Policías procesados ¿qué dice la Justicia?
Tres policías en Montevideo y dos en Maldonado fueron procesados con prisión el pasado martes. Los hechos y circunstancias fueron diferentes, pero de las sentencias del juez Nelson Dos Santos (Montevideo) y Gerardo Fogliacco (Maldonado) surgen elementos comunes que ponen un toque de alerta sobre el accionar policial.
Desconocimiento de normas y leyes; actuaciones arbitrarias; notorias carencias en la preparación para el manejo de armas de fuego; empleo de calibres de guerra en zona civil y pacífica; violaciones a la Ley Orgánica Policial, son todos elementos comunes a ambos hechos.
Pero además, y lo peor, es la sensación de que muchos funcionarios consideran que el uniforme les otorga impunidad y los convierte en "justicieros";.
Este aspecto queda por demás claro en la sentencia del juez Fogliacco. "La intencionalidad de acertar a los ocupantes del Chevette (que no tenían armas y por tanto no habían disparado un tiro) queda patente en las fotos de la carpeta técnica. En definitiva: sin que los ocupantes del Chevette significaran riesgo alguno ni para los policías actuantes ni para otras personas, los encausados G. V. y A. P. utilizaron repetidamente sus armas intentando impactar en los cuerpos de los sospechosos -lo que efectivamente hicieron- con la única finalidad de impedir su escapatoria; es decir aventando lejanamente la hipótesis de la legítima defensa, resolviéndose la situación en un puro ataque".
Once tiros provenientes de dos pistolas Glock 9mm. disparados en planta urbana, no a los neumáticos del auto, sino directamente a las ventanillas, es decir, con la intención de matar a un ladrón desarmado.
El Jefe de Policía de Maldonado no contribuyó a explicar las circunstancias, sino a incentivar el creciente sentimiento ciudadano de que la justicia actúa a favor de los delincuentes. "No es fácil salir a la calle cuando se sabe que dos compañeros fueron procesados"; dijo el Inspector Erode Ruiz. Y peor fue la declaración del sindicato policial quien reclamó modificar leyes para "que los policías no sean sancionados por el uso de su arma";.
En tanto el ex juez penal Homero Da Costa dijo a propósito: "Es lo de siempre: se busca presionar para instaurar la ley del gatillo fácil. Se pretende que todo policía, por el hecho de serlo, tenga derecho a usar su arma en cualquier situación, y si mata o hiere debe quedar impune. Eso es lo que su busca con el cuento de proteger a los buenos ciudadanos, y toda esa perorata barata y falsa. A la sociedad no se la protege expidiendo patente a los funcionarios policiales para matar indiscriminadamente. Existen leyes penales que no deben cambiarse y que solamente exculpan cuando se trata de casos de legítima defensa en sus diferentes variantes. Si no se cumple con ellas, deberán rendir cuentas ante la justicia como cualquiera.
Por su parte el magistrado Dos Santos en relación al caso "Coyote"; dice: "Analizando la prueba aportada a autos, en aplicación de una sana crítica y criterios de lógica, es menester tener presente que los enjuiciados debieron prever como probable o por lo menos como posible que el hecho de disparar varias veces sus armas de fuego ante un gran número de personas, más allá de que no las apuntaran directamente, podría haber producido el resultado acaecido (lesiones de uno y muerte de otro) o uno mucho mayor. Es muy posible que, como fluye de la instrucción, la intención haya sido la de preocuparse por su propia seguridad y la de sus compañeros de función, pero atento a su grado de "experticia"; (funcionarios policiales de experiencia) el resultado finalmente acaecido cabe suponer verosímilmente que debió ser previsto como posible o como probable";.
De la instrucción realizada surge que los que estaban adentro de Coyote aparentemente no se percataron que "se produjo una situación de "saturación de clientes"; en la discoteca que estaba próximo a llegar al máximo de asistencia permitida y se decidió (aún no se sabe por parte de quién) cerrar la puerta de acceso al baile. Las personas que estaban esperando para ingresar, muchas de ellas con sus respectivas entradas, comenzaron a inquietarse. No hubo una respuesta adecuada de parte de los organizadores de la fiesta con relación a los "clientes"; que estaban afuera y comenzó una violenta reacción de estos, la que fue creciendo, insultos, empujones, piedras, botellas que impactaban en el local y aledaños. La guardia afectada al servicio de seguridad – todos efectivos de la Guardia Republicana con sus armas de reglamento - aparentemente no informó adecuadamente sobre las circunstancias del cierre y posible devolución de entradas, se dirigió en forma descortés a los "clientes"; y ante la respuesta de aquéllos comenzó una agresión de su parte con gases, golpes y finalmente disparos de arma de fuego";.
Si los policías desconocen las leyes y protocolos, empuñan sus armas sin la experticia suficiente y reaccionan mostrando descontrol emocional, termina siendo un problema muy grave para una sociedad que debe confiar en ellos para su protección.
En Maldonado se han registrado varios casos de gatillo fácil que ya han motivado varias reuniones con el Comando de Jefatura solicitadas por los jueces.
La columna de Carlos Peláez
1) Sentencia del juez Nelson Dos Santos por caso "Coyote"
2) Sentencia del juez Gerardo Flogiacco por caso "Maldonado"