Estuvo exiliado durante quince años en Panamá, Cuba y México, debido a su posición frente a la dictadura. Regresó en 1988 con la idea de hacer una querella directa contra Augusto Pinochet pero no prosperó. Sin embargo, "en enero de 1998 presentamos la querella que cayó en manos de un juez que había sido partidario de la dictadura, pero a medida que tomó conocimiento de los hechos cambió". Agregó que actualmente hay 1500 procesos abiertos.

En cuanto a la situación actual de Chile sostuvo que "junto con Uruguay son dos de los países emergentes con más desarrollo de la época. Pero en el caso chileno el 0,1% de la población se queda con el 30%. Es uno de los países con mayor desigualdad del mundo". Para mejorar la situación el gobierno de Bachelet propuso una reforma tributaria.

La dictadura dejó varias secuelas en el pueblo chileno, entre ellas la nostalgia que se desprende de todas sus manifestaciones culturales, "la alegría no llegó con la democracia", reflexionó el embajador.