RA – En eso hay unanimidad en todos los partidos.
FG – En eso hay unanimidad dentro de nuestro partido y la mejor disposición para proceder a su creación cuando estén dadas las circunstancias constitucionales y fácticas. Vamos a situarnos en el día de ayer, cuando se discutió el proyecto: faltaban 46 días para las elecciones nacionales. Hay una norma constitucional, que como todas merece respeto, que prohíbe especialmente al Poder Legislativo en el año previo a las elecciones la creación de todo tipo de cargos. Esa norma alcanza también la creación de los cargos que formarían el ente autónomo Universidad de la Educación. Por lo cual, estaríamos haciendo nacer una institución de esta jerarquía y de esta importancia bajo la lupa de la inconstitucionalidad. Además, como fruto además de una improvisación, porque durante todos estos meses el Frente Amplio no aceptó ningún tipo de negociación, no incluyó el tema en el orden del día y desembocó con el tema en el día de ayer, a nuestro juicio porque estamos cerca de las instancias electorales.
Pero más allá de los temas formales, aunque respetar la Constitución siempre es un tema importante, aunque sea formal, también están los temas de contenido. Consideramos que el tema educación, dadas las enormes dificultades por las que ha atravesado la educación en todas sus ramas en los últimos años, merece una especial atención y altamente sensible. No se debe tratar con cataplasma sino con cirugía fina, merece que el proyecto de ley que consagre una nueva universidad a nivel docente sea producto de un consenso lo más amplio posible, respetando las normas constitucionales, buscando la mejor calidad para la formación de quienes van a ser los futuros docentes. Y también, dado que faltan 46 días para las elecciones y para saber cómo va a estar compuesto el nuevo Parlamento y después del balotaje para saber quién va a ser Gobierno a partir del 1° de marzo, lo menos que podemos hacer en estas circunstancias es escuchar al futuro Gobierno, sea blanco, colorado, independiente o frenteamplista.
RA – De todas formas este proyecto viene desde hace mucho tiempo.
FG – Sí, pero hay una cerrada negativa del Frente Amplio a abrir márgenes a la discusión.
RA – ¿Cuáles son los aspectos que ustedes estarían necesitando consensuar justamente y en los que dice que el Frente Amplio no está dispuesto a negociar?
FG – El proyecto que necesita dos tercios lo logró, circunstancialmente, con Vamos Uruguay en la Cámara de Diputados, pero con Vamos Uruguay no conforman esos dos tercios en Senadores. Aún cuando lo conformaran, Vamos Uruguay no acompañó, ni en Diputados ni ayer, todo el capítulo segundo que refiere a los aspectos vinculados al cogobierno. Porque hay una opinión y estudios realizados, incluso por nuestros asesores y técnicos, de que de alguna manera el cogobierno que se instaló en la educación universitaria en el año 1958 ha sido una de las razones de que la universidad en el transcurso de los últimos años no se haya adaptado a los desafíos de los nuevos tiempos como debió hacerlo. Lo que se buscaba en ese consenso, y no en la imposición de un proyecto por parte del Frente Amplio, eran las formas de atenuar el peso que pueda tener el cogobierno en el futuro de la nueva administración.
RA – ¿Y para ustedes cuál es el órgano de conducción que debería guiar esta nueva universidad?
FG – Para nosotros el órgano de conducción directo es el que surge desde el Gobierno y desde el sistema político, sin perjuicio de que se le pueda dar, por supuesto, participación a todos los órdenes, pero en una forma diferente a la que ha tenido en la Universidad de la República en el transcurso de los últimos años. Nosotros proponíamos una estructura académica que permita construir un proyecto, como dice la declaración que sacamos ayer, que vertebre las funciones universitarias de docencia, investigación y extensión de manera sólida y con alcance nacional, y un órgano que de institucionalidad con agilidad y flexibilidad.
Fijese además que es tan evidente el apuro que los recursos para que funcione la universidad van a venir a mediados del año que viene con la iniciativa de Presupuesto Nacional que corresponde al nuevo Gobierno. Se van a aprobar en el transcurso de ese presupuesto y van a tener vigencia a partir del 1° de enero del año 2016. O sea que vaya si había tiempo para actuar como le decía, como cirujano, buscando que este órgano salga a plena luz del día y no ya bajo discusiones realizadas a luces y sombras.
Ayer, lo digo con mucho respeto, se aprobó un engendro que no tiene ni pies de cabeza. El proyecto que se aprobó dice en el artículo 1°: "Créase la Universidad de la Educación ente autónomo", ese salió negativo. El 2° dice: "Los fines de la Universidad de la Educación son…", el 3°: "La Universidad de la Educación estará administrada por…". Resulta que se establecen los fines y quien lo va a administrar pero no se crea. El proyecto irremediablemente va a diputados, que no tiene opción de aprobarlo, porque no puede aprobar una cáscara vacía, lo tiene que rechazar y enviar a la Asamblea general por lo cual seguramente terminemos en el balotaje o después del balotaje discutiendo este proyecto.
RA – Usted mencionaba lo del cogobierno, veía algunos argumentos que manejó por ejemplo la senadora Constanza Moreira ayer en la comisión y decía: "Si el cogobierno no supuso un problema para aprobar por ejemplo la Universidad Tecnológica, ¿por qué es un problema ahora? Si no nos gusta el cogobierno y la autonomía habrá que reformar la Constitución, porque ambos están ahí", eso despertó el aplauso de quienes estaban allí asistiendo a la sesión, cuenta el semanario Búsqueda.
FG – Bueno, todos podemos y tenemos derecho a llevar gente a la barra. Creo que justamente buena parte de lo que se dijo ayer fue para la barra. No es verdad que el cogobierno esté en la Constitución de la República, lo que está es la autonomía. Cada vez que se cree un organismo público de enseñanza bajo el sistema de derecho público necesariamente tiene que ser un organismo autónomo, por eso nosotros estamos totalmente de acuerdo. Más aún, cuando el proyecto se vota en general, que sale afirmativo, sabiendo que no iban a estar los votos para el artículo 1°, nosotros propusimos que el proyecto pasara nuevamente a la Comisión de Educación y Cultura para buscar puntos de entendimiento que permitan sacar un proyecto con el consenso más amplio posible, o incluso con unanimidad.
Pero no es correcto decir, como hizo Moreira, que el cogobierno esté en la Constitución, no está, es producto de una ley de 1958 que se le otorgó a la Universidad de la República.
RA – Usted marcaba el tema electoral metido en la discusión de este proyecto, decía que el oficialismo quería aprobarlo ahora con ese fin. Miraba algunos mensajes de los oyentes que por ejemplo lo plantean en el caso del Partido Nacional, dicen: "¿Discurso electoral? Argumentos muy débiles, lo aprobaron en Diputados y ahora lo niegan en el Senado, por eso el país no avanza".
FG – En Diputados yo ya le expliqué: se aprobó con los votos del Frente Amplio y de los legisladores de Vamos Uruguay que circunstancialmente en Diputados logran los dos tercios. Nosotros no lo votamos en Diputados, siempre marcamos estos temas a los que le hago referencia, este proyecto fue largamente discutido dentro del Partido Nacional.
Más aún, en el año 2012 en el tema educación en general, a instancias del senador Jorge Larrañaga, se llegó a un acuerdo en materia de educación y no fue a instancias nuestras que no se cumplió sino que fue del otro lado. El Gobierno en muchas oportunidades terminó siendo rehén de algunas presiones y no pudo dar cumplimiento cabal a lo que había acordado la unanimidad de los partido políticos con representación parlamentaria.
RA – Pero mi pregunta iba a si no valía la pena postergar estos argumentos y que saliera adelante una iniciativa que lleva años.
FG – Pero es que no se trata de un problema de argumentos electorales. Primero usted no puede eludir una disposición constitucional que prohíbe expresamente la creación de cargos de esta naturaleza en este período, durante todo el año previo al 26 de octubre, eso no lo podíamos eludir. Por eso pretendíamos aprobarlo en general y pasarlo a comisión para darnos tiempo a pasar el 26 de octubre y mientras tanto seguir avanzando.
Segundo, no es que nosotros lo planteemos como un tema electoral y por eso lo votamos en contra. Nosotros pensamos que una institución de esta importancia, con los enormes fracasos que hemos tenido en la educación en los últimos años, en donde seguramente haya una responsabilidad compartida que no vamos a eludir, merece que se actúe con racionalidad, con sensatez, buscando el perfeccionamiento de los organismos que se vayan a crear, porque no podemos fracasar. No podemos darnos el lujo de aprobar una ley de esta importancia a los ponchazos y después estar enmendando o corrigiendo porque no previmos no le dimos las condiciones necesarias para que efectivamente fuera un éxito. Por ejemplo, desde el punto de vista de los recursos económicos, que como le digo deben ser incluidos en el Presupuesto Nacional del próximo Gobierno que se envíe al Parlamento el año que viene.
No se trata de un tema electoral, se trata de que los gobernantes no tenemos derecho a tropezar, a actuar ligeramente o a buscar imponer soluciones en temas en los que ya hay tantos fracasos y en los que se juega tanto la vida del país. Porque la vida del país depende de los educandos y de todos los que forman parte del sistema, por eso estamos de acuerdo con el proyecto: claro que hay que jerarquizar a la docencia, profesionalizarla, crear una universidad que específicamente tenga ese cometido y esa responsabilidad.
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