De renuncias y renunciantes
Idas y vueltas han marcado las últimas horas en la suerte de los directores oficialistas en ANCAP. ¿Quiénes se van?, ¿quiénes quedan?, ¿dónde?, ¿cuándo? y sobre todo ¿por qué?
Al mediodía de este viernes aún subsiste incertidumbre sobre si renunciaron o siguen en sus cargos los 4 directores frenteamplistas de Ancap. La ministra de Industria Carolina Cosse sostuvo que Ancap necesita una gran cantidad de cambios en la gestión, "entre ellos el de autoridades". Pero agregó que esos cambios deben hacerse "con respeto, con cuidado"; y una vez que quede escrito en el informe parlamentario "que no hubo irregularidades";. Se equivoca la señora ministra. Porque no serán las bancadas del FA o de la oposición, ni ella, ni el Parlamento quienes determinarán si hubo o no irregularidades, sino la Justicia.
El tratamiento que el gobierno le ha dado a esta mini crisis política generada a partir de la renuncia de parte del directorio del ente estatal, ingresa en dos zonas de riesgo. Primero: la exhibición pública, una vez mas, de las notorias diferencias políticas existentes en el seno de la coalición. Luego: la política del secretismo que cultiva buena parte del sistema político. Porque ¿cuál sería el grave problema institucional que generaría algo tan normal como la sustitución de directores políticos de un ente? La respuesta hay que buscarla en las dos zonas mencionadas.