"Es imprescindible que se monte un diálogo nacional"
Con la intención de desarrollar una "oposición constructiva", Julio María Sanguinetti propuso la creación de mesas de diálogo para la búsqueda de políticas de Estado y Tabaré Vázquez acogió la idea. Más allá de los acuerdos que se puedan lograr en esos ámbitos, afirmó que "la educación no puede ser de exclusividad para un solo partido".
(Emitido a las 9.09)
EMILIANO COTELO:
Al ser tan dura la polémica entre el Partido Colorado (PC) y el Encuentro Progresista (EP) en los últimos años y en especial en la campaña electoral, fue toda una sorpresa encontrar estos días tantas señales de buena relación. El martes pasado se anuncia que Eduardo Zaidensztat queda al frente de la DGI, el jueves Julio María Sanguinetti se reúne con Tabaré Vázquez y le propone mesas multipartidarias de diálogo en pos de políticas de Estado y el presidente electo acepta de inmediato la idea, este lunes Jorge Batlle confirma que también la 15 participará de esas conversaciones. Además Vázquez le pide al presidente que cuando deje el cargo se mantenga a disposición para colaborar con el nuevo gobierno e incluso hoy la versión que circula a raíz de lo publicado en el diario El País dice que le ofreció ser el embajador en Washington.
¿Cómo se explica esta especie de idilio entre el PC y el gobierno electo mientras el Partido Nacional (PN) aparece tan distanciado?
Vamos a dialogar con el doctor Julio María Sanguinetti, secretario general del PC.
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Doctor Sanguinetti, al principio de la semana pasada Vázquez recibió a Jorge Larrañaga y condicionó la participación de representantes blancos en los organismos de la enseñanza y en los bancos del Estado a que hubiera previamente acuerdos programáticos en esas áreas. Usted se reunió unas horas después con el doctor Vázquez; ¿le hizo el mismo planteo a usted?
JULIO MARÍA SANGUINETTI:
Él me hizo una descripción de cuál había sido la conversación con el doctor Larrañaga y en función de esa descripción y de lo que quedó claro que era una diferencia, le di nuestra opinión diciendo que en primer lugar, más que acuerdos puntuales, el país estaba necesitando un diálogo más general. Hubo muchos cambios en el mundo y también en las posiciones políticas. No es lo mismo el Frente ubicado en la oposición que el Frente ubicado hoy en el gobierno. No es lo mismo el Frente que tenía un discurso tradicional y (la duda de si) un discurso de Astori si predominaría, que un gobierno electo que claramente se inclina hoy por esa línea de Astori, por ese tipo de definiciones. Creo que el discurso de Astori del otro día lo podía haber firmado cualquiera de los ministros blancos o colorados de los últimos años.
Nos parecía que en virtud de esos cambios que se venían produciendo lo primero era tener un diálogo franco y abierto sobre las grandes áreas del rumbo del país, y que eso debía estar antes de cualquier debate sobre participación en cargos administrativos, etcétera. Eso fue lo que yo le señalé.
EC - Usted parte de la percepción de que hay coincidencias, incluso en temas económicos. ¿Pero para qué servirían esos acuerdos multipartidarios en temas como economía, enseñanza y relaciones exteriores? ¿Por qué serían necesarios?
JMS - Más que necesario creo que es imprescindible que se monte un diálogo nacional, diría que eso es lo normal en un país. Hay un nuevo gobierno, hay un cambio muy importante desde el punto de vista de la rotación de los partidos en el poder, hay un partido que llega hoy al poder y que nunca ha ocupado esa posición, hay en él, como decimos, determinadas corrientes tradicionales que han sostenido posiciones muy contradictorias o muy opuestas a lo que era la trayectoria del país, y hay otras evidentemente mucho más proclives, mucho más cercanas que son las que parecen predominar hoy. ¿Y qué cosa más sensata que que ese nuevo gobierno convoque a los partidos y les diga "estoy viendo así las cosas, ¿cómo las ven ustedes?"? Esa es la esencia del diálogo político. Si después se resuelve una cosa o se resuelve la otra con la administración autónoma, ocurrirá o no ocurrirá, ya lo veremos. Es algo que no debería sorprender a nadie porque es lo civilizado, lo normal.
En 1994 cuando fuimos electos por segunda vez a la Presidencia nos instalamos en el Hotel Victoria Plaza, llamamos a todos los partidos, hubo núcleos de trabajo sobre la reforma de la seguridad social, que se planteaba entonces, y la reforma política, etcétera. Se formaron comisiones y se estuvo dos meses trabajando. Esto no debería sorprender, es lo normal, lo que ocurre es que parecería que hay una especie de prolongación de la mecánica psicológica de la campaña.
EC - ¿Dónde está percibiendo esa prolongación de la campaña?
JMS - La noto en los razonamientos.
EC - ¿De quién?
JMS - Por ejemplo periodísticos, por ejemplo cuando a usted le llama la atención que ocurra un diálogo así. Yo diría que es lo normal, es normal que en la campaña electoral haya confrontación de ideas, confrontación de actitudes políticas, y cuando hay un gobierno es normal que se converse, después se verá qué ocurre.
EC - Está bien...
JMS - No hay ninguna duda de que nosotros estamos ubicados en la oposición, desde el primer momento hemos dicho que íbamos a hacer una oposición constructiva, que al PC no le cabía otra cosa ni por su tradición, ni por su idiosincrasia y que asumía incluso un resultado electoral bastante adverso, con toda la hidalguía del caso, sin un espíritu de resentimiento o de revancha y que en consecuencia aspiraba a mantener con el nuevo gobierno las relaciones normales que corresponden. Creo que eso es lo normal.
EC - La sorpresa entre otras cosas viene de que en la propia campaña en materia programática las coincidencias estuvieron dadas más bien entre el EP y el PN, sobre todo con su candidato, Jorge Larrañaga. Más con el PN que con el PC, y sin embargo hoy hay un distanciamiento aparentemente importante con los blancos y una mayor proximidad con el PC.
JMS - Hay que mirar la sustancia, y lo que me parece muy importante es que justamente discutamos las grandes líneas del país, creo que eso le hace bien al país y nos hace bien a los partidos. El error que fue lo que le señalé al presidente electo que se cometió fue quizás comenzar discutiendo la participación en los entes autónomos sin discutir antes esas líneas generales, más que acuerdos puntuales discutir las líneas generales. Ahí se verá qué clima de acuerdos existe y qué disensos, qué diferencias existen, porque unanimidad nunca va a existir ni es bueno que exista tampoco. Sería absurdo pensar que vamos a tener una unanimidad de criterios. De pronto habrá criterios sobre algunas grandes líneas y diferencias en otras que quedarán allí, pero una diferencia no quiere decir que sea la guerra ni que eso inhiba o impida otro tipo de colaboración o entendimiento.
Por ejemplo, es notorio que nosotros no somos partidarios del impuesto a la renta personal, Uruguay tiene impuesto a la renta a la industria, al comercio, a la banca, a la agropecuaria, etcétera, no a la renta personal. Nosotros no somos partidarios de ese impuesto, pero eso no nos inhibe de pensar que la línea general que ha esbozado el ministro Astori y que es la continuidad de lo que él mismo ha sostenido durante estos últimos años es una línea general que estamos compartiendo y que podía compartir cualquier ministro colorado o blanco en los últimos años.
EC - ¿De qué manera entiende usted que se vinculan estas mesas de diálogo multipartidario con lo que después va a quedar pendiente que es la conformación de los directorios de los entes autónomos y en particular de la enseñanza?
JMS - Creo que discutido eso todos vamos a tener un panorama mejor, todos nos vamos a sentir más tranquilos para discutir el otro tema...
EC - Según algunas versiones usted le dijo al doctor Vázquez que no tenía por qué apurarse con los nombramientos en los directorios, que tenía tiempo, que podía llegar a esas decisiones ya sobre fines de febrero.
EC - Eso lo dije para todos, simplemente mi punto de vista era y es que no hay esa urgencia porque el gobierno electo ya tiene constituido su gabinete, ya tiene constituido su equipo económico, tampoco hay un plazo que apremie o que acucie. Es una apreciación objetiva. Podía ser la segunda semana de enero como la segunda de febrero, creo que no cambiaría demasiado las cosas. Es así, es verdad.
Lo que me pareció y me sigue pareciendo importante es que al país le ha faltado mucho debate, le faltó incluso en la propia campaña electoral una discusión de los temas de fondo, le ha faltado un debate y un razonamiento sobre los temas de este mundo que cambia tan velozmente y del cual a veces América Latina toda, no digo Uruguay, aparecemos tan lejos, tan distanciados.
Usted vio el informe de la OCDE, el llamado Pizza 2003, que mide el nivel de educación de los chicos de 15 años y ve qué lejos estamos en América Latina de los países desarrollados y los países del Asia, que hoy están en tanta expansión. El mundo ha cambiado tanto y la discusión ombliguista en la cual a veces caemos en América en general y en Uruguay en particular debe ceder paso en su medida y en su momento, como es este caso de un nuevo gobierno que comienza, a debatir sobre grandes rumbos, cómo estamos viendo el mundo, cómo estamos viendo el país en ese mundo. Eso es bueno, es positivo y está antes de resolver esos otros temas que se van a resolver con mucha más facilidad una vez que estén ubicadas nuestras respectivas posiciones sobre las orientaciones que el país va a tener en los próximos años.
EC - ¿Es correcto que en el espíritu de este planteo que usted le hizo al doctor Vázquez y que él aceptó lo que hay sobre todo en el PC es una preocupación por los organismos de la enseñanza, por que en los organismos de dirección de la enseñanza haya efectivamente una presencia de todos los partidos?
JMS - Efectivamente le señalamos al doctor Vázquez fue el segundo punto que le señalamos que el PC, y eso había sido un espíritu unánime en nuestro Comité Ejecutivo, entendía que la administración de la enseñanza debía ser necesariamente pluripartidaria, aunque no hubiera acuerdo en el resto, la enseñanza debía estar allí. Porque la educación es muy sensible a los valores democráticos, a la libertad, a la tolerancia, a la laicidad, y a la laicidad entendida en un sentido amplio, como neutralidad del Estado no sólo frente a las regiones sino a las corrientes políticas, las corrientes filosóficas.
Eso, en todo caso también lo hemos practicado. Fíjese que en nuestra segunda Presidencia cuando encaramos una reforma educativa tan importante como la que se encaró no asumimos la mayoría absoluta en ese organismo, fue el único organismo en el cual no asumimos una mayoría absoluta política. Hubo dos consejeros colorados el presidente entonces era Germán Rama, hubo dos blancos y hubo una ciudadana independiente pero de origen frenteamplista como la profesora Carmen Tornaría, de excepcional actuación por otra parte y que siguió en este período. Quiere decir que ha habido siempre una representación allí muy plural que es una garantía imprescindible a nuestro juicio en todo momento y muy particularmente en éste en que se produce un cambio de esta naturaleza.
No es que estemos reclamando nada para el PC específicamente, lo que estamos diciendo es que allí debe haber la mayor apertura posible, eso es lo que le dijimos porque creemos que allí sí tenemos que generar un contrabalance necesario, ocurra lo que ocurra con el resto de los entes, aunque no vaya nadie colorado o blanco a ningún lado.
EC - ¿Dependiendo a su vez de esas negociaciones programáticas? ¿O el espíritu es: teniendo en cuenta que vamos a hacer el esfuerzo, que estamos dispuestos a hacer el esfuerzo de buscar coincidencias en distintas áreas en el mes de febrero entre todos los partidos, ese esfuerzo ya debería ser una señal que el gobierno electo tomara y que por lo menos en la educación habilitara la participación de todos? ¿Es algo así el razonamiento?
JMS - Creo que la educación en cualquier hipótesis, con acuerdo o sin acuerdo, no puede ser de exclusividad para un solo partido.
EC - ¿El doctor Vázquez coincidió con usted en esto?
JMS - Bueno...
EC - Porque al PN le había dicho lo otro, que para estar en los organismos de la enseñanza había que tener acuerdo programático.
JMS - Bueno, no sé, veremos; no hubo un pronunciamiento expreso de él pero por lo menos acogió con interés el planteo y en todo caso no lo rechazó. Creo que comprendió las razones que estamos exponiendo. Y me parece que es algo muy importante también para el país.
EC - A propósito de esta reunión suya con el doctor Vázquez de la semana pasada ha habido distintos análisis, y uno de los comentarios que se escucharon fue por ejemplo que había sido una jugada maestra suya o del PC para reposicionar al partido en el escenario político, pese a que desde el punto de vista electoral ahora su peso es muy menor habiendo logrado apenas el 10 por ciento de los votos. Como que se aprovechaba el cortocircuito que había quedado planteado entre el PN y el EP, entre Larrañaga y Vázquez, para tomar la iniciativa y pasar a jugar un papel protagónico. ¿Qué dice usted?
JMS - En materia de análisis políticos normalmente los análisis son más inteligentes que la realidad, entonces creo que tenemos que atenernos a la realidad. El PC es muy consciente de la situación política en que está, también es muy consciente de lo que significa y seguirá representando siempre, más allá de un porcentaje electoral que puede ser mayor o menor. Es muy consciente de que es un partido con 170 años de actividad en el país, el de más largo período de gobierno, de identificación con las instituciones, de una muy cumplida experiencia en la administración y en el gobierno, representativo además de ciertos valores doctrinarios y de orientación que han caracterizado a Uruguay en lo que se ha llamado Uruguay batllista en todos los escenarios históricos. Somos muy conscientes de eso, somos muy conscientes de las dos cosas, entonces en este momento no estamos en una situación de resentimiento, de reclamo o de reivindicación, que no es nuestro estilo en este momento.
Tratamos de asumir con la dignidad del caso nuestra situación política y de contribuir. Desde el primer momento hemos dicho que vamos a ser oposición porque así nos había ubicado la ciudadanía, pero que íbamos a ser una oposición contractiva. Tratamos de contribuir con la mayor buena fe, más allá de especulaciones o de que jugadas. En un momento en el que veíamos que el debate había comenzado con un primer paso que desde ambos lados, del PN y el FA, no se había evaluado como un avance, en ese momento nos pareció que lo único que podíamos hacer era dar una voz para tratar de ayudar a avanzar. Y creemos que eso era favorable a todos: favorable al gobierno electo, favorable al PN y a nosotros. No pongamos el debate de los cargos en la administración antes de un debate general.
EC - El doctor Vázquez lo vio con buenos ojos, en particular eso de las reuniones para buscar políticas de Estado.
JMS - Claramente lo vio con buenos ojos porque no sólo lo aceptó en la conversación que tuvimos sino que lo manifestó públicamente y lo reiteró hace pocas horas a la salida de la visita al presidente Batlle.
EC - ¿En qué queda ese camino después de lo que este lunes resolvió el Directorio del PN, que básicamente fue pedirle al gobierno electo que informe cuáles son los lineamientos de sus bases programáticas en enseñanza y bancos del Estado, o sea los temas en los que había requerido acuerdo para integrar los directorios, y además puntualizó que para ellos debe ser una negociación bilateral PN-gobierno electo?
JMS - Yo me atengo a lo público y oficial. El presidente electo ha dicho que este diálogo interpartidario va a seguir igual, que aspira a que estemos todos, lo cual es legítimo y creo que nadie puede hoy rehuir una invitación de este plano, cuando nada menos que el presidente, en este caso el presidente electo, en el comienzo de un gobierno llama a todos a un diálogo del más alto nivel. Creo que eso no es lesivo para nadie. Aparte podrá haber los acuerdos que haya y yo respeto mucho la posición del PN, esta iniciativa nuestra fue simplemente nuestro punto de vista como colorados tratando de ayudar a todos, simplemente tratando de ayudar a que este comienzo de gobierno no prolongue las confrontaciones y rispideces propias de una campaña electoral, inevitables por otra parte, y en cambio generemos el clima necesario para que el nuevo gobierno comience a transitar del mejor modo posible. Luego vendrá la vida y un día estaremos de acuerdo y otro en desacuerdo, como corresponde.
EC - Los blancos aclaran que con esta posición que reafirmaron el lunes no están tratando de excluir a nadie, no están tratando de excluir al PC en particular, pero insisten en que la relación con el gobierno electo debe ser de partido a partido y no a través de un diálogo multipartidario, porque necesitan marcar distancias con los colorados. Lo dicen hoy varios dirigentes blancos que consulta el diario El País, uno de ellos es el senador Francisco Gallinal, quien dice: "Tuvimos que cargar injustamente con el mote de blanquicolorado o Partido Rosado, que fue agraviante a propósito de los gobiernos anteriores. Ahora somos la fuerza de oposición y tenemos que mantener la identidad".
JMS - La fuerza de oposición o el espacio de oposición no lo ocupa sólo el PN, lo ocupamos todos aquellos que hoy no estamos en la fuerza triunfante, nos guste o no nos guste es así para todos. En segundo lugar, ni el PN ni el PC precisan estar distinguiéndose particularmente porque su historia los distingue, su trayectoria los distingue. Han tenido coincidencias, han colaborado muchas veces en administraciones o gobiernos y hoy estarán ambos en la oposición.
Nosotros no estamos actuando en función de distinguirnos con nadie, creemos que comienza un nuevo gobierno, con una rotación histórica en los partidos, con algunas incertidumbres a despejar, con cambios que se dan en el mundo, con cambios que se dan en las propias actitudes y posiciones de lo que puede ser el nuevo gobierno, con posiciones y cambios también para nosotros que hoy quedamos ubicados en una oposición que no ha sido la ubicación tradicional del PC. ¿Entonces qué hay de contradicción en que haya por un lado un diálogo levantado sobre los grandes intereses del país y por otro lado haya todas las conversaciones que se quiera tener de partido a partido? No es contradictoria una cosa con la otra.
EC - Usted imagina que corren paralelamente un diálogo PN-gobierno electo y estas otras conversaciones multipartidarias.
JMS - Yo diría al revés, que nada mejor para ambientar acuerdos de otro tipo que discutir sobre las cosas importantes del país.
EC - Usted habló con Larrañaga, tengo entendido.
JMS - Sí, señor, tengo un muy buen diálogo con él, tengo una relación de gran respeto y diría que de afecto y respeto político, no de hoy sino de mucho tiempo. En cuanto terminé la conversación con el doctor Vázquez le informé lo que habíamos hablado y cuál era nuestro propósito, nuestro mejor propósito de contribuir y colaborar precisamente al buen entendimiento que el país se merece y que todos estamos obligados a darle. La Biblia ya lo decía: hay un tiempo para cada cosa, el tiempo electoral es el tiempo de la controversia, el tiempo de la constitución de un gobierno es un tiempo de intentar entendimientos que llegarán hasta un punto, nunca van a ser unánimes, y luego vendrá lo que es el desarrollo natural de cualquier gobierno, con las oposiciones, discrepancias, coincidencias que se tengan que dar.
EC - Tengo mensajes de la audiencia, por ejemplo uno de María, del Cordón, que dice: "Felicito a Sanguinetti, a Vázquez y a Larrañaga porque no están pensando en sus partidos sino en el país. Y le pido a Cotelo que no busque peleas, lo que ellos están haciendo es por el bien de todos". Aclaro: yo no estoy buscando peleas, simplemente estoy planteando algunas preguntas que legítimamente muchos nos hemos hecho.
JMS - Usted está bien, está preguntando lo que tiene que preguntar.
EC - Es más, desde este programa 1.000 veces hemos reclamado acuerdos nacionales, entendimientos sobre las cuestiones básicas.
JMS - No se trata de buscar consensos utópicos porque unanimidades no hay, no puede haber y yo diría no debe haber. Cuando en un país hay unanimidad hay que sospechar, normalmente es cuando se está en un país totalitario. Pero al margen de eso creo que la esencia de la democracia es la existencia de acuerdos útiles para gobernar, como los hemos buscado siempre, y administrar las discrepancias, porque una cosa es discrepar y otra prender fuego a la pradera o prender todo el edifico.
EC - Mientras se procesan estos contactos y se organizan esas mesas multipartidarias de diálogo, que todo indica que serían a fines de enero, ya han aparecido algunos cables tendidos en materia de colaboración PC-gobierno electo. Me refiero concretamente al ejemplo de Zaidensztat al frente de la DGI.
JMS - A eso le resto toda trascendencia política. No es un cargo de naturaleza política, es un cargo que nunca ha estado en la distribución política, creo que es un error darle ese nivel. Es más, cuando el doctor Vázquez me llamó para informarme ese propósito así se lo dije, le dije: "Mire, ese no es un cargo que tenga ningún nivel político, es un cargo estrictamente técnico, nunca ha estado en negociaciones en ninguno de los gobiernos, lo han designado los ministros de Economía en función de su confianza técnica". Allí no se discute de política, simplemente se aplican normas y nada más. De modo que el contador Zaidensztat no representa al PC, como no representan al FA numerosos jerarcas de orientación frenteamplista que hay en la administración hoy mismo, actualmente, en cargos que podrían considerarse de confianza pero que son de naturaleza técnica. En Salud Pública hay varios, sin ir más lejos.
EC - Se han manejado después otras posibilidades, que Atchugarry también integre de algún modo el equipo económico...
JMS - Esas cosas son trascendidos que, esos sí, hacen un poquito de daño. El otro día se habló de Atchugarry y de Fernández Faingold en una información periodística y son personas muy importantes, muy respetables, cuyos nombres no deben estar en la ida, en la venida y en el manoseo de noticias cuando no son noticias realmente fidedignas.
EC - Hoy se habla incluso del propio presidente Batlle, al que se le habría ofrecido ser embajador en Estados Unidos.
JMS - Por eso mismo: prudencia antes de nombrar. Yo le diría que el ex ministro Atchugarry no está hoy en actitud de ocupar ningún cargo político de ningún tipo, por lo que él reiteradamente ha manifestado de modo público, nos lo ha dicho a todos en todos los terrenos y en todos los tonos. ¿Entonces qué sentido tiene seguir especulando con esas cosas? Las especulaciones nunca son buenas.
EC - ¿Pero el PC tiene alguna posición tomada sobre eventuales participaciones del estilo de las que han estado en conversación?
JMS - Está muy claro que el PC en el gabinete manifestó que no iba a participar, nadie le había ofrecido nada pero dijo que no tenía sentido que participara y dijo que en la administración autónoma estaría a lo que resultaran las conversaciones. Lo del contador Zaidensztat es algo estrictamente técnico, no tiene ninguna significación de tipo político. Él no representa a nadie, es una opción que hizo el ministro de Economía, agradezco el gesto de delicadeza de que se nos consultara y se nos consultó en función de que en la primera reunión que el doctor Vázquez tuvo con el doctor Larrañaga y luego con nosotros en la casa del partido quedó muy claro que ellos no iban a hacer ofrecimientos a título personal a figuras políticas, por el buen relacionamiento, y que todo encaminamiento de ese tipo debía hacerse por la vía institucional.
Él tuvo la delicadeza de llamarnos e informamos de esta situación en la Impositiva y le dijimos "eso no tiene ninguna significación política" y así se lo dije al Comité Ejecutivo del partido cuando le informé, le dije: "Yo entiendo que es así y he dicho esto: no es un cargo político, es un cargo de confianza del ministro de Economía, no es una representación política, no va a representar al PC. En todo caso nos parece muy bien que lo haga en la medida que el ministro de Economía considere que esa es la persona adecuada para esta etapa en ese lugar del mecanismo financiero del país".
El PC está en esa actitud desde el primer momento, la mantiene, la preserva desde un clima, como decimos, de oposición constructiva y el deseo de ver que el país ande, que es lo que realmente nos importa, vuelvo a decir, en una región y en un mundo donde las cosas no están tan bien como a todos nos gustaría, viendo los problemas que tiene el Mercosur, con Argentina y Brasil en este momento con unas diferencias tan grandes sobre tantas cosas. Me parece que éste es el momento de pensar en ellas.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe