La impunidad protege a los corruptos
Mujeres y hombres que aún creen posible encontrar la verdad y que se haga justicia sobre los horrendos crímenes cometidos por la dictadura, saldrán otra vez a la calle el próximo sábado. Sin mucha esperanza, sólo para tranquilizar su conciencia.
Recordemos lo que escribió el periodista argentino Miguel Bonasso referido a su país, pero de vigencia plena en el nuestro: "Existe un "criptoestado, subyacente bajo las apariencias burocráticas de un Estado de derecho vacío y formal, donde todo ocurre detrás del escenario, fuera del escrutinio de la sociedad civil"
De eso trata la impunidad, básicamente de proteger a los corruptos, no sólo a los criminales. Hoy ya sabemos que el poder económico y el político se aliaron para provocar la dictadura. Usaron a los militares que luego cobraron vida propia. Por eso jamás vamos a saber cuánto robaron con la represa Salto Grande y la de Palmar O como recuerda Roger Rodríguez en su nota "Cuentas de Impunidad"; : "Muchas veces se ha indicado que la impunidad, en definitiva, es el no castigo de aquellos crímenes y delitos que se cometieron en los años del terrorismo de Estado; y su consecuencia es lo que denominamos "cultura de impunidad";, un síndrome en el que vivimos, el cual trasciende el tema de las violaciones a los derechos humanos durante las dictadura o de la corrupción política de los gobiernos y los gobernantes; o la falta de voluntad política o de un política de Estado sobre el tema en Uruguay.
La falta de verdad y de justicia (que son las variables generadoras de la memoria colectiva para que se solidifique ante la sociedad y la historia el "nunca más";), genera una frustración y un descreimiento social, que se acumula al problema de la exclusión que sufren los sectores más pobres cuando no logran llegar a los niveles de consumismo que le imponen las marcas, los modelos y las innovaciones tecnológicas con las que en la sociedad contemporánea se mide la identidad y el "valor"; de la existencia humana.
Esa cultura de impunidad instalada en esta interminable transición desde la salida de la dictadura, deriva en los crímenes de cuello blanco y en la corrupción constatada en este Uruguay desde antes y después de la reinstitucionalización democrática";.
Rodríguez se pregunta luego si alguna vez conoceremos la verdad sobre varios casos de corrupción o varios asesinatos, aún impunes. Y finaliza señalando: Es la misma cultura de impunidad que rige sobre los delitos cotidianos que sufre hoy la sociedad uruguaya y que las crónicas policiales nos inyectan en dosis de 20 minutos diarias en los informativos, cuando nos cuentan del Betito, el Bartolo, la Cotorra Loca, el Rambo; cuando nos instalan términos como "ajuste de cuentas";, "sicariato"; con "descuartizadores";, "zonas rojas"; o "feudalización"; de los barrios, que mañana serán "favelizados"; para que entre a sangre y fuego la Guardia Republicana como ocurrió en el Marconi";.
Por su parte la escritora y periodista Ana Solari sostiene que "unos dicen que las expropiaciones son la manera de hacerse con el dinero para financiarse; otros negocian con la mierda para tener inversiones y los bolsillos, de paso, llenitos. es decir: la ética jamás existió, sólo que ahora nos desayunamos. El balance moral lo ponen los policías de lo políticamente correcto y de los reclamos por el sexo de los ángeles, para que no veamos lo que importa";.
Por eso dijimos ayer y reiteramos hoy: detrás de la impunidad hay un proyecto político.