Bonino advirtió que se va a romper la cadena financiera. "Como mínimo pedimos que se postergue la entrada en vigencia del decreto mientras no puedan resolverse las dificultades. Si el 1° de julio entra en vigencia, en tres o cuatro meses varias empresas van a quedar sin capital de giro";, explicó.

"La caída de las ventas fue muy superior a lo que preveíamos. Hay zonas en las que las ventas han caído entre 60% y 70%";, dijo Bonino quien precisó que "la mayoría del a gente no quiere hacer pequeñas compras con tarjeta";.

Señaló que en zonas como Carrasco, Malvín y Pocitos las ventas cayeron más porque los clientes tienen acceso a minimercados y farmacias que aceptan efectivo. La baja se produce porque "se está redireccionando hacia otros comercios";, dijo.

Para Bonino el descenso en la actividad se reflejó en la venta de combustibles por las noches y matizó que el frío puede haber tenido efecto en esta caída.

Hay estaciones que están dispuestas a cerrar los minimercados si se mantiene la ley de Inclusión Financiera tal como está, indicó el empresario. "Estamos en gestiones con el Ministerio de Economía y con Ancap para buscar alternativas. Si no hay avances, cerca de la mitad de las estaciones deberá cerrar sino se encuentran soluciones alternativas a la bancarizacion";, sostuvo.

Con respecto a las diferencias entre Montevideo y el Interior y entre el Centro de Montevideo y la periferia "en zonas céntricas la gente llena el tanque, pero en otros barrios se registran cargas de 100 o de 200 pesos"; dijo Bonino. Agregó que "de repente cargan cuatro o cinco veces en el mismo día. Van cargando a medida que van cobrando los trabajos";.

El empresario reclamó una acción más contundente de parte del Estado y los emisores de tarjetas para la difusión de tarjetas prepagas. "Existen algunas, el BROU tiene, las redes de cobranza y las tarjetas de crédito, tienen. No hay una campaña fuerte ni de las autoridades ni de los emisores de las tarjetas que existan tarjetas prepago para compras. Hay mucha gente que viene al mediodía y pregunta si puede pagar con tarjeta. Hay mucha desinformación";, señaló.

El secretario general de Unvenu dijo que desde 2012 se plantea formalmente reducir el uso de efectivo en las transacciones para compras en estaciones de servicio, pero el empresario dijo que estas conversaciones comenzaron años antes. Bonino dijo que desde el Ministerio del Interior se han buscado soluciones, pero puntualizó que el BROU inhabilitó el depósito en los cajeros automáticos existentes en las estaciones de servicio por cuestiones de costo, aún en contra de las medidas de seguridad.

De cerrar los minimarkets se verán afectadas las fuentes de trabajo, "pero más que la gente que trabaja en los minimercados va a tener un efecto en los pisteros. Va a aumentar la necesidad de personal pero si no se cambia la operativa, por una cuestión de costos no será sostenible";, estimó.

Bonino dijo que otra de las dificultades es el mantenimiento de los sistemas informáticos, que suelen caerse en momentos de alta demanda y  se quejó de la lentitud de los servidores de algunas empresas encargadas de instalar las terminales (POS).

"Cuando hablabamos de eliminar el efectivo era ir por un sistema distinto al que planteó el gobierno. Queríamos cosas distintas. Una cosa es que la estación de servicio no maneje dinero y otra es que el cliente no pueda usarlo. Hay métodos para hacerlo";, aclaró el dirigente de Unvenu para quien podrían utilizarse buzoneras automáticas para el depósito de efectivo. "No es cuestión de tiene tarjeta o no pueden entrar";, señaló.

"La preocupación en el sector es muy grande. Las pérdidas que se están generando son muy grandes. Hay gente que está pidiendo medidas radicales";, dijo el empresario y detalló que hay estacioneros que piden desde no abrir en determinados horarios hasta cerrar los negocios. "Hay muchos propietarios de estaciones dispuestos a cerrar porque creen que este camino no es conveniente";, apuntó Bonino.

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