El eje del libro, que se desarrolla en un escenario múltiple, está basado en dos víctimas: Roberto Gomensoro Josman y Eduardo Pérez Silveira, "el gordo Marcos";, dos militantes políticos que fueron asesinado por los militares muy jóvenes. "Gomensoro es el primer desaparecido";, dijo Haberkorn en Rompkbzas.

El periodista entrevistó al teniente coronel (r) Gavazzo el año pasado mientras estaba internado en el Hospital Militar. Relató que concurría en horario de visita como un familiar más al llamado "piso de jefes";, donde estaba alojado el represor. "Las veces que entrevisté a Gavazzo para el libro iba al Militar y no tenía problemas para entrar. No había vigilancia especial";, dijo.

Haberkorn dijo que Gavazzo había rechazado otras ofertas para contar su historia. Señaló que este libro es una continuación de una obra anterior suya, "Milicos y Tupas"; por el lugar en la historia que ocupó el militar procesado. "Me quedó claro que hubo un antes y un después de la llegada de Gavazzo en el cuartel de Artillería 1, conocido como La Paloma, en 1973";, explicó.

El periodista indicó que en el libro, Gavazzo reconoció haber participado activamente en torturas, más allá de que en su autobiografía había dejado entrever lateralmente esa realidad. "Dentro de la escala de la tortura colgar a una persona de los brazos, es nada";, le dijo Gavazzo a Haberkorn.

"Gavazzo es el símbolo de la tortura en la dictadura. Me interesaba saber qué tanto era así";, explicó el escritor. "El Ejército lo mandó a dar clases en la Escuela Militar en el momento del combate más duro contra el MLN y Gavazzo protestó y se negó", dijo Haberkorn. El represor quería continuar en "la guerra"; ya que se consideraba un "soldado";.

El exmilitar finalmente fue enviado a la Escuela de Armas y Servicios, otra institución de menor jerarquía y fue reinstalado en la "lucha antisubversiva"; por el coronel Ramón Trabal, jefe de los servicios de Inteligencia del Ejército.

Para el periodista, Gavazzo mintió cuando admitió que estuvo en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, pero sólo para intercambiar información con sus colegas argentinos. Admitió haber estado allí, pero asegura que le molestó ver cómo eran los interrogatorios con toda clase de torturas. "En el libro cuenta que le desagradaba el horror de Orletti";, dijo.

Los militares uruguayos y argentinos cruzan acusaciones sobre qué los movía a actuar como lo hicieron. Gavazzo relató al periodista que en Argentina no se perseguía por motivos ideológicos o políticos sino por dinero. "Está claro que, en parte, estuvieron en una persecución del dinero del MLN y del Partido por la Victoria del Pueblo, más allá de lo ideológico";, dijo Haberkorn.

Gavazzo está procesado por capturar a los secuestrados del llamado "segundo vuelo de la muerte";, pero niega la existencia de ese vuelo. El periodista dijo que "Gavazzo no larga prenda"; pero queda claro del oficio del juez que el exmilitar participó de la detención y secuestro de esas personas que permanecen desaparecidas.