El fallo sostiene que "el funcionario existe para la función y no la función para el funcionario"; y que la jueza no tenía un "derecho adquirido"; a permanecer en el juzgado penal, al tiempo que el traslado no significó un descenso en su carrera como magistrado ni un acto arbitrario.

"Hablar de razones de servicio es no decir nada, es un cliché que no dice nada, es algo arbitrario"; porque "se debería explicar cómo se administran los recursos humanos";, dijo a Rompkbzas la jueza Mota a quien el fallo no la alegró, pero anotó que el tribunal votó dividido, ya que para tres de los cinco ministros el traslado fue necesario. En el momento de su traslado Mota tenía en su despacho cerca de 50 casos de violaciones a los DDHH la dictadura y fue responsable del procesamiento de varios militares. "Estaba en un área que me gustaba y me sacaron";, afirmó.