Campaña electoral

Rafael Fernández (PT): "Apostamos a un debate en la izquierda, porque es evidente que en un nuevo Gobierno del FA no va a cambiar nada"

La contienda electoral del domingo 26 de octubre tendrá a siete candidatos a la Presidencia. De esos, tres pertenecen a partidos minoritarios que pujarán por tener un representante parlamentario. Tal es el caso del Partido de los Trabajadores y su presidenciable, Rafael Fernández. En diálogo con En Perspectiva, el candidato sostuvo que "la idea que se ha colocado en la izquierda que dominó este país es eso de que en Uruguay no se puede luchar por el socialismo" sino "por un mejor capitalismo". También arremetió contra aquellos que los catalogan como "radicales": "es muy descabellado que a nosotros nos acuse de ultra izquierda gente que andaba haciendo una lucha armada en este país".

(emitido a las 8.50 hs.)

EMILIANO COTELO:
El Frente Amplio, el Partido Nacional, el Partido Colorado y el Partido Independiente dominan el debate electoral y centran la atención pública y mediática en estos días. Son los partidos con representación parlamentaria.

Pero hay otras fuerzas que buscan su lugar en el escenario político en este proceso hacia el 26 de octubre.

Es el caso, por ejemplo, del Partido de los Trabajadores (PT), que aparece compitiendo en Elecciones Nacionales desde el año 1984. Los 700 votos que logró en las Primarias de junio, además de habilitarlo a seguir en carrera, fueron también su mejor resultado histórico.

¿Qué objetivos tiene? ¿Qué le propone a la ciudadanía? Para conocer esos y otros temas recibimos al candidato a la Presidencia del Partido de los Trabajadores, Rafael Fernández.

Es inevitable empezar con algunas definiciones. El PT se define a sí mismo como trostkista, ¿qué quiere decir eso en el año 2014?

RAFAEL FERNÁNDEZ:
Está bueno porque estoy filmando ahora una respuesta a una pregunta de ese tipo que me llegó por la web. Nosotros estamos haciendo un espacio en nuestro sitio que se llama "El PT responde" donde ponemos pequeños videos. Tengo que filmar esto brevemente en un video de no más de cinco minutos.

El troskismo parece el nombre de una enfermedad, me acuerdo de una obra de teatro en Buenos Aires de Norman Briski donde se jugaba con esta idea, que un hijo de una familia de clase media estaba enfermo de troskismo (risas).

Es una continuidad de las ideas de Marx, de Lenin, de la Revolución Rusa, y hoy en día lo que tiene de vigente son dos cosas centrales. Por un lado, una caracterización sobre la sociedad capitalista, la crisis del capitalismo que vivimos en muchos sentidos ratifica todos los análisis del marxismo sobre la economía capitalista. Por otro, un pronóstico sobre la Unión Soviética y los regímenes de Europa del Este, Trotsky publicó un libro muy bueno -y muy poco conocido- que se llama "La Revolución Traicionada" en 1936, en el que hace un pronóstico de la posibilidad de un retorno al capitalismo de ese régimen.

Lo caracteriza como un régimen de dominación de una casta burocrática sobre la clase trabajadora. Una casta que se adjudicó privilegios por el hecho de poseer el poder político y por aplastar cualquier oposición desde los sectores de la clase obrera, entre los cuales estaba la posición de nada menos que la mayoría de los comités centrales del Partido Bolchevique, que en 1917 tomó el poder y que fue masacrado por Stalin. Salvo Lenin y algunos otros que murieron por razones naturales, o en la guerra civil, el resto fue masacrado por Stalin.

EC – Ustedes dicen que expresan con nitidez la ruptura con la estrategia de colaboración de clases, y van por la independencia política de la clase obrera. ¿Podemos ampliar brevemente esto?

RF – Esto tiene que ver con una fisionomía que ha tenido la izquierda uruguaya en las últimas cuatro décadas, por lo menos, que es la idea de que hay que hacer una alianza con sectores de capas medias o incluso de la llamada burguesía nacional, en términos del Partido Comunista. Es la idea del Frente Democrático de Liberación Nacional, en el cual la clase obrera no tenía que plantear la lucha por un gobierno propio ni por el socialismo, sino que podía aliarse por toda una etapa con sectores que defienden el capitalismo y llegar a una especie de capitalismo "como la gente", diría José Mujica, un capitalismo más humano, o más nacional, con cierto freno a la penetración de capitales financieros internacionales.

Nosotros creemos que esa estrategia no ha dado frutos, está comprobado en la historia que eso no se ha dado así, y creemos que la clase obrera debe colocar sus objetivos históricos, que son la lucha por el socialismo. La idea que se ha colocado en la izquierda que dominó este país es eso de que en Uruguay no se puede luchar por el socialismo, estaríamos condenados a luchar por un mejor capitalismo, uno más desarrollado, en todo caso como una etapa previa de la lucha por el socialismo.

EC – ¿Esa es la explicación de su ubicación por fuera del Frente Amplio (FA)?

RF – Sí, básicamente esa es la explicación. Por supuesto que también tiene expresiones concretas. Por ejemplo, en 1984 cuando nosotros surgimos, el FA había participado en el famoso Pacto del Club Naval, donde hubo un acuerdo que condicionaba todo el régimen político anterior, no solo manteniendo el aparato represivo de la dictadura sino además en una serie de pactos que hizo con los partidos tradicionales en cuanto a política económica sobre todo. Nosotros ya denunciábamos en ese momento, cuando el FA era mucho más prestigioso y era mucho más difícil decir esto, un proceso de integración al régimen capitalista y a la defensa de sus intereses porque defendía el pago de la deuda externa, la garantía estatal a los depósitos en dólares, una serie de acuerdos que firmaron los candidatos del FA en esa época. Mucho de lo que se ve hoy por parte de muchos militantes de izquierda que están de alguna manera desanimados o desengañados con el proceso del FA ya estaba en el ADN, no es una cosa que empezó en marzo de 2005 de un día para otro.

EC – ¿Quiénes integran el PT? ¿Cuáles son las características comunes de sus militantes?

RF – Por ahora, los que quieren. Somos un partido de asociación libre, el que quiera entrar, entra. Obviamente tiene que ver con un programa y, en nuestro caso muy evidentemente, con una presencia muy fuerte en la lucha del movimiento obrero. Nosotros en general somos militantes o dirigentes sindicales.

EC – Vayamos a su caso en particular. Usted tiene 52 años, es funcionario del Banco de Seguros del Estado desde hace 30 años.

RF – 31 años.

EC – 31. Es dirigente de la Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU) integra los Consejos Banca Oficial, la Comisión Representativa del Banco de Seguros y el Consejo Central.

RF – En el Consejo Central soy suplente en este momento.

EC – Y AEBU es justamente uno de los sindicatos donde el PT tiene peso, sobre todo por el lado de los bancos públicos, ¿no?

RF – Sí, hay una marcada diferenciación política en el seno de AEBU entre banca oficial y banca privada, por razones históricas que no vienen al caso.

EC – Es la lista 639.

RF – En la 639 estamos ahora, pero viste que hay listas después en cada banco, a veces para las elecciones representativas estamos en otra que se llama Lista 9. Las realidades de los bancos a veces no coinciden con la realidad nacional.

EC – En realidad esa lista es una alianza, un acuerdo con otras agrupaciones.

RF – Exactamente, porque nosotros fundamentalmente tenemos más fuerza en el Banco de Seguros, había otros compañeros con más fuerza en el Banco República o el Hipotecario y se había armado una lista única. También por una experiencia común que ya habíamos recorrido.

EC – Un sindicato muy conocido donde militantes del PT han ocupado cargos de dirección es Adeom–Montevideo. Hoy tienen menos protagonismo allí, pero en 2010, junto a otras corrientes de lo que se suele llamar sindicalismo "radical", encabezaron aquella escalada de huelgas contra la Intendencia de Montevideo, que afectó de manera seria la recolección de basura y terminó en la declaración de servicios esenciales. Fue un conflicto bastante antipático que provocó mucha bronca en la gente de Montevideo. ¿Cómo cargan con esa mochila?

RF – Defender a los trabajadores para mí es un orgullo. El hecho de que el FA haya recurrido a los servicios esenciales y utilizado el Ejército para recolectar basura me parece que es toda una definición. Esta campaña se ha desarrollado permanentemente para movilizar al pueblo en contra de un sindicato, y eso fue el embrión del fascismo en Italia. La frase de Mujica, que no dijo públicamente, de que podría llegar a salir él mismo a recolectar basura, eso es lo que hacía Mussolini. Nosotros defendemos el derecho de Adeom porque estaba defendiendo una cuestión salarial. Realmente uno no ve que hoy la cuestión sanitaria esté mejor que en esos días de la huelga, la mugre que hay en la ciudad atenta contra la salud de los montevideanos hoy.

EC – Capaz que se adelantó a lo que le iba a preguntar: una cosa es el motivo, la reivindicación que está de por medio. Pero otra, es el método de lucha, las medidas que se aplican. ¿Cómo observan ese tipo de medidas que le pegan a la gente, afectando incluso la higiene o la salud?

RF – La medida más profunda que tomó Adeom en ese período fue cortar las horas extra, no fueron tanto los paros. Con eso mismo se había generado una distorsión muy fuerte, lo que revela que de alguna manera el trabajo en Adeom está organizado de esa manera, basado en que la gente haga horas extra. No creo que hayan sido medidas tan radicales, en realidad en esos días hubo un paro de 48 horas como elemento novedoso o más fuerte, cosa que en cualquier sindicato se hace normalmente.

Creo que ahí hubo una campaña muy fuerte y finalmente no se llegó a ninguna negociación por parte de la Intendencia tampoco, o sea que el tema es que se obliga a un sector que hace un servicio que se declara esencial a no poder realizar medidas de lucha, pero por otro lado no se negocia. Permanentemente ha habido sanciones anti-sindicales en el caso de la Intendencia y oídos sordos a reclamos muy básicos como de seguridad laboral, que llevaron hace poco a la muerte de un compañero en la Intendencia de Montevideo. Después se reconoce que no había condiciones de seguridad, después de que un trabajador que está reparando un camión se cae y se mata, no había ni un cinto para asegurarse.

EC – Yo le preguntaba cómo cargan con la mochila de aquel conflicto, pero capaz que al revés, que al PT le interesa tener esa imagen de duro y ultra.

RF – Nosotros no pensamos en una imagen, estamos defendiendo permanentemente la lucha de los trabajadores. No es un tema de ultra, más ultra que el presidente de la República, que se jacta de que andaba con una tartamuda y de que tiene nueve balas en el cuerpo… Es una cosa muy descabellada que a nosotros nos acuse de ultra izquierda gente que andaba haciendo una lucha armada en este país.

Lo que hace el Partido de los Trabajadores es exponer una idea y un programa y ligarse a las luchas que llevan adelante los trabajadores. Hemos hecho cosas tan poco ultra como tener 30 ollas populares en Montevideo en los años de la crisis de 2002, impulsar un movimiento para que la gente pueda alimentarse, hemos peleado por cosas muy básicas. El nuestro no es un movimiento que se esté poniendo por encima de la población, por encima de la experiencia que recorre el pueblo, haciendo una lucha armada.

EC – A propósito de la presencia de militantes del PT en el movimiento sindical otro ejemplo es ADES Montevideo (Asociación de Docentes de Educación Secundaria), donde ustedes controlan la dirección en alianza con otras corrientes.

RF – Sí, claro, controlar no es la expresión porque uno siempre tiene insatisfacciones sobre lo que querría hacer, porque como tú decís no es una lista que domine. Incluso en la lista en la que nosotros participamos hay distintas corrientes y formó mayoría con otra que es de una corriente distinta. Por lo tanto no es un tema de control, sino de buscar que el sindicato realmente actúe con independencia política del Gobierno. Nosotros hemos visualizado la pérdida en el PIT-CNT de esta independencia política y desde el punto de vista histórico es notable que en la educación secundaria de Montevideo las listas oficialistas hayan perdido la mayoría. Tal vez habla más de la experiencia de los trabajadores con esa lista que de nuestra capacidad.

EC – Queda clara la diferencia de concepción que tienen con la dirección del movimiento sindical, del PIT-CNT. Ahora, ¿ustedes comparten la postura de algunas corrientes minoritarias en cuanto a ir hacia una "ruptura" con la central?

RF – Nosotros defendemos al PIT-CNT como una conquista, fue muy difícil reconstruirlo en la lucha contra la dictadura, nosotros vemos muchas experiencias del movimiento obrero en otros países donde hay más de una central. Por ejemplo, en Argentina hay cuatro centrales, dos CTA (Central de Trabajadores de Argentina) y dos CGT (Confederación General del Trabajo), hacer un paro general es casi imposible porque hay que poner de acuerdo a cuatro dirigentes que además son burócratas, tipos que no laburan hace no sé cuánto. No es un avance, sería un momento de debilidad del momento obrero.

Por supuesto que hay experiencias del movimiento obrero internacional, incluso que reflejan que una ruptura ha sido un paso adelante, pero no lo vemos como el caso en Uruguay hoy, y tampoco no lo vemos como un proceso que esté viviendo la clase trabajadora de discusión de ese punto. Sí se discute la necesidad de recuperar la independencia política del PIT-CNT y de que no esté subordinado al Gobierno.

EC – ¿Otro sindicato donde ustedes tengan presencia en la dirección?

RF – Por ejemplo, el Frigorífico Canelones lo dirigen compañeros nuestros, es uno de los principales frigoríficos del país. En toda la enseñanza en particular, no solo en ADES, tenemos compañeros en cargos de dirección. En Fenapes (Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria), que no es solo en Montevideo, Afutu (Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo del Uruguay), funcionarios de secundaria, papeleros. En Primaria en este momento no tenemos compañeros en la dirección, pero tenemos militantes muy importantes, así como en la construcción. Lo otro que es interesante es que se va acercando gente que no era del PT y que viene incluso de sindicatos en los que uno no tenía representación, sobre todo en el interior.

EC – ¿Por qué se está dando ese proceso?

RF – Yo creo que tiene que ver con el proceso político general, no estrictamente con nuestra capacidad militante a nivel sindical. Es un partido que a veces mucha gente no lo conoce, mucha gente joven en particular. Se acercan para conocer porque nos escucharon en una radio o porque nos vieron en las redes sociales, que han generado una cantidad de contactos que era impensable, nosotros las usamos mucho porque nos da acceso gratuito a una gran cantidad de gente.

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EC – Estamos conversando esta mañana En Perspectiva con Rafael Fernández, candidato a la Presidencia de la República por el Partido de los Trabajadores. Es funcionario del Banco de Seguros del Estado desde hace más de 30 años, es dirigente de AEBU. Tiene 52 Años, cuatro hijos. Ha sido el referente del PT en los últimos procesos electorales y es el redactor responsable de su publicación, ¿que se llama?

RF – Tribuna de los Trabajadores.

EC – Que muchos oyentes deben haber visto por lo menos por el lado de su logo con una gráfica que remite a la Revolución Rusa, tiene una estética de principio del siglo pasado.

RF – En realidad el logo es una fábrica, a mí nunca me gustó porque yo creo que para un obrero no debe haber lugar que más autoritario y menos propio que una fábrica. En ese momento se eligió eso, porque la democracia política se interrumpe en la puerta de una fábrica, adentro no hay democracia, hay dictadura.

EC – Uno de los mensajes de los oyentes dice: "¡qué fácil ser troskista siendo empleado público y además bancario!"

RF – Bueno, no era tan fácil cuando empecé a militar en la lucha contra la dictadura militar. Es una apreciación del oyente que respeto, pero creo que no sabe lo que es militar en el troskismo. Los troskistas fueron masacrados en la Unión Soviética y en muchos países capitalistas, decir que es fácil levantar una bandera revolucionaria… fácil no es. Nosotros elegimos esto, no nos victimizamos, yo hice una opción personal cuando empecé a militar sabiendo que había gente desaparecida en el país.

EC – Otro aspecto que capaz da para dudas o preguntas es cómo se presenta usted. Yo lo estoy mirando en este momento y digo: "¿Este es el candidato a la Presidencia de la República del Partido de los Trabajadores?". Está vestido de traje gris, camisa blanca y corbata.

RF – De bancario, digamos, el uniforme de banco.

EC – En principio no es quizás lo que uno aguarda pensando en un militante de primera línea de una colectividad como esta, sobre todo en un país donde el presidente de la República tiró al demonio la corbata hace años y lo fue imponiendo a buena parte del elenco político. Y en este marco el candidato del PT viene de traje y corbata.

RF – Estaría bueno que cambien las reglamentaciones de mi lugar de trabajo porque a nosotros nos exigen usar corbata. A mí me gusta cuando voy a los medios estar más prolijo, sobre todo en la televisión, cuando uno entra en la televisión entra a la casa de las personas. Es un tema también de primera impresión, de cómo te ven, y de última casi todo el día estoy trabajando de esta manera.

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EC – Como vimos, a nivel del movimiento sindical el PT ha logrado tener presencia por la vía de acuerdos con otras corrientes, llámeselas radicales o ultras, los términos son preferencia de cada uno. Pero llegado el momento de las elecciones nacionales, la mejor performance que el PT tuvo fue de 600 votos. Incluso en 2009 no pudieron participar porque en las internas no llegaron al mínimo legal de los 500 votos.

RF – Ojo, está bien, no llegamos a los 500 pero el mínimo legal no está establecido en ninguna ley, esa es una interpretación de la Corte Electoral.

EC – ¿Cómo se entienden esas votaciones tan magras en una organización que se presenta como el Partido de los Trabajadores? Parece que los trabajadores no lo consideran su partido.

RF – Sin duda, va de suyo, si no estaríamos inundados de trabajadores. Seguramente la mayoría de los trabajadores hoy considera que su partido es el FA. Lo votan, no sé si hoy lo consideran su partido, pero seguramente sí lo hacían hace un tiempo.

Nosotros podemos haber cometido errores para todo esto, pero seguramente tiene que ver con un proceso que viven los trabajadores y que lleva su tiempo. Estamos en una situación que llamamos un reflujo del movimiento sindical y popular, en el que no hay grandes luchas. Nosotros creemos que tenemos que pensar en un proceso político donde la crisis mundial que está colocada y que se viene al galope, nos van a meter un ajustazo en el gobierno que viene, sea cual sea el candidato que gane, cambian un poco las condiciones, incluso en la consciencia popular.

Basta ver lo que pasa en España con la emergencia de Podemos, un movimiento que apareció de la noche a la mañana. No quiero decir que esto va a pasar con el PT ahora porque no va a pasar, pero sí muestra algo que tuvo que ver con todo un proceso que fue el de los indignados. En España hace dos años todo el mundo pensaba que no pasaba nada, que los jóvenes estaban desinteresados de la política, y hoy uno ve millones de jóvenes en la calle pidiendo no pagar la deuda, que los bancos sean del Estado, fuera la troika, fuera la monarquía. Hay un proceso político muy rico, que en muchos sentidos todavía está en sus inicios pero va clarificándose a la luz del proceso de la propia crisis.

Esto no es solo en España, en Argentina por ejemplo está el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, en el cual está el Partido Obrero. Sin que haya campaña electoral están dándole 5% o 6% para las presidenciales del año que viene. Pero tuvo votaciones de 30% en la capital de Salta, en el norte argentino, una provincia históricamente muy conservadora y le ganaron al peronismo y a todas las corrientes, 22% en Mendoza, es un proceso más rico que el de Podemos porque no es la emergencia de golpe de un movimiento sino un proceso muy trabajoso.

Nosotros apostamos a que en Uruguay haya un debate en la izquierda, incluso con gente que está todavía dentro del FA, porque es evidente que en el tercer gobierno del FA no va a cambiar nada. Ya las figuritas repetidas del actual vicepresidente y ministro de Economía en un eventual gobierno del FA, Danilo Astori, y del ministro del Interior, que continuaría en su cargo, Eduardo Bonomi, están diciendo: miren que no va a cambiar nada. Muchos lo van a votar por miedo a Lacalle Pou y a Bordaberry y nosotros estamos intentando obviamente construir una alternativa frente a eso.

EC – Esa era mi próxima pregunta: ¿cuál es el objetivo del PT en esta campaña electoral, teniendo en cuenta esa historia que mencioné de votaciones muy flojas en las ocasiones anteriores? En junio, curiosamente, en una votación que no era obligatoria consiguieron 700 votos, que nunca habían tenido ni siquiera en las nacionales, pero no estamos hablando de un partido multitudinario ni nada que se le parezca. ¿Cómo se plantean el escenario de la elección del 26 de octubre?

RF – Nos estamos preparando para esa etapa que se abre de debate. La elección lamentablemente no encuentra a los trabajadores preparados para presentar una alternativa propia, nosotros colocamos en la elección una agenda de temas que nos parecen importantes y que nadie coloca, y de esa manera preparar un proceso de reagrupamiento político en el período que viene. Nosotros habríamos querido incluso que en esta elección no hubiera habido competencia con otra fuerza a la izquierda del FA para facilitar este proceso.

EC – Esa es una pregunta que desde temprano formulaban algunos oyentes cuando anunciábamos la entrevista: el PT, la Unidad Popular y el Partido Ecologista Radical Intransigente, los tres partidos que en esta elección pugnan por llegar al Parlamento, tienen en común su ubicación a la izquierda del FA y su discrepancia con lo que han hecho los gobiernos de Tabaré Vázquez y de José Mujica. Sin embargo, van cada uno por su lado, ¿por qué?

RF – Nosotros queríamos un frente de izquierda, y llegamos a proponer algo mucho más limitado que era entrar nosotros al lema Asamblea Popular con una lista propia, sin cuestionar a los candidatos centrales a la Presidencia y la Vicepresidencia. Ese planteo fue rechazado.

De nuestro lado hubo una posición de generosidad, no quiero hacer alharaca de generosidad porque no cae bien, pero íbamos a resignar una presencia pública mayor porque no íbamos a tener candidato propio, íbamos a aparecer en menos medios, en función de dar un paso que facilitara un reagrupamiento político a posteriori. Tenemos muchas diferencias con la Unidad Popular, pero ninguna que haga comprensible a la gente que vayamos separados, para ellos quizás son comprensibles, pero no para la gente. Nos parecía que ir separados era poner la carreta adelante de los bueyes.

Del otro lado no hubo voluntad de acuerdo, parece que esas diferencias son muy importantes, nosotros nos preguntamos si serían tan importantes. Estaban dentro del FA, aliados a Mujica, a Astori, a Fernández Huidobro, a Tabaré Vázquez, ¿tienen más diferencias con el PT que las que tenían con ellos cuando estaban allí? No nos parece que sea así. Creo que es un error, pero habrá que trabajar a partir del año que viene con ellos y con mucha gente que está dentro del FA a la que estamos convocando a abrir un debate.

EC – Teniendo en cuenta que van solos y que por lo tanto son más débiles desde el punto de vista de la posibilidad de, por ejemplo, ingresar al Parlamento, ¿para qué compiten en esta elección?

RF – Por esto que estamos planteando. Primero para entrar al Parlamento, eso depende de la gente. En muchos lados se están abriendo grupos de militantes del PT en departamentos en los que no teníamos nada, ya eso revela que es un acierto haber intervenido en las elecciones. Pero además para instalar un debate en la izquierda en el país, tenemos una izquierda oficial que se ha integrado al capitalismo, que no resuelve los problemas de los trabajadores, ¿cómo reconstruimos la izquierda sobre nuevas bases? Esto implica en primer lugar la independencia política del movimiento obrero y un programa anticapitalista de lucha por el socialismo. Estas son las ideas que nos parece central colocar en discusión para que la izquierda que se construya tenga justamente esta fisionomía. Esto implica independencia política del movimiento obrero, que no esté pensando en subordinarse a un movimiento nacionalista que se mantiene en el marco capitalista, porque hay compañeros que defienden a los Kirchner, dentro y fuera del FA.

EC – Ustedes no, ustedes rechazan a los Kirchner.

RF – Nosotros vemos un Gobierno que está completamente agotado, está comprobado.

EC – ¿Qué gobiernos de América Latina tienen como referencia?

RF – No tenemos gobiernos de América Latina como referencia, obviamente nosotros podemos defenderlos frente a intentos de derrocarlos, como pasó durante el golpe contra el ex presidente venezolano, Hugo Chávez. Pero creemos que como obreros tenemos que construir una alternativa por la izquierda superadora del movimiento nacionalista que se mantiene en el marco del capitalismo.

EC – Supongamos que usted entra al Parlamento, que el PT consigue una banca en la Cámara de Diputados. Va a ser uno en 99, ¿qué puede hacer?, ¿qué gestión haría?, ¿qué temas trataría de colocar en la agenda?, ¿cómo procuraría incidir?

RF – Creo que hay un aspecto que es central: llamaría al PIT-CNT a pelear por un salario mínimo que cubra por lo menos media canasta familiar. Hoy en día la canasta es de 28.000 pesos y tenemos 400.000 trabajadores ganando menos de 14.000.

Un diputado del PT colocaría la cuestión de eliminar el impuesto al salario y aumentar el salario mínimo, pero son cosas que no puede resolver el Parlamento. Por Constitución estas iniciativas son privativas del Poder Ejecutivo, si no se envía un proyecto para aumentar el salario mínimo o para bajar impuestos no lo puede hacer el Parlamento, lo cual revela lo que es un régimen en este sentido antidemocrático, donde el Parlamento está sometido al Poder Ejecutivo.

Esta sería una manera de impulsar una movilización popular, sobre todo pidiéndole al PIT-CNT que haga un pronunciamiento claro sobre esto y que se movilice también.

EC – ¿Qué otros asuntos?

RF – Hay muchos, por ejemplo hoy hay una actividad por el retiro de las tropas uruguayas en Haití. Este para mí es un tema central: hablamos de la unidad latinoamericana y tenemos tropas de ocupación de casi toda América Latina, con la honrosa excepción de Cuba y Venezuela.

EC – ¿Pero son tropas de ocupación, no están facilitando la pacificación, el reencauzamiento democrático de Haití?

RF – A palos y a balazos, ahí hay un golpe de Estado, un secuestro del presidente Jean-Bertrand Aristide que fue electo democráticamente y un Gobierno que ya lleva dos períodos electorales sin convocar la renovación parcial del Senado, que tendría que haberse hecho hace dos años y este año.

Mujica y el canciller Luis Almagro dijeron que si no había elecciones retiraban las tropas, estoy esperando todavía que empiecen a mover algún soldado. Hoy están el argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, Nora Cortiñas, de las Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, el rector de la Universidad de la República Roberto Markarian y gente del PIT-CNT en una mesa redonda en el Paraninfo a las 18.30. Aprovecho para pasar el aviso porque hace a un tema que para nosotros es muy claro que es el tema de la unidad política de América Latina en términos antiimperialistas, no en términos de hacerle los mandados, porque esto es de gobiernos cipayos, es vergonzoso que mandemos tropas militares a realizar tareas que no admitimos en el territorio nacional porque no admitimos que hagan la seguridad interna. Entonces, ¿por qué sí para los negros de Haití, porque son negros? Hay un tema casi que racial.

EC – Yo hablaba hace un rato de la presencia de militantes del PT en el movimiento sindical, pero hay otros movimientos sociales donde últimamente ustedes han tenido protagonismo. Por ejemplo la campaña contra la megaminería o la minería de gran porte, ¿por qué están involucrados en ese asunto? ¿Qué es lo que postulan en esa materia?

RF – Nosotros en esa materia planteamos una cosa que retoma la tradición de la izquierda uruguaya. En ese sentido, cuando hablamos de reconstruir la izquierda no quiere decir borrar todo lo que se hizo porque muchas cosas que se hicieron eran buenas. Hay un artículo de Vivian Trías, ex diputado del Partido Socialista, que en la década del 60 decía: "El hierro es nuestro". Estamos en contra de la megaminería a cielo abierto, pero no en contra de que pueda haber una explotación del hierro en términos nacionales. Plantearíamos la estatización del hierro y de su industrialización, estamos en contra de que se haga un gran cráter en este país, que a través de un caño se lo lleve al puerto y que de ahí se vaya a China y acá no quede nada. En doce años desaparece ese recurso y queda una gran depredación ambiental.

Estoy hablando de esto pero el proyecto ya cayó, con los precios actuales del hierro es inviable, hace cinco años estaba a 180 dólares la tonelada y hoy está a unos 80. Quiere decir que si hubiera empezado hace dos años hoy tendríamos un cráter y estaría parado, hubieran mandado al seguro de paro a todos los trabajadores, dirían que no es rentable, y a ver quién tapa el agujero.

Esto revela lo que es una permanente improvisación de parte de los gobernantes porque no se dan cuenta de que muchos procesos, como el de la soja transgénica y el de la pasta de celulosa, están condicionados a precios del mercado mundial que muchas veces están vinculados a la especulación y no necesariamente a un proceso productivo. Por otro lado esto nos convierte en un país en el que ha habido una contra reforma agraria y donde somos cada vez más dependientes de las materias primas. La reprimarización de la economía es brutal, estos gobernantes que decían que querían una reforma agraria han generado una situación en la que menos de 8.000 empresas controlan casi el 80% de la superficie cultivable del país. Si se levantara Raúl Sendic padre, los sacaría a patadas.

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EC – Tengo varios mensajes de los oyentes a propósito de la consecuencia que tiene el eventual crecimiento del PT: "Al proyecto de la derecha no le sacan votos, en realidad pelean por los     votos del proyecto de la izquierda", ¿qué dice usted?

RF – En primer lugar eso no es así. A mí me han llamado compañeros que son blancos que me han dicho "te voy a votar", compañeros del gremio bancario y gente que no tiene militancia en común conmigo, porque rechazan mucho a Lacalle Pou pero también a Tabaré Vázquez. Le sacamos votos al que se descuide.

En segundo lugar, los votos los pierde el FA porque la gente hace su elección y decide, no estamos hurtando votos a nadie. Los votos los iba a perder igual, ¿prefieren que los pierda hacia la izquierda o hacia la derecha?

EC – Si hay balotaje, ¿qué actitud adoptará el PT?

RF – Está buena la pregunta porque todos sabemos que en octubre no sale un presidente. Nosotros le estamos diciendo a la gente: ayuda al PT a llegar al Parlamento y decidí en noviembre. Nosotros en particular vamos a anular el voto, queremos ser claros, no le vamos a dar un aval ni llamar a votar a gente que nosotros creemos que va a ser un ajustazo, están anunciando aumentar la edad de retiro de las personas para jubilarse, eso implica una rebaja del salario, de la jubilación.

EC – Es una posibilidad que está esbozada en el programa de varios partidos.

RF – Es una posibilidad que el Fondo Monetario Internacional está impulsando a muerte y estos partidos están todos sometidos al FMI.

EC – ¿Entonces?

RF – Nosotros vamos a anular el voto, pero la gente puede elegir otra cosa, va por ellos. Le pedimos que en octubre nos ayude a llegar, después en noviembre podrán elegir si quieren votar Guatemala o Guatepeor, nosotros en particular vamos a votar anulado.

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