Para Ope Pasquet, la convención colorada del sábado fue un paso adelante pero "falta muchísimo todavía".

Pasquet: el PC tiene que renovar su dirigencia

Para Ope Pasquet, la convención colorada del sábado fue un paso adelante, porque se comenzó a discutir. Sin embargo, dijo que "falta muchísimo todavía". Para él hay que avanzar en la renovación de liderazgos y recuperar el funcionamiento de la conveciones. "El partido dejó de funcionar democráticamente y las decisiones se concentraron en una pequeña cúpula", lamentó.

(Emitido a las 8.50)

EMILIANO COTELO:
El Partido Colorado (PC) después del 10 por ciento. ¿Cómo sale el partido que está ejerciendo el gobierno en estos momento en el país y que lo ha ejercido en tres períodos desde la salida de la dictadura, un partido asociado tradicionalmente con el poder en nuestro país? ¿Cómo sale de la crisis más profunda de toda su trayectoria?

¿Qué dejó la Convención Nacional del PC que se convocó para el sábado pasado para discutir esas cuestiones? Estamos escuchando distintos puntos de vista, por ahora con las minorías. Está con nosotros el doctor Ope Pasquet, líder del Batllismo Abierto.

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Pasquet, su sector, al igual que la Unión Colorada y Batllista (UCB), presentó un informe, cada uno presentó un informe propio de diagnóstico, de estudio de lo ocurrido y planteo de propuestas. ¿Quedó conforme con el resultado de la convención?

OPE PASQUET:
Es un paso adelante, no es de ninguna manera el fin del camino, pero me interesa señalar que como usted bien dijo presentamos nuestro propio informe, no hubo dos, como dijo el amigo Iglesias recién, hubo tres, el nuestro también estuvo en la mesa y está en nuestra página web, que es www.batllismoabierto.org.

EC - Usted dice que lo del sábado pasado fue un primer paso, un paso adelante. ¿Qué fue lo que lo dejó conforme?

OP - El hecho de que la Convención esté empezando a reunirse otra vez después de muchos años en silencio. Nosotros venimos hablando de esto desde hace mucho tiempo, usted lo sabe. El sábado empezamos lo que tiene que ser un largo camino, entre otras cosas tenemos que reaprender los colorados la práctica del funcionamiento democrático, porque no es fácil procesar el trabajo de una convención de centenares de personas, se vio en el curso de la reunión del sábado que no es tan sencillo.

EC - Tengo acá un mensaje que vino recién por teléfono de un convencional departamental de Durazno. Dice: "La convención terminó con un abucheo de los convencionales departamentales que estaban arriba. Nos fuimos todos fastidiados. No existió el mea culpa de los líderes que nosotros esperábamos. Se pasaron hablando de la crisis de 2002. Sólo Ronald Pais y Ope Pasquet fueron claros. Me fui fastidiado y con la idea de que así no se cambia nada y seguiremos alejados de la gente".

OP - Nosotros no acompañamos el informe de la mayoría porque en cinco o seis carillas hay solamente cuatro renglones de autocrítica, siendo generoso porque los cuatro no son parejos. Y porque en las dos causas que se destacan como causante de la gran derrota, si usted las lee atentamente, parece que la culpa la tuvo la gente que no entendió cómo se votaba, o sea que hubo un problema de que la gente no entendió lo del balotaje e hizo el balotaje anticipado. Nosotros no participamos de ese punto de vista, pensamos que mucha gente, muchos colorados y batllistas no votaron a conciencia y con dolor, por eso fueron a otro lado. Cosa que decimos en nuestro informe y procuramos fundamentar y desarrollar.

EC - Ustedes mencionan otras razones, otras causas como las culpables de esta debacle. ¿Podemos repasar en titulares esos motivos?

OP - Nosotros señalamos causas de largo y de corto plazo. Entre las causas de largo plazo, que nos parecen las más gravitantes, decimos que el partido pegó un viraje ideológico desde 1985 para acá, cortamos con las políticas de los años 50, aquellas del Estado de bienestar batllista, que tuvieron un fin por el año 1955, a mediados de la década del 50; aquel modelo se agotó y como consecuencia de ese agotamiento vino la derrota de 1985. El país no volvió a encontrar un modelo alternativo exitoso. Empezamos a buscarlo desde 1985, cambiando lo que habían sido nuestras políticas de los años 50, en los años 40 y 50 se designaban decenas de miles de funcionarios públicos, su número creció espectacularmente. A partir de 1985 dijimos: esto no puede ser más así, hay que reducir el número de funcionarios, reducir el gasto público. En los años 50 protegíamos a la industria nacional con altos aranceles y otorgábamos subsidios a diestra y siniestra, hacíamos tipo de cambio múltiple para favorecer la rama de la producción nacional, etcétera.

De 1985 para acá cambiamos y dijimos hay que bajar los aranceles, integrarse a la región primero, salir a competir en el mundo después. Esas políticas afectaron a nuestra propia base electoral, a los funcionarios públicos, a los pasivos, a los industriales, a los obreros de la industria, a los empleados de ese sector, y todo eso no fue debidamente explicado y comunicado. Para hacer una exitosa gestión del cambio hay que empezar por explicar lo que se quiere hacer, en primer lugar a los propios integrantes del partido. Cosa que no se hizo porque el partido dejó de funcionar democráticamente y las decisiones se concentraron en una pequeña cúpula. Y dejamos de comunicarlas a la población porque fuimos perdiendo nuestros propios medios de comunicación –el emblema de esto es el cierre del diario El Día, hay muchos otros cierres más– y fuimos perdiendo inserción en la sociedad civil en todos los ámbitos, segmentos, grupos, asociaciones de la sociedad donde dejó de haber conexiones con el PC. En este período de gobierno la crisis por supuesto que golpeó mucho, todo el proceso de definición de nuestras candidaturas que tuvo sus traumas y sus avatares como todos sabemos, todo lo que pasó en el cataclismo bancario de 2002 y también todos los temas vinculados con la corrupción, los casos reales o presuntos de corrupción...

EC - Ése ha sido uno de los factores que usted ha manejado con insistencia y, claro, provoca irritación en otros sectores del partido.

OP - No, no es que yo lo maneje con insistencia, yo señalé que en el informe oficial de esto no había ni una palabra. Lo que digo es que frente a los casos reales o presuntos el partido no reaccionó, debimos haber integrado la comisión de disciplina que recién se integró el sábado –se pasó varios años desintegrada– para mostrarle a la ciudadanía que a nosotros también nos preocupan esos temas, que no son solamente temas de la justicia penal, y que hay conductas que pueden no ser delito, pero pueden ser inmoralidades, conductas indecorosas, pueden ser conductas que la gente espere que los partidos políticos corrijan de alguna manera. Y nosotros en esto estuvimos lerdos de reflejos, no hicimos nada, y estoy seguro de que esto pesó en el resultado electoral. Todo eso es lo que procuramos desarrollar en nuestro informe. Y concluíamos en los términos siguientes: ¿cuál es el balance de todo esto? Lo que pasó fue que el pueblo le retiró la confianza al PC, en síntesis. ¿Y cómo salimos de esto? Con una gran renovación, entendida de la manera más amplia posible. Que tenemos que renovar ideas y discursos, por cierto que sí; que tenemos que renovar nuestros órganos a través de la reforma de la Carta Orgánica y nuestros métodos de trabajo, también, por cierto que sí. Pero la gente no deposita su confianza en los programas ni en los organigramas, la gente deposita su confianza en los líderes, y cuando retira su confianza se la retira a líderes. Lo que el PC tiene que hacer, pues, es renovar su liderazgo, renovar su dirigencia.

EC - Hubo una propuesta para que el Comité Ejecutivo se renovara anualmente.

OP - Nosotros anunciamos esa propuesta en la convención, la vamos a llevar a la Comisión de Carta Orgánica y nos parece que es empezar a crear los mecanismos que permitan esa renovación.

EC - ¿Ustedes entienden que el actual Comité Ejecutivo, que se instaló muy poco antes de las elecciones, el encabezado por Sanguinetti como secretario general, tuvo responsabilidades en el resultado del 31 de octubre, que debió haber renunciado?

OP - No, no. Cuando la UCB planteó esa moción nosotros la votamos afirmativamente y luego expliqué por qué. Yo integro el Comité Ejecutivo, si alguien dice: la convención tiene que juzgar a este comité yo desde luego me someto instantáneamente al juicio de la convención. Pero no me parece razonable pretender que un comité que fue elegido el 18 de setiembre tenga alguna culpa en el resultado del 31 de octubre. No me parece razonable pero, insisto, si la convención quiere juzgar yo instantáneamente me someto a su juicio.

EC - Para terminar, usted recién detallaba factores que según el BA incidieron en el resultado electoral del PC el 31 de octubre, muchos de los cuales, la mayor parte de los cuales no están tenidos en cuenta en el informe que presentó el secretario general. Entonces, ¿por qué le parece que lo del sábado fue un paso adelante?

OP - Porque empezamos a discutir estas cosas en la convención.

EC - ¿Y alguna medida en particular de las que se anunciaron allí le resulta satisfactoria?

OP - Por supuesto, el hecho de que la convención vaya a reunirse cada cuatro meses, vamos a crear un centro de estudios, vamos a desarrollar planes de formación, pero sobre todo estamos creando el ambiente político, estamos readquiriendo los colorados la cultura política de que las cosas se discuten ahí. No se crea que esto salió así redondo, perfecto, yo tengo observaciones en cuanto a cómo funcionó la convención del sábado. Sé que estamos cortos de tiempo, usted tiene una agenda apretada, pero no crea que fue todo fantástico. Por eso digo, estamos recién readquiriendo el hábito de la discusión colectiva. Principio tienen las cosas, vamos a tener otra convención en marzo y vamos a seguir. Y pienso que cada vez nos vamos a ir acercando más a una discusión política pertinente, seria, concentrada en los puntos que hay que discutir. El sábado esto tuvo mucho de desahogo, había en cierto momento 36 personas en la lista de oradores; cada cual desarrolló el tema que quiso, algún convencional habló largamente sobre la tarea a desarrollar en el departamento de Montevideo, no tenía nada que ver con el orden del día, pero en fin. Hay que readquirir el oficio de funcionar en convención, que es funcionar democráticamente. Lo que me parece bueno es que empezamos a recorrer ese camino, pero soy muy consciente de que falta muchísimo todavía.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe