Al hablar sobre los hechos previos al clásico, Mieres afirmó que el operativo fue "un fracaso rotundo" y que "es un disparate decir que la Policía no puede intervenir" en las tribunas. También fue claro al señalar que luego del fracaso del operativo, el director de la Policía "demostró que no pudieron" controlar a la barra y debería renunciar por eso. Sobre esto, fue contundente: "¿Qué es lo que tiene que pasar para que alguien renuncie en este país? Nadie renuncia a nada".

En relación a la gestión del Ministerio del Interior, aseguró que al no lograr resultados, el equipo debería cambiarse. También agregó que "le reconoce a estas autoridades que intentaron recuperar a la Policía porque durante décadas la Policía fue 'el último orejón de tarro' en materia de remuneraciones, de equipamiento, de tecnología y hoy es otra cosa".

Al definir el panorama electoral de los partidos, recordó su definición de que "el Frente Amplio es una especie de 'supermercado de izquierdas', donde uno entra y en una góndola hay marxista-leninista, en otra góndola hay populista, y uno elige y eso ha sido parte de su éxito electoral".