Primero una coyuntura económica que coloca a Uruguay como mucho más barato que la vecina orilla y luego una política de gobierno más amigable.

El turismo ha desplazado a la carne y forestación como principales fuentes de ingreso. El Ministerio encabezado por Liliam Kechichian espera cerrar este año con tres millones de turistas e ingresos totales por dicho rubro superiores a los dos mil millones de dólares.

Según números difundidos ayer por El Observador, el 69% proviene de Argentina; el 16% de Brasil; 5% europeos; 3% son norteamericanos; 3% chilenos; 1 % de Paraguay y 3% de otros países latinoamericanos.

Montevideo es el mayor receptor de ese turismo; le siguen las termas del litoral; Colonia, Rocha, Punta del Este, Piriápolis y la Costa de Oro. Pero no es la costa quién genera más ingresos, sino el turismo de conferencias y congresos.

Unos 100.000 compatriotas de todas partes del país encuentran un lugar de trabajo vinculado a la actividad turística, la mayoría en temporada.

El fin de semana que pasó ha sido el más importante en muchos años lo que alienta las expectativas de trabajadores y empresarios.

La columna de Carlos Peláez