El combate al Crimen Organizado también es un asunto ético
El concepto de "crimen organizado" surgió por primera vez en Estados Unidos en 1869 en un reporte de la New York Society for the Prevention of Crime. Este concepto se usó inicialmente para describir algunos rasgos de la mafia siciliana que se había desarrollado entre las comunidades de inmigrantes italianos en puertos como Nueva Orleáns y Nueva York.
El secreto y la jerarquía eran algunos de los signos iniciales de esta forma de crimen organizado. El estudio de la Cosa Nostra se volvió así el prototipo de las organizaciones criminales.
Las actividades del denominado "crimen organizado"; abarca actividades tales como: falsificación de moneda; crímenes relacionados con la droga, las armas, prostitución, tráfico de esclavos, juego ilegal; delitos contra la propiedad, robo de automotores, bandas de robo a casas o bodegas, compra de propiedades robada, robo de cargamentos; crímenes violentos, sicariatos, pandillerismo, asalto, extorsión; crímenes de cuello blanco como robo de secretos industriales, mercadería falsificada, inversiones fraudulentas, empleo ilegal, chantaje, corrupción.
A muchos puede llamar atención que se plantee un tema de esta magnitud que no es percibido en toda su dimensión. Sin embargo, si se revisan antecedentes nos encontraremos con que muchas de estas prácticas son más que conocidas en nuestro país.
El problema más grave es que no sólo no se percibe la gravedad, sino que tampoco es sencillo lograr acuerdos sobre como combatirlo. En los últimos años Uruguay ha avanzado en normas y estructuras institucionales con el objetivo de enfrentar al crimen organizado. Desde el año 2001 se han mejorando las normas para prevenir, por ejemplo, el lavado de activos. Hace una semana la presidenta de la Asociación de Escribanos del Uruguay, Ana Ramírez Eula dijo a Radio Uruguay que "le pediría una entrevista al presidente de la República, Tabaré Vázquez, porque cree que desde la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos se ha atacado a una de las profesiones importantes del Uruguay, desconociendo la esencia misma del escribano";.
La profesional hacía referencia a una información surgida en la Secretaria Antilavado señalando que "el 80% de los más de 400 escribanos inspeccionados incumplieron la ley vinculada al blanqueo de capitales";.
La presidenta de los escribanos dijo "; hay un valor que no se puede desmerecer en el escribano que es el tema de la ética"; y sostuvo que se superponen tareas.
"¿Para qué duplicar esfuerzos si los bancos ya están controlando?". Pues tenemos malas noticias para la escribana Martínez Eula. En el año 1989 cuando se descubrió que el Cártel de Medellín había lavado unos 500 millones de dólares a través de Raúl Vivas, residente en Punta del Este, y el Cambio Italia . Poco después fue detenido también en el balneario esteño el contador del Cártel de Cali, Ramón Puente Patiño, quién además involucró a personas cercanas al entonces presidente argentino Carlos Menem: En el 2000 se conocieron las actividades del Cártel de Juárez en Punta del Este. Y el año pasado se supo que uno de los líderes del Cártel mexicano de Los Cuinis, no sólo vivía en el Este, sino que también lavaba dinero.
En medio, se supo que algunos de los asuntos de corrupción del gobierno menemista (Tráfico de Armas; Coima IBM – Banco de la Nación) contaron con la colaboración uruguaya. Así como algunas sospechosas inversiones del entorno kirchnerista.
Todas, absolutamente todas, estas actividades delictivas contaron con la colaboración de escribanos uruguayos, muchos de los cuáles fueron procesados, así como de otros profesionales y algunos de los más importantes estudios jurídicos.
En algo coincidimos con la escribana Martínez Eula: siempre debe privilegiarse la ética profesional. Se evitarían muchos problemas.