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Cánepa: prueba de "oro" para FA es gobernar con una economía adversa

Cánepa: prueba de "oro" para FA es gobernar con una economía adversa
Javier Calvelo/adhocfotos

El exprosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, se mostró preocupado por el desafío de mantener la unidad en la izquierda y aseguró que el Frente Amplio (FA) "adolece" en cuanto a la búsqueda de consensos, permitiendo que las fuerzas mayoritarias se impongan.

En el contexto de una charla organizada por la lista 5005 en el Comité Shangrilá, Cánepa sostuvo además que Uruguay está en un proceso de desaceleración que será aún más complejo.

Declaró que hay que preguntarse para qué el FA quiere seguir ganando elecciones y agregó que "no los puede unir el espanto porque ganen otros, sino algo mucho mayor, que es transformar el Uruguay" y que hay una necesidad de reconstrucción de un tipo de unidad que la izquierda "adolece". 

Se preguntó también si los cambios son fuertes como para soportar un cambio de ciclo económico y agregó que va a haber mayor desempleo el año próximo y menos capacidad de solucionar los conflictos sociales poniendo plata arriba de la mesa.

"Estamos sintiendo la baja, donde hay desaceleración, no crisis, pero para el que no tiene trabajo es crisis", comentó.

En esa etapa, las decisiones que se tomen y como se gobierne son cosas totalmente nuevas para la contrahistoria de los gobiernos del FA.

En la charla organizada por la lista 5005, a la que pertenece, Canepa, agregó que el desafío es grande porque "si solo se hacen las cosas bien con un contexto favorable y cuando vienen las malas no se puede pasar la tormenta, hay un problema". 

Admitió que el FA gobernó con un contexto internacional que los ayudó pero que creció más que el promedio latinoamericano y redistribuyó más que cualquier país del mundo.

Cánepa sostuvo que la mejor forma de redistribuir más es el salario y hoy se tiene que pelear para mantener lo logrado. Comentó que "si en unos años todos los indicadores se caen, algo no se hizo bien".

El exjerarca dijo que los cambios más grandes que hizo el FA reposan en la agenda de derechos, entre ellos las leyes laborales, recordando que se votaron 38 leyes.

Sostuvo que con esa agenda se terminaron "las mentiras de la derecha porque el país siguió creciendo y las inversiones aumentando" y dijo que el desafío es importante "porque se tiene que demostrar que la izquierda puede gobernar en situaciones económicas adversas".

Otro desafío que marcó fue la unidad del FA, dijo que el partido no nació solo para ganar las elecciones sino para transformar el país, tienen un problema central a resolver como fuerza política, especificó que los consensos no implican unanimidad. Comentó que "el FA abandonó paulatinamente porque necesita ejecutar y gobernar, lo que no deja lograr consensos. La unidad no es un chantaje, de que si no haces tal cosa me voy".

Sostuvo que si ese es el camino, el FA no va a transformar al Uruguay, algún día perderá las elecciones, "pero lo importante es que el proyecto perdure".

Señaló que cada vez que el FA tiene diferencias insalvables se paraliza por no tener una discusión previa y en ese momento quien tiene más peso puede imponer o no determinada línea de trabajo y que esa no es la construcción que la izquierda debe dar para cambiar el Uruguay. 


Culminó asegurando que no hay que tenerle miedo a las diferencias en la izquierda.