Análisis de Julio Alonso, desde Europa

El acuerdo alcanzado por Grecia no significa una pérdida, como sostienen los grandes medios de comunicación

Atenas. ©EFE
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Luego de vivir años en el filo de la bancarrota, un referéndum y 17 horas de negociación, Grecia llegó a un acuerdo que apunta a unas "reformas ambiciosas de las pensiones" para asegurar su sostenibilidad, ajustes en el IVA, un ambicioso plan de privatizaciones y una revisión de la legislación laboral en cuestiones tan delicadas como los despidos colectivos, todo ello para conseguir un tercer rescate y evitar la salida helena del euro.

A cambio, Grecia obtuvo de sus socios la promesa de que estudiarán un alivio de las condiciones de reembolso de la deuda, aunque en ningún caso una quita como pretendía el primer ministro, Alexis Tsipras.

"Es un genocidio económico"; donde hay "una campaña mediática para mandar la señal que los griegos dilapidaron el dinero que la buena de la Unión Europea gentilmente le da a los países pobres";, dijo a Rompkbzas el corresponsal español Julio Alonso, desde Madrid.

Con su particular enfoque Alonso dijo que lo acordado por el gobierno griego no significó una pérdida, como sostienen los grandes medios de comunicación.