Entrevistas

El segundo colorado en el gobierno de Vázquez

Es el segundo integrante del Partido Colorado designado por Vázquez para un cargo de confianza política. Luis Alberto Salvo volverá a la Aduana, tras su gestión de poco menos de un año durante el gobierno de Batlle. "Mi actuación va a tratar de hacer al cambio de mentalidad de la población. Tenemos que ir convenciéndonos de que pagar los impuestos es bueno para todos, que comprar mercadería nuestra también nos favorece", explicó.

(Emitido a las 7.35)

ALFREDO DANTE:
Otro colorado en la administración frenteamplista: el futuro director de Aduanas, el capitán de navío retirado Luis Alberto Salvo.

Salvo apoyó en las internas al candidato colorado Ricardo Lombardo, fue titular de Aduanas en el gobierno del presidente Jorge Batlle entre el 4 de junio de 2001 y el 25 de febrero de 2002. Renunció a pedido expreso del presidente Jorge Batlle después de una serie de episodios que le significaron a él amenazas de muerte, no sólo contra él sino también contra su familia.

***

Salvo, ¿lo sorprendió esta nominación?

LUIS ALBERTO SALVO:
Por supuesto, sí; es algo que no esperaba.

AD - ¿Efectivamente usted apoyó al contador Lombardo en las internas?

LAS - Sí, prácticamente ha sido mi única actuación política, apoyé en las internas a Ricardo Lombardo.

AD - ¿Usted es votante del Partido Colorado (PC)?

LAS - ¿En qué sentido?

AD - Claro, ¿en octubre votó al PC?

LAS - Por supuesto.

AD - Era una duda que podía caber.

LAS - No, no, no había entendido. Yo, por supuesto, voté a Lombardo en las internas; después lo demás es otra cosa.

AD - ¿Con qué aspiraciones llega usted a la Dirección Nacional de Aduanas?

LAS - Voy a llegar con la perspectiva de continuar un camino que había iniciado en aquel entonces, pero tuve corto tiempo y se vio truncado. Ésa es la perspectiva.

AD - Vamos a recordarle a la audiencia por qué se truncó su camino en la repartición de Aduanas.

LAS - Por razones políticas, pero eso ya es historia, fue hace unos años y he tratado de dejarlo fuera de mí, es algo que ya pasó. Lo único que queda en mí es la buena experiencia que tuve en todo ese período. El hecho final es algo que por supuesto fue negativo para mí, pero ya pasó.

AD - Usted asume a título expresamente personal. ¿Hizo algún tipo de contactos o consultas antes de aceptar la designación que le formuló el contador Astori?

LAS - No. En forma independiente hablé, como amigo que soy, con el contador Ricardo Lombardo, pero nada más.

AD - Con el presidente Batlle no habló.

LAS - No, no.

AD - ¿Qué le dijo Lombardo?

LAS - Tuvimos una conversación de amigos.

AD - ¿No le dio algún tipo de consejos?

LAS - Él tiene más experiencia política que yo, pero indudablemente intercambiamos ideas.

AD - En breve lapso durante el cual usted estuvo en la Dirección de Aduanas ¿qué pudo observar, qué de lo que pudo hacer piensa instrumentar en este período de gobierno?

LAS - Yo entiendo que es un camino largo, la Aduana es un organismo muy complejo donde se pueden hacer muchas cosas; se necesita por supuesto el apoyo total del gobierno y se puede ir haciendo una serie de cambios. Nosotros habíamos pretendido un cambio de actitud de los funcionarios y eso, a pesar del corto período, estaba dando buenos resultados.

AD - ¿Cómo terminó su relación con el sindicato de funcionarios de la Aduana?

LAS - No, con el sindicato de la Aduana nunca tuve problemas. A veces quizás momentáneos intercambios de ideas, cosas que a uno le gustan y a otro no, pero nunca tuve problemas con ellos.

AD - Cuando usted dice que se puede instrumentar una serie de cambios, ¿puntualmente a qué se refiere?

LAS - Desde que dejé la Aduana hasta este momento ha habido una serie de cambios; primero me tengo que poner al día. Hay una reestructura, hay un expediente electrónico, hay una serie de cosas que pasaron después de que yo me fui, o sea que me voy a poner al tanto y veremos cómo podemos encarar el futuro.

AD - ¿Cuáles son los aspectos que más lo preocupan del funcionamiento de esta unidad ejecutora del Ministerio de Economía?

LAS - Lo que procuramos desde un principio fue que los controles fueran efectivos, siempre nos dirigimos a que la prevención es mejor que la represión. En esos aspectos pudimos empezar a trabajar y en eso vamos a seguir.

AD - ¿Cómo se trabaja en la prevención desde la Dirección Nacional de Aduanas? ¿Con qué mecanismos, con qué instrumentos?

LAS - La prevención puede hacerse de distintas formas, puede hacerse a través de la publicidad, como lo está DGI desde hace un tiempo, o diciendo "yo voy a controlar toda la frontera norte desde el día que se cobran los sueldos hasta unos días después". Allí usted está dando ciertas pautas que van a hacer que el 80, el 90 por ciento se arrepienta de hacer determinada acción ilegal.

AD - ¿Cómo se combate la corrupción que existe dentro de ese organismo?

LAS - Como les decía ayer a sus compañeros, la corrupción no está sólo en la Aduana. En la Aduana hay gente muy buena y hay gente que podría ser corrupta, pero está al mismo nivel que cualquier organismo público y algunos privados. Conversaremos mucho con la gente, estaremos arriba de ella, trataremos de hacer controles más efectivos sobre ella. Con toda esa actuación con el tiempo va a tener gente que va a ir cambiando de actitud, se va a ir alineando con el trabajo de uno y otra que va a ir decantando, como en todos lados. Se verá qué puede suceder.

AD - ¿Siente que agarra una brasa caliente?

LAS - La brasa caliente la agarré la otra vez y estaba demasiado caliente. A mi pensar, en aquel entonces me tomé un avión caminando y también me bajé del avión caminando. Ahora tengo más tranquilidad, tengo más tiempo para pensar y ver cómo encarar las cosas.

AD - ¿Lo presionaron mucho entre el 4 de junio de 2001 y el 25 de febrero de 2002?

LAS - No. En aquel entonces me hicieron esa pregunta, son las presiones que uno sufre por querer hacer las cosas porque a veces en el ambiente público es difícil hacerlas. Hay cosas que son muy lentas, uno quisiera haberlas hecho ayer y a veces tardan tres meses en realizarse, entonces uno siente una serie de presiones importantes pero propias de uno. Sí, quizás tuve alguna llamada, pero nunca hice caso. Quizás eso fue algo negativo, pero no hice caso.

AD - "Tuve alguna llamada"; ¿puede especificar?

LAS - Sí, de vez en cuando de repente alguna persona le pide por alguna otra persona que está ahí dentro, que quiere que cambie a tal cargo, a tal otro. Si no hay una explicación, una causa justificada eso no se realiza. Si yo veo que me piden que una persona vaya a otro cargo en el cual teóricamente va a ganar exactamente el mismo sueldo no entiendo. En ese sentido nada más.

AD - ¿Lo llamaron recordándole "Salvo, mirá que yo apoyé a fulanito de tal en tal campaña"?

LAS - No, no.

AD - ¿No?

LAS - No.

AD - El hecho de que al frente de la DGI haya otro colorado, ¿de alguna manera facilita el diálogo, la colaboración que necesariamente tiene que haber entre la DGI y la Dirección de Aduanas?

LAS - Al director no lo conozco, simplemente de la televisión. Creo que el trabajo conjunto de Aduanas y DGI es muy importante. El trabajo que pueda hacer Aduanas mediante cruzamiento de datos de cualquier lado –puede ser DGI, Ministerio de Transporte, puede ser una serie de lugares– es sumamente importante, sobre todo para determinar algunos hechos ilegales.

AD - Usted dice que en su momento efectivamente recibió alguna presión, alguna que otra llamada; ¿está preparado para recibirlas también en este período?

LAS - No son presiones...

AD - "Llamadas", dijo.

LAS - Yo no las tomo como presiones. Usted puede recibir alguna llamada; es más, había una determinada persona que ya no me llamaba a mí, llamaba a la secretaría y decía: "Yo quiero que fulano vaya a tal lado". Y bueno, se quedó con el deseo de que fulano fuera a tal lado, nada más. Esas cosas son como uno las tome, ¿y cómo las puede tomar?: si uno tiene algún compromiso; yo no tenía ningún compromiso, era un ciudadano común que no había tenido ninguna actividad política. Eso también repercutió, porque si usted no tiene ninguna actividad política en ese momento tampoco tiene ningún partido político que lo defienda ni en la más mínima cosa.

AD - ¿Cree que en este período también recibirá ese tipo de llamadas?

LAS - No, no creo.

AD - ¿No?

LAS - No creo. Espero que no.

AD - En su momento –se lo preguntó porque surtió un particular efecto–, cuando el Ejército de nuestro país colaboró en el control de la aftosa, los empresarios decían que había sido una medida bárbara como ayuda al combate del contrabando. ¿Tiene previsto solicitar ayuda al Ejército nacional para combatirlo, sobre todo en la frontera terrestre?

LAS - Pienso que hay otros movimientos ilegales de mercadería que perjudican mucho más que el contrabando. No lo sé en el momento actual, los había en aquel entonces. Que a usted le muevan dos o tres contenedores de cigarrillos o de whisky que están en determinado lugar, que tienen que salir del país y se los dejen adentro es mucho mayor que 100 personas entrando 50 kilos de comida. Entiendo que muchos movimientos ilegales de mercadería se originan internamente. Es importante que colaboren todos los que puedan colaborar.

Mi actuación va a tratar de hacer al cambio de mentalidad de la población, es una cuestión de años pero tenemos que ir convenciéndonos de que pagar los impuestos es bueno para todos, que comprar mercadería nuestra también nos favorece, capaz que en algún momento vale algún peso más que en otro lado pero al final de cuentas nos va a favorecer.

AD - Puedo inferir que por su mente no pasa la aplicación de políticas de cero kilo en la frontera, por ejemplo.

LAS - Nunca pasó por mi mente.

AD - Se lo pregunto porque otros directores de Aduanas sí lo han implementado, caso Lissidini, por ejemplo.

LAS - Sí, él lo pensaría así. Cuando usted larga una medida o da una orden, antes de largarla tiene que ver si se puede aplicar. Si yo digo cero kilo y alguien trae una caja de fósforos ya no es cero quilo, ¿y qué?, ¿se la voy a sacar? No. Entiendo que tiene que ser lo razonable y justo, si el hombre vive a tres metros de la frontera de repente va y compra tres kilos de papas del otro lado; lo que no puede hacer es traer cinco refrigeradores al hombro.

AD - ¿Ha pensado en aplicar algún mecanismo, ya instrumentado, definido, de rotación en las cabezas de las receptorías de Aduanas en el interior del país?

LAS - A lo largo de la estadía de uno por distintos hechos siempre sucede, pero como son pocos los que pueden ocupar esos puestos la mayor parte de las veces pasan de una a otra.

AD - Seguramente las ha seguido por la prensa; ¿cómo califica la gestión llevada adelante primero por Lissidini, después la suya y ahora la del actual director de Aduanas, Nilo Pérez?

LAS - No, ésa se la debo. No me gusta hablar de personas que ocuparon el mismo cargo que yo. Pero si entra a la página web que armamos en aquel momento, en 2001, con numerosa información, puede sacar una serie de valores que en parte dan lo que ha hecho Aduanas en ciertos aspectos, porque Aduanas no es solamente contrabando, multas, incautaciones; es mucho más que eso.

--------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe