En los últimos meses, la situación de Venezuela y el rol de Estados Unidos en la crisis institucional que atraviesa el país caribeño han tenido particular destaque en las discusiones que ocupan al sistema político uruguayo.

El senador del Frente Amplio Rafael Michelini, vicepresidente de la Internacional Socialista, es uno de los críticos dentro del oficialismo con el Gobierno de Nicolás Maduro. El 30 de marzo esa organización publicó un editorial donde señalaba que estaban cayendo los "últimos vestigios de la democracia en Venezuela"; a partir de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que declaró en desacato a la Asamblea Nacional y asumió sus funciones. Una medida que luego fue revertida por el Gobierno.

Michelini dijo que los sectores que dentro del Frente Amplio defienden el Gobierno de Nicolás Maduro "lo piensan auténticamente, no es que están haciéndolo de forma artificial. Nos escuchan, hace algunos años con dudas, ahora con mayores dudas";.

"El Frente Amplio es una opción política uruguaya para darle perspectiva a los uruguayos, no para que, sobre cada tema en el mundo, tenga que estar cuestionando su propia existencia. Blancos y colorados conviven todos los días de forma distinta, nosotros tenemos libertades internas y externas para proclamar y decir lo que pensamos. Algunos sectores del FA piensan eso, yo pienso que en los próximos meses van a ir cambiando";.

"Yo no voy a generar una herramienta política como el FA y después en cada paso ponerla en tela de juicio. Más cuando de repente en seis meses la vida nos da la razón. Porque creo que tonto no soy, y la política son principios, pero además de principios hay cierto pragmatismo";, expresó.

El senador dijo que la existencia de posturas antagónicas dentro del partido es "la esencia del equilibrio entre la libertad y la igualdad";.

Las discusiones sobre terminologías dentro del FA no son algo nuevo. Una situación parecida a la interpelación a Rodolfo Nin Novoa se dio cuando, ya caído el bloque socialista, la mayoría del Partido Comunista se retiró del partido cuando se acordó referirse a la situación como "dictadura del proletariado";.

"Yo no sé si estuvo bien el FA de imponerle a un sector su visión como nos la impuso a nosotros en otro momento. ¿Por qué el Frente tiene que tener respuestas a todos los problemas del mundo? Que las tenga cada uno de sus partidos internos. Somos un frente, somos la diversidad, la amplitud. ¿Por qué le voy a exigir a unos que tengan una posición o a los otros según la circunstancias?";, dijo al respecto.

"Cuando es unánime en el tema internacional  sí, que cada uno tenga la suya. En la praxis sobre problemas de Uruguay sí tenemos que tener definiciones porque si no, no gobernamos. Yo creo que la izquierda uruguaya avanza y avanza mucho, en los años 60 hasta se cuestionaba la democracia formal, ya nadie la cuestiona.  Ojala hubiéramos sufrido menos y hubiéramos tenido claro eso desde entrada";.