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Preocupante situación energética desafía al nuevo gobierno

Preocupante situación energética desafía al nuevo gobierno

"Tenemos alta probabilidad de tener dificultades de suministro", dijo el próximo subsecretario de Energía, Martín Ponce de León. Adelantó propuestas del nuevo gobierno, como el uso energía eólica o la entrega de cupos de energía gratuita para la gente de menores recursos.

Emitido a las 09.05

ALFREDO DANTE: Uruguay enfrenta problemas en su matriz energética. El asunto es qué puede hacerse para solucionarlo y qué planes tiene el próximo gobierno en la materia. Procuramos conocer el diagnóstico y las propuestas del próximo gobierno sobre el tema energético. El diálogo es con el ingeniero Martín Ponce de León, futuro subsecretario de Industria, Energía y Minería.

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Usted ha dicho reiteradamente, desde que fue designado como futuro subsecretario de la cartera, que Uruguay tendrá un problema importante en los próximos dos años en el abastecimiento de energía. ¿Por qué?

MARTÍN PONCE DE LEÓN: Fundamentalmente porque Uruguay tiene un consumo anual con un pico que ya está por arriba de los 1.500 megavatios.

AD - ¿1.500?

MP de L – Sí. El pico en el año, que en general se da en invierno, es del orden de los 1.500 megavatios. Uruguay cubre esa demanda fundamentalmente con suministro hidráulico. Ese pico, que ahora está en ese orden, hace unos años era de 1.200 y antes de menos aun. A medida que el pico va subiendo las unidades disponibles tienen cada vez más dificultades para poder llevarlo. Uruguay tiene un parque instalado con un alto porcentaje hidráulico. Ese porcentaje hidráulico (que esencialmente es la suma de la parte uruguaya de Salto Grande más las tres represas que hay en el Río Negro –Bonete, Baygorria y Palmar–), nos ha permitido tener una generación básicamente hidráulica durante muchos años, excepto en condiciones de hidraulicidad muy malas, de falta de lluvias. Esto es muy importante. Primero por tranquilidad de suministro y también desde el punto de vista económico. Porque el respaldo a esa generación es más caro y es nacional,  en relación a lo que hay de centrales térmicas e internacional en relación a la importante interconexión con Argentina.

¿Por qué esto pasa a una situación de criticidad? Porque ha ido subiendo el consumo y la potencia que Uruguay va necesitando. Hace algunos años sólo disponía de máquinas en Salto Grande y cada dos años incorporaba una nueva unidad. Uruguay iba pagando su parte del costo de la represa, que se pagó en ese sentido de forma muy conveniente para el país y por otro lado iba incorporando nuevas unidades para poder atender esa demanda que iba creciendo. Pero llegó un momento en que se terminaron las máquinas uruguayas de Salto Grande. Uruguay no incorporó nuevas unidades. Entonces, siguió atendiendo una demanda que - salvo en el año de la crisis- ha ido, básicamente, creciendo. La demanda de energía eléctrica crece aunque la economía no crezca. Y si la economía crece 5 %, la demanda eléctrica crece probablemente 8 o 9 %; crece más que la economía. En estos últimos años, Uruguay no ha estado incorporando parque de generación. Entonces pasó a ser progresivamente cada vez más dependiente de dos cosas: por un lado de que las lluvias fueran cada vez mejores (porque usaba su parque hidráulico de una manera cada vez más exigida) y por otro lado, de que Argentina tuviera buena capacidad de respaldo cuando nosotros tuviéramos dificultades de lluvia. Éstas son las cosas que este año (y en gran medida ya el año pasado) estuvieron en crisis. Porque las lluvias no fueron malas –lo demuestra el propio agro que no tuvo dificultades– como concepto general, pero no fueron tan buenas como a esta altura se necesitaría para esa demanda que ha ido creciendo. Pero simultáneamente a esas lluvias que no fueron tan buenas, tuvimos una Argentina que pasó a tener dificultades, porque una buena parte de su suministro y generación eléctrica se hace en base a gas. Al tener dificultades en el suministro de gas, empezó a no poder generar la cantidad suficiente de energía eléctrica. Y como es notorio, optó por trasladar las carencias energéticas hacia sus vecinos –incluso el año pasado con más fuerza– antes que hacia su propia interna.

AD - El año pasado tuvimos dificultades; ¿es previsible que esas dificultades se trasladen con mayor acento a 2005, por un mayor consumo de los propios uruguayos en los últimos días? El propio Ricardo Scaglia decía que en los primeros días de enero el consumo aumentó un 13 % en comparación con el año anterior. Pero además, hay mayor consumo en la República Argentina, de la que también dependemos. ¿Existe un riesgo real de que carezcamos de suministro de energía este año y el año que viene?

MP de L - El riesgo existe. La verdad es que el riesgo existe. Hay que decirlo con claridad. El sistema eléctrico uruguayo está más exigido, porque si la economía empezó a recuperarse, el consumo eléctrico se está recuperando a tasas más altas que la economía. Y en Argentina sucede lo mismo, con lo cual el sistema eléctrico argentino está más exigido y en ninguno de los dos países ha habido nuevas posibilidades de generación significativa.

Y se une otro tema: en ese marco, el régimen de lluvias que necesitaríamos sería mucho mejor aún que el del año pasado. Pero el problema es que el punto de partida que tenemos este año en el sistema hidráulico es bastante peor. Esto quiere decir que Salto Grande está en este momento con dificultades, pero su lago almacena agua para pocos días en relación a la capacidad de la represa. Es una central que tiene agua para los próximos 15 días. Salto Grande depende mucho de cómo va lloviendo.

Pero el lago de Bonete, en cambio, mantiene agua para varios meses de capacidad de generación de Bonete, Baygorria y Palmar. Las tres son alimentadas por el mismo lago, y, en el caso de Palmar, incorpora la cuenca del Yí, con lo cual tiene un aporte adicional. ¿Pero qué sucede? Que la cota de ese reservorio (que es nuestra principal reserva para la capacidad de generación hidroeléctrica) este año está varios metros por debajo que a la misma altura del año pasado. O sea, estamos arrancando un año más exigido, con menos capacidad de respaldo del lado argentino, con mayor consumo nuestro y con el lago de Bonete casi 4,5 metros por debajo de lo que estaba a la misma altura del año pasado. Es decir, en lugar de estar a más de 80 metros, está en este momento en 75 metros y pico, ya por debajo de la cota 76. En este marco, la probabilidad que tenemos de que las lluvias que se requieren sean las necesarias es cada vez más baja.

Separemos pronóstico de riesgo. No es que uno pronostique que va a estar mal, decimos que estamos en altísimo riesgo de estar mal. Si llueve, el tema puede resolverse. Pero cada vez estamos más pendientes de que haya realmente muy buenas lluvias y por supuesto no es ésa una situación buena para el país. Al decir esto, estamos diciendo que si no hay lluvias –lo que sería dramático– o si las hay escasas o medianas, pasaríamos el año con muchas dificultades desde el punto de vista del suministro eléctrico, que - por otro lado - no tiene forma de acumularse. Por tanto, el momento de mayor consumo para Uruguay, que es el invierno, puede llegar a ser realmente complicado. En esto coinciden todos los técnicos que están mirando el panorama.

AD - El consumidor uruguayo tiene que empezar a hacerse la idea de que en 2005 y tal vez también en 2006 va a tener restricciones o va a tener una energía más cara.

MP de L - En todo caso tenemos alta probabilidad de tener dificultades de suministro. En cuanto al precio, en la medida que esta situación difícil obliga a comprar energía más cara, sin duda puede verse afectado. Pero me permito resaltar que estamos hablando de cosas que son de muy diferente magnitud. Que el precio cambie en un cierto monto sin duda afecta a don Juan, a doña María, a la industria, a lo que sea, pero la falta de suministro es un problema de otro calibre. El problema principal es el suministro.

Para que se tenga idea, en los primeros 10 días del año, la situación es tal en el  entorno de posibilidades de generación, que de ese lago de Bonete (que está tanto más bajo) hemos consumido el triple de agua que en los 10 primeros días del año pasado. O sea, estamos en una mala situación y vamos con mala velocidad. Lamentablemente, vamos hacia una situación que vale la pena advertir,  justamente para que todos los uruguayos seamos conscientes de que tenemos un problema mayor, que ojalá se resuelva...Pero dependemos absolutamente de la lluvia.

AD - El diagnóstico es bastante malo. ¿Qué medidas piensa impulsar la futura administración para intentar subsanar esa situación?

MP de L - Hay tres tiempos distintos. Hay un primer tiempo que es este año. Para este año, hay muy pocas posibilidades en materia de equipamiento. Porque cualquier instalación de unidades generadoras o líneas de trasmisión lleva varios años. Este año hay que pelear con lo que se tiene. Entonces, además de que cada uno haga la fuerza que pueda para que llueva (que sigue siendo el tema principal), desde otro ángulo lo que se puede hacer es tratar de buscar las mejores condiciones de apoyo del lado argentino y eventualmente de Brasil. Pero el apoyo de Brasil es a través de Argentina. Con Brasil, sólo tenemos una pequeña interconexión de 70 megavatios, que en relación a los 1.500 que mencionaba es muy poco. De todas maneras, hay que usarlo...Se está usando y hay que seguir usándolo, porque cada megavatio que llega permite ahorrar (aunque sea un poco)  de agua del lago del Bonete. En ese sentido, la licitación que se abrió ayer sin duda ayuda. No tanto por apagar las térmicas, como hace un rato se decía en el noticiero en esta misma radio. Yo diría que lo principal es que permite no gastar el lago. Se podría intentar poner en marcha la sala B de la Central Batlle, que hoy no está funcionando y que genera 50 megavatios, de vuelta con la idea de que -individualmente - no es mucho pero todo ayuda. Ésa es la situación de este año.

AD - La interconexión con Argentina tal vez sea tema prioritario en la reunión Kirchner-Vázquez de hoy.

MP de L - Sin duda va a ser uno de los temas a lo largo del año, porque Argentina va a tener que ir viendo cómo van evolucionando las cosas de su lado que, repito, están en una situación difícil. Fijémonos cómo juegan los plazos, que esta licitación que ayer se abrió con Brasil es hasta el 28 de febrero, o sea 500 megavatios por un mes y medio. Va a haber que estar haciendo un seguimiento de esto mes a mes. Eso es este año 2005.

AD – Además, Argentina no es muy confiable a la hora de asumir compromisos, ¿no?

MP de L - En todo caso hemos tenido dificultades. Ellos las han tenido. Confiemos en que podamos buscar alternativas, que en todo caso encaremos en forma más solidaria las dificultades que pueda tener el conjunto. Eso es lo que debiera permitir un sistema interconectado, que si en un lugar hay una dificultad del orden de un 5 %, haya un 5 % desparramado en el conjunto, no un 20 % en un lado y un 4 o un 3 en otro.

AD - Eso, decía usted, en el mediano plazo.

MP de L - No, eso es para este año. Un segundo tiempo son los próximos dos, tres, cuatro años. En dos, tres o cuatro años, Uruguay tiene que salir de esta situación de riesgo incorporando nuevos equipamientos. Esto tiene claramente tres líneas de desarrollo en las cuales el nuevo gobierno va a trabajar fuertemente.

La primera línea es aumentar el respaldo térmico. Puede haber algunas unidades más chicas y rápidas. De todas maneras, hablamos de términos nunca menores a un año para estas cosas. Otra (es) la central de ciclo combinado, que sin duda Uruguay va a tener que incorporar. Pero ya es un equipamiento que requiere dos o tres años para estar en condiciones. O sea, tal vez alguna cosa llegue en 2006, otras van a estar llegando en 2007 y sin duda en 2008.

La segunda línea de trabajo es: tenemos una fuerte interconexión con Argentina, pero necesitamos una fuerte interconexión con Brasil. Eso significa una línea de trasmisión que naturalmente tiene su costo, pero que en el largo plazo significa enormes posibilidades de ahorro, porque reduce las necesidades de inversión en respaldo térmico y - sobre todo - garantiza mejor respaldo, porque viene de cuencas hidroeléctricas completamente distintas. Brasil tiene enorme generación eléctrica, lo que tiene Argentina de generación hidroeléctrica también es muy importante, pero vienen de cuencas distintas, lo que permite contar con que, cuando haya falta de agua en un lado, haya excedente en el otro. Entonces, segunda línea de trabajo: línea de trasmisión con Brasil.

Y la tercera es más bien lo que significa el lado argentino, la ampliación de los gasoductos desde ese enorme reservorio de gas que es Bolivia. Es un tema básicamente prioritario para la propia Argentina, pero en la medida que Argentina refuerce su gasoducto, Uruguay puede - por esa vía - tener no sólo el suministro argentino sino, eventualmente, incluso estar comprando directamente gas en Bolivia. De ese modo, siempre y cuando haya incorporado nuevas unidades térmicas, estaría resolviendo en esas condiciones.

Con esto, en dos o tres años estaríamos bajando el nivel de riesgo, dando tranquilidad, que es una cosa básica que el sistema eléctrico tiene que darles a los ciudadanos y a la industria.

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AD - En una de las patas de las soluciones que usted mencionaba, la de potenciar las centrales térmicas, ha venido trabajando el actual gobierno. Por ejemplo, ha iniciado caminos para incrementar la capacidad de generación de energía eléctrica con la construcción de la central a gas en San José, un proceso que se ha estancado por la impugnación de una de las empresas.  ¿Cómo observa este tema?

MP de L - Este tema, que ojalá se hubiera resuelto de una manera fructífera, no cambiaría la perspectiva del año 2005, si usted estuviera haciendo esa adjudicación en este momento tendría dos años de obra por delante, primera cosa. Segunda cosa: uno tiende a estar mirando lo que pasa en los últimos meses, pero las decisiones clave para las disponibilidades de hoy en realidad se tomaron hace tres, cuatro años, por esa misma razón de los plazos que tienen las cosas. Si uno decide construir una represa o una central de ciclo combinado esa represa o esa central van a entrar en funciones dentro de tres, cuatro, eventualmente cinco años en el caso de una represa. Entonces, hay que tomar las decisiones con mucho tiempo. Las decisiones importantes acá se tomaron hace cuatro años y no olvidemos que a partir del marco regulatorio el país cambió responsabilidades. De todas maneras, yo diría: mucho más que mirar para atrás, miremos para adelante.

AD - Pero para mirar para adelante hay otro caso que parece ser bastante paradigmático, la intención de UTE de comprar dos centrales de generación de energía, una para Montevideo y otra para Paysandú, que la Administración del Mercado Energético (ADME) bloqueó. Mirando para adelante ésa podría ser una alternativa; ¿cómo se viene observando esta actitud del Ejecutivo por parte del gobierno entrante?

MP de L - Separemos las dos cosas. La idea de incorporar rápidamente dos unidades de 100 y algo de megavatios, que son las que se pueden incorporar a mayor velocidad, es una idea muy importante para el país, para la crisis que el país tiene, son las únicas unidades de respaldo térmico que podrían estar en función en algún momento del año que viene. De manera que la compartimos y no sólo la compartimos, la entendemos indispensable; lo digo de otra manera: sería irresponsable no hacerlo.

En cuanto a la decisión de ADME, no hablaría del tema si usted no me lo preguntara. Creo que ni merece comentarios. Lamentablemente, ADME es un organismo de meses de actuación y realmente de muy triste actuación. Es uno de los nuevos organismos que se han creado en este período. Los otros fueron lo que primero fue la URE y hoy es la Ursea, y en el campo de las comunicaciones la Ursec. A cada uno le podrá parecer mejor o peor cada una de las decisiones que han ido tomando, pero está fuera de discusión que armaron su cuerpo técnico en todos los casos llamando a concurso, seleccionando técnicos del mejor nivel y permitiendo que cualquier uruguayo aspirara a esos cargos que sin duda tienen una enorme importancia. Cuando ADME comenzó – hace muy poco– lo primero que hizo quien está a su cargo fue llevar a todos sus amigos que estaban trabajando en la comisión del puente de Salto Grande a trabajar en el sistema eléctrico, como si fuera lo mismo. Ni siquiera son especialistas en el sector. Por eso es que ADME hasta ahora en realidad no había resuelto nada, es la primera vez que ADME toma una decisión, de dudosa competencia legal. Creo que ni vale la pena gastar demasiado tiempo en el tema. Lo mejor que podía haber hecho ADME era callarse la boca.

AD - ¿Qué van a hacer en ADME ustedes en el futuro?

MP de L - Vamos a hacer que cumpla los cometidos que tiene que cumplir. Vamos a hacer que no sustituya los cometidos de otras instituciones. ADME tiene un rol, pero tiene que tener gente capaz, ocuparse de las cosas de las que se ocupan estas instituciones y en un vínculo absolutamente estrecho con el ministerio responsable de la energía.

AD - Tengo muchísimas preguntas y como siempre muy poco tiempo.

MP de L - Entonces, si me permite una última frase...

AD - Dígame.

MP de L - Yo dije que había tres tiempos y me importa por lo menos trasmitir la idea de qué sucede en el tiempo más largo, es decir ya no este año, ya no en los primeros dos, tres años, cuál es una perspectiva más larga en materia de generación eléctrica.

Allí, Uruguay tiene que apostar a nuevas cosas. No hay más hidráulica para generar, por lo menos en forma significativa, habrá por supuesto un área de pequeñas hidráulicas a desarrollar. Uruguay tiene una enorme cantidad de energía de viento que el mundo hoy utiliza pero que nuestro país, siendo muy ventoso –todos lo sabemos–, todavía no utiliza. Uruguay tiene mucha biomasa, se ha convertido en un país que genera mucha madera, que tiene cáscara de arroz, que tiene una enorme capacidad de generación de biomasa que en muchos casos no utiliza y simplemente descarta. Y en plazos largos, Uruguay tiene que volver a investigar, con las nuevas formas de prospección que hoy existen, si no tiene en su territorio o en su plataforma marítima algún nivel de hidrocarburos que permita mejorar la situación de la gente.

AD - Han llegado muchísimos mensaje de oyentes. Por ejemplo Eduardo, de Pocitos, quiere saber cómo ve el futuro subsecretario la posibilidad de complementar la energía eléctrica con la generación local de energía eólica y solar. Nancy de Colonia dice: "Díganle a Ponce de León que no descarten la energía eólica, que el viento es gratis y en Europa lo utilizan desde hace tiempo con buenos resultados".

MP de L - Absolutamente de acuerdo. Es un tema de en qué plazos podemos hacer que eso tenga potencia.

AD -¿Qué van a hacer con el robo de energía? UTE dice que es el 10 %  de la facturación de la empresa pública. Hace poco escuchaba al presidente de OSE decir que sería buena cosa juntarse y que haya un sólo medidor OSE-UTE; ¿cómo piensan encarar el problema del hurto de energía en este país?

MP de L - Yo empezaría por decirle, parangonando algo que hace muchos años escuché decir al doctor Crottogini sobre el contrabando: hay dos tipos de robos de energía. Está la gente que tiene potencia económica, que de repente tiene una industria funcionando o una casa en un barrio residencial y está robando energía. Eso es ilegal e inmoral y hay que buscar todas las formas técnicas de sancionarlo con la mayor dureza posible, porque le está haciendo un daño muy grande al país. En la otra punta tenemos gente que - en lugares como los asentamientos  irregulares - está con enormes dificultades para poder tener siquiera su comida y recibiendo por tanto las canastas de ayuda de alimentación del INDA y cosas por el estilo. En esas zonas, el robo de energía seguramente es ilegal, pero es más dudoso que sea inmoral. En todo caso, pensamos que en esa escala de enormes necesidades sociales, dentro del Plan de Emergencia, debiéramos dar y garantizar un nivel mínimo de suministro de una energía a cualquier ciudadano uruguayo (que hoy se ha convertido, como el agua potable, en necesidad básica de las población). Hay que encontrar la forma de que integre parte de esa cadena de alimentos agregándole el factor energético a las ayudas que los uruguayos tenemos que darles a los que están en peor situación.

AD - ¿Habla de energía gratis para esas zonas?

MP de L - No para las zonas. Lo que decimos es a las familias que no tienen. Así como se les da arroz, harina, etcétera, que se les dé un cupo que tenga valor por una cantidad mínima de quilovatios de luz eléctrica y – eventualmente-  de metros cúbicos de agua. Y que eso lo paguemos todos, como pagamos el arroz, la harina, los fideos, los alimentos con los que se trata de ayudar a las familias en situación más carenciada.

Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: María Eugenia Martínez