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La libertad, un bien a proteger

En un país forjado y sostenido en base al secretismo, nuestra libertad se va acotando con la complacencia generalizada.

Avanza la vigilancia a través de cámaras, que según el responsable del sistema en el Ministerio de Interior, "han logrado mejorar los procesamientos pero no evitar el delito". Pero lo que nadie sabe es quien controla a los vigilantes.

En tanto, la periodista Rosario Touriño agrega en el Semanario Brecha otro asunto preocupante al referirse a la distribución de publicidad oficial: "Por más que la casta política se llena la boca con los valores republicanos, el desconocimiento de las dimensiones de un problema que no sólo atañe a los medios o los periodistas es alarmante. La sensación es que los gobernantes se sentirían más cómodos con medios debilitados, directamente cerrados, o con medios adecuadamente oficialistas".