Pablo Mieres (PI): La decisión del partido de cara al balotaje "no es por los resultados, es por las convicciones"
Luego de años de campaña, Pablo Mieres logró una banca en el Senado. Pero su figura no representará lo que en algún momento creyó: convertirse en la "llave" del Parlamento con mayorías por parte de un solo partido. En diálogo con En Perspectiva, el presidente del Partido Independiente reconoció que "había que tener mucha puntería para que justo el resultado electoral del PI implicara la diferencia entre los dos bloques". Asimismo dejó en claro que el anhelo del partido es que "todos se sientan incluidos", que sus votantes "no sientan que el partido agarra esos votos que recibió la semana pasada y los usa a favor de alguno de los dos" contendientes del domingo 30 de noviembre. "Ojalá tengamos la fuerza para que el PI logre una articulación mayor" concluyó.
(emitido a las 8.51 hs.)
EMILIANO COTELO:
Seis días después de que las elecciones nacionales consagraran un nuevo escenario político, la Junta Federal del Partido Independiente (PI) se reunió para determinar su posición ante la segunda vuelta del próximo 30 de noviembre.
Y, en una decisión que generó críticas de los dos lados, el PI decidió que no apoyará ni a Tabaré Vázquez ni a Luis Lacalle Pou. Y además, quien fuera el candidato presidencial del PI, Pablo Mieres, anunció que él votará en blanco.
Para conocer por qué se optó por ese camino, cómo se para el PI ante este nuevo escenario, vamos a conversar con el senador electo Pablo Mieres.
En las elecciones del 26 de octubre el PI logró el 3,1%. De esa manera aumenta su representación en la Cámara de Diputados, que pasa de dos a tres bancas, y accede por primera vez al Senado, un viejo anhelo de esta colectividad política. Sin embargo, por lo visto, el éxito tuvo un sabor agridulce, ¿no?
PABLO MIERES:
Es verdad. Y se manifestó mucho en la Junta Federal, porque el objetivo político que el partido se planteaba con relación al país –no a sí mismo– era que no hubiera un nuevo período con mayoría absoluta en el Parlamento.
EC - "La fiesta no fue completa", dijo Iván Posada.
PM - Es verdad. Nosotros estábamos contentos, el sábado se respiraba un clima de celebración por el resultado del partido, que es un crecimiento muy modesto en términos porcentuales.
EC - El crecimiento fue de 2,6 hace cinco años a 3,1 ahora; de 0,5%. Justo el mínimo para ingresar al Senado.
PM - Absolutamente. Desde ese punto de vista uno podría decir que tampoco hay mucho para celebrar.
EC - Esperaban más, ¿no? Esperaban 4, 5%.
PM - Quizás un 4, mi expectativa estaba por ese lado. Pero también esperábamos más en el contexto que indicaban las encuestas de opinión pública, que era de mucho más movimiento electoral. Entonces cuando uno ve los resultados y compara lo que a esta altura ya es una tendencia muy clara, una estructuración muy estable del electorado uruguayo desde el 2004 en adelante, que un partido que no pelea la Presidencia, que está fuera de la discusión más importante para los uruguayos, que es la Presidencia de la República, sin embargo por segunda vez crece –porque crecimos en el 2009, y además somos el único partido que creció las dos veces, siempre modestamente pero en un escenario de estabilidad–, uno empieza valorar diferente el resultado y a reconocer que fue un resultado valioso.
EC - Hay quienes dicen que al PI se le fue la mano en la agresividad hacia el Frente Amplio (FA), que eso hizo que algunos simpatizantes o votantes del FA que consideraban la posibilidad de acompañar al PI se hayan retraído y hayan votado finalmente al propio Frente.
PM - Puede ser. Creo que más fuerte que eso –si hubo ese efecto– fueron los anuncios de entre miércoles y jueves de las encuestas de que iba a haber mayoría del otro bloque, que el Frente no llegaba ni cerca.
EC - Esa interpretación también la escuché. Además dirigentes y militantes del FA trabajaron por ese lado: "Está bien, vos sos exvotante del FA y estás fastidiado con algunas cosas de este gobierno, pero ¿qué vas a hacer? ¿Le vas a dar la mayoría parlamentaria al bloque opositor?".
PM - Exacto. Creo que eso pesó más que nuestro tono, que quizás haya sido fuerte. Pero un partido chico tiene que tener un tono fuerte, de otro modo queda muy asordinado en el conjunto del discurso. Y lo que decíamos lo creemos, lo seguimos creyendo, tiene que ver con el ejercicio de una mayoría absoluta, que se puede ejercer de otras maneras, vamos a ver. El Frente si gana tendrá la oportunidad de demostrar que quizás hay otras maneras de ejercer la mayoría absoluta que negar las investigadoras, votar leyes inconstitucionales sin ningún problema. Pero las señales que se están dando en estos días no son buenas.
EC - Entonces, por un lado, el PI crece, aunque menos de lo que esperaba, y el resultado más complicado es en realidad la votación de otros, sobre todo la votación del FA, que tiene el mismo respaldo de cinco años atrás, y además obtiene mayoría propia en la Cámara de Diputados y 15 senadores en la Cámara Alta.
PM - En términos rigurosos el Frente perdió algunos votos, muy pocos, y perdió un senador. En el 2009 había sacado 16 senadores, más el vicepresidente. Perdió una banca en el total.
EC - Pero mantiene la mayoría en la Cámara de Representantes…
PM - Exactamente. Es un resultado muy exitoso para un partido que lleva 10 años en el gobierno.
EC - … y eso, unido a que obtiene 15 en el Senado, hace que ustedes no puedan ser el fiel de la balanza, que era lo que buscaban.
PM - En cierto modo, por supuesto. Decíamos que podíamos llegar a tener mucha incidencia. Pero había que tener mucha puntería para que justo el resultado electoral del PI implicara la diferencia entre los dos bloques. De hecho, las encuestas pronosticaban que la balanza se iba para el otro lado, que el otro bloque podía tener mayoría. Al final eso no fue así. Entonces es muy difícil que un partido del tamaño actual del nuestro pueda ser realmente definitorio. Sin duda queríamos un Parlamento más plural, más equilibrado, con más poder. Y vamos a ver, no sé si va a ser así. De todos modos hay incógnitas.
El FA sigue conteniendo dentro de sí contradicciones muy importantes, y de hecho hay un predominio de los sectores que están más lejos de nuestra sensibilidad. Esa es una de las explicaciones de nuestra postura. Que tienen además un reflejo institucional que no compartimos, que les permite ahora hacer uso y abuso de la publicidad gubernamental en plena campaña o que el presidente se haya salido totalmente de los límites de la Constitución, no tengo ninguna duda de eso. Esas son señales malas, porque no son republicanas. Nosotros somos una izquierda democrática y republicana.
EC - Recién decíamos que el PI centró buena parte de su prédica en la conveniencia de que ningún partido tuviera mayoría parlamentaria propia. Sin embargo la gente volvió a darle mayoría en Diputados al FA por tercera vez consecutiva. ¿Qué hay que concluir? ¿Que argumentos como el suyo no calaron, no fueron convincentes?
PM - Por lo menos para muchísima gente es así. Habló el pueblo y uno calla. Tenemos que asumir que no convencimos.
EC - Además no hay antecedentes de esta sucesión de mayorías parlamentarias para un partido.
PM - No hay. Incluso en la época del neobatllismo, de Luis Batlle, hubo mayorías parlamentarias dos veces, las perdieron una vez y luego las recuperaron, pero no tres de corrido. Es impresionante, habla de un tiempo parecido al de aquella época tan exitosa desde el punto de vista económico, igual que ahora, hasta futbolísticamente exitosa. Hay muchos paralelismos.
EC - Entonces –no sé si mi pregunta es al dirigente Pablo Mieres o al cientista social Pablo Mieres–, ¿cómo interpreta que el FA no haya sufrido un desgaste por su segundo período de gobierno?
PM - Hay muchas líneas de interpretación. La más sencilla, la más rápida, es la que decía Clinton: "It’s the economy, stupid", sobre el resultado de una elección. La economía jugó a favor. Creo que el punto débil del FA era su fracaso en la educación, en la seguridad y cierta forma de comportarse con respecto al poder. Pero evidentemente esas cosas pudieron menos a la hora de esa expresión popular que es colectiva y a la vez es una sumatoria de decisiones individuales muy variadas y diversas.
EC - ¿Es solo por la economía?
PM - No, creo que hay otra característica, que es que la cultura política uruguaya es de alta estabilidad en materia de adhesiones partidarias. El Uruguay vivió un proceso de cambio muy importante que empezó a principios de los 90, a la uruguaya, gradualmente, hubo una transformación. Elección tras elección el Frente crecía 10 puntos cada cinco años, 2% por ciento anual de incremento de su votación, era un cambio importante, y eso terminó en el 2004.
Ahora estamos en una nueva etapa, de estabilidad. Creo que el Frente al final dio en la cuerda, tuvo una campaña muy rara, pero su etapa final –contradictoriamente con lo que supone un partido de izquierda– fue estabilidad, de conservación, mantengamos lo que tenemos, no juguemos a las aventuras. Con eso toca en la fibra típica del uruguayo.
EC - No solo mantengamos lo que tenemos, el Frente dice "lo que logramos es la base para seguir avanzando".
PM - De acuerdo, pero básicamente, ahora, la cartelería de Vázquez es "seguridad", "experiencia", "muchachos, no arriesguen". Eso es muy uruguayo.
***
EC - El PI, como tal, no va a apoyar ni a Vázquez ni a Lacalle Pou en la segunda vuelta. ¿Por qué? ¿Cuáles son los fundamentos?
PM - Porque no nos interpreta ni nos representa ninguno de los dos. Ese es el sentimiento de todos los dirigentes, esta decisión se tomó con la presencia de 130 compañeros, de ellos 59 eran integrantes de la Junta Federal de todo el país. Incluso los dos departamentos que faltaron, que fueron Cerro Largo y Flores, por razones personales, participaban de esta idea. O sea que en el partido esta decisión fue unánime y eso le da mucha fuerza.
Es unánime porque tenemos diferencias. Tenemos diferencias con el bloque de blancos y colorados y tenemos diferencias con el bloque del FA. Y sobre todo queremos que todos se sientan incluidos, que los que nos votaron –que sabemos que muchos van a votar por un candidato, otros votarán por otro y algunos votarán en blanco– no sientan que el partido agarra esos votos que recibió la semana pasada y los usa a favor de alguno de los dos. Ciertamente eso habría significado una defraudación, una decepción para la primera repuesta que tenemos, que es la gente que nos acompañó. Obviamente que hoy nos relaja el 97%; resto el 3% que nos votó.
EC - Es interesante ese argumento, que ustedes sienten que no están autorizados a "usar" en un sentido u otro los votos que recibieron el 26 de octubre. Llama la atención eso, porque en todos los países del mundo cuando hay segundas vueltas los partidos que no van al ballotage "usan" los votos de quienes los acompañaron y se pronuncian.
PM - Sí, pero nosotros tenemos una peculiaridad. En esa disyuntiva final tanto a nivel de dirigentes como de militantes y de votantes, según los datos que uno puede manejar razonablemente, hay gente que se vuelca para un lado y para el otro y gente que permanece en una postura de rechazar cualquier definición. Esa es la peculiaridad de este partido. Tenemos sintonía con algunos sectores del FA y con algunos sectores de blancos y colorados, pero lamentablemente…
EC - ¿Cuáles son esos sectores?
PM - El sector del Frente Líber Seregni (FLS) en el caso del FA y wilsonistas y batllistas en el caso de blancos y colorados. Pero curiosamente estas elecciones demostraron que el predominio dentro de esas colectividades va por el lado de los sectores que están más lejos de nuestras posiciones. O sea que ni siquiera por ese lado podíamos encontrar caminos para volcar la balanza hacia uno u otro.
EC - Justamente, hay quienes dicen que por ser un "partido independiente" no cabía otra alternativa que esta, la de quedar "neutral" ante la instancia del ballotage. Pero otros piensan que este posicionamiento se debe al escenario político que dejó la elección del 26 de octubre. Que tal vez con otros resultados, con otras variantes, el PI habría definido otra cosa. ¿Puede ser?
PM - No creo, pero es una hipótesis probable. No la puedo descartar porque no sé cuál otro escenario habría sido.
EC - Usted acaba de decir cuáles son las afinidades que tienen en el PI con sectores de los partidos que van al ballotage. Supóngase que el FLS hubiese sido el 80% del FA (ciencia política ficción)…
PM - Es un escenario distinto.
EC - … ¿ahí habría sido diferente?
PM - Es un escenario distinto, sin duda. Se nos dice: "Pero ¿cómo?, ¿ustedes son un partido de izquierda y no votan a la izquierda?". Pero la izquierda es una cosa heterogénea, el FA es una especie de gran supermercado de izquierdas, hay de todo allí dentro. Y lo que se fortaleció el domingo pasado es una izquierda con la que tenemos distancias fuertes sobre todo de reflejos institucionales.
EC - Otra hipótesis: si no hubiera habido mayoría parlamentaria de ningún partido, si efectivamente el PI fuera el fiel de la balanza, ¿ahí podrían haber resuelto de otra forma?
PM - No estoy tan seguro de que hubiera sido distinta la posición.
EC - Ahí podían ir a negociar con uno, con otro…
PM - Sí, pero la posibilidad del diálogo y de la negociación estaría también abierta después del 30 de noviembre. En estas condiciones políticas desde el punto de vista de distancias y cercanías me parece que el partido habría definido igualmente esta posición.
EC - Vamos a la andanada de críticas. Porque eso es lo que se ha ido escuchando desde el sábado y leyendo en las redes sociales…
PM - Totalmente.
EC - Y es lo que predomina en los mensajes de los oyentes. Me impresiona un poco, estoy leyendo uno atrás del otro, en la pausa le mencioné alguno de ellos. La amplia mayoría viene por el lado del cuestionamiento.
¿Qué responde cuando escucha que el PI es criticado con el argumento de que "se están lavando las manos"?
PM - ¡Totalmente lo contrario! Si hay un partido que no se lava las manos en este país, y yo diría que tiene el coraje de pararse en la cancha en un lugar bastante incómodo… Le diría a cualquiera de los dirigentes que nos critican, de cualquiera de los dos bloques, no que banque tres campañas electorales como candidato de un partido que tiene una situación minoritaria, que banque solo una o un pedazo de una. Hay que tener mucho coraje para estar parado en la cancha, defender una posición en minoría y recorrer el país, sin grandes masas que a uno lo acompañen, y defender posiciones siempre muy jugadas.
No hay fundamento. Es más, yo sabía que esta decisión iba a generar todo este lío. De pronto era más fácil volcarse para un lado, por lo menos tendríamos la mitad defendiéndonos y aplaudiéndonos, y la otra mitad igual cuestionándonos. Con esto tenemos el 97% de los uruguayos cuestionándonos. Si eso no es coraje… yo qué sé. Me parece que eso es coraje.
EC - Otra crítica: "Lo único que le interesaba a Mieres era llegar al Senado".
PM - Eso sí que es una falsedad absoluta. Además hay muchas pruebas que lo demuestran. Por ejemplo, hace cinco años no llegamos al Senado y voté en blanco, y lo dije. Mantuvimos la misma posición que ahora, y yo no había llegado al Senado. No es un problema de resultados, es un problema de convicciones.
EC - ¿Le resulta indiferente al PI el resultado de la segunda vuelta?
PM - Hay distintas diferencias, esa es la cuestión.
EC - Eso es lo que les choca a muchos de los que lo critican.
PM - El triunfo de unos o el triunfo de otros traen consigo algunas diferencias en cuanto a qué va a pasar con el futuro gobierno. Vamos a decir las cosas como son, la balanza está muy volcada –por la ciudadanía, no por el PI–, tenemos por segunda vez consecutiva una segunda vuelta rara.
EC - ¿Rara? ¿En qué sentido? ¿Casi inútil, dice usted?
PM - Una segunda vuelta en la que un partido tiene una mayoría parlamentaria. En el 2009 la tenía en las dos cámaras, ahora la tiene en una y si gana el 30 de noviembre la tiene también en la otra. Ahí hay un defecto del diseño institucional que en algún momento va a haber que discutir y corregir, porque es poco lógico que tengamos un espacio entre un triunfo en primera vuelta y la mayoría absoluta. Pero es parte de las reglas de juego y los partidos hay que jugarlos para ganar. Entonces no digo que esté jugado, pero hay una inclinación muy fuerte de la ciudadanía, al punto de que sumando todos los votos del PN y el PC, y aunque todos los independientes votaran la opción de PN, aún tendría menos votos esa alternativa que la del FA. Ese es un punto.
Y votar en blanco no significa ayudar a nadie.
EC - Vamos al voto suyo. Porque una cosa es lo que resolvió el partido, que no se apoya ni a uno ni a otro de los dos candidatos que van al ballotage. A partir de esa resolución los votantes del PI pueden: 1) votar a Tabaré Vázquez, 2) votar a Luis Lacalle Pou, 3) votar en blanco o 4) anular el voto.
Usted anunció que votará en blanco. ¿Por qué? Primero, ¿por qué entendió que tenía que contar lo que va a votar?
PM - Se discutió en la Junta Federal. Este es un partido que valora mucho la libertad, por lo tanto rechazamos expresamente alguna idea que hubo de votar una resolución que impidiera a los dirigentes expedirse, pronunciarse.
EC - Varios de ellos han dicho "no vamos a comunicar nuestro voto".
PM - Pero por decisión propia.
EC - Conrado Ramos, Iván Posada…
PM - Conrado, Iván y Daniel Radío. Los tres referentes más conocidos y principales decidieron no expresar su voto, pero por decisión propia, no porque se lo haya impuesto nadie.
EC - En cambio usted sale y dice…
PM - Yo lo dije por dos razones. Una, porque era la manera de asegurarle a la colectividad, al partido y a nuestros votantes que yo, que soy el presidente del partido, estaba en línea con esa decisión. Y dos, para evitar los rumores y las versiones. Mientras estaba ahí dentro el sábado hubo algún medio de comunicación que anunció que yo había dicho que iba a votar por tal. Esas cosas empezaban a correr. Entonces esto había que liquidarlo, cuatro semanas con la duda. Además después siempre hay un momento en que uno va a tener que decir. Entonces esta es mi posición, está en línea con la decisión del partido, yo no estoy forzando al partido, no estoy inclinándolo. Lo adelanto, lo digo y banco las consecuencias que estoy viviendo sin ningún problema.
EC - La semana pasada en una entrevista con El Observador TV usted había dicho que de cara al ballotage había "una opción más correcta que la otra"…
PM - Esa frase la he escuchado, la he leído, y seguramente la debo haber dicho, porque nadie la inventa, sus colegas son serios absolutamente. Pero no sé qué es lo que quise decir, porque no era mi pensamiento en ese momento, no era mi posición. No era descalificar a ninguno de los dos.
EC - ¿Se desdice?
PM - Si dije eso, que no sé si lo dije, con relación a mi valoración o a opiniones de terceros. Pero si fuera así, obviamente, sí. Creo que las dos opciones son muy serias. Yo tengo diferencias con ambas, pero serias son las dos, eso es clarito.
EC - Según la frase que se transcribió, usted dijo "una es más correcta que la otra".
PM - "Más correcta"… Es raro eso, es muy rara esa frase.
EC - Está la otra pregunta: habiéndose definido como "de izquierda" el PI, mucha gente interpretó esa famosa frase suya como que para usted el pronunciamiento era por el FA.
PM - Ciertamente, somos un partido de izquierda, lo reivindicamos y lo seguimos sosteniendo con convicción, pero de una izquierda determinada. Ahí sí hay diferencias con la izquierda que se va volviendo cada vez más dominante en el FA. Eso marca una distancia y creo que hay que expresarla. Después veremos, en la cancha se ven los pingos. Quedó un panorama nuevo, hay un nuevo gobierno, habrá el diálogo que corresponda en el Parlamento, pero la señal no es buena. El sábado había preocupación en la Junta Federal, porque nosotros al mismo tiempo que tenemos una sensibilidad política de izquierda, también tenemos una sensibilidad republicana muy fuerte y un concepto del valor del liberalismo político, de la democracia, entonces esas cosas de que la política está por encima del derecho o de las leyes o de la Constitución me parecen terribles.
EC - ¿Usted percibe una radicalización en la interna del FA?
PM - No, yo digo que hay sectores que tienen poco aprecio por las normas.
EC - Se lo pregunto porque el Espacio 609 mantiene la misma cantidad de senadores, por ejemplo, que en este período.
PM - Sí, pero si sumamos el grupo de los ocho…
EC - El grupo de los ocho implica sumar los dos senadores del grupo de Raúl Sendic y el senador de la 1001, que es Marcos Carámbula.
PM - Y después está Constanza Moreira…
EC - ¿Usted ubica al grupo de Raúl Sendic como radicalizado?
PM - No sé, hay que verlo en la cancha. Es un grupo nuevo, es un grupo apoyado por el MPP o particularmente por Mujica.
EC - Es notorio que cae el FLS…
PM - Eso es clarísimo, el socialismo no crece. Son los dos datos.
EC - … pero falta saber dónde ubica cada uno al grupo de Sendic, por ejemplo.
PM - Por eso, hay que abrir un compás de espera. La señal previa no es buena para nosotros, para nuestra evaluación. Obviamente va a haber diálogo, tiene que haberlo. Y lo va a haber también con los blancos y los colorados, con los que también tenemos diferencias, hay sectores más a la derecha con los que hay mayor distancia.
EC - Otro tipo de cuestionamientos que usted recibe es porque el voto en blanco beneficiaría a uno u otro de los dos candidatos que van a la segunda vuelta.
PM - Eso no es cierto. Acá gana el que tiene más votos. En esta elección el voto en blanco no tiene ninguna virtualidad y el anulado tampoco. El que tiene más votos gana, no hay más cálculo que ese.
EC - El voto en blanco y el voto anulados son mensajes simplemente.
PM - Son mensajes de que no nos inclinamos a favor de ninguno de los dos. Eso me parece muy claro. Yo sé, he escuchado eso, pero no hay ningún argumento técnico que lo avale.
***
EC - ¿Cómo concibe el papel del PI en el próximo período de gobierno?
PM - Vamos a jugar el papel que habíamos dicho en la campaña electoral. Vamos a ser muy firmes en el control del ejercicio del gobierno, muy firmes en poner límites dentro de las posiiblidades que tengamos como legisladores. Somos una fuerza parlamentaria, el pueblo nos puso en el Parlamento, vamos a ejercer desde el Parlamento todo el poder que podamos tener en ejercicio de controlar, de marcar límites y también de ayudar a la gobernabilidad, de ayudar a que las cosas que creemos que son buenas pasen, ocurran.
Y también vamos a tratar de ir generando una alternativa con mayores posibilidades de poder. Creo que el partido tiene un mandato que nos trasciende, no somos nosotros solos, creo que hay mucha gente que sintoniza con una lógica de una izquierda democrática, una izquierda socialdemócrata, una izquierda moderada. Ojalá tengamos la fuerza no para que el PI solo sea eso, sino para lograr una articulación mayor.
***
Transcripción: María Lila Ltaif
***
Contenidos relacionados: Comunicado de Pablo Mieres sobre su postura de cara al balotaje