Campaña electoral

Carlos María Uriarte (FRU): "Nuestra declaración no es un llamado para quitarle apoyo al FA"

Carlos María Uriarte. foto Nicolas Celaya/AdHoc
Carlos María Uriarte foto Nicolas Celaya/AdHoc

La Federación Rural del Uruguay (FRU) emitió un comunicado en el que se manifiesta ante la opinión pública sobre las próximas elecciones. Para profundizar sobre estas declaraciones, En Perspectiva entrevistó a Carlos María Uriarte, presidente de la FRU, quien aseguró que las intenciones del comunicado no implican un llamado a no votar por el Frente Amplio, sino que "es una reflexión sobre hechos que nos preocupan y que queremos compartir con toda la sociedad". Asimismo reafirmó que la Federación es apolítica y que esto hay que leerlo como un llamado a los diferentes partidos políticos, y no al conjunto de los votantes.

(emitido a las 7.49 hs.)

EMILIANO COTELO:
A lo largo de esta campaña electoral, varias organizaciones sociales, sindicatos y gremiales empresariales han marcado sus posturas y han elevado sus reclamos y sus inquietudes a los candidatos a la Presidencia.

Ha habido más de una polémica a propósito de algunas de esas participaciones en la campaña. En el caso de la Federación Rural del Uruguay (FRU), esta inquietud se tradujo en un documento que fue distribuido a todas las fuerzas políticas. Se titulaba "Aportes para un nuevo gobierno 2015" e iba acompañado de una serie de preguntas para conocer el posicionamiento de los presidenciables.

Después de esos contactos y a seis días de las elecciones, la FRU compartió con la opinión pública una serie de "reflexiones" con el título "El Uruguay decide".

El comunicado, fechado el 18 de octubre, dice:

"En vísperas de un momento trascendente para todos los uruguayos, de los pocos en que realmente podemos incidir en el rumbo que queremos para nuestro país, la Federación Rural desea compartir con todos los uruguayos las siguientes reflexiones.

Es indudable que el Uruguay en los últimos años ha obtenido importantes logros, que ni el más optimista de nosotros jamás pensó poder llegar a vivir. Un crecimiento económico sostenido y sin precedentes, que le ha permitido generar más ingresos para todos los uruguayos.

Pero lo logrado es mérito de todos los orientales y no solo de los de este gobierno, sino de los de antes también.

A la misma vez que se obtenían estos logros, hemos sido testigos de fracasos en otras áreas que mucho nos preocupan pues comprometen seriamente el futuro del Uruguay. Nos referimos a la pérdida de valores que consideramos pilares fundamentales para una sociedad desarrollada, es decir feliz y en paz. Valores tales como los de la familia, el respeto al prójimo y el amor al trabajo. Como resultado de ello, a pesar de contar con recursos financieros muy superiores al pasado, hemos tenido una creciente inseguridad, y un deterioro en el nivel educativo que compromete la felicidad de nuestras futuras generaciones.

En los últimos años, hemos visto generaciones de uruguayos criados sin familia constituida, sin contención y sin formación para una convivencia en paz.

Hemos visto el cultivo irresponsable de la división entre los uruguayos, sin otro objetivo que el rédito político.

Hemos visto demasiados uruguayos optar por la delincuencia en vez del trabajo.

Hemos visto demasiados uruguayos engendrar hijos sin asumir sus responsabilidades como padres y madres.

Hemos visto crecer el Estado sin mejorar la eficiencia de su función.

Hemos visto el continuo despoblamiento de nuestra campaña.

Hemos visto que cada vez hay menos productores rurales uruguayos.

Hemos visto el cambio de la responsabilidad parlamentaria por la disciplina partidaria.

Hemos visto un país que crece en términos económicos, pero que se deteriora en términos sociales y culturales.

En este escenario, como tantas otras veces de nuestra historia, el Uruguay tiene en el agro las reservas productivas, financieras y morales para corregir estos problemas. Para poder seguir creciendo no solo en términos económicos sino y sobre todo en términos humanos.

Tenemos tiempos por delante de demanda firme y creciente para lo que producimos, en especial para los alimentos. Un país como Uruguay no solo puede, debe crecer y desarrollarse, para poder asegurarle un buen futuro a toda su gente.

Por todo lo anterior, como país deberíamos dedicar todos nuestros esfuerzos a promover al agro, a cultivar su conciencia agropecuaria.

Nuestra clase política tiene una gran responsabilidad en esto, porque debería tener la grandeza para aceptar que hay que apoyar al agro a pesar de que el mismo no tenga votos. Hay que enterrar de una vez por todas el uso de la rentabilidad política de criticar al agro, fundamentada en realidades que hace muchos años ya no son parte de nuestra realidad.

El Uruguay decide."

A propósito de este comunicado que dio a conocer el fin de semana la FRU, vamos a conversar con su presidente, el ingeniero agrónomo Carlos María Uriarte.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cómo hay que interpretar este mensaje? ¿Es un llamado a no votar al Frente Amplio (FA)?

CARLOS MARIA URIARTE:
No, de ninguna manera. Es una reflexión sobre hechos que nos preocupan y que queremos compartir con toda la sociedad. Más que nada la preocupación se refiere a una generación que creo que es la que hoy estamos ocupando la mayoría de los cargos en distintos estratos de la sociedad, que somos los que tenemos 50, 50 y pico de años y que hemos vivido la etapa previa a los militares. Cuando nos cuidaban por andar en la calle, cuando no podíamos terminar las clases, cuando unos tuvieron a sus padres con complicaciones.

Después vino toda la época militar, cuando no podíamos entrar a clases si el pelo nos tocaba el cuello de la camisa, cuando si queríamos conocer parte de nuestra historia teníamos que hurgar en los sótanos de los amigos para conseguir un Schurmann, un Traversoni, y no saber solo de la época del militarismo, de Latorre y de Artigas.

Luego una época que vino con la recuperación de la paz entre todos los uruguayos y después de la base del desarrollo. Cuando nos poníamos a estudiar sabíamos claramente, sobre todo agrónomos y veterinarios, que ese esfuerzo iba a terminar sin posibilidad de conseguir un trabajo. Nos criamos en crisis absoluta, sabiendo que todo iba a depender de nosotros mismos. Los que venimos del campo sabíamos que cuando nos tocara la oportunidad de trabajar el campo había que dividirlo y lo que iba a quedar no bastaría para crearse un futuro.

Como decimos al comienzo del documento, los tiempos cambiaron, vinieron tiempos que jamás pensamos vivir, con un mundo demandante de las cosas que el Uruguay produce, y tuvimos un crecimiento realmente bueno. Pero ese crecimiento que hemos tenido es gracias a todas esas generaciones de uruguayos que sufrieron mucho, todos, para llegar adonde estamos hoy.

EC - Ustedes enumeran una serie de problemas en el comunicado, "en los últimos años hemos visto generaciones de uruguayos criados sin familia constituida, sin contención y sin formación para una convivencia en paz, hemos visto el cultivo irresponsable de la división entre los uruguayos, hemos visto demasiados uruguayos optar por la delincuencia en vez del trabajo…". ¿De qué período están hablando?

CMU - De los últimos 10 años.

EC - Entonces están hablando de los gobiernos del FA.

CMU - Pero puede haber consecuencias de errores cometidos en los gobiernos anteriores que hicieron que sucedieran en los últimos 10 años.

Quiero terminar el razonamiento que estaba haciendo. Porque a pesar de haber vivido en un período de crisis y haber sufrido lo que sufrimos, de los dos lados, los valores de la familia, el respeto y el trabajo nunca se perdieron en aquella instancia. Sin embargo hoy tenemos por lo menos dos generaciones, una que va a votar por segunda vez y una que va a votar por primera vez, que no conocen nada de eso. Y es a ellos a quienes principalmente nos queremos dirigir. Hay una proyección pasada que tenemos que conocer, que tenemos que reflexiona, porque no todo fue color rosa en el pasado como puede ser ahora.

Yo comparo con la generación de nuestros padres, que era la generación de las vacas gordas como decimos en el campo, que nunca en su vida pudieron, la gran mayoría, apretarse el cinturón y sobrellevar la crisis que devino en la década del 70. Ojalá no le pase a esta generación que no ha vivido la crisis, la crisis institucional, la crisis económica, la falta de trabajo, para reflexionar que no todo es fácil en la vida. Cuando pilares tan importantes como la familia, el respeto al prójimo, el amor al trabajo están en peligro, se generan todas esas otras circunstancias que el comunicado refiere.

RA - ¿La FRU no teme quedar expuesta a los mismos cuestionamientos que se le hacen en ocasiones al PIT-CNT ante pronunciamientos similares en plena campaña electoral, que van seguramente en el sentido contrario? ¿Esto es una especie de intención de equilibrar en ese sentido?

CMU - No, de ninguna manera. La FRU es apolítica, incluso entre nosotros no sabemos quién está en qué cosa y no nos interesa. Nuestros objetivos son otros. Pero justamente queremos remarcar dónde están las cosas importantes a nuestro entender que debemos tratar de valorar y poner atención.

Reitero, el documento se centra en la recuperación del valor de la familia, del amor al prójimo, el amor al trabajo, para no promover gente que prefiera estar fuera del mercado formal de trabajo, y sobre todo destacar el rol que tiene el agro en la sociedad y en el Uruguay. Es uno de los países que dependen más del agro, es el país que tiene más vacas por habitante, pero tiene la particularidad de tener el 95% de su gente urbana y que piensa como urbana. Es un país que no tiene conciencia agropecuaria y, por lo contrario, no solo no se valoriza el agro, sino que se lo utiliza con otros fines que no hacen más que deteriorar la imagen del agro hacia la sociedad, que es lo que nos preocupa. Quisiéramos ser el orgullo de todos los uruguayos.

EC - ¿Para qué sectores políticos el agro no es el orgullo de todos los uruguayos?

CMU - No te sabría decir.

EC - Le pregunto porque usted decía "no, esto no es un pronunciamiento contra el FA". ¿Es a favor de algún partido o de algún candidato?

CMU - No, no.

EC - Y si no es, si no es contra un partido ni a favor de otro, ¿cómo es que sale en este momento, cuando la gente justamente tiene que votar? El comunicado dice "el Uruguay decide". ¿Qué pretenden que quien lee el comunicado saque como conclusión a la hora de decidir su voto?

CMU - En cuanto al momento en que sale, el lunes pasado terminamos el ciclo de encuentros con los presidenciables, a los cuales les hicimos todos los planteos en los diferentes aspectos relacionados con el agro. Por lo tanto consideramos oportuno esperar a ese momento para hacer entre todos estas reflexiones.

Las reflexiones están orientadas, si se lee detenidamente, a los valores a que hacíamos mención. Para una sociedad en paz no podemos fomentar la división, tenemos que resaltar el valor de la familia y la contención de la familia para todos los uruguayos. Y tenemos que apoyar al agro, crear la conciencia agropecuaria. Porque es el generador de la principal fuente de divisas genuinas que tiene el país, que no salen de ningún lado sino que realmente nacen de los recursos y del trabajo de los uruguayos.

EC - ¿Entonces hay que leer el comunicado como un llamado a los distintos partidos y a los distintos dirigentes políticos, no tanto como una exhortación a los ciudadanos a que se vuelquen para tal o cual orientación?

CMU - Exactamente, no pretende de ninguna manera defender ni atacar a nadie, sino llamar a la reflexión. Yo decía que es hasta un llamado de ayuda, de consideración de parte del agro diciéndoles a los uruguayos "cuenten con nosotros, nosotros tenemos las reservas morales". Porque en el campo eso que hablamos de la familia, el respeto, el amor al trabajo todavía lo podemos disfrutar y a veces lo vemos amenazado, porque no se conoce. Y tenemos un potencial productivo que está también amenazado porque, como dice el mismo documento, cada vez somos menos los productores uruguayos. Hay 12.000 explotaciones menos, que son casi 12.000 productores menos en el campo, según el último censo. En el campo se cierran 10, 12 escuelas por año. Esas realidades son las que nos preocupan. Vemos cada vez más multinacionales y empresas muy grandes con una competencia desleal hacia los uruguayos, que marchan hacia las ciudades, hacia los centros urbanos, lo que explica mucho de ese 95% de población urbana que hoy tiene el Uruguay, a pesar de ser un país tan agropecuario.

Ese es el mensaje, tenemos los recursos morales, financieros y de trabajo para poder seguir sacando al Uruguay adelante, lo debemos hacer. Ya no es un tema de crecer y ofrecer, sino que es obligación de todos los uruguayos permitir que eso se establezca, y no ocurra como ha ocurrido en Argentina, donde el gobierno no ha permitido aprovechar el momento histórico de precios internacionales que hemos vivido en los últimos tiempos y que aparentemente se van a prolongar un tiempo más. Precios internacionales que debemos aprovechar para hacer transformaciones importantes en el Uruguay, como indudablemente se han hecho, eso es un reconocimiento al gobierno de los últimos 10 años.

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Transcripción: María Lila Ltaif