Volonté: no hubo una oferta de Vázquez
Tras la visita de Vázquez a Argentina, el embajador en ese país, Alberto Volonté, aseguró que el almuerzo ofrecido al próximo presidente fue "habitual y de orden". Además, dijo que nunca interpretó que haya habido un ofrecimiento para permanecer en el cargo cuando asuma el FA y negó haber apoyado con dinero la campaña de Gallinal.
Emitido a las 8.44
ALFREDO DANTE: En su visita a la capital argentina Tabaré Vázquez se reunió con el embajador uruguayo en ese país, Alberto Volonté. Según las crónicas, Volonté siguió muy de cerca la visita del presidente electo a Buenos Aires. Incluso organizó un almuerzo en la sede diplomática, en el que participó (entre otros) el periodista Víctor Hugo Morales.
A la residencia ubicada en la avenida Figueroa Alcorta 3316 concurrieron, en las primeras horas de la tarde, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, y antes del almuerzo Volonté se trasladó a la Casa Rosada y aguardó que el presidente electo finalizara su encuentro con Néstor Kirchner. Doctor Alberto Volonté, ¿fue un almuerzo protocolar, de orden?
ALBERTO VOLONTÉ: Es habitual y es de orden que el embajador de Uruguay en cualquier país, cuando una autoridad como el presidente electo, doctor Tabaré Vázquez en el caso, concurre a ese país, lo asista. Eso es de orden.
Por otro lado, también con mucho gusto (cosa que también es habitual) lo hemos hecho en estos cuatro años con todas las autoridades y personalidades uruguayas que han visitado Argentina. Lo invitamos a almorzar no sólo para departir y conversar sobre temas de actualidad, sino también para dar un punto de vista sobre cómo va la relación bilateral, en este caso argentino-uruguaya.
AD - ¿Cree usted que con la asunción al poder en Uruguay de la izquierda - de alguna manera - va a ser mayor esa fluidez en las relaciones bilaterales con la República Argentina, con el actual presidente de ese país, Néstor Kirchner?
AV - Las relaciones entre Argentina y Uruguay tienen un carácter muy especial, que diferencia las relaciones de Uruguay con el resto de los países del mundo. Hay un vínculo histórico, cultural...(Es) una verdadera hermandad que ha permitido que -desde que estas naciones son independientes- hayan tenido una relación excelente, más allá de las alternativas que todos conocemos a través de la historia.
Hoy debo decir que estoy terminando mi período como embajador y dejo las relaciones en excelente funcionamiento. No tengo duda de que las mismas van a continuar al mismo ritmo en beneficio de los dos países. Y en lo que se refiere a Uruguay, para poder continuar con una relación importante en lo cultural, en lo político y en lo comercial.
AD - ¿Deja las relaciones? Pregunto porque todos recordamos una frase del lunes 17 de mayo de 2004: "Alberto, mirá que si somos gobierno vos seguís". Esto se lo dijo a usted el doctor Tabaré Vázquez cuando era candidato a la Presidencia de la República.
AV - Cuando el doctor Vázquez visitó Argentina en esa oportunidad, en el mes de mayo, y en declaraciones posteriores, yo fui consultado (no sé si específicamente por ustedes pero sin duda por otros colegas tanto en Argentina como en Uruguay) y dije muy claramente que en ningún caso había interpretado eso como un ofrecimiento del doctor Vázquez, sino por el contrario, como un respaldo a nuestra gestión como embajadores de Uruguay en Argentina. Nada más. No correspondía otra cosa de mi parte. He pasado mi vida en la actividad política. He actuado siempre con mucha lealtad y no hay que malinterpretar consideraciones que a veces no pasan de ser un reconocimiento, como fueron en aquella oportunidad las expresiones del doctor Vázquez.
AD - Eso fue en mayo del año pasado. ¿En enero de 2005 no hubo algo parecido?
AV No. No ha habido por parte del doctor Vázquez ningún ofrecimiento. Sí hay una relación muy buena desde hace muchos años...sincera, franca. Hablamos de los temas que importan: vale decir, de la relación argentino-uruguaya.
AD - No hubo entonces ningún tipo de ofrecimiento para que usted se quede en la embajada.
AV - No, no tocamos ese tema. Realmente es un tema si se me permite secundario. Yo he dicho en innumerables oportunidades que el 28 de febrero ceso como embajador. No porque sea mi obligación, sino porque es mi disposición, precisamente, para que el nuevo gobierno (con el doctor Tabaré Vázquez al frente) elija para Argentina el embajador que considere más adecuado a partir del 1º de marzo. De manera tal, que dejo la embajada para que, vacante la misma, el doctor Vázquez designe al nuevo embajador.
AD - Ésa es su disposición, pero ¿si eventualmente el gobierno del Encuentro Progresista le pide que se quede...?
AV - Los diplomáticos aunque yo no sea de carrera tienen que andar con mucho cuidado, con mucha discreción, con mucha delicadeza. No es evadir su pregunta si digo que no corresponde especular con ofrecimientos que no se han hecho. Quedaría muy mal de mi parte, como embajador (porque independientemente de que hoy estoy hablando para mi patria, tengo que seguir cumpliendo funciones, aunque sea por pocos días, aquí en Argentina) y no estaría bien que estuviera especulando sobre este tema. Por tanto, no hay ofrecimiento. Eso es lo que corresponde...Y este embajador vuelve a reiterar que el 28 de febrero, que es el vencimiento del gobierno que lo designó, debe dejar vacante la embajada (porque es una embajada muy importante la de Uruguay en Argentina) para que el presidente, libremente, considere quién debe ser la persona que la ocupe.
AD - No barajemos hipótesis, pero ¿en qué medida la decisión del Partido Nacional (PN) de no integrar cargos ejecutivos estoy pensando por ejemplo en los ministerios puede llegar a pesar en su eventual decisión a la hora de barajar alternativas de continuar allí?
AV - Una embajada, sea en Argentina, Washington o Brasilia, está por encima de la política partidaria. Los embajadores representan al país. Todos saben en qué partido milito, cuál es el partido de mis convicciones, que es un partido claramente definido. Mis definiciones políticas son conocidas por todos. Sin embargo, en estos cuatro años y medio y es de las cosas que me enorgullecen todos han reconocido que he actuado no como un representante de un partido, sino como un representante de un país. Y ésa es la obligación primera de un embajador. Por tanto no ato a la política partidaria la designación de un embajador, porque un embajador va a representar al país y no a un partido.
AD - Le pregunto si la inferencia que hago es correcta: en la eventualidad de que efectivamente exista un ofrecimiento a usted no lo va a atar la decisión del Directorio, va a ser una decisión personal, continuará o no pero en función de su decisión personal.
AV - Nada puede atar a nadie cuando el país está de por medio. Cuando el país está de por medio lo que importa son las decisiones de interés nacional. Por tanto, para que Uruguay siga siendo visto desde el exterior como es visto desde Argentina, como un país serio y responsable políticamente, el mundo debe saber que los representantes de Uruguay en los distintos países no dependen de la política partidaria, sino de la obligación que asumen de representar al país sin tener ninguna atadura político-partidaria.
AD - Aunque reciba cuestionamientos desde el Directorio del PN...
AV - Usted sabe que los embajadores tienen que recibir venia. En oportunidad de que me confirieran la venia, en abril del año 2000, tengo el honor de decir que sobre 31 senadores me la votaron 31. Y sin duda que si mi nominación en Argentina tuviera que ser nuevamente considerada, seguramente tendría que ser presentada ante el Senado. Los cuestionamientos o los inconvenientes que se le encuentran a un ciudadano uruguayo cuando va a representar al país en el exterior se expresan en el Senado, simplemente no votando la venia. En mi caso, lo digo con gran satisfacción, en abril de 2000 tuve la venia de todos los senadores presentes en sala y de todos los partidos políticos. Y creo que, precisamente, cuando a un embajador se le da ese respaldo debe cumplir con honor y representar a todos, no a un partido determinado.
AD - ¿Usted estaría dispuesto a asumir la embajada sin tener los votos en el Senado de su propio partido?
AV - Usted sabe que la venia es un elemento esencial en la definición de un embajador. Por tanto, lo que corresponde es hacer la referencia que tiene que hacer un embajador serio: no especulemos sobre venias que ni siquiera han sido solicitadas. Quedaría muy mal de mi parte especular sobre el resultado de una votación que ni siquiera se inicia.
Hay que ver que la función de un embajador es muy diferente de la actividad política interna. Tiene que ser muy cuidadoso en sus palabras. No para eludir preguntas o no comprometerse porque los embajadores también se comprometen- pero cuando un embajador se compromete, compromete a su país. Cuando habla, no sólo se lo escucha en su país sino también en el país donde trabaja.(...) Debe ser muy responsable y no decir cosas de las cuales, no es que después se pueda arrepentir, pero que lleven al país a pagar consecuencias tras una reflexión inadecuada. En estos cuatro años y medio he buscado y creo que en ese aspecto se me ha reconocido actuar con esa prudencia y esa delicadeza, pensando en mi país, sin tener referencias de otro orden.
AD - ¿Cómo observó desde la capital de la República Argentina los trascendidos que se conocieron la semana pasada y que hoy mismo reflota el semanario Crónicas a propósito de que la disposición a acordar con el gobierno electo del senador Francisco Gallinal de alguna manera obedece a presiones así lo presentaron que usted habría presentado sobre el líder de Correntada Wilsonista?
AV - No se le puede hacer ese agravio al doctor Francisco Gallinal. (Es) un joven senador que es una verdadera esperanza para nuestro país...por no decir una realidad, porque pese a su juventud, ya tiene una trayectoria profunda. Sería agraviarlo pensar que un hombre de su trayectoria, de su limpieza, pueda ser presionado por nadie. Y mucho menos por mí, que me siento sí su amigo. (Hay) una amistad de familia, un afecto muy especial. Por tanto, de ninguna manera. No por mí: en este caso por el doctor Gallinal, que es un hombre de recia personalidad, a quien nadie va a influir nunca, nadie va a presionar nunca porque no es hombre de aceptar presiones. En mi caso, sólo puede aceptar mi amistad, mi afecto y de ninguna manera presiones.
Por otro lado usted sabe y felizmente en la sociedad uruguaya nos conocemos todos que yo no soy hombre de presionar a nadie. Si algo he demostrado en mi vida pública en los últimos años es que yo no presiono a nadie. Por el contrario, algunas veces, en otros tiempos, antes de ser embajador, tuve que sortear muchas presiones, pero siempre pensé en mi país y nunca me dejé acorralar.
AD - ¿Usted ayudó, colaboró en la financiación de la campaña electoral del senador Gallinal? Pregunto porque justamente uno de los argumentos manejados para esa eventual presión es que usted habría financiado parte de la campaña de Gallinal y que de alguna manera ahora quiere ver los frutos de eso.
AV - Evidentemente cuando una figura joven como el doctor Gallinal brilla, algunos (muy poquitos) quieren desacreditarlo y recurren a esta suerte de desacreditación, por no decir otra palabra. Nadie cree que al doctor Gallinal le hayan financiado su campaña. Y menos creen que se la haya financiado el doctor Alberto Volonté. Otra de las cosas no son muchas que realmente me reconoce mi país es nuestra trayectoria, nuestra limpieza y nuestra honradez. No hemos financiado a nadie. No tenemos los recursos para hacerlo por otro lado. Porque apoyar una candidatura política económicamente no es un acto equivocado, sino muchas veces un apoyo a la democracia, pero en mi caso apenas me alcanza para solventar mis gastos y los de mi familia. Doy muchas gracias a Dios por haberme permitido desarrollar hasta ahora la vida que he desarrollado, pero de ninguna manera. Y si pudiera hacerlo, como embajador, me abstendría totalmente de financiarle la campaña a nadie. Son cosas, comprendo que en este caso se buscan fundamentalmente para desprestigiar a una persona muy prestigiosa, como Francisco Gallinal.
AD - ¿Usted no puso un peso en la campaña?
AV No. No corresponde...de nadie. Todos mis colegas en el exterior, todos muy uruguayos, todos tendrán a la hora de votar su decisión, pero estoy seguro porque hay un servicio exterior muy serio, ninguno es recaudador de que ninguno está apoyando a ningún partido político ni a ningún candidato. No sólo no lo hago yo, que no lo hago normal y habitualmente...Son cosas que ni siquiera me planteo. Sólo me la planteo porque usted me la pregunta y porque trasciende. Uno, en un país libre como el nuestro, no puede impedir, no puede evitar son las reglas de la democracia que se diga aun alguna canallada. Ésa es la vida. Hay que tolerarlas; aún las que hacen los enemigos. Pero (hay que) dejar en claro... Cuando se llega a los 65 años con una trayectoria pública como la mía, felizmente no tengo nada que aclarar. Y Gallinal mucho menos, porque lo demuestra todos los días en mi país.
AD - Aclaro que la "canallada" surge de su propio partido, porque son fuentes nacionalistas las que señalan que usted...
AV - En ese caso, lo que seguramente se considera una canallada porque todo lo que se aleja de la verdad y tiene como fin desprestigiar a figuras (en este caso al doctor Gallinal e indirectamente a mí) debe calificarse de esa manera, sea de donde sea, corre por cuenta del periodismo que la informa y naturalmente después maneja las fuentes de acuerdo a sus obligaciones y consideraciones éticas. Como no sé quién lo dijo y simplemente tengo el trascendido, no puedo ir más allá de lo que le estoy manifestando a usted.
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: María Eugenia Martínez