El dictador, los honores y la impunidad
La impunidad permitirá que el dictador Gregorio Álvarez reciba honores militares. Si bien el estado de salud del dictador continúa siendo grave, fuentes médicas consideran poco probable que logre superar su actual estado. "Se trata de una persona muy mayor que padece una insuficiencia cardíaca grave", señalaron las fuentes.
Gregorio Conrado Alvarez Armelino, jamás fue juzgado por un Tribunal Militar ni perdió el grado de Teniente General (r ). Por tal razón y las normas de protocolo, en caso de fallecer recibirá honores militares.
Exactamente los mismos que recibió el general Liber Seregni en el 2004. Con la diferencia, no menor, que éste fue un demócrata y Alvarez un miserable dictador.
El protocolo establece:
-Cureña Hipomóvil o Motorizada.
-Féretro cubierto con el Pabellón Nacional.
-Delegación de 1 (un) Jefe de todas las Reparticiones del Ejército de la Guarnición.
-Guardia de Honor integrada por 2 (dos) Soldados con Uniforme de
-Tradición Histórica, del Arma de origen.
-Una Sub-Unidad con Banderas, Escolta y Banda de Músicos.
- Banderas y Escoltas de las Unidades de la Guarnición.
"Salva de cañón"; de 15 (quince) disparos
Repercusiones
Si bien los militares están impedidos de realizar declaraciones salvo autorización del mando superior, el que Alvarez reciba honores fúnebres no ha caído bien en algunos ámbitos.
Por los menos un general en actividad consultado por éste cronista confirmó que "no pensaba participar", algo a lo que tampoco está obligado.
Si bien todos los militares fallecidos reciben los mismos honores, incluso el general Pedro Barneix que se suicidó, el caso de Alvarez propone un debate porque se trata, nada más y nada menos, de que un ejército democrático rinda honores a un dictador.
En el ámbito político también crece el malestar aunque no existe aún ningún pronunciamiento.
En definitiva, los honores que recibirá el dictador son producto de la impunidad.
La columna de Carlos Peláez