Una semana después

Luis Lacalle Pou: Tabaré Vázquez "recurre más a la confianza en el pasado que al desafío del futuro"

Luis Lacalle Pou: Tabaré Vázquez "recurre más a la confianza en el pasado que al desafío del futuro"
Javier Calvelo / AdHoc Fotos

Luego de varios días de la segunda vuelta, y con la integración del gabinete ministerial ya conocida, los dirigentes políticos que protagonizaron la contienda electoral comienza un período de balance. Tal es el caso del ex presidenciable nacionalista Luis Lacalle Pou. En diálogo con En Perspectiva, el legislador blanco aseguró que está conforme con el porcentaje final que obtuvo. Por otro lado, mantuvo su postura de no encabezar el directorio del Partido Nacional. Además, el electo senador adjudicó el resultado del 26 de octubre a la celeridad con la que Vázquez designó a su equipo de trabajo: "recurre más a la confianza en el pasado que al desafío del futuro".

(emitido a las 8.42 hs.)

EMILIANO COTELO:
Tabaré Vázquez no perdió el tiempo y ya definió su futuro gabinete. El presidente electo prometió además que va a "conversar con todos los actores políticos y sociales" en busca de un acuerdo nacional.

Pasaron solo ocho días desde el balotaje, pero los movimientos rápidos de Vázquez precipitaron ya una serie de hechos políticos.

Para el Partido Nacional (PN) se abre ahora un período de balances, pero también de definiciones. Y estas definiciones no son solo sobre su posicionamiento frente al futuro gobierno; también se refieren a la interna blanca, ya que el ciclo electoral todavía no terminó y quedan por delante nada menos que los comicios departamentales.

En este contexto, vamos a conversar con el doctor Luis Lacalle Pou, quien fuera el candidato a la Presidencia del PN y que en los últimos días se tomó un descanso, que termina en estas horas, cuando regresa a la actividad.

¿Recuperado? ¿Pudo efectivamente tomar aire?

LUIS LACALLE POU:
Sí, sí, sí, me tomé tres días para estar mano a mano con mi mujer. Y ya hace tres días que estamos trabajando y tenemos reuniones, tuvimos el fin de semana, estamos planificando muchas cosas.

EC - Permítame volver por un minuto al domingo 30 de noche. ¿Qué sintió cuando se difundieron las proyecciones de escrutinio? O, si prefiere, ¿qué siente ahora, con una semana de distancia? ¿Qué evaluación hace del resultado: Tabaré Vázquez 53,6%, Luis Lacalle Pou 41,1%?

LLP - Estamos tranquilos de haber hecho todo lo posible. El mismo domingo, cuando me tocó hablar, sentí una serenidad de haber encarado una campaña de la forma en que lo sentíamos. Los dirigentes políticos no solo tenemos que actuar por lo que nos conviene, sino por un deber ser, que es tratar de hacer las cosas bien para el país. En campaña electoral no vale hacer cualquier cosa con tal de ganar o ser los preferidos. Por supuesto que siempre es mejor ganar y para eso es que competimos, aunque no se pudo dar. Pero con una coherencia, una lógica y un camino que eventualmente nos lleve a poder hacer las cosas que queremos hacer. Esto es, atar el camino, atar los pasos, legitimar la forma elegida para llegar con el fin último elegido. Y eso fue lo que hicimos.

Obviamente, va de suyo que el resultado no fue el que habríamos esperado. Pero tenemos la tranquilidad de haber hecho una campaña sin agredir, una campaña de ideas, una campaña tratando de ser mejores, tendiendo a la excelencia, convocando a gente distinta, discutiendo ideas, no discutiendo cosas de los dirigentes. Y algo que es muy difícil comprobar, pero los silencios que le otorgamos a la ciudadanía cuando se nos estimulaba para contestar en otros tonos y de otra forma. Si nuestro equipo, si la fórmula Lacalle Pou-Larrañaga, a cada estímulo recibido sobre la mentira, el agravio, la descalificación, el grito, hubiera contestado de la misma manera, el tono de la campaña habría sido otro.

Entonces, por supuesto que la preparación nuestra era para gobernar ahora y para gobernar bien, y no se pudo. La tranquilidad de haber representado a casi un millón de personas en nuestro país y de que esperan que se haga política de una manera. No nos va a tocar desde el Poder Ejecutivo, no nos toca conducir los destinos del país. Nos toca un lugar importante, el de ser la segunda fuerza política más grande del país, y desde el Parlamento y otros lugares tratar de llevar adelante nuestra agenda, que seguimos convencidos de que era la mejor, cosa que obviamente la mayoría de la población no entendió así.

EC - ¿El balotaje estaba perdido desde el 26 de octubre, cuando el Frente Amplio (FA) tuvo 47,8, el PN 30,9, el Partido Colorado (PC) 12,9? ¿Cuando ya en ese mismo momento el Frente tenía mayoría propia en Diputados?

LLP - Por suerte tengo trazabilidad. Esa misma noche del 26 de octubre el primer pronóstico que hicimos fue "difícil pero no imposible".

EC - Pero ¿había alguna chance real de dar vuelta la situación?

LLP - A la vista está que no la hubo. Uno nunca sabe, errores ajenos, aciertos propios… Matemáticamente –a eso también hicimos referencia, a eso los uruguayos somos muy adeptos, sobre todo en el fútbol– había chances, pero muy complejas. También decíamos que una cosa es la matemática y otra cosa es la convicción de tener el mejor proyecto. La convicción de tener el mejor proyecto, la posibilidad de comparecer el 30 de noviembre para convencer a la gente era lo que nos guiaba, dentro de la enorme dificultad, cercana a la imposibilidad, que se terminó confirmando.

EC - Hay un análisis que han hecho circular periodistas o politólogos en cuanto a que la campaña, y quizás sobre todo el final de la campaña rumbo al balotaje, estuvo más enfocada a los próximos años que en el 30 de noviembre en sí mismo, a obtener una determinada votación en la segunda vuelta. ¿A usted el haber alcanzado el 41,1% le dio alguna forma de tranquilidad? ¿El 40% era un piso de dignidad que usted y su gente se habían propuesto alcanzar?

LLP - No, algún pope de las encuestadoras dijo que el 40 era el límite. Nosotros no nos pusimos un límite. Si en algún momento se hizo un cálculo, era que teníamos que sacar los votos del PN y tratar de captar la mayor cantidad posible de los votos del PC, sabiendo de algunas dificultades que se estaban viviendo en esa colectividad. Eso era lo esperable.

EC - Y no se alcanzó, fue clarísimo. No se alcanzaron todos los votos del PC.

LLP - Era esperable, siempre se pierde en el camino algún voto del otro partido. O sea que era esperable lograr la mayor cantidad. Vamos a hacer la pregunta directa: si yo estoy conforme con el porcentaje. La respuesta es sí.

EC - ¿Qué significa ese número (41,1%) para usted?

LLP - Y… si hubiera sido 43 habría sido mejor y si hubiera sido 40 habría sido peor. Simplemente que la mayor cantidad de las personas que optaron por votar al PN o al PC votaron a esta fórmula. Faltaron dos puntos.

EC - Pero personalmente para usted, ¿qué significa, pensando en el futuro?

LLP - Yo en esos días no estaba pensando en el futuro, estaba pensando en el presente, en mi obligación como candidato, al haber quedado al principio de la fila de mi partido, después de la interna, en pertenecer al sector más votado de todo el país; después de tres elecciones consecutivas no es el MPP el sector más votado del país, es el nuestro. En haber encarado con Jorge Larrañaga un equipo de confianza y de trabajo en conjunto, en haber logrado después del 26 de octubre, a pesar de los resultados, que ya podían confirmar una definición en el balotaje, que el PC, compañero histórico, recomendara acompañarnos. Era cerrar ese círculo representando a una gran cantidad de personas que entienden que hay otras opciones que no son el FA. Eso quedó claramente demostrado, porque el FA apenas pasa el 50%, el 53%. Aquí no hay una clara mayoría nacional que representa a un partido político; está dividido en bloques, y un bloque pesa un poco más electoralmente.

EC - Hablando de bloques, después de tres elecciones en las que el FA gana el gobierno y la mayoría parlamentaria, Antonio Mercader, uno de nuestros tertulianos de los jueves, decía el domingo de noche que es imperativo que el PN y el PC extiendan a nivel nacional la idea del Partido de la Concertación. Me impresionó lo drástico que fue, porque, según él, sin sumar sus votos en primera vuelta, el PN y el PC no van a lograr ganarle al FA en la próxima elección y tampoco en la siguiente. ¿Usted se ha planteado este tipo de reflexiones?

LLP - Considero a Manino una persona muy inteligente, muy aggiornada, disfruto muchísimo de sus charlas –particularmente recuerdo una del año 98 en Rocha–, es un tipo muy inteligente, comparto muchas cosas. A mí me parece que las definiciones personales, las definiciones electorales son multicausales, y hacen a las conformaciones de bloques, obviamente, hacen a la conformación educativa, cultural –en esa quizás haya que trabajar enormemente, no solo por un tema electoral, sino por un tema del bien país–, tienen un contenido económico, y en una sociedad cada vez más iconoclasta obviamente quién es el candidato, quiénes son las personas que encabezan los partidos, es determinante.

Con respecto a esa premisa que Manino inteligentemente pone arriba de la mesa, hay un elemento que cae por su propio peso, que es que en octubre ni siquiera el PN y el PC sumados votaron más que el FA.

EC - ¿Entonces?

LLP - No es una idea mía, es de Mercader. Pregúntele a él, no a mí.

EC - Por otra parte, el diputado Pablo Iturralde (AN, PN), en una entrevista en Brecha el viernes pasado dijo: "El problema es que el PN no genera agenda". Cuando le preguntan cuáles fueron los puntos débiles, contesta, entre otras cosas: "Tenemos que aprender dónde está la sensibilidad de la gente, el problema es que el PN no genera agenda. Tenemos un problema de comunicación, la agenda la fija la izquierda, discutimos los temas que la izquierda quiso. Eso es algo que tenemos que rever, si marcar la agenda será a través del Parlamento, las redes sociales u otros mecanismos. La izquierda hoy es lo políticamente correcto y nosotros somos el bando opositor".

LLP - A mí no me gusta ser nunca tan contundente, aunque a veces tendemos a ser contundentes. Otra vez, creo que Pablo Iturralde es un político avezado, con experiencia, estuve con él el domingo, me lo crucé un rato, y tenemos muchas cosas para conversar y en común, lo considero un blanco de primer nivel. Creo que no hay que unidireccionar los errores, los aciertos, y no podemos ser tan contundentes por dos puntos más o dos puntos menos.

Es cierto que ha habido un acaparamiento por parte del gobierno, de una fortísima influencia directriz, una enorme participación del Estado, ayudado por un bienestar económico de 10 años, y agentes políticos o personajes políticos de la talla del presidente de la República actual y del propio Tabaré Vázquez, que tienen fuerte incidencia en la agenda. Pero no lo circunscribiría a un solo elemento. Aclaro que no soy ni politólogo, ni antropólogo, ni sociólogo, soy un dirigente político que pretende mejorar su país. En ese sentido y desde ese lugar es que va mi opinión.

EC - Justamente, es un dirigente, nada menos que el candidato presidencial que tuvo el PN este año. Entonces, ¿cuándo hará el partido lo que podríamos llamar autocrítica o balance de este proceso electoral?

LLP - Nosotros con el partido empezamos ayer una política tendiente a terminar este proceso electoral –en realidad lo de "terminar" lo pongo entre signos de interrogación– que se va a dar en el mes de mayo en todos los departamentos. Pongo entre signos de interrogación la terminación, porque quizás sea el comienzo del ciclo electoral.

EC - ¿Qué quiere decir con eso?

LLP - Para algunos cierra con las elecciones municipales, para mí el ciclo del 2019 empieza con las elecciones municipales del 2015.

EC - El próximo ciclo empieza con las departamentales…

LLP - Sí, del 2015.

EC - ¿Qué quiere decir? ¿Puede desarrollar un poco más esa idea?

LLP - Que me parece que la plataforma electoral que presente el PN, eventualmente el Partido de la Concertación en Montevideo, es muy importante para lograr gobernar circunscripciones del país (los departamentos), después el tercer nivel de gobierno (las alcaldías), y que eso, a la postre, con buenos gobiernos, también puede potenciar gobernar el país a partir del 2019.

***

EC - Tan solo 48 horas después de conocidos los resultados, el presidente electo, Tabaré Vázquez, presentó a su elenco, al grupo de ministros y subsecretarios que lo acompañarán en su gestión de gobierno a partir de marzo de 2015. ¿Cómo observó esos movimientos tan rápidos que realizó Vázquez en los primeros días posteriores a la segunda vuelta?

LLP - Soy dirigente político, no analista político; trato de ser muy cauto y no emitir juicios. Para no ser tan aburrido, simplemente, de modo telegráfico: llamó la atención la celeridad con la que lo hizo, lo cual seguramente habla de que venía en boxes, me imagino que después del resultado del 26 de octubre, con una chance cierta de triunfar. Y lo otro es que recurre más a la confianza en el pasado que al desafío del futuro.

EC - ¿Vázquez debió haber conversado con la oposición antes de resolver estos primeros nombramientos?

LLP - No me corresponde hablar de eso.

EC - ¿Esperaba que se comunicara con usted antes de nombrar al gabinete?

LLP - No, para nada; absolutamente. Porque por las señales del doctor Vázquez, su forma de ser y lo que uno podría olfatear después de algún año en esta tarea, el gabinete iba a ser necesariamente monocromático. Hace un poco a la apertura, a la forma de entender el relacionamiento en estos años. Nosotros por eso en campaña hablábamos de gobierno de convicción y no de imposición, gobierno policromático y no monocromático. Pero son formas de entender el país y las dos están legítimamente sustentadas en la democracia; a algunos nos puede gustar más otra, nada más.

EC - En la noche del balotaje, Vázquez informó que usted había tenido "la amabilidad y la gentileza" de llamarlo, y agregó que habían quedado en "volver a conversar personalmente" en los días siguientes. ¿Ya hubo nuevos contactos entre Vázquez y usted?

LLP - No no, no. Yo apenas supe el resultado lo llamé para felicitarlo, para desearle éxito. No podía ser de otra manera, en nuestro partido no somos de la teoría de que cuanto peor, mejor. Si no, estaríamos desdiciéndonos de la causa que abrazamos, que es que nuestro país esté mejor. Queríamos ser nosotros, no nos tocó, le toca a otro; ojalá que dentro de cinco años podamos ser los preferidos nosotros, pero con un país mejor, no con un país en decadencia. Eso es lo que uno, como buen uruguayo, tiene que querer.

Después de llamarlo y felicitarlo, simplemente la tranquilidad de haber hecho las cosas bien y esperar, si es que el gobierno entiende que tiene que hablar con la otra parte del país. Legalmente no tiene por qué hacerlo, y yo soy muy apegado a las formas, creo que hay que cuidar tanto los contenidos como la forma. En ese sentido nuestro trabajo, nuestro esfuerzo, nuestra participación en las ideas, en la presentación de proyectos de ley, de agendas, hasta el rol que no nos podemos amputar nunca, que es el de contralor que es necesario para los equilibrios democráticos a pesar de las mayorías obtenidas por el gobierno, se van a hacer desde el Parlamento. Allí es donde pretendemos cumplir con nuestro trabajo.

EC - ¿Cómo es la relación entre usted y Vázquez, teniendo en cuenta que hubo algunos roces entre ambos durante la campaña electoral?

LLP - Yo no tuve roces con Vázquez, Vázquez tuvo conmigo. Yo lo elogié a Vázquez, cometí la inconciencia y la imprudencia de elogiar a algún otro que era competidor nuestro. Por eso llego con esta tranquilidad. Lo elogié al doctor Vázquez. Es más, el 4 de mayo del 2013, cuando arrancamos la campaña rumbo a las internas, algunos se arrancaron los pelos cuando dijimos que lo que estaba bien lo íbamos a seguir haciendo y mejorarlo, que íbamos a cambiar lo que estaba mal y que íbamos a hacer lo que nunca se hizo. Y llegamos hasta el último tramo de la campaña, sorteamos todos los obstáculos, con esa forma positiva de ver la vida. Con lo cual a mí el diálogo con Vázquez me tiene sin ningún prejuicio o sin ningún obstáculo anterior.

EC - Pero a usted le molestaron algunas de las formas que Vázquez utilizó para referirse al candidato del PN, usted. Teniendo en cuenta esos antecedentes, ¿cómo es hoy el vínculo entre ustedes?

LLP - El mejor. El mejor, porque yo tengo la tranquilidad de que no tengo que pedir disculpas por nada. Tranquilo, no hay que ser rencoroso en la vida. Y aparte, una cosa es cuando se actúa de una manera inconveniente y otra cosa es cuando la sangre llega al río, que obviamente no pasó. Sería injusto si digo que se exageró en algunas cosas. Sí creo que cuando uno encabeza un partido político se tiene que hacer responsable de ese partido y de toda la campaña que se hace alrededor. Yo no me puedo hacer –perdón por el término– el gil si una parte de mi partido agrede, separa, divide, genera odio, sobre todo cuando dirigentes importantísimos, como el propio presidente de la República, colaboraron en ese sentido.

EC - ¿Tabaré Vázquez se hizo el gil?

LLP - Yo hablo de mi persona. Yo no lo puedo hacer.

EC - Pero usted estaba manejando ejemplos de cómo se comportaron figuras del FA.

LLP - No no, estoy hablando de cómo me comporto yo, de qué es lo que yo no puedo hacer, de qué es lo que yo siento que no tengo que hacer. Cada uno sabe cómo actuar y cómo le parece que tiene que hacerlo. Yo con el doctor Tabaré Vázquez no tengo ningún obstáculo que me inhiba, después de la campaña electoral, de tener una relación formal y de buen relacionamiento, civilizado, como siempre han tenido los uruguayos. Algunos nos cuidamos más que otros, no me cabe la menor duda, pero, reitero, no tengo ninguna factura para pasar. Si no, lo haría, porque no soy de guardarme las cosas. No tengo factura para pasar.

EC - ¿Qué expectativas tiene con respecto al diálogo nacional que Vázquez ha anunciado? Un diálogo en el que, según dijo, no participarían solo líderes políticos, sino también representantes de organizaciones sociales.

LLP - Creo que parte de la tarea de los dirigentes políticos es no generar falsas expectativas y darle certidumbres a la gente. Inicio con esto porque en los últimos dos períodos se conformaron comisiones multipartidarias en varios ámbitos, con resultados bastante exiguos. Te diría que mi recuerdo me trae a que el único que parcialmente se cumplió fue el de energía; parcialmente. Yo participé en el de medioambiente y si te he visto no me acuerdo, el de seguridad ni hablar y el de educación, a la luz están los resultados. Lo mismo el proceso anterior. Entonces, el mismo domingo 30 de noviembre, cuando me tocó hacer uso de la palabra, hablamos de acuerdos, pero de acuerdos prácticos.

EC - ¿Qué quiso decir con eso?

LLP - Sí. Es bien simple: convocar a temas puntuales y en los cuales el diálogo lleve a una modificación de la realidad de la gente y no quede en una muy linda foto de dirigentes políticos sonriendo que después queda en nada y genera más frustración.

EC - ¿Y qué es un tema puntual? Porque usted hablaba recién de seguridad, de educación; supongo que no se refiere así, a capítulos tan amplios. ¿De qué está hablando?

LLP - Me refiero a temas puntuales. En los próximos días se van a enterar porque estamos escribiendo alguna cosita.

EC - ¿Debo entender, por ejemplo, que en materia de educación usted pretende que haya acuerdos no en torno a lo global de la reforma sino en torno a algunas medidas en particular? Lo mismo en cuanto a seguridad pública.

LLP - A los gobernantes se nos vota y se nos paga el sueldo para transformar la realidad de la gente. Lo que antecede cuando uno quiere tener una disposición a acordar es el diálogo; lo que tiene que ser consecuencia de ese diálogo es la transformación de la realidad de la gente, o sea, medidas concretas.

Estoy hablando de medidas concretas. Modificar tal ley, pum, hacer tal ruta, que no exista más el pase social en la educación… Y no te quiero adelantar más porque estoy terminando el documento y lo quiero compartir con compañeros antes de hacerlo público. Pero por ahí viene la cosa.

EC - Pero para llegar a acuerdos en puntos como esos, ¿no es conveniente conformar comisiones multipartidarias?

LLP - Siempre y cuando el fin último sean medidas de transformación y no buenas intenciones.

EC - A propósito, ¿de qué manera estará representado el PN en ese diálogo con el gobierno electo, si es convocado? Se lo pregunto teniendo en cuenta que la semana pasada, en una nota del diario El Observador, fuentes de Alianza Nacional decían textualmente: "Acá no hay una sola oposición. Hay oposiciones. La visión de Larrañaga es única y nadie puede hablar en su nombre frente a un interlocutor del gobierno".

LLP - Dentro de una hora y 20 minutos estoy tomando el primer mate con Jorge. Hablaremos con Jorge de estos temas.

EC - Pero el tema pudo haber figurado en la campaña electoral, vaya si estuvieron horas juntos recorriendo el país.

LLP - Ahora entramos en esa época en que yo entiendo que los políticos, los periodistas y ainda mais nos quedamos a veces sin noticias, sin discurso, hay un gran vacío y muchos empiezan a hablar y a decir cosas. Tengo por costumbre en mi vida política y personal, cuando hay este tipo de versiones que no tienen nombre y se habla de "fuentes", de ir directo a la persona citada. Directo, sin intermediarios, no los uso. Es más complejo a veces, pero creo que las relaciones humanas son más sanas. Y no soy vocero de Jorge Larrañaga [se ríe], no me molestaría serlo si él me lo pidiera, pero no lo soy. Esa no es la visión que Jorge mantiene.

EC - Pero de algún modo falta que tengamos claridad con respecto a cómo será la conducción del partido ahora.

LLP - Ah, eso sí. El partido tiene sus órganos y a través de sus órganos nos tenemos que someter a esa conducción.

EC - Y está pendiente la designación del nuevo directorio surgido del resultado de las internas de junio, y eventualmente de las elecciones nacionales.

LLP - Por lo general, lo que ubica al directorio son las internas. Pero tampoco uno aplica la matemática pura y dura. Lo que puedo adelantar, para tranquilidad de la gente a la que le interesen la conformación y el funcionamiento de nuestro partido, es que hay una armonía total en el disenso. Yo nunca tuve miedo de que las tensiones se manifiesten –es más, soy partidario–, pero tienen que tener procesos de solución por todos aceptados. Al fin y al cabo, el nacimiento de una institución, de un partido, de un gobierno, es que todos cedemos a un órgano y a personas la forma de resolver y de mandar en los conflictos. Lo que pretendemos es que el directorio del PN resuelva los conflictos, las tensiones y las ideas distintas. Y como con Jorge Larrañaga hemos generado una muy buena relación, no me cabe la menor duda de que esa va a ser la forma de llevar adelante el partido. Y va a haber una visión del PN.

O sea que a esa fuente, que no sé quién es, y me cuesta mucho en la vida discutir con quien no sé quién es –creo que es gran parte de los problemas que tenemos a veces los individuos, que la gente no da la cara para decir las cosas–, la niego. Creo que Larrañaga no está en eso, y no me cabe la menor duda de que este equipo va a seguir funcionando como ha funcionado en estos meses.

EC - ¿Sigue con la idea de no asumir como presidente del directorio del PN?

LLP - No es una idea, es una definición.

EC - La mantiene, entonces.

LLP - Y sí, si no, no tendría palabra.

EC - Queda entonces la pregunta de cómo se resuelve la presidencia del directorio.

LLP - Ya lo tenemos prácticamente resuelto dentro de nuestro grupo. Hay que hablar con los demás grupos. Hace un año y medio me paré frente a 500 convencionales y hablé de lo que entiendo debe ser un partido moderno, de que el candidato no debe ser el presidente del directorio, de que el candidato se tiene que someter a las decisiones del partido. Para eso obviamente hace falta tener mucha humildad y mirarse mucho al espejo, que no es una cosa fácil.

***

EC - A partir de esa definición que usted hizo ante la Convención de que desde su punto de vista el candidato presidencial no puede ser presidente del partido, de que tiene que someterse al directorio del partido, un oyente manda un mensaje en el que hace notar lo siguiente: "El doctor Lacalle Pou ya no es más el candidato. ¿Hay que entender que piensa ser de nuevo candidato dentro de cinco años?".

LLP - Es una buena interpretación del oyente.

EC - Piensa ser. Usted sigue para adelante en un trayecto que tuvo a esta como su primera etapa.

LLP - Esto no supone una escalera. Te consta, por todo este proceso en que estuvimos varias veces juntos, el esfuerzo que se hizo de convocar a gente distinta, de prepararnos, de tener agendas modernas, para gobernar ahora y para gobernar bien –es la segunda vez en la nota que lo digo–. Una vez cerrado ese capítulo, y cuando uno entiende que tiene cosas para dar y quiere dar por el país, automáticamente cambia el chip. Y como hay serias chances de que uno intente hacerlo… me parece un poco frívolo hablar de esto ahora, pero ante la pregunta del oyente, me parece lógico contestarle que cuando uno aspira a estar en la carrera política es mejor que los órganos partidarios tengan una vida partidaria con mucha vitalidad, con muchas ganas y que el candidato no sea quien encabece ese partido.

***

EC - Dentro de un rato va a tener su primer encuentro con el doctor Jorge Larrañaga. Y, según usted mismo anticipó, van a trabajar con vistas a las elecciones departamentales. Concretamente, ¿qué es lo que se proponen?

LLP - Vamos a darle un poquito de tranquilidad al tema. Sí hemos definido, y me parece una muy buena cosa, y lo definimos después de horas de ruta y de vuelo, asumir la responsabilidad que la gente nos dio, como las dos personas más votadas dentro del partido. Sin entrometernos en las autonomías departamentales partidarias, me parece que el concurso nuestro tiene que estar. ¡Tenemos que dar la cara, tenemos que hacernos cargo! Y hay equilibrios y desequilibrios en los distintos departamentos en los que siento la obligación de estar presente, de dar una mano y de zurcir todo lo posible para una mejor comparecencia en cada uno de ellos. La idea es hacer departamento por departamento, no dejar nada librado al azar, absolutamente nada.

EC - Se juega mucho el PN entonces en la elección departamental.

LLP - Se juega mucho la gente en los departamentos de tener un mejor gobierno. Y donde nosotros pensamos que tenemos los mejores candidatos, tenemos que actuar en consecuencia.

EC - Pero, por lo que usted decía, también se trata de, desde la cúpula del partido, fortalecer incluso aquellos departamentos donde pueda haber debilidades.

LLP - Exactamente. Siempre en un diálogo horizontal con los dirigentes departamentales, que es su momento y su elección. Pero yo no me puedo amputar, mejor dicho, creo que no debo amputarme la posibilidad de haber sido el candidato más votado de mi partido y encabezar el sector más votado de mi partido. Y Jorge opina exactamente lo mismo desde su punto de vista, lo que me parece una muy buena y sana coincidencia hacia el futuro del partido. Y te cuento que entre los corrillos partidarios hay una sana satisfacción de que sea así.

EC - En la elección departamental de Montevideo el PN y el PC han resuelto votar juntos bajo el nuevo lema Partido de la Concertación. Según la última reforma constitucional, ese lema puede llevar hasta tres candidatos a intendente. El PC ya nombró al suyo, Ney Castillo. Y durante varios meses se daba como un hecho que Jorge Gandini tenía grandes chances de ser el candidato del PN, sobre todo porque viene preparándose desde hace años, porque ha fundado un centro de estudios departamentales, porque recogía apoyos más allá de AN. Sin embargo, después de las elecciones internas, cuando usted ganó, de algún modo desactivó esa carrera y anunció que tenía otros nombres en mente, en particular el del expresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Sebastián Bauzá.

LLP - No, eso no es cierto, yo nunca hablé de eso.

EC - Bauzá fue quien…

LLP - Nunca mencioné a Bauzá.

EC - … mencionó que usted había hablado con él.

LLP - Ah, eso es otra cosa. Yo nunca mencioné a Sebastián Bauzá, jamás.

EC - Él declaró que estaba esperando una nueva reunión con usted, que, según habían pactado, iba a tener lugar en octubre y que no se concretaba. Eso hizo que con el correr de las últimas semanas y meses ese nombre fuera perdiendo fuerza.

LLP - Reitero: le están dando fuerza a un nombre que yo públicamente no manejé; privadamente puede ser otra cosa. Yo soy muy cuidadoso de la intimidad de la gente, muy cuidadoso, y tengo el mejor concepto como ser humano, como empresario y como dirigente del fútbol de Sebastián Bauzá. Ahora, si a mí alguien me escuchó hablar de Sebastián Bauzá en público, que me traiga la declaración.

EC - Está bien, estoy haciendo memoria y puede ser que usted mismo no lo haya mencionado…

LLP - Puede ser, no: no.

EC - Está bien, no lo mencionó, pero cuando se le consultó por ese nombre tampoco lo descartó. Era bastante claro que ese era un hombre que usted manejaba.

LLP - ¿Es una pregunta o es una afirmación?

EC - Para mí, una afirmación.

LLP - Ta, entonces no tengo por qué contestar. [Se ríe.]

EC - Lo cierto es que ese nombre parece haber ido perdiendo fuerza…

LLP - Eso es parte de la telenovela que ha hecho otra gente. Yo no he colaborado en eso, aclaro. Simplemente te voy a escuchar.

EC - … Y por otro lado, Gandini declaró que se cansó de la indefinición y renunció a sus aspiraciones. ¿Cómo piensan manejar esta situación?

LLP - A ver: toda esa situación me la estás pintando tú, no necesariamente es la que yo estoy viviendo, o la que está viviendo el partido. Son elementos aislados que están… no sé, ni siquiera se puede decir vox populi, están en la vuelta; yo no necesariamente confirmo que sean ciertos.

Los elementos objetivos que ahora voy a utilizar para no manejar nombres de gente en vano ni manosear nombres –porque no me gusta hacerlo, sobre todo con compañeros del PN– es que existían intenciones de compañeros de ser candidatos a intendente, que hubo una elección interna que claramente dejó dicho quiénes son los que tienen peso político real dentro del departamento de Montevideo, hay un orden, y que el candidato debe ser una persona que concite la mayor adhesión entre los convencionales que de alguna manera van a impulsar a ese candidato. Y eso lo vamos a hacer y también lo va a hacer el PN en su conjunto.

EC - Ajá…

LLP - Van a tener noticias en breve.

EC - Esa es otra de las preguntas, si esto no se está dejando para resolver demasiado tarde, teniendo en cuenta experiencias pasadas del propio PN y del PC a la hora de competir por la Intendencia de Montevideo.

LLP - Es una pregunta que yo me he hecho personalmente. La respuesta es: ¿más vale llegar rápido y mal o llegar tarde, un poquito tarde o más tarde y todos juntos? Mi respuesta fue la segunda. Porque rumbo a octubre pudimos haber tomado la decisión, estaba para tomarse la decisión, pero yo preferí no tomarla mal porque la íbamos a tomar entre unos pocos o, mejor dicho, no iban a quedar la mayor cantidad de compañeros satisfechos. Entonces preferí demorarla.

EC - ¿El nombre de Gandini definitivamente queda por el camino? Cabía la posibilidad de que usted y Larrañaga hablaran con él y lo hicieran cambiar de opinión.

LLP - ¿Pero por qué?

EC - Porque entendieran que efectivamente era un buen nombre teniendo en cuenta el contexto.

LLP - Jorge Gandini es un excelente dirigente político. Tengo buena relación –creo que esto ya lo conversé contigo–, cuando salgo del ascensor en el Palacio está su despacho, tengo relación con sus asesores, con su gente, con él. Él no puede estar ajeno a ningún proceso electoral del PN, y el primero que supo todos estos pasos que he ido dando, todos –porque a mí me gusta que actúen de esa manera conmigo– fue Jorge Gandini. No lo supo la prensa, porque yo las conversaciones privadas, sobre todo cuando hablan de otra gente y no de mí mismo, no las suelo ventilar. Así que todo este proceso va a tener a Jorge Gandini como un gran compañero, un gran trabajador, sin perjuicio de que sea o no el candidato de la Concertación.

***

Transcripción: María Lila Ltaif