Los miedos cotidianos
La inestabilidad nos atemoriza, también lo desconocido. Así como todo aquello que escapa a nuestro control y también lo que podría revelar nuestras debilidades. Algunos de esos miedos se han evidenciado por estas horas. Por ejemplo con la negativa a investigar los negocios de la empresa Aire Fresco con Venezuela.
Legisladores de todos los partidos sospechan que se trata de una empresa creada por el MPP para financiar sus actividades políticas. Pero públicamente sólo lo dejo entreveer el diputado frenteamplista – disidente Gonzalo Mujica.
"Acá alguien metió la pata o metió la pata y la mano en la lata, no sé pero eso es lo que quiero saber", dijo ayer en el Parlamento. Y manifestó su sospecha que "desde el Poder Ejecutivo anterior se haya hecho un financiamiento del sector al que pertenecía el presidente. Si esto se confirma las responsabilidades son de los políticos que ejercían los cargos y debe ser investigado" sostuvo.
El otro miedo se relaciona a la violencia diaria. Esta madrugada desconocidos acribillaron el auto de un dirigente de la barrabrava de Peñarol. Unos 20 balazos impactaron sobre su auto, aunque el sujeto solo sufrió heridas en una pierna y la cabeza sin riesgo de vida. Por su parte después de desmentir en el diario La República cualquier vinculación con miembros de esta barra, en la misma mañana relato en detalle sus vínculos a los colegas de En Perspectiva. A confesión de parte relevo de pruebas.
Pero todos los hechos de violencia de los últimos días exigen a la Justicia que reabra y continúe la investigación sobre los barrabravas iniciada hace tres años por el doctor Homero Da Costa y que recientemente fuera archivada por otra magistrada.
Y nuestro peor miedo hoy proviene de la fuerza descontrolada de la naturaleza y el reconocimiento de nuestras debilidades. Sin embargo nos deja lecciones que debemos reconocer. Entre ellas, que el cambio climático vino para quedarse y ya estamos obligados a modificar hábitos y una cultura depredatoria.
La columna de Carlos Peláez