El hecho ocurrió en la madrugada del sábado en un bar y karaoke ubicado en la capital de ese departamento y al que habían concurrido varios ediles de todo el país que participaban de un Congreso Nacional.

La mujer sufrió lesiones por las que debió ser atendida en el hospital y luego presentó la denuncia. El juez convocó al denunciado y lo dejó en libertad, pero emplazado para presentarse hoy lunes. Sin embargo y por separado ambos regresaron a Maldonado.

Ambos integran la comisión de Género en la Junta Departamental que además presidía él. Ante las presiones políticas el edil renunció a su banca y ayer domingo a mediodía ella retiró la denuncia, pero desde Maldonado.

Los dos integran una agrupación que lidera el intendente Enrique Antía, quien el sábado reclamó las máximas sanciones. De la misma forma lo hicieron otros líderes blancos. La renuncia le genera un problema no menor a la bancada nacionalista porque en su línea de ediles sólo queda una legisladora que ahora, al asumir como titular, estará obligada a concurrir sin faltas a todas las reuniones so pena de hacerle perder la mayoría a su partido.

En tanto el acusado, si hoy fuera procesado, irá a la cárcel porque tiene un antecedente por hurto. El escándalo pone en consideración una vez más que la violencia que algunos hombres ejercen contra las mujeres no reconoce límites.

La columna de Carlos Peláez