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Desguazan Fripur... y a crédito

Foto: La República y El Observador
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Foto: La República y El Observador

Hace 15 días les contamos que la jueza Sylvia Rodriguez Batista entregó las acciones de la empresa argentina Griffin S.A, parte de los activos de Fripur a la empresa Perindes S.A. " filial uruguaya de la canadiense Cooke Aquaculture. Ahora esa decisión es mirada con mucha atención por abogados y ex trabajadores de la pesquera uruguaya, porque podría ser violatoria de la ley de concursos.

La magistrada tuvo ante sí dos ofertas: una de los ex trabajadores de Fripur que habían formado una cooperativa y presentaron un proyecto que no sólo contemplaba el procesamiento de pescado como alimento, sino además la fabricación de Omega 3, un ácido graso, requerido en el mundo entero por razones sanitarias.

La jueza Rodríguez entendió que la mejor oferta era la de la empresa canadiense y a ellos adjudicó la venta. Esto ocurrió en diciembre pasado pero la empresa aún no pagó nada.

Entre los activos de Fripur se encuentra la empresa argentina Griffin S.A. que cuenta con bienes – planta pesquera, barcos y un apartamento en el centro de Buenos Aires – por un total de 15 millones de dólares. Pero además tiene en sus manos un negocio seguro que genera unos 40 millones de dólares por año. Se trata de permisos para pescar hasta 8.000 toneladas de merluza negra.

El 24 de junio pasado la magistrada autorizó la entrega de todas las acciones de Griffin a la Perindes S.A. filial uruguaya de la empresa canadiense, según informan dos fuentes "a cambio de una garantía de tres millones de dólares";.

Esta decisión sería violatoria de la Ley Concursal porque a diferencia de lo establecido por la propia doctora Rodríguez al comienzo de la liquidación, ahora se entregaron parte de los activos.

¿Que es lo nuevo hoy?. A esta hora la empresa canadiense Cooke Aquaculture ni su filial uruguaya Perindes S.A. han pagado un solo dólar.

Y si bien la ley lo permite – por todos esos agujeros que suelen dejar las leyes – resulta muy llamativo que pudiendo dejar sin efecto el negocio con los canadienses, la magistrada en cambio decidió fijar un interés por mora. Es decir, casi una venta a crédito.

Ayer recibimos una carta enviada por personas que siguen atentamente estos hechos y que será enviada a la Suprema Corte de Justicia La misiva aporta elementos gravísimos que ponemos en su conocimiento.

Pero atención: detrás de todo esto puede esconderse algo más grave: las aviesas intenciones de algunos particulares – con mucho apoyo de un sector político – para hacerse de los permisos de pesca de cangrejo rojo que forma parte del activo de la ex Fripur.

La columna de Carlos Peláez

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 La carta