La Mañana de El Espectador

Salto: Crónica de una muerte anunciada

Al borde del precipicio y sin recursos genuinos, Salto depende de un nuevo salvavidas del Gobierno central que le permita superar lo que ya se describe como una "crisis social". La quiebra de la Intendencia impacta en la vida del departamento y afecta a comercios y empresas, que están enviando trabajadores al seguro de paro. Se necesitan más 18 millones de pesos para cumplir r "apenas" con lo adeudado con los trabajadores hasta el mes que viene. Los colorados hacen "mutis por el foro" ante una gestión que presentaron como "modelo".

"Un acercamiento positivo";. Así fue como calificó el intendente electo de Salto, Andrés Lima, la reunión que en la Torre Ejecutiva mantuvo con el actual jefe comunal Manuel Barreiro y con su antecesor, Germán Coutinho. La reunión fue en la Torre Ejecutiva, presidida Alvaro García, director de la OPP, el organismo que tiene la "llave"; para que Salto pueda, por lo menos, avizorar una salida a la profunda crisis en que está sumido.

 

La intendencia está literalmente en quiebra y necesitará sí o sí del Gobierno central para afrontar los múltiples compromisos que se le vinieron encima. El principal: abonarle el salario a sus trabajadores.

 

Se trató del primer encuentro entre la administración entrante y saliente, y aunque no hubo ningún resultado concreto, se logró el compromiso de trabajar en forma conjunta por una salida. Habrá una nueva reunión la próxima semana para avanzar en la herramienta a utilizar: un nuevo fideicomiso, un préstamo, o la apertur de una línea de crédito.

 

Lima dijo a La Mañana de Espectador que la prioridad hoy es, lógicamente, obtener recursos para abonar los salarios de mayo, junio y el medio aguinaldo a los funcionarios. Eso supone unos 18 millones de pesos. En segundo lugar, afrontar las millonarias deudas con los proveedores.

 

De todas formas, para el intendente electo es vital una garantía de que el acuerdo no comprometa su gestión. Lima pretende tener "aunque sea un pequeño margen"; para poder realizar obras que considera indispensables.

 

La situación es mucho más compleja de lo que se piensa. La salida que se negocie condicionará inevitablemente a la próxima administración y, tal vez, a la que le siga. Hay un cúmulo de irregularidades pro parte de la Intendencia que, en varios cosas, podrían rozar un delito penal.

 

Lo sabido es que, los sueldos de mayo y de junio, junto al pago del medio aguinaldo para los más de 2100 trabajadores municipales está en duda. La IS no tiene recursos genuinos ya que  que los previstos están todos comprometidos para el pago de los diferentes fideicomisos que tomó la comuna a modo de "calesita";. Fideicomisos que fueron contratados para obras que nunca fueron hechas y cuya rendición nunca fue presentada.  Eso provocó que el Estado cortara hasta el momento todas las líneas de crédito. Antes lo había hecho el sector privado.

 

Ha realizado además las retenciones a los trabajadores que luego no ha vertido al destino correspondiente, generando atrasos y, muchas veces, endeudamiento y corte de crédito para los funcionarios.  Esta situación lleva ya 14 meses y afecta tanto a las retenciones familiares como a las del Estado y cooperativas de crédito.  También estuvo reteniendo la cuota sindical.  Todas estas situaciones fueron motivo de que los funcionarios presentaran varias denuncias penales en los últimos meses.

 

Hay un problema: Salto sólo tiene 1000 funcionarios presupuestados, que son los únicos que una solución legal contemplaría. Queda la interrogante si la fórmula que se pretende diseñar abarcaría también a los otros mil contratados.

 

Cabe agregar que el 85% de lo ingresaba a Salto era destinado al rubro "cero";,es decir, retribuciones.

 

Un detalles aparte son los cargos de confianza política. Suponen una erogación mensual de casi 3 millones de pesos, según la IS, aunque en el entorno de Lima dice que sus salarios suman 13 millones. Desde el Frente Amplio se denuncia además que más de 70 personas fueron presupuestadas en las dos semanas anteriores a las elecciones.

 

 Los funcionarios nucleados en ADEOM Salto llevaron su preocupación al Parlamento, responsabilizando a Germán Coutinho por la situación. Estimaron que el déficit anual de la comuna llega a 1200 millones de pesos, el doble de lo que la administración colorada admite.  Esta deuda supera en un 20% al propio presupuesto anual de la intendencia. En términos comparativos, Salto no tendría que gastar un solo peso en catorce meses si quiere honrar la deuda con recursos propios.

 

El dirigente Juan Carlos Gómez dijo en conferencia de Prensa que también hay una deuda millonaria con la mutualista local, de casi 43 millonesde pesos. 

 

  Gómez advirtió que lo de Salto ya es un problema coyuntural del departamento: muchas empresas están enviando trabajadores al seguro de paro o directamente despidiéndolos. Es obvio: en Salto hay menos planta y eso genera desde hace meses un impacto muy importante en la plaz comercial.

 

Si los trabajadores no logran cobrar lo adeudado, el próximo martes comenzarán una huelga general.  Pidieron las máximas garantías de que la herramienta que se diseñe como salida sea destinada para pagar lo adeudado y no sea "desviada"; por la Intendencia, como sucedió en ocasiones anteriores.

 

ADEOM Salto tiene instalada desde hace varios días una carpa frente a la sede de la Intendencia, con una olla popular en donde se pide colaboración a los salteños y a los comercios de la ciudad para afrontar las dificultades de sus compañeros más sumergidos.

 

 

La crisis afectó además  el "buque insignia"; de Coutinho, el boleto  del transporte colectivo a seis pesos, y la incorporación de unidades último modelo. Lo cierto es que esa política le generó a la Intendencia un déficit de 50 millones de pesos anuales.  La falta de dinero hizo que el subsidio de terminara. También la plata para el combustible, y gran parte de los buses simplemente dejaron de pasar.

 

Si bien en el Gobierno se prefiere mantener el perfil bajo, el ministro de Trabajo Ernesto Murro salió en las últimas horas muy fuerte contra la gestión actual. El ministro señaló que en anteriores oportunidades el Ejecutivo debió ir en ayuda de Salto…

 

Por su parte el presidente del Congreso de Intendentes, Artigas Barrios, consideró que "es claro"; que Coutinho "no fue prudente";.

 

Mientras el intendente Barreiro debe afrontar en solitario esta transición, en el Partido Colorado hay un silencio casi absoluto sobre la debacle de una gestión a la que siempre presentó como "el modelo"; a aplicar en caso de llegar al Gobierno nacional.

 

Empezando por el senador Pedro Bordaberry, que se ha negado a hacer ningún comentario sobre el resultado de una administración que en los últimos años destacó permanentemente, conducida por el que fue su candidato a vicepresidente y señalado como posible sucesor en el liderazgo del Partido Colorado.

 

 Siguiendo por el propio Coutinho,del que se espera asuma en algún momento el costo de esta crisis. Su única explicación hasta el momento es que la situación obedece a "varios factores.

 

 El "mea culpa"; llegó por parte de Fernando Amado. El miércoles ante la Comisión de Legislación de Trabajo, en presencia de sus colegas y de los funcionarios de salto, dijo  dijo asumir como colorado "su cuota parte de responsabilidad"; ante una situación que le genera "dolor e impotencia";.  Amado cuestionó el aumento de cargos de confianza y señaló que la situación "es un desastre"; y la calificó de "crisis social";.

 

 

Lo cierto es que, con todo, Coutinho fue el candidato más votado el pasado 10 de mayo en Salto. Sacó diez mil votos más que Lima, que logró triunfar gracias a la acumulación por lema. El Frente Amplio se impuso al PC por apenas 1748 sufragios.