La semana pasada ya les habíamos informado a ustedes de los aportes de dinero que el Mides hacía al CED desde el año 2011 para sostener una red de consultorios jurídicos gratuitos. Los aportes han superado los 500.000 dólares. El viernes pasado el Mides decidió extender la vigencia de ese convenio, aunque la resolución no menciona la cifra.

Pero el abogado Juan Ceretta, asistente académico y Responsable de la Unidad Coordinadora de Extensión y Actividades en el Medio en Facultad de Derecho UdelaR, nos informó que la propia Facultad tiene instalada ya una red de consultorios jurídicos gratuitos que funcionan en diferentes puntos del país y que forman parte del plan de estudios. Esos consultorios son atendidos por estudiantes de 6° año con el apoyo de docentes y abogados y tienen oficinas propias.

En cambio los consultorios establecidos por el CED son atendidos sólo por estudiantes, sin docentes y contratando abogados. Funcionan generalmente en oficinas del Mides. La pregunta entonces es ¿por qué razón se duplican estos servicios?.

Y lo que descubrimos nos llevó directamente a la ley de derechos de autor y a otros asuntos que hacen a la actividad gremial en la Facultad de Derecho.

Durante el decanato de Dora Bagdassarian se firmó un convenio entre la facultad y el CED por el cual la facultad paga los sueldos de los empleados del Copyced (la fotocopiadora del CED). Miembros del CED aseguran que "el negocio de las fotocopias es caja contante y sonante (junto con los aportes de los ministerios) para financiar el aparato del Frezelmi (Frente Zelmar Michelini).

Frezelmi, que tiene integrantes en la junta directiva de la Fundación de Cultura Universitaria, es el impulsor, redactor y principal interesado en el proyecto de ley de la fotocopia.

Es un negocio redondo, además de una estructura que desde adentro de la universidad va colocando gente en el estado y que se beneficia de las ventajas de tener esa incidencia en el estado y en el gobierno.

La columna de Carlos Peláez

Carta Abierta Al Orden Estudiantil