Peralta sobre Plan Cóndor: en un mes se conocerán fundamentos del fallo
Este miércoles, en La Mañana de El Espectador, estuvo Ariela Peralta, presidenta de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH). En alusión a la decisión de la justicia italiana sobre el Plan Cóndor, manifestó: "Lo tomé con mucha sorpresa, con congoja y desilusión. Fue un momento difícil".
Ariela Peralta, presidenta de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo fue entrevistada por Martín González. Hizo referencia entre otras cosas, a la decisión de la justicia italiana de absolver a 13 de los 14 uruguayos imputados en el caso Plan Cóndor.
Sobre esto, Peralta dijo: "Yo lo tomé con mucha sorpresa, con congoja y desilusión. Fue un momento difícil personalmente, siempre lo es en los litigios de este tipo, de violaciones a los derechos humanos que no solo implican la condena en los perpetradores, sino la verdad para las víctimas".
Explicó que también son litigios que no solamente les dan a las víctimas justicia, sino también son un mojón en la historia de un país y en la actualidad. "Revierten o confirman hechos históricos. Ayudan y siempre abren más puertas para la libertad", indicó.
La presidenta, dijo que a través de Mirtha Guianze, exfiscal, conoció los primeros resultados y los primeros sentimientos de las personas que se encuentran en Roma.
La entrevistada, hizo referencia a que en este caso, hay un punto en particular y es el de que la racionalidad que existe siempre detrás de un fallo no se sabe todavía. "Eso es absolutamente esencial", aseveró.
"Sabemos por los que están allá, que eso se daría a conocer en un mes. La racionalidad del fallo va a aportar elementos importantes", afirmó.
"Por lo que me comentó Mirtha y por el acceso a información que he tenido, interpreto que lo que sucedió es que se aplicó la obediencia de vida. Esta es un concepto de derecho penal que implica para algunos una causa de justificación y para otros una causa de inculpabilidad", explicó Peralta.
"El hecho sigue siendo ilícito, pero quién obedece órdenes de un superior las obedece porque no tiene otra opción. Parece que esa fue la racionalidad y entonces a los ejecutores se les imputó el derecho de secuestro y no el delito de homicidio. El delito de secuestro está preinscripto en la legislación italiana", añadió.
Destacó además: "El concepto de obediencia de vida es orden de un superior, no orden de la Ley. El acto sigue siendo ilícito".
La entrevistada, explicó que sin embargo para varios campos como pueden ser, el Derecho Penal Internacional de los Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario cCnsuetudinario, la Cruz Roja, el estatuto de la Corte Penal Internacional, el Tratado de Londres, los Tribunales de Núremberg y convenios de Ginebra, han superado ya este término.
"Ya se entiende que en materia de las violaciones de los derechos humanos la orden de un superior no es eximente de responsabilidad. Eso está clarísimo en los campos que he nombrado. Eso parecería, hasta lo que sabemos que el Tribunal no lo ha aplicado", señaló Peralta.
"Me parecería a mí por la información que me ha llegado, que ésta cuestión de obediencia de vida, deja mucha tela para cortar", declaró y agregó: "Creo que a pesar del primer impacto negativo después hubo un juntar fuerzas devuelta".
"La gente que está allá estaba muy sorprendida con la lectura del fallo, comentaba Mirtha (Guianze) que se leyó bajo y era difícil de comprender. Cuando se entendió realmente, hubo mucha desazón", sostuvo.
Por otra parte dijo que las víctimas, que son las protagonistas principales y tienen una larga lucha estaban muy acongojadas. "Pero después creo que juntó fuerzas devuelta. Tuvieron un encuentro para pensar en estrategias a futuro y una apelación", manifestó Peralta.
"Yo pienso que hay que hacer un recuento de lo sucedido. Tuvimos la Ley de Caducidad, era una Ley que establecía un muro de impunidad. La Ley congeló a las víctimas y a los abogados que nos faltó el ingenio para romper ese muro que era prácticamente impenetrable", remarcó.
Peralta agregó que es terrible para las víctimas, por la pérdida de pruebas y el no poder encontrar la verdad. "Cuando se estableció que algunos casos iban a quedar por fuera de la Ley de caducidad y luego la Ley lo revirtió. Ahí empezó a fluir la idea de llevar los casos a la justicia. En ese tiempo hubo mucha pérdida de prueba. El tiempo también perjudica a la justicia", indicó.
"Por lo menos no tenemos a la Ley de caducidad", finalizó.
Escuche la entrevista de La Mañana: