Elecciones nacionales

Diputados electos: A los hermanos Mier los une "la responsabilidad de representar a la gente de Treinta y Tres, sin banderías ni intereses partidarios"

Cámara de diputados. Foto: Javier Calvelo/ adhocFotos
Cámara de diputados Foto: Javier Calvelo/ adhocFotos

Uno de los datos más curiosos que dejó la elección de octubre fue la elección de los dos diputados de Treinta y Tres. Edgardo Mier y Sergio Mier son hermanos, y serán los representantes departamentales en el Parlamento. La particularidad es que no pertenecen al mismo partido: Edgardo es del Partido Nacional y Sergio, del Frente Amplio. En Perspectiva conversó con los dos para conocer sus inicios en política, cómo será la vida familiar luego de que ambos asuman sus bancas, sus diferencias y coincidencias en temas de política. Ambos coincidieron en que aunarán fuerzas para representar a Treinta y Tres y a los intereses de su gente: "los proyectos que hacen al desarrollo y el interés de Treinta y Tres tienen la bancada de los Mier absolutamente unánime presentándolos de forma conjunta".

(emitido a las 8.51 hs.)

EMILIANO COTELO:
El Parlamento surgido de las elecciones del 26 de octubre ha dado para muchos análisis. Hoy les propongo que nos detengamos en una de las novedades que trae, que implica una situación muy original para la política nacional: el 15 de febrero asumirán en la Cámara de Diputados dos hermanos que representarán al mismo departamento pero que pertenecen a distintos partidos políticos.

Son de Treinta y Tres. A Edgardo Mier lo conocen como el "Garufa", es médico, y acaba de ser elegido diputado por el Partido Nacional (PN).

A Sergio, su hermano menor, le dicen "Pato". Es docente y el año próximo representará al Frente Amplio (FA) en la Cámara de Representantes.

Con ellos vamos a conversar, por un lado para saber cómo se preparan, pero además cómo están viviendo estos días de campaña rumbo a la segunda vuelta, en la que se enfrentan, justamente, los candidatos presidenciales de sus dos partidos.

EC - ¿Cuál es la historia que ustedes tienen detrás y que deriva ahora en que uno sea diputado por el PN y otro por el FA?

EDGARDO MIER:
Es la historia de una familia humilde del interior. Con una madre maestra –maestra rural, después maestra en la ciudad– que marcó mucho a varias generaciones acá en Treinta y Tres, y un padre policía, milico de segunda. Criados en un barrio acá en Treinta y Tres, con mucho esfuerzo, pero también con mucha dignidad; tuvimos que hacer esfuerzo para poder terminar nuestras carreras y desarrollarnos como profesionales.

Una familia de origen blanco. Nuestros abuelos participaron en la gesta de 1904, nuestro abuelo materno incluso siempre contaba que tenía aún dos balas en el cuerpo. Y una familia muy politizada, que siempre estuvo cerca de la política y cerca del PN. Y el destino quiso que me tocara a mí seguir con el bastión y la bandera del partido, pero mi hermano, que es dos años menor que yo, se abocó a la política y a la militancia política desde mucho más joven y siempre detrás de una figura que lo marcó, que fue Zelmar Michelini. Yo empecé más tarde que él, en el año 89, ya médico acá en Treinta y Tres, decidí crear mi propio grupo dentro del PN.

EC - ¿Cómo fue el caso de Sergio Mier? ¿Por qué desde esa familia blanca salió para el FA, e incluso fue llevando a buena parte de los integrantes de la familia en esa dirección, no?

EM - Sí, sí. Yo digo que soy la "oveja blanca" de la familia.

EC - Garufa quedó en minoría ahora.

EM - Exactamente.

EC - ¿Cómo fue eso, Sergio?

SERGIO MIER:
Siempre lo cuento como una cuestión anecdótica. Siempre me gustó la militancia, primero gremial cuando estudiaba en el liceo de Treinta y Tres. Y en una oportunidad que viajé a Montevideo, siendo muy gurí, a visitar a un tío, cuando volvía al pago en la Onda –era la época de la Onda–, que paraba en Minas 15 minutos frente a la plaza, yo no tenía plata para bajar a tomar una coca cola y me quedé arriba del coche cuando todo el mundo bajó. Allí en Minas había un acto político, yo abrí la ventanilla, tenía 14, 15 años, y quedé impactado por lo que decía y cómo lo decía alguien a quien yo no conocía.

A pesar de mi corta edad, me di mañana para decir que me dolía la cabeza, una cosa así, salteé el turno –lo que me permitió quedarme una horita más– y me fui a ese acto político. Ahí quedé realmente admirado, tocado, impactado por la persona que estaba hablando, que era nada menos que Zelmar Michelini. Ahí me enganché. Era cuando Zelmar Michelini estaba en el Partido Colorado (PC) y les explicaba a sus simpatizantes por qué estaba decidido a dar el paso de irse del lema y fundar un nuevo partido político, como fue en el 71 el FA.

EC - Así que a partir de ese conocimiento de un líder político se anima a dar un paso doble, porque implicaba romper esa tradición familiar blanca, pero además saltar hacia la izquierda.

SM - Sí sí, sin duda. Nosotros siempre fuimos muy lectores en la familia, yo lo fui desde muy jovencito y ya tenía ciertas inclinaciones hacia la izquierda.

EC - Es curioso que fuera a través de un dirigente de origen batllista.

EM - Fue a través de un dirigente de origen batllista, más allá de que también hubo gente del PN que fundó el FA, como Erro, con la Unión Popular. Pero sí, quedé impactado por la figura de Zelmar Michelini. Y tenía cierto respeto, que todavía tengo, por la obra social de Batlle y Ordóñez en lo que hace a los derechos laborales y civiles.

Eso me marcó y empecé a militar en la vieja 99. Después vino todo lo que pasó, la dictadura, lo que pasó con Zelmar, después el camino de la 99 con Hugo Batalla, hasta que Hugo Batalla se va del FA. Yo, siendo de la 99, fui de los que se quedaron, no seguí al referente, que era Hugo, me quedé en el FA, medio lejano, medio solo, también medio decepcionado de haber seguido a una persona que yo quería mucho pero que en definitiva tomó los caminos que tomó.

Hasta que por allá por el año 98 decidí formar mi propia agrupación, una agrupación departamental, la lista 40, que es la que hasta hoy existe. El número 40 es por aquello del tango, aquello de poder "cantarle las 40" a cualquiera, y fundamos un grupo departamental orejano. Después nos fuimos enterando de que en otros lugares del país había otros grupos frenteamplistas departamentales orejanos, con las mismas características. Terminamos conectándonos con ellos, con Darío y su Cabildo allá en Maldonado y otros compañeros de Florida y otros de Cerro Largo y de Artigas, y fundamos en el año 2000 la Liga Federal Frenteamplista (LFF), el único sector político del FA nacido en el interior del país.

EC - Garufa Mier es un dirigente perteneciente a Alianza Nacional (AN) en el PN.

EM - Sí. La historia del Pato tiene ciertos puntos de contacto en el sentido de que también en el año 89 nosotros creamos nuestra propia agrupación y nuestra propia lista en Treinta y Tres, pero siempre militando dentro de lo que más se pareciera a la corriente de Wilson Ferreira.

EC - Saltemos al presente, a esto que vamos a ver en el Parlamento a partir del año que viene. Acá hay dos curiosidades, por lo menos. Tenemos dos hermanos que son parlamentarios por partidos diferentes (de lo que hay pocos antecedentes en Uruguay, si es que hay alguno), pero además la representación parlamentaria de un departamento va a terminar siendo monopolizada por una sola familia.

EM - [Se ríe.] Así lo ha querido la gente de Treinta y Tres.

EC - ¿Cuántos diputados tiene Treinta y Tres?

EM y SM - Dos.

EC - Los dos diputados van a llevar el apellido Mier. Esto sí que creo que no tiene precedentes.

EM - Y ojo que no nos quedemos también con la Intendencia en la familia. Porque aspiraciones tenemos de los dos bandos en ese rubro. Así que la cosa va a ser medio monopólica. Es broma, pero es así. Y muy orgullosos, porque lo que sí nos une, no tenga ninguna duda, es la intención y la responsabilidad de representar a la gente de Treinta y Tres y a nuestro departamento todo, ya sin banderías ni intereses partidarios. Porque somos los dos gente que pensamos que al otro día del acto eleccionario son muchísimas más las cosas que nos unen que la eventual separación de militar en dos partidos diferentes. Vamos a aunar esfuerzos para representar a Treinta y Tres y a los intereses de nuestra gente con todas las fuerzas posibles, con toda la responsabilidad posible, tratando de que definitivamente llegue el bienestar y aquellos temas que nuestro departamento sigue postergando.

EC - Está claro que ustedes se llevan muy bien. No es algo obvio, en una familia puede haber enfrentamientos, distancias, viejos rencores. No es el caso de ustedes. ¿Con qué frecuencia se ven?

SM - Nos vemos habitualmente, somos una familia muy grande, muy numerosa, somos cinco hermanos, proficuos, tenemos muchos hijos ambos, tenemos infinidad de sobrinos. Ahora el sábado tenemos una fiesta familiar, un cumpleaños, hace poquitos días tuvimos otro. O sea que nos vemos no digo diariamente…, aunque ahora estamos en contacto vía telefónica casi todos los días, porque nos invitan a lugares comunes, yo lo invito a él, él me invita a mí. Además tenemos un contacto permanente muy fluido y muy bueno y nos queremos mucho. Y aprendimos –también lo aprendimos, porque la vida es un aprendizaje– a que esas cosas que nos separan y que seguramente nos van a llevar en algún momento a votar cosas diferentes en el Parlamento…

EC - Justamente, ¿cómo van a actuar en la Cámara de Representantes? ¿Cada uno va a seguir los lineamientos de su partido o van a cocinar todo entre ustedes en una especie de "bancada Mier"?

SM - Hemos coincidido, hemos conversado de algunos temas que preocupan a Treinta y Tres. Somos fundamentalmente una bancada de Treinta y Tres. En aquellos temas que son de absoluto interés departamental no tengan duda de que vamos a estar juntos, vamos a golpear las mismas puertas y vamos a elaborar los proyectos en forma común.

EC - ¿Efectivamente, en temas vinculados a Treinta y Tres no va a haber ninguna diferencia entre ustedes? ¿Garufa dice lo mismo?

EM - Exactamente, digo lo mismo. Porque así sentimos la política y así sentimos la obligación y el deber moral de devolver… Los dos estamos en política porque nos apasiona, no porque la necesitemos, entendemos que es una forma –de las tantas que hay– muy importante de servir a la comunidad y a la sociedad. Somos unos eternos agradecidos a las posibilidades que nos dio la gente de formarnos y realizarnos. Por lo cual acá no hay ninguna duda, los proyectos que hacen al desarrollo y el interés de Treinta y Tres tienen la bancada de los Mier absolutamente unánime presentándolos de forma conjunta.

EC - ¿Y en qué temas pueden imaginarse enfrentados?

SM - En algunos temas de política nacional podemos pensar diferente o vamos a pensar diferente, porque pensamos diferente, por algo estamos en partidos distintos.

EC - ¿Ejemplos?

SM - Un caso puntual, el tema Aratirí, un tema que está demorado, lo hemos conversado con Garufa. Yo soy ferviente defensor de Aratirí, y Garufa reconoce la importancia que puede tener pero tiene algunas diferencias con el proyecto.

EC - Ahí casualmente estamos hablando de un proyecto que involucra a Treinta y Tres. Ahí va a haber diferencias, entonces.

SM - Sí. Nosotros somos mucho de no creer en negros y blancos, somos mucho de creer en los equilibrios, en un país que es de etiquetas, te etiquetan. Si uno dice "yo soy ferviente defensor de Aratirí", parecería que estás en contra del medioambiente. O en el caso del Garufa al revés, si dice "yo no votaría el proyecto exactamente como está", parecería que está en contra de las fuentes laborales para Treinta y Tres. En ninguno de los dos casos es así. Siempre digo que nada es del todo bueno o del todo malo, y pongo siempre el mismo ejemplo: la brisa refresca y el ciclón arrasa y sin embargo los dos son aire en movimiento. O sea que el asunto es encontrar los equilibrios y los puntos de contacto y lograr lo mejor para todos.

EC - ¿Otro tema en el que puedan imaginarse enfrentados?

EM - Seguramente van a surgir. En cuanto a la elección del próximo domingo, respetaremos por supuesto totalmente lo que decida la mayoría de nuestro pueblo. Porque estamos en democracia y en democracia nos parece que es una absoluta verdad aquello de que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, porque cada cinco años o ratifican el apoyo o cambian, la gente tiene la posibilidad de juzgar y elegir.

EC - Yo le preguntaba por temas de índole parlamentaria.

EM - En seguridad tenemos diferencias, en la reforma de la salud apoyada por nosotros en aquel momento –en aquel momento presidentes de la Federación Médica del Interior–, en su nacimiento, y que hoy tiene una serie de dificultades que visualizamos. Seguramente vamos a tener matices, dada nuestra vinculación y nuestra pertenencia a partidos diferentes. Pero queda muy claro que esos matices nunca nos encontrarán enfrentados si la cosa hace a nuestra escala de valores, a nuestra ética, a nuestra moral o a los intereses de Treinta y Tres. Allí ninguno de los dos va a tener mano enyesada por obediencia partidaria.

EC - Otra curiosidad: ¿cómo manejan entre ustedes las acusaciones y denuncias que el FA y el PN suelen cruzarse? Por ejemplo, el FA cuestiona al PN por la "herencia maldita" que la izquierda habría recibido de los gobiernos de los partidos tradicionales cuando llegó al poder en 2005. Y del otro lado, el PN sostiene que el FA no respeta a ultranza las instituciones y el Estado de derecho, y se cita esa frase de Mujica "lo político está por encima de lo jurídico". ¿Cómo hacen cuando se dan estos debates?

EM - Nos estás buscando los puntos para que nos peleemos [se ríen los dos hermanos]. Porque los dos somos por supuesto competitivos, somos calentones y somos apasionados de nuestras cosas. Eso que estás diciendo estoy seguro de que lo suscribe él en la versión frenteamplista y lo suscribo yo en la versión nacionalista.

EC - Se han trenzado por estas cuestiones en reuniones familiares, supongo.

EM - El Pato te lo decía, aprendimos hace mucho… Hubo oportunidades hace muchos años en que el apasionamiento de la discusión nos separó, anduvimos mirándonos de reojo algunas semanas. Pero tenemos sobre nosotros un pedido de nuestra madre, fallecida hace dos años, de que no nos divida la política, entonces tomamos la decisión de que no nos peleamos ni polemizamos en espacios radiales o en los medios de comunicación. Preferimos tener esas discusiones mano a mano, nunca más nos van a dividir ni nos van a hacer estar mal. Lo venimos sintiendo así y cumpliendo desde hace mucho tiempo.

EC - Por suerte algo parecido a un debate entre ustedes estamos teniendo esta mañana. No sé si es una transgresión a aquel pacto.

EM - No, no, en estos términos podemos seguir todo el día. [El Pato se ríe.]

EC - [Al Pato.] Cuando hay discusiones con Garufa, ¿usted plantea cosas como esas, que el PN es responsable o corresponsable de la herencia maldita?

SM - Cuando llegamos a estas cuestiones obviamente las discutimos y con mucho énfasis, con mucha convicción planteamos nuestros puntos de vista de los dos lados, lo que creo que está bueno. A veces en forma personal intercambiamos ese tipo de opiniones, pero lo tenemos muy claro, no solamente por el pedido de nuestra madre, sino porque la propia vida te va enseñando cosas, y una de esas cosas es que hay valores que están por encima de cualquier partido político o de cualquier ideología. Valores como el respeto, la dignidad, la decencia, la amistad y naturalmente la familia, no pertenecen a ninguna ideología ni a ningún partido, y es sobre la base de esos valores que nosotros discutimos. Entonces simplemente queda en eso, en una discusión, distintos puntos de vista. Además muchas veces los uruguayos queremos lo mismo y simplemente tomamos caminos distintos para llegar a los mismos objetivos. Sobre esa base discutimos con énfasis, con convicciones de cada lado, pero con mucho respeto y teniendo en cuenta que esos valores son superiores y son los que en definitiva deben guiar nuestras acciones y nuestros pensamientos.

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EC - Tengo varios mensajes de este tipo:

Gaby de Florida: "Los hermanos Mier son un ejemplo de tolerancia y hacen ver a los políticos de otra manera".

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EC - Edgardo Mier tiene 61 años, cinco hijos, le dicen "Garufa". Es médico, fue presidente de la Federación Médica del Interior. Fue futbolista también, jugó en la primera división de Danubio en el año 1972, en la selección de Treinta y Tres y en la selección universitaria; logró Medalla de Plata en México 79. Acaba de ser elegido diputado por Treinta y Tres, por Alianza Nacional, Partido Nacional.

Su hermano, Sergio Mier, tiene 59 años, cuatro hijos, le dicen "Pato". Es maestro, se desempeña como directivo de un colegio en su departamento. Ya ha tenido experiencia parlamentaria, participó como suplente del socialista Hermes Toledo en la Cámara de Representantes. Ahora será titular, acaba de ser elegido él también diputado por Treinta y Tres, en este caso por la Liga Federal Frenteamplista, Frente Amplio.

Algunos oyentes piden que los consulte por el origen de los apodos, que parece que es bastante divertido.

EM - Nuestro padre era una persona muy buena, muy bohemia, era extremadamente tanguero, hincha de Gardel y de todos los tangueros de aquella época. Y cuando nací ya tenía decidido el mote de "Garufa", jamás me nombró por mi nombre. Y así soy conocido en todo Treinta y Tres, mucha gente ni sabe mi nombre. Yo mismo cuando me fui a estudiar a Montevideo, cuando me nombraban por mi nombre me sonaba mal, no me identificaba con él, tengo ese mote desde que nací. También te confieso que en alguna época de mi vida le hice honor al mote.

EC - Uh, esas confesiones llevarían un rato.

EM - Y el del Pato que te lo diga él.

EC - ¿Por qué Pato?

SM - Como te decía Garufa, nuestro padre era una persona muy particular, tanto es así que el apodo de Garufa lo tenía antes de que naciera y le quedó. Para mí tenía el apodo de "Calavera", como el hombre de la noche, que se acuesta de madrugada, anda en los boliches. Ese mote no me quedó y sin embargo me quedó el de "Pato". Es más, las notas las firmo "Pato", y en Treinta y Tres es muy común, mi nombre es Pato.

EC - ¿Firma así las notas de los alumnos?

SM - No, en comunicaciones que hago firmo Pato. A nivel departamental todo el mundo me conoce, si digo mi nombre no me conoce nadie.

EC - Pero en el colegio supongo que no firma Pato...

SM - No, cuando son notas oficiales no; cuando son internas sí. Los gurises obviamente me dicen Pato. Y siempre digo: cuando no me digan Pato es que algo estaré haciendo mal.

EC - Este apodo se escapó a los designios del padre.

SM - Me lo puso mi abuelo por aquello del pato criollo, que a cada paso deja un recuerdo. Capaz que cuando gurí le hice honor al mote, como Garufa, que reconoce que le hizo honor a su apodo. Te digo más, tenemos tres hermanas, y los apodos previstos para ellas eran la Conga, la Milonga; felizmente no quedó ninguno. El único de los previstos por papá que quedó fue el de Garufa...

EC - ...Que casualmente además es la oveja blanca de la familia... [Se ríe el Pato.]

 

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Vengamos a estos días. Ustedes todavía no asumieron sus bancas, lo van a hacer el 15 de febrero. Pero apenas supieron que habían sido elegidos quedaron sumergidos en la previa de la segunda vuelta entre Tabaré Vázquez y Luis Lacalle Pou. ¿De qué manera están haciendo campaña en estos días? ¿Activamente o a marcha controlada?

EM - En el caso nuestro, del PN, estamos intensificando las actividades rumbo a noviembre. Un partido que se presenta sumamente difícil, pero no hay partido perdido antes de jugarlo. Por ejemplo, hoy va a dar una charla la economista Arbeleche, en la tarde tenemos la visita de senadores y diputados, vienen Heber, Alonso, Delgado, y también tenemos una actividad partidaria. Mañana vamos a reunir a todos los cabezas de lista –porque somos el presidente de la departamental nacionalista de Treinta y Tres– a los efectos de coordinar acciones y planificar el acto electoral. En la medida de nuestras fuerzas nos estamos moviendo activamente para tratar de que la votación del PN sea superior a la del FA el 30, reconociendo que es un partido cuesta arriba.

EC - ¿Y el Pato Mier cómo está participando?

SM - Seguimos trabajando. Esta campaña de balotaje está muy fría, lo está en Treinta y Tres, a nivel de los dos partidos, y creo que en todo el país. Como que toda la pasión partidaria se agotó en octubre, y además lo abultada de la diferencia lleva a que de los dos lados haya menos fervor, menos calor en esta lucha electoral, en este balotaje. Más allá de que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, todo indica que no va a haber ningún tipo de problema y la duda es por cuánto gana Tabaré ahora en noviembre.

De todas formas algo se está haciendo. Participamos en las movidas, coordinamos con todos los otros sectores políticos. Ahora tenemos recorridas barriales, ferias, el lunes próximo tenemos el banderazo en Treinta y Tres… Seguimos trabajando, pero con mucha más calma, reconozco, que en octubre.

EC - Y para tener una idea de cómo se planta cada uno de ustedes, Garufa Mier, ¿qué argumentos maneja cuando habla con los indecisos o con votantes de los partidos que no pasaron a la segunda vuelta, el PC, el Partido Independiente, la Unión Popular, el PERI? ¿Cuáles son sus argumentos a favor de Lacalle Pou?

EM - La idea fuerza es tratar de evitar las mayorías parlamentarias en la Cámara de Senadores. Estamos convencidos de que ha sido una mala experiencia el tema de las mayorías parlamentarias, que ojalá no se repita en el país para ningún partido. Existe la posibilidad de paliar la mayoría que el FA ya tiene la Cámara de Diputados si logramos acceder a la Presidencia y Vicepresidencia de la República. Ese es el eje fuerte al que apostamos para tratar de captar los indecisos o algún voto que en la vuelta anterior fue al FA. Porque sabemos que hay gente que no desea que haya mayoría parlamentaria en esta legislatura.

EC - Y en el caso del Pato Mier, ¿cómo hace para convencer a indecisos o votantes de otros partidos de que voten por Vázquez?

SM - Muchas veces con el argumento contrario. Fundamentalmente apuntamos a los batllistas y a los wilsonistas, que creemos que son los que están más cerca de nosotros. No les decimos que dejen de ser batllistas o wilsonistas, sino que se vengan con su casa a cuestas. Porque sentimos que las ideas wilsonistas y las ideas batllistas están mucho más cerca del FA que de Lacalle Pou. También hablamos de lo inverso de lo que manifiesta Garufa, de la importancia de las mayorías parlamentarias. Porque las mayorías parlamentarias siempre han existido en el país, siempre, a través de la Coincidencia Nacional, a través de la Concertación Programática, a veces a través del reparto de ministerios, pero siempre ha habido mayorías parlamentarias en el país.

Creemos que las mayorías parlamentarias son importantes, y eso no significa el avasallamiento de las minorías. La prueba la tenemos en este gobierno, cuando hubo coparticipación ofrecida por nosotros –aun teniendo mayorías parlamentarias– y control de las minorías en todos los servicios del Estado. Somos respetuosos de eso. Entendemos que tiene que haber ese control, conocemos la historia, sabemos que esa fue una de las luchas principales de Aparicio Saravia tanto en 1897 como en 1904, la representación de las minorías, porque en principio no estaba consagrada en la Constitución de la República la representación proporcional integral.

En concreto, conversamos con los frenteamplistas para afirmar su convencimiento de votar a Tabaré. Y naturalmente tratamos de explicarles nuestra forma de pensar a batllistas, wilsonistas, y que tener mayorías parlamentarias es importante para el país, sin que eso signifique avasallamiento de los que piensan distinto y que tengan una menor representación.

EC - Una última duda: ¿qué van a hacer en la noche del domingo 30? ¿Van a terminar cenando juntos?

EM - Es posible, no lo hemos conversado.

EC - Supongo que temprano o en las primeras horas de la noche va a estar cada uno en su agrupación política.

EM - Lógicamente, pero después no hay nada, yo no tengo cosas previstas. Por lo tanto, como te decíamos, como andamos visitándonos a cada rato unos a otros, no hay mucha duda de que puede ser así.

EC - ¿Y en el caso del Pato? ¿A cuántas cuadras va a estar de Garufa esa noche?

SM - Los comités están a más o menos tres cuadras. Te digo más, el 26 de octubre logramos la diputación con bastante comodidad; la de Garufa fue una pelea voto a voto, terminó ganando después del escrutinio de los observados por 86 votos. Y nos estábamos visitando permanentemente. Y una cosa linda, que no pretende ser ejemplo –siempre decimos que no pretendemos ser ejemplo de nada, si sirve como señal o como mensaje lo que nos pasa a nosotros en Treinta y Tres, bárbaro–: nuestros hijos fueron con sus banderas del FA a visitar el local partidario del PN donde estaba Garufa sin ningún tipo de problema. Después los hijos de Garufa con las banderas del PN vinieron al comité del FA, obviamente sin dejar las banderas en la puerta, cargándolas por encima de sus hombros, y también fueron recibidos con el respeto con que hay que recibir a todos los que piensan distinto. Y una situación similar seguramente se va a dar en noviembre cuando sin lugar a dudas Garufa me va tener que visitar primero a mí.

Lo más importante para un país es la convivencia, la paz social, echarnos una mano los unos a los otros. Si para eso sirve nuestro caso, bendita sea esta oportunidad, por esta situación tan puntual y tan inédita, de ponernos en comunicación con los habitantes de toda la República. La pública felicidad para todos los habitantes del Uruguay, un buen año próximo, cualquiera sea su bandera, todos estamos debajo de la bandera nacional. Eso es lo que importa.

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Transcripción: María Lila Ltaif