La operación de la plataforma petrolera y la perforación no tuvo costos para Uruguay, según señalaron las autoridades de Ancap el año pasado. Si se hubiera encontrado un yacimiento rentable, los costos se deducirían del reparto final entre Total y Ancap.

Pero aquí el problema parece ser otro. No es la primera vez que Ancap anuncia con bombos y platillos el hallazgo de yacimientos que generarían energía. En el año 2010 el entonces presidente del ente, Germán Riet, anunciaba el hallazgo de un yacimiento de esquistos bituminosos en Cerro Largo que producirían "10.000 barriles diarios". Seis años después nada se supo ni del yacimiento, ni de la empresa a la que se adjudicó la explotación y ni siquiera de sus presuntos socios rusos. Sólo que de allí no salió una gota de petróleo.

En el 2013 los bombos y platillos sonaron para anunciar el hallazgo de petróleo en Pepe Nuñez. En ese caso la exploradora sería la empresa texana Schuepbach Energy. Pero en el 2015, el ex presidente de Ancap José Coya anunció el fin de la exploración en el lugar porque "no había nada".

En ambos casos la única empresa que ganó dinero fue Ermal S.A. , propiedad de Mario Torterolo y responsable de las perforaciones tanto en Cerro Largo como en Pepe Nuñez.

Después vino la perforación en la plataforma marítima y hace un año Raúl Sendic decía: "Seguramente el año que viene nosotros vamos a poder perforar y tener gas y petróleo. Estoy convencido, por los datos que tenemos, de que las perforaciones que se van a hacer a fin de año y a principios del año que viene, tanto en tierra como en el mar, vamos a encontrar hidrocarburos y eso nos va a permitir un cambio sustancial, no solo de la matriz energética, sino de toda la economía";.

Detrás de los tres fracasos estuvo el CEO de petróleo de Ancap, Héctor De Santa Ana. Para los esquitos de Cerro Largo estaba interesada una empresa sudafricana con muchísima experiencia en esa explotación. Pero se adjudicó a una empresa uruguaya sin antecedentes. En el caso de Pepe Nuñez un calificado geólogo compatriota había dicho: "Me tomo todo el petróleo que encuentren allí".

Y ahora, aunque tal vez con otros pozos se encuentre petróleo en el subsuelo marítimo, fue el mismo De Santa Ana quien alentó la euforia de las autoridades que termina en fracaso.

Las nuevas autoridades de Ancap no sólo deben salvar la economía de la empresa, llegó la hora también de que algunos gerentes den un paso al costado.

La columna de Carlos Peláez