En 1964, el mundo se dividía en dos bloques, Fidel Castro era el líder del mundo comunista con la Cuba revolucionaria, los imperios coloniales europeos se desgajaban en nuevos países independientes, los Beatles hacían gritar al mundo al ritmo de sus canciones y en Uruguay  la época de las vacas gordas había terminado y el segundo Colegiado del Partido Nacional gobernaba.

En ese año se publicaba la obra tal vez más significativa de Carlos Real de Azúa, abogado, profesor de literatura y estética, crítico literario, historiador y ensayista uruguayo, considerado el más destacado iniciador de la ciencia política en el país y que en este 2016 está en el centenario de su nacimiento (nació el 15 de marzo de 1916 y murió el 16 de julio de 1977): El impulso y su Freno.

En el título de esta obra está resumida la tesis de Real de Azúa. El batllismo impulsó una serie de reformas de carácter progresista que luego se volvieron un lastre complejo para el Estado cuando cambiaron las condiciones económicas. 

En declaraciones a El Observador, el historiador José Rilla sostuvo que el elemento "perturbador"; de El impulso y su Freno es que afirme que aquello que se presentó como una experiencia política virtuosa, el reformismo batllista, con su peso en todas las agendas de Uruguay, ese momento glorioso de Uruguay, esa épica de Uruguay, quede al desnudo en un libro que dice "¡cuidado!";. "Cuidado con la euforia, con el optimismo, porque dentro del impulso reformista hay bases endebles. Cuidado porque eso dentro tiene una debilidad tal que se va a caer como un castillo de naipes";, concluyó Rilla.

Algunos pueden decir que Real de Azúa "perdió";, porque la matriz batllista continúa a pesar de los muchos cambios de Gobierno en Uruguay. Pero, por ese mismo factor, "ganó";, ya que la vigencia de su ensayo parece estar intacta.

Sobre esto reflexionaron los contertulios en la primera parte:

En la tertulia del martes pasado, comentamos sobre el final, y entre otras cuestiones,  las declaraciones del ex sub secretario de Salud, Miguel Fernández Galeano, al semanario Voces. Galeano dijo concretamente que: "el Frente Amplio agotó su agenda".

Por su parte Constanza Moreira, líder de Casa Grande dijo que: "los gobiernos de izquierda de la región estan viviendo momentos inquietantes, que hay un desgaste y que hay un divorcio". En varios sectores del Frente Amplio existe una alerta por la creciente pérdida de popularidad.

El martes pasado nos acompañó en la mesa el ex diputado colorado, Miguel Manzi. Su opinión al respecto fue que: "como todo proceso (el FA), está condenado a vivir un ciclo". Y que la "izquierda se cree el cuento del milenarismo, que son para siempre".

Escuche aquí la segunda parte de La Tertulia: