Constanza Moreira: spot de "Nany" no fue más que una pieza que "buscaba recuperar los logros del FA en una humorada"
La senadora del Frente Amplio (FA) Constanza Moreira, dijo que el spot publicitario de la lista 3311 que molestó al presidenciable blanco Luis Lacalle Pou, en realidad no fue más que una pieza que "buscaba recuperar los logros del FA en una humorada". "Puedo entender que afecte la sensibilidad del nombrado pero este tipo de humoradas forman parte del humor nacional". Además, en su condición de politóloga, le recomendó a los partidos de oposición que "no se sigan corriendo a la derecha porque van a apartarse de la racionalidad y sensibilidad del elector promedio", reconociendo que actualmente "estamos ante un sistema de partidos más polarizado".
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Miércoles 26.11.14, hora 8.48.
EMILIANO COTELO:
Quedan solo dos días de campaña hacia el balotaje. El próximo domingo votaremos para designar al próximo presidente de la República. Y, sin embargo, el clima electoral parece haber desaparecido. No hay efervescencia. Ni entre la gente, ni dentro del propio sistema político.
Es la recta final atípica de una campaña que en sí misma ha sido atípica desde la noche misma de la primera vuelta. Una campaña de baja intensidad, en buena medida determinada por los resultados del 26 de octubre: 48% para Tabaré Vázquez, con mayoría propia en la Cámara de Diputados, y 31% para Luis Lacalle Pou.
¿Cómo se viven estas últimas horas desde el lado del Frente Amplio (FA)?
De eso vamos a conversar con la senadora Constanza Moreira, que acaba de ser reelegida para la Cámara Alta, pero esta vez encabezando su propio espacio político, llamado Casa Grande (CG).
¿Qué le ha parecido esta campaña?
CONSTANZA MOREIRA:
[Suspira.] ¡Ah, bueno…!
EC - No sé si se lo pregunto a la senadora o a la politóloga…
CM - [Se ríe.] Todo el año me ha recordado el título de una vieja película de Peter Weir que se llamaba "El año que vivimos en peligro";. Ahora no nos sentimos en peligro, pero la sensación de todo este año, sobre todo desde cierto momento en que las encuestas empezaron a registrar una tendencia a la baja del FA y apareció una encuesta de Equipos que nos daba el 39%, fue el año que vivimos en peligro.
Creo que eso explica la atipicidad de la campaña. Fuimos todos con muchos bríos y mucha energía, todos, me consta. El Partido Colorado (PC), el Partido Nacional (PN), el Partido Independiente (PI), el FA, todos hicimos un despliegue impresionante de propaganda, de actividades, de movilización, de dichos, entredichos, entrecruces, etcétera. El resultado de octubre fue muy inesperado, no el porcentaje de cada partido, sino el resultado global: que el FA obtuviera mayoría parlamentaria propia –algo que muy pocos se aventuraban a pronosticar, que tuviéramos cuatro puntos más que los blancos y los colorados juntos–, que los colorados perdieran una banca y el PI llegara al Senado, o que Unidad Popular (UP) finalmente obtuviera una banca en la Cámara de Diputados. Yo esperaba que el FA con el 46% tuviera que pelear la mayoría parlamentaria aliándose con algún otro partido, era mi hipótesis más plausible con los datos que teníamos.
Me parece que eso es lo que genera esta segunda etapa, también atípica, de un balotaje que parece crónica de una victoria anunciada. No voy a decir crónica de una muerte anunciada; sería en el sentido de que el FA, si uno piensa en el porcentaje de votos válidos –todos los emitidos menos los votos en blanco y anulados–, habría estado a 13.000, 15.000 votos de ganar en primera vuelta. Eso fue lo que le sacó tensión a la campaña.
Era esperable esta unión entre el PC y el PN. Pero el PC entró en una interna compleja, porque las bajas votaciones siempre generan efectos negativos para los partidos. Es importante saberlo, los efectos negativos no curan a los partidos en salud, sino que muchas veces tienden a generarles grandes problemas internos. El propio FA sabe, por las elecciones en que ha perdido en algunos departamentos del interior del país, el impacto negativo que eso ha tenido para el partido. En ese sentido el exitismo les viene bien a los partidos.
Y la interna del PC de alguna manera debilita la fórmula. El propio Luis Lacalle Pou aparece desplegando una campaña de baja intensidad. De hecho a veces se lo escucha más a Larrañaga que al propio Lacalle Pou. Larrañaga como que dio el mensaje "ahora vamos a pasar a la ofensiva";.
Y creo que las encuestas en realidad han impactado a todos. Escribí una columna en Montevideo.com y pensaba: con el 44% –los dos partidos sumados más o menos tienen el 44%–, la peleás, y la peleás hasta el final, no es poco lo que tienen. Siguen teniendo la mitad del electorado nacional, un poco menos. Pensando en cómo el FA la peleó en 1999, cuando tuvo el 40% de los votos y tuvo que repuntar el balotaje. Entonces, ¿por qué con todos esos votos no aparece una campaña a la ofensiva, tratando efectivamente de ganar, sino que más bien parece que la victoria ya está tan clara que no vale la pena pelear? ¿Por qué se genera ese estado de ánimo colectivo? Esa debería ser la pregunta.
EC - Mencionó al pasar las encuestas.
CM - Sí.
EC - Estas que le están dando a Tabaré Vázquez 52% contra 37% de Lacalle Pou.
CM - Esas encuestas. Pero me parece que el desinfle, el derrumbe, el desplome se produjo antes de que salieran esas encuestas. Son las encuestas, también lo que pasó con el PC, que es un socio importante; el PI que finalmente no tomó partido por nadie, porque eso podía haber ayudado al PC y al PN, buscar una alianza. Es un conjunto de cosas que hacen que efectivamente parezca crónica de una victoria anunciada.
EC - ¿Comparte la estrategia que ha seguido Tabaré Vázquez en cuanto a no arriesgar y exponerse lo mínimo posible?
CM - Es una estrategia muy propia de quien va ganando.
EC - Esta vez llega al extremo de no dar entrevistas…
CM - Sí, sí…
EC - … No solamente no participar en debates, sino además no dar entrevistas.
CM - Tengo mi propia opinión sobre eso. Yo soy partidaria de los debates, los buenos debates crean cultura política ciudadana. Creo que el Uruguay tiene que tener un sistema como el que tiene Chile, como el que tiene Brasil, de debates.
EC - Interesante lo que dice, porque hay mucho frenteamplista que –lo vemos en los mensajes que nos llegan de la audiencia– que se ha subido a la otra tesis, la de que el debate es un "circo";.
CM - El debate puede ser un circo, obviamente, pero, cuando está bien regulado, los temas se preparan y los tiempos están bien cronometrados, es una forma en que los ciudadanos reciban un gran paquete de información de sus candidatos en una hora, una hora y cuarto. Me parece que el debate es bueno para la gente, si está bien hecho. Hay ir creando esta cultura del debate.
Yo estoy terminando mi curso en la facultad, y cuando terminamos hacemos una especie de asamblea constituyente en la que los alumnos se organizan en bancadas constituyentes y proponen mecanismos para mejorar la calidad de la democracia uruguaya. Es algo que hacemos como parte del trabajo de fin de curso. Ayer había cuatro bancadas y por lo menos dos de ellas propusieron medidas que tenían que ver con el debate y con la regulación de la propaganda electoral. Son jovencitos, tercer semestre de facultad, gurises que tienen 19, 20 años, no más.
Me parece que es un indicador de que para las generaciones jóvenes el tema de la propaganda electoral, el tema de los debates, es decir, cómo consumimos política los que no estamos en política, es muy importante. Yo estoy en política, no necesito un debate, estoy todos los días en el Senado, pero para el ciudadano todo el tema de cómo consume política a través de los medios es muy importante. Para eso también vamos a votar la ley de servicios de comunicación audiovisual –está previsto que se vote en el Senado el 16–, que tiene que ver con la regulación de la propaganda electoral, no con los debates. Como el Uruguay es una democracia muy antigua, piensa que no debe regularse a sí misma, pero creo que se tiene que regular como una democracia moderna.
EC - Para usted, habría que regular incluso los debates.
CM - No, habría que regular la propaganda electoral.
EC - ¿Y los debates?
CM - No sé si lo haría. Sin duda no lo haría por ley, no llegaría a eso. Hubo un proyecto de ley en este período.
EC - Sí, llegó a haber. ¿Y volviendo a la pregunta, cómo ve la estrategia de Vázquez?
CM - La estrategia es adecuada. Son tres semanas de campaña…
EC - Tres, pero el período era de cinco. Se achicó la campaña, pudo haber sido de cinco semanas.
CM - Pudo haber sido.
EC - Sin embargo ha sido de tres, con agujeros, además.
CM - Sí, pero para todo el mundo.
EC - Sí, del otro lado también.
CM - Entonces, sobre los debates y la participación en los programas televisivos, radiales y periodísticos de todo tipo, tengo esta posición, me parece que la política tiene que hacer su contribución a través de los medios. Entiendo las prevenciones que hay con respecto al tema debate, yo misma he tenido que estar en algunos debates que no me han parecido justos respecto al uso del tiempo y demás. Más allá de mi posición de valor sobre estas cosas, creo que la campaña del FA es correcta, es adecuada, se ha privilegiado la campaña de tierra. Creo que vamos a andar bien.
***
EC - Curiosamente, en estas horas de la campaña se coló una polémica a propósito de una pieza publicitaria de un sector que la apoyó a usted en las elecciones de octubre. Son esos spots de la lista 3311 que tienen por protagonista a "Nany";, una mujer de clase alta que llama por teléfono a "Cuquito"; para quejarse de exigencias, a su juicio exageradas, que le plantean los peones que trabajan para ella en su estancia o la empleada doméstica.
Vamos a escuchar el audio de uno de ellos.
(Audio pieza de la empleada doméstica.)
"[Habla por teléfono.] Hola, Estela. Pasame con Cuquito. Nany habla. ¿Ah, está haciendo la bandera? Ah, bueno, lo espero entonces, no importa.
[A la doméstica.] Mirá que le voy a hablar de lo tuyo, eh. Le voy a hablar de lo tuyo.
[Por teléfono.] Hola, Cuquito querido, ¿cómo estás? Ando mal, yo estoy mal, estoy muy angustiada. ¡No sabés, no sabés lo que estoy viviendo! Por nada… ¿te acordás de Sonia, la señora que trabaja en casa de toda la vida? Bueno, hoy me vino a decir que le tengo que pagar no sé qué de un salario mínimo para las empleadas domésticas que hay…";
(Baja el volumen.)
EC - Ayer le preguntaron a Lacalle Pou en Radio Sarandí y se mostró muy molesto. Dijo: "Ese aviso, que extralimita todas las condiciones que uno pueda tener y lo lleva a lo ridículo, aparte de que miente, implica que después quienes lo realizaron tienen que hacerse responsables. Porque a esa misma gente después me la cruzo en el Parlamento y los veo viajar, y les gusta viajar en primera. Los veo entrar en los freeshops, ir a buenos hoteles en el extranjero, se peinan, salen en las revistas de chimentos…";.
¿Cómo vio esto?
CM - Primero, algunas aclaraciones. Yo no controlo la publicidad que hacen los grupos que me apoyan. En este caso es una producción del PVP, que es uno de los grupos que integran la 3311. Como tampoco controlé la publicidad de "Volver al futuro"; del IR o una propaganda del PCT en la que se rompían las listas por el Sí. Yo pertenezco al Secretariado, cuando hay observaciones para hacer a algunas de las campañas, me las trasmite directamente Mónica Xavier. Así que no he recibido ninguna reconvención con respecto a esto.
EC - ¿Usted compartió esas piezas publicitarias?
CM - Cuando las vi, ya estaban hechas. Por supuesto que esto no atenúa mi responsabilidad, porque yo soy la cabeza de lista de todos estos sectores que han hecho todas estas campañas. Me parece una pieza humorada…
EC - ¿No corta demasiado grueso? Lacalle Pou dijo que los que lo critican por pituco "están mostrando un resentimiento nunca visto y pretenden dividir a los votantes por clases sociales";.
CM - "Los pitucos"; es otra pieza, de otro grupo político que se llama Izquierda en Marcha, son dos cosas distintas. "Nany"; es una pieza hecha por una actriz muy conocida, Gabriela Iribarren, y por un director de cine. La pieza reivindica las conquistas que ha tenido el FA, las ocho horas para el trabajador rural, la ley para las empleadas domésticas, en una última pieza el matrimonio igualitario, Nany tiene un hijo que se va a casar, pero con un compañero. La idea es recuperar los logros del FA, en una cosa humorada, que recuerda, para los más viejos, al "Mónica por Mónica";, de las viejas ediciones de Marcha.
Puedo entender que esto afecte la sensibilidad, especialmente de quien está allí nombrado. Pero las humoradas con respecto al comportamiento de las clases altas forman parte del humor nacional, de la misma manera que las humoradas con respecto a los obreros, como aparecían en aquellos viejos programas de humor, como "Polémica en el bar";, en el que siempre estaba el que aparecía con el mate abajo del brazo y el overol, que era el de izquierda. Son las formas en que se estereotipan las condiciones sociales para llevar eso a un clima por supuesto de confrontación política, pero hecha en clave de humor. Me parece muy liviano todo lo que está allí como para ofenderse demasiado.
EC - "Ojo, que hay pitucos que también votan al Frente Amplio";, decía ayer Lacalle Pou.
CM - ¡Sin duda! Todo esto también causa controversia dentro de nuestras filas, no se crea que esto es tan inocente. También hay discusiones, porque por supuesto que hay pitucos que votan al FA. Al FA lo vota la mitad de la población, así que ahí hay de todo.
Luego las acusaciones respecto a viajar en primera clase, todo eso, no sé a qué se refieren. Yo por lo menos las pocas veces que viajé en primera clase ha sido porque viajo mucho sola y a veces se sobrevenden los vuelos, entonces me ha tocado. Nunca la pagué ni nunca fui invitada en primera clase. En fin, no sé. Pero no vale la pena discutir sobre esas cosas.
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EC - Me queda la duda: ¿en una próxima campaña electoral usted va a controlar más las piezas publicitarias de los sectores que la apoyan?
CM - Como somos una coalición de sectores –yo no soy la cabeza de un partido–, allí hay mucha libertad para hacer muchas cosas. Para controlar las piezas publicitarias que emanan de mi movimiento, mi movimiento tendría que tener una unificación que hoy no tiene, requeriría una política distinta.
Pero en las piezas que han emanado de mi comunicación central tiendo a ser más rigurosa con esas cosas, tiendo a ser más respetuosa, sobre todo con el nombrar a las personas, porque en otras legislaciones electorales uno no puede nombrar al contendiente, claramente en Brasil.
Aquí hay una cosa importante. Cuando el propio Lacalle Pou se lamenta de esto, creo que él también está llamando a una regulación de la propaganda electoral. Yo estaría de acuerdo con él. Los brasileños tienen el Tribunal Electoral Federal, entonces cuando uno se siente dañado por una propaganda, la denuncia ante ese tribunal, que se expide en 24 horas, y el castigo es que la propaganda del otro se pase en el espacio de uno. Eso se hace para la televisión y forma parte del sistema de regulaciones que nosotros deberíamos darnos.
No se hace obviamente para internet. Esta es una campaña a través de las redes, y en las redes hay una gran libertad. Pero yo estaría muy de acuerdo en discutir con Luis Lacalle Pou acerca de la regulación de la propaganda electoral en los grandes medios masivos de comunicación. Me parece muy bien.
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EC - El 15 de febrero habrá varios debuts en el Parlamento. Uno de ellos será el de Casa Grande, el sublema formado por los grupos que respaldaron a Constanza Moreira en las elecciones internas, aquellas en las que desafió a Tabaré Vázquez colocándose a su izquierda.
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EC - En una columna que publicó esta semana en Montevideo.com usted se refería al sacudón que el FA experimentó en las semanas previas a la primera vuelta, cuando las encuestas mostraban números complicados para ustedes. Dice allí: "El riesgo de perder la elección nos ‘despertó’, y debemos continuar despiertos. Y siempre, siempre, en estado de ‘admirable alarma’";.
¿Hoy está la militancia en "admirable alarma";
CM - [Se ríe.] ¡Sí, está, aunque no lo crea!
EC - ¿Sí?
CM - Sí. Esa columna la escribí el domingo. Y el domingo estuve en dos actos. En un acto en el Parque Rodó, organizado por jóvenes, ahí eran los socialistas que me habían invitado, que tienen un joven que debuta en la Cámara de Diputados, Gonzalo Civita. Y después en un acto organizado en la plaza de los Olímpicos por los jóvenes de la Coordinadora L.
Uno tiene la impresión de que, no sé si por la comisión del No a la Baja o por poner tercera, hay una activación juvenil importante en el FA. La columna la escribí después de dar dos discursos, así que tiene algo que ver con este cierre, que me parece que hay un FA que se activó. Siempre cuento lo del 25 de agosto, que es el Día del Comité de Base; fue un día terriblemente frío, ventoso y lluvioso, y estaba todo el mundo en los comités de base, había mucha gente en el comité de base de Malvín –yo vivo allí, es un barrio de clase media–. Y yo decía: "Ay, la clase media se está despertando, está asustada la clase media";.
Uno tiene la sensación de que hubo una gran activación de la militancia frenteamplista. Y la idea es que esta activación luego no sea el reflujo adormecido de cinco años desactivados.
EC - Ahí está, en la misma columna dice: "Que no se desactive todo lo que se activó con la campaña, [eso] será una tarea que requerirá paciencia y amor por nuestra ‘comunidad política’. Una comunidad política briosa, crítica y movilizada puede ser un dolor de cabeza para muchos dirigentes, pero será la locomotora más preciada cuando los grandes cambios requieran la fuerza de los muchos para ser sostenidos";.
¿Qué quiere decir con eso?
CM - Primero, buena parte de las leyes que conforman lo que llamamos la nueva agenda de derechos no habrían existido sin sociedad civil movilizada. La despenalización del aborto, la ley de matrimonio igualitario claramente –estaba siendo defendida desde el primer día de la legislatura y fue aprobada al final–, la propia ley de servicios de comunicación audiovisual –allí hubo mucho trabajo de la Coalición por una Comunicación Democrática–, la ley de responsabilidad penal empresarial fue muy trabajada por el movimiento sindical…
EC - Sí, hay quienes sostienen, dentro del propio FA, que fue presionada por el movimiento sindical.
CM - Sí. Y no le cuento cómo presionaron las comunidades gais por la ley de matrimonio igualitario. Siempre pongo el caso de Valeria Rubino, del Movimiento Ovejas Negras y que fue candidata por la lista 3311 a diputada en Canelones, que apareció el primer día con la ley, y yo le decía: "Valeria, hay que aprobar la despenalización del aborto primero";. No importa, todo se puede aprobar junto, pero no siempre dan las fuerzas, sobre todo cuando no se cuenta con los votos de la oposición o cuando hay una oposición de la opinión pública.
Todas estas leyes de avances de derechos fueron conquistadas por la alianza virtuosa entre la sociedad civil y el Parlamento, aunque en general aparecen como leyes de gobierno. La ley de regulación del cannabis ya tiene más basamento en el gobierno. También las leyes que tienen que ver con derechos humanos.
¿Para qué requerimos una sociedad civil movilizada? Primero, para aprobar estas leyes. Si no hubiera sido por la fuerza de ellos, estas leyes no habrían salido, no estaban en las prioridades del gobierno. Podían estar en las prioridades del programa del FA, pero no necesariamente en las de un Ejecutivo que tiene que aprobar presupuesto, que tiene que aprobar otras cosas.
Pero luego, en la reglamentación y la aplicación efectiva de la ley, para que la ley se transforme en un derecho, hay una cantidad de mediaciones, entre las cuales están el Poder Judicial, los gobiernos departamentales, las alcaldías, los municipios, las ONG, Mujeres sin Miedo. Mujeres sin Miedo hace una enorme contribución a que la ley de violencia doméstica funcione, con todas las dificultades que tiene para funcionar. (Recién escuchaba las declaraciones de Beatriz Ramírez sobre el problema de la violencia doméstica, la violencia de género y todas las cifras espeluznantes.)
El Uruguay es un país pequeño que tiene gran capacidad de control social y político sobre su agenda. En un país de 200 millones de personas es muy difícil tener control político y social sobre la agenda, tenés control político a través de la agenda local. El habitante de Río Grande del Sur podrá controlar bien algo que pasa en Río Grande del Sur, pero es muy difícil que controle la agenda federal. En cambio el Uruguay tiene esa capacidad, y la tiene porque tiene una sociedad politizada, educada y de alto activismo social. El Uruguay no solo tiene una vasta red de ONG, tiene un movimiento cooperativo fuerte, federaciones fuertes, de todos los lados. Entonces la idea de la activación social y la activación política tiene que ver no solamente con la ley, sino con el cumplimiento de la ley.
El sistema nacional de cuidados es un sistema muy importante. Ya hay una ley, pero al sistema hay que ponerle presupuesto, cuando se implemente habrá que hacerlo en consulta con las familias que tienen problemas con cuidado. Si se hiciera una aplicación muy burocrática de arriba abajo posiblemente no funcionaría. Yo he quedado impresionada en esta campaña por la cantidad de asociaciones que trabajan con personas con discapacidad. Ya hay una sociedad activada, a la cual la sociedad política tiene que escuchar, entender y respetar.
EC - ¿Cómo juega ese factor, lo que usted llama "comunidad política briosa, crítica y movilizada";…?
CM - Eso es el FA.
EC - … ¿Cómo juega eso, cuando por otro lado el FA va a tener mayoría parlamentaria propia, si Vázquez gana va a tener mayoría en las dos cámaras, algo que ya de por sí preocupa a la oposición? La oposición sostiene que un FA con esas características de poder va a ignorar a los partidos minoritarios, va a llevar incluso a que el Parlamento no pueda cumplir sus funciones de contralor. Lo dicen a partir de la experiencia de estos períodos anteriores. Entonces, si ya a la oposición la preocupa la mayoría parlamentaria propia del FA, y usted además agrega todo esto de la movilización, ¿qué espacio queda para los otros partidos? ¿Cómo se van a discutir las leyes?
CM - Qué pregunta… Creo que a la oposición no la preocupa la mayoría parlamentaria, porque siempre ha construido sus propias mayorías parlamentarias, durante muchos años construyó sus propias mayorías parlamentarias, nunca le dieron ningún espacio al FA. Siendo politóloga protesté vivamente contra eso, contra la inadecuación de la Corte Electoral al verdadero peso de los partidos. Ya el FA tenía el 40% de los votos y la Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas seguían con la misma distribución política, que era una justicia, con no darle ninguna participación al partido más grande del sistema, nada.
El FA hizo una innovación con Mujica, que vamos a ver Tabaré Vázquez cómo la mantiene, que fue incorporar al PN, al PC y al PI en todos los entes y organismos del Estado. Fueron algo así como 74 o 75 cargos políticos importantes, desde la Comisión Administradora del Río Uruguay al Codicen, a ASSE. La oposición está en todos los entes y organismos del Estado como el FA no estuvo nunca.
Segundo…
EC - Yo le preguntaba específicamente por el Parlamento.
CM - Esa es una manera de fiscalizar el Ejecutivo y fiscalizarlo desde adentro.
En segundo lugar, creo que la oposición lo que lamenta es no estar dentro de la mayoría parlamentaria. No puede lamentar que los gobiernos conformen mayoría parlamentaria, porque ellos lo han hecho toda la vida. Creo que los preocupa otra cosa, que es el sistema político que emerge después de esta elección, en el que por primera vez en 50 años un partido repite tres veces. ¿Qué piensa la oposición? ¿Estamos ante un nuevo Partido Colorado? Ese me parece que es el temor, volver a tener un sistema de partidos como aquel en el cual el PC ganaba todas las elecciones. Pero aun cuando el PC ganaba todas las elecciones, hasta el 66 compartía poder con los blancos.
La lógica parlamentaria es la lógica de los acuerdos. Sobre esto que nadie se engañe, salvo alguna, ninguna ley ha sido arrancada de prepo a los partidos de la oposición. El Parlamento tiene una cantidad de disposiciones que impiden eso. Usted no puede traer una ley, presentarla y votarla sobre tablas, eso no existe. Las leyes tienen que entrar, pasar a una comisión, después pasar a la otra cámara. Tenemos un sistema bicameral –que yo defiendo a muerte, a mucha gente no le gusta–, y ya el sistema bicameral da un montón no sé si de garantías, pero de pesos y contrapesos, porque las leyes van cambiando de un lugar al otro.
EC - Claro, pero una cosa son las garantías y otra cosa es el espíritu con el que se encara la tarea legislativa.
CM - El espíritu con que se encara es siempre el del acuerdo, siempre. Claro, llega un momento, como con la Universidad de la Educación, en que la oposición vota una cosa en la Cámara de Diputados, y después en el Senado dice, "no, ahora no te la voto porque necesito que me cambies esto";. ¿En qué quedamos? La oposición también tiene que ser responsable de los acuerdos a los que llega. Muchas veces no lo es. Es lo que pasó con la Universidad de la Educación.
¿Cómo salió la Universidad Tecnológica? Salió por acuerdo. En la ley de despenalización del aborto, ellos no iban a votar el artículo sobre la despenalización del aborto por la sola voluntad de la mujer, pero me consta que Solari y el propio Carlos Moreira trabajaron muchísimo en la Comisión de Salud por mejorar la ley. Y trabajamos con ellos y trabajamos meses para mejorar la ley.
Eso en las leyes en las que tenemos divisiones importantes. En la ley de servicios de comunicación audiovisual, en la de despenalización del aborto o en la de responsabilidad penal empresarial; en esta última votaron muchas partes de la ley, solo no votaron una parte. Eso también es importante que la gente lo sepa, no hay leyes que toda la oposición no vota nada. En general no se votan algunas cosas, pero es muy difícil que uno encuentre una ley entera que solo cuente con los 50 votos del FA.
Con la ley de servicio de comunicación audiovisual el PI estuvo protestando porque entonces los partidos menores no tenían… y se hizo un cambio para contemplar la situación de los partidos menores. También se protestó porque la publicidad…
EC - La protesta era por la asignación de publicidad electoral gratuita en los medios.
CM - Exacto. Eso se contempló. Que la gente no sea llamada a engaño sobre esto. Estuve cinco años en el Parlamento y como novata, mirando desde afuera, y al contrario, creo que la regla del acuerdo que predomina en la cultura política uruguaya es una gran regla. Y los partidos lo saben, porque viven en esa vida todo el tiempo.
¿Qué los preocupa? Los preocupa que nosotros vayamos a introducir grandes cambios con los que ellos no estén de acuerdo. Pero allí tienen también la Suprema Corte de Justicia (SCJ), ellos mismos son los que presentan a la SCJ los recursos de inconstitucionalidad. A veces han tenido suerte, la SCJ ha estado de acuerdo con esos recursos, y a veces no han tenido suerte. El sistema democrático uruguayo tiene muchas garantías para que ninguna mayoría atropelle a nadie.
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EC - La oposición también advierte que un Poder Ejecutivo del FA con mayorías propias en el Parlamento sería incluso más riesgoso que el que se ha visto en la primera presidencia de Vázquez y en esta de Mujica, porque en las elecciones del 26 de octubre el mapa interno del FA "se corrió a la izquierda";. Y la destacan a usted como parte de ese giro. Los 16 senadores se repartirán de esta manera: el Espacio 609 tendrá seis, la 711 tendrá tres (con Sendic vicepresidente), el Partido Comunista (PCU) uno, usted uno. Ese espacio "radical"; va a tener 11 de los 16 senadores.
¿Usted qué dice?
CM - De la misma manera, yo estoy preocupada porque la bancada del PN y del PC se están corriendo a la derecha. Porque la renovación en el PC la ha hecho el sector de Bordaberry, no el sector de Amorín; la renovación y el principal peso. En el PN las cosas están un poco más repartidas, pero en el Senado el sector del Herrerismo va a tener más peso que el sector de Larrañaga.
A mí también me preocupa, porque el sector de Larrañaga fue el sector con el que tuvimos más alianzas en este período que pasó. Hay que recordar que, más allá de que los acuerdos de la educación se rompieron, etcétera, todo lo que fueron los primeros acuerdos multipartidarios que se hicieron al inicio del período se hicieron con todos los partidos, pero el sector de Larrañaga apoyó.
Así que yo comparto la preocupación, el PN y el PC también se corren a la derecha. De la misma manera que me parece que el PI le haría honor a su espíritu de autoproclamada nueva izquierda apoyando una ley de regulación de los servicios de comunicación audiovisual para la que ya está anunciando que va a pedir la inconstitucionalidad. También me preocupan esas señales.
EC - Pero hablemos del espacio que usted integra. Usted misma en la campaña previa a las internas reclamaba un giro a la izquierda y cuestionaba a Vázquez, competía con Tabaré Vázquez, y lo cuestionaba por sus posiciones demasiado volcadas al centro. ¿Qué tipo de políticas va a promover dentro de esa bancada del FA con esos sectores que usted misma dice que son aquellos con los que tiene más afinidad?
CM - Primero, las afinidades selectivas dentro del FA son un poco más raras de lo que uno podría imaginar, aunque uno tiende a armar grandes bloques ideológicos. Por decirle algo, en mi principal lucha por la aprobación de las leyes relativas a derechos humanos mi principal aliado ha sido –o yo he sido su principal aliada– el senador Rafael Michelini, que está del lado del Frente Líber Seregni (FLS). O sea que hay cortes ahí. Y lo mismo la agenda de derechos de las mujeres, la trabajé muchísimo con Susana Dalmás o con Mónica Xavier.
EC - Pero usted misma dice que sus mayores afinidades están con el Espacio 609, con el cual trabajó durante todos estos años, con el grupo de Sendic, con el PCU, que justamente son catalogados desde fuera como los radicales, los que pueden promover un gobierno complicado para Tabaré Vázquez, le pueden complicar a Vázquez desde la izquierda su gestión.
CM - En el sentido en que se le complicó a Tabaré Vázquez el tema de la despenalización del aborto porque se promovió esa ley en el Parlamento que él no quería. O que se le complicó a Mujica con las leyes de derechos humanos que se promovieron y que él en su momento no consideró oportunas. Uno siempre tiene que pensar que un Parlamento movedizo, actuante, independiente tiene una cierta autonomía con respecto al Poder Ejecutivo, y ahí el FA cuenta con el disciplinamiento de la bancada. Uno discute las cosas, al final la mayoría gana y votamos lo que votamos.
EC - Pero la mayoría acá va a ser de este tono.
CM - Yo no me anticiparía, vamos a ver cómo vienen las cosas. Con respecto al espacio CG, cuando vayamos a la discusión de presupuesto vamos a tener una primera entente con relación al presupuesto de las Fuerzas Armadas, sobre todo. Porque la última vez que vi "Vínculos funcionarios con el Estado";, una publicación maravillosa, de 500 páginas, que hace la Oficina Nacional del Servicio Civil, vi que las Fuerzas Armadas tienen 28.000 funcionarios y que hay 30.000 policías. Así que toda la estrategia de reducción a través del no llenado de vacantes no parece haber dado muchos resultados, sigue siendo un sector inmensamente grande.
Pero si usted le pregunta a alguien del MPP si estar a favor de la reducción del presupuesto de las Fuerzas Armadas significa ser más de izquierda o ser radical, seguramente le diga que no, y sin embargo a mí me parece que eso está muy bien dentro de los principios de la izquierda.
Me parece que ser de izquierda también es buscar un gabinete paritario y mujeres en igualdad de condiciones con los hombres para el llenado de los cargos públicos. Me parece que ser de izquierda es defender el medioambiente, y ponerlo allí firme en la ecuación del desarrollo. Me parece que ser de izquierda en el siglo XXI incorpora muchas otras cosas que no tienen que ver solamente con los impuestos, gravar el capital. Creo que lo que el sentido común entiende como ser de izquierda es la cuestión de la orientación de la política económica. Nosotros defendemos que el ser de izquierda pasa por entender que, además de la desigualdad y la brecha social que existe, y que debe acortarse, entre los más ricos y los más pobres, existe la brecha intergeneracional, que es terrible en este país, la diferencia entre las condiciones de vida de los más jóvenes y de los más viejos. Existe la brecha de género, que es terrible en este país; si no, no habría la violencia de género que tenemos. Esas desigualdades tienen que ser puestas en la consideración del nuevo pensamiento de la izquierda. Así que sí, todas esas contradicciones y esas luchas las vamos a llevar al Parlamento.
Pero si uno hoy mira todo el espectro político, está un poquito corrido hacia la izquierda, todo el espectro. A pesar de que los partidos tradicionales se corrieron a la derecha. Y me parece que ese es su error, como politóloga se lo digo: no se sigan corriendo a la derecha, porque van a apartarse del sentimiento y la racionalidad del elector promedio, que no está tan a la derecha. Pero si la pregunta es si estamos en un sistema de partidos más polarizado, creo que sí.
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Transcripción: María Lila Ltaif