Mensajes del crimen organizado
Una noche de febrero pasado, dos delincuentes que circulaban en moto, balearon a la periodista Isabel Prieto Fernández. Ella y su esposo salvaron la vida gracias al burlete de la puerta del coche en que circulaban que amortiguó el balazo y a una rápida reacción de Prieto quien ante el grito de su acompañante aceleró y logró huir. La policía lo adjudicó a un intento de rapiña, pero nunca se detuvo a alguien.
El 11 de mayo a las 6 de la mañana, Laura Tarmezano Gómez de 28 años acompañada por su hijo de 6 años y dos hermanos amigos, tomaba mate en el pasillo de su casa. De pronto entró un hombre que dijo "esto es por alcahueta"; y le disparó a la cabeza. La mujer murió poca horas después. Había sido testigo del crimen de un hombre a principios de abril y por ese motivo solicitó protección en la sede penal, algo de lo que se encargó la policía hasta el 9 de mayo.
¿Quién dio la orden de retirar la protección? Todavía no se sabe. ¿Cómo se enteró el asesino que la mujer ya no tenía protección? Tampoco se sabe.
El pasado viernes Susana Odriozola, apreciada vecina de San José de Mayo, actuaria judicial y hermana de una jueza penal capitalina, fue asesinada de un balazo en la cabeza cuando pretendía ingresar a su domicilio. La policía lo adjudica a un intento de rapiña, pero todas las pertenencias de la víctima quedaron tiradas en la vereda y varios testigos aseguran que "fueron directamente a matarla";. Uno de los detenidos tiene antecedentes como "sicario";.
Una periodista, una testigo y la hermana de una jueza, las tres mujeres , no me resulta casual. Parecen más bien mensajes del crimen organizado.