Un día la ira de la gente será mas fuerte que la de los poderosos
Se ha puesto de moda entre ciudadanos y gobernantes, justificar actos irregulares o de corrupción en otros hechos similares del pasado que podrían haber sido más graves. El problema de este pensamiento es que en lugar de contribuir a la lucha contra la corrupción, termina justificándola.
El fenómeno de la corrupción es una franca vulneración de los derechos humanos por cuanto generalmente entraña una violación del derecho a la igualdad ante la ley, y supone una vulneración de los principios democráticos, conduciendo a la sustitución del interés público por el interés privado. Y por si fuera poco, tiene aparejado un elevadísimo costo social y económico.
Ocurrirá sin duda, más temprano que tarde, que la ira de la gente será mas fuerte que la de los poderosos. Si lo asumimos como una realidad, tal vez se logre controlar el daño.