"Tenemos un plazo de dos años para terminar las negociaciones y los nuevos arreglos, pero no hemos empezado todavía", manifestó la diplomática, quien aseguró además que el Brexit implica "un cambio de tono, pero no es un cambio fundamental" en las políticas británicas respecto a los países vecinos.

Además, dijo que las principales razones por las cuales el referéndum para abandonar la Unión Europea fue positivo, se encontraba una "migración fuera de control, había británicos que lo veían como una amenaza", que afectaba a la salud y a la educación. Sobre este último tema, ejemplificó diciendo que los ciudadanos querían anotar a sus hijos en las escuelas, y ya no encontraban lugar para inscribirlos por causa de la cantidad de extranjeros inscriptos en esas instituciones.