Al hablar ante militantes del comité Shangrilá, este sábado, el exjerarca dijo que la izquierda tiene tres grandes desafíos. Las relaciones internacionales, el modelo económico y el modelo político y social.

Dijo que algo está cambiando como para que los partidos y gobiernos de izquierda cambien.

Agregó que era fácil ser de izquierda en el siglo 20 "cuando estaba claro cuál era el imperio, la derecha, la dictadura y no eran gobierno".

Dijo que "era una papa ser de izquierda porque los unía la oposición".

"Era fácil definirse de izquierda por oposición", pero ahora en el siglo 21 definirse de izquierda no es tan fácil. Ya no es tan claro el imperio ni el gobierno de derecha porque el gobierno de nosotros somos nosotros, agregó.

Señaló que el mundo es interpolar, pero los polos responden a intereses de sus empresas.

Afirmó que todos los días hay conflicto en el mundo y el primer cambio que Uruguay debe plantearse es no negarse la posibilidad de realizar alianzas con cualquiera que le permita bloquear situaciones de conflicto.

Agregó que no hay un grupo de países en el mundo que le aseguren al mundo que no va haber conflictos en cualquier momento o cualquier parte y eso se logra mediante alianzas y países como el nuestro no se pueden negar a tener bajo la manga márgenes de maniobra para hacer cualquier tipo de alianzas.

Sostuvo que "no podemos coartarnos la posibilidad de conversar con EEUU, la Unión Europea, entre otros, es decir no empezar con las falsas oposiciones que son de un mundo que ya no existe".

"Tenemos que estar en todas, en la Alianza del Pacífico y el Alba, para bloquear situaciones de conflicto", señaló. 

Sobre la agenda económica a repensar, Porto dijo que no tiene problemas en hacer autocrítica pero pidió mirar adelante porque la situación cambió con respecto a 2005.

Afirmó que ahora se terminó el dólar barato, China ya no crece al 10%, los precios de los productos que exportamos no siguen creciendo y no hay margen fiscal como antes para hacer las políticas sociales que se necesitan.

Dijo que es necesaria una nueva agenda o un nuevo modelo económico.

Agregó que lo que falta es el desarrollo de las fuerzas productivas.

Mencionó las inversiones y fortalecimiento de las empresas públicas, el fortalecimiento de los gremios y el desarrollo de la autogestión.

Porto mencionó a los trabajadores no sindicalizados u organizados como los más débiles y es allí donde se debe dar la batalla.

Dijo que es el eslabón más débil de la cadena y afirmó que tan debiles son que son la reserva del narcotráfico.

Afirmó que hay que salarizar a los no salarizados.

Sostuvo que el movimiento sindical debe dar una gran mano para sindicalizarlos y ayudarlos.

Agregó que la nueva agenda tiene que pasar por regular para proteger a los que no están sindicalizados, regular todo lo que tiene que ver con el consumo de los medicamentos, ropa, alimentos. 

Sobre el desafío económico, Luis Porto dijo que la inversión de educación es clave y dijo que la formación docente es la prioridad.

Sostuvo que la inversión en nuevas escuelas y liceos está demostrado en toda América Latina que no tiene resultado alguno. 

Porto dijo que estamos en toda América ante un ciudadano nuevo, el ciudadano interconectado, un ciudadano libre, en particular de los medios de comunicación, a quien cuestionó… 

Agregó que aparecen movimiento de indignados con más capacidad de convocatorio que a diferencia de la central obrera del PIT, realizan movilizaciones reales en cuestión de segundos, pero se movilizan, explotan y desaparecen.

Pidió apostar a esos ciudadanos que carecen de agenda programática. Dijo que estamos frente a una guerra de guerrillas virtuales.

Sostuvo que el desafío de la izquierda es capitalizar eso y mencionó a José Mujica.

Dijo que el ex presidente le dio una agenda de valores al ciudadano internauta. No le dio puentes, hospitales, ni una agenda de gobierno cargada de obras de infraestructura para dejar su marca en la historia, sino una agenda cargada de valores…. 

Porto fue consultado sobre la importancia de los Tratados de Libre Comercio y el TISA. El ex jerarca relató como se dio la negociación cuando él era vicecanciller.

Dijo que como gobierno no teníamos la más mínima idea, como país, de lo que era el TISA. Se sabía que los países que los estaban negociando eran más de las ¾ partes del comercio de servicios mundial y Uruguay creció en forma importante en este rubro.

Afirmó que se había aplicado el criterio de confidencialidad y para saber que se estaba discutiendo había que entrar a negociar para saber.

Dijo que fue esa la decisión que tomaron, entrar a la mesa para saber de qué se trataba. En febrero de este año le dieron lo que se estaba negociando y lo repartieron entre todos los ministerios para conocer de qué se estaba hablando.

Afirmó que EE.UU se oponía a que Uruguay entrara porque sabía cual era la postura de nuestro país sobre los servicios públicos, que es la misma que tiene la de la Unión Europea.

Sostuvo que de las primeras cosas que descubrieron es que se puede hacer reserva de las cosas que entran. Ahí se instruyó al embajador en Ginebra que no era negociable dejar establecido que todo lo nuevo que apareciera quedaba dentro del acuerdo, relató.

Señaló que en ningún momento entramos. Dijo que concurrió a la mesa del FA a explicar que no ingresaron a un acuerdo de forma secreta sino para conocer de qué se estaba hablando.

Dijo que los tratados de libre comercio  no son de dominación del imperio pero sí son un instrumento para que las fuerzas hegemónicas retengan poder.

Concluyó que el problema son los aliados que te generan esos acuerdos. No es una herramienta de dominación, pero sí los países que tienen acuerdos de este tipo, tienden a tener posiciones alineadas en los foros internacionales.