El legislador presentó una serie de denuncias contra el proceso de construcción de la planta regasificadora de Punta de Sayago, durante la pasada administración, y solicitó la conformación de una comisión investigadora el 9 de noviembre. 

En la sesión de hoy, Pablo Abdala presentará fotos que demuestran que los pilotes están desalineados y en pleno proceso de oxidación. Abdala contó que sobrevoló la zona en una avioneta y dijo que todo está oxidado. "Debería haberse obligado al ganador de la licitación a dejar limpio el lugar";, reclamó.

Las pérdidas denunciadas por el diputado son por las capitalizaciones realizadas por UTE y ANCAP, los pasivos asumidos por Gas Sayago, los trabajos de geotecnia y de ingeniería encargados recientemente y los gastos de funcionamiento desde el año 2011 a la fecha; luego de descontados los 100 millones de dólares cobrados como indemnización por Uruguay.

Abdala denunció también que la aprobación ambiental llevó ocho días, cuando esos procesos "duran meses";. El legislador apuntó al actual gobernador de Minas Gerais, quien habría cobrado cerca de 3 millones de dólares en coimas para acelerar el proceso con el "jefe de la casa civil uruguaya"; durante la administración de José Mujica, cargo que no existe pero que podría tener un paralelo en el gobierno uruguayo. Fernando Pimentel fue durante la administración Rousseff el ministro de desarrollo de Brasil.

Para Abdala es inexplicable cómo se eligió un lugar que es inconveniente y señaló que no se hicieron los estudios de batimetría apropiados. Además, señaló que el dragado fue "el doble de lo que se había proyectado"; y que fue tan improvisado que se encontró un barco hundido en 1941.

El diputado dijo que hay empresas tercerizadas que ya están demandando al estado uruguayo por los incumplimientos de la constructora OAS de origen brasileño y que está vinculada a escándalos de corrupción en Brasil, Chile, Perú y Uruguay.

Según el Centro de Investigación Periodística de Chile, en función a escuchas telefónicas, "los diálogos dan cuenta de su preocupación por las millonarias inversiones en Chile, su protagonismo en la producción de la visita de Lula da Silva en 2013, ocasión en que respaldó a Michelle Bachelet. Los equilibrios políticos eran un tema sensible para OAS, que tenía una relación cercana con Marco Enríquez-Ominami, a quien le facilitó un jet privado. En los mensajes figura también Giorgio Martelli, formalizado por el financiamiento irregular de la campaña de Bachelet.";

Pablo Abdala consideró que hubo "un exceso de confianza"; en el proceso. El legislador reclamó por falta de información: "Hay falta de transparencia de parte del Poder Ejecutivo, el año pasado hice seis pedidos de informe (…) No se puede negar la información, es como negársela a un juez (...) es evidente que hay zonas oscuras".