Garcé: mafias operan desde las cárceles con impunidad
El asesor en seguridad ciudadana del Partido Nacional y ex comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Álvaro Garcé, habló sobre su informe de las cárceles en La Mañana de El Espectador.
"Aunque la población privada de libertad continúa creciendo, el Estado uruguayo no ha diseñado un marco institucional ni ha alcanzado la calidad de gestión necesaria para acompasar esa tendencia", comienza el documento realizado por Garcé
El ex comisionado opinó que "la situación de las cárceles continúa siendo crítica. Se han propiciado algunos cambios pero el problema está en que las cárceles no habilitan ni rehabilitan. Las cárceles no les proporcionan a los presos los conocimientos y las destrezas mínimas para poder desempeñarse exitosamente en la sociedad";.
En referencia al perfil de los reclusos uruguayos el entrevistado dijo que la mayoría son adictos a las drogas y el Estado no da respuestas, sino que ocultan la situación.
"Son jóvenes, de un promedio de edad de 21 o 22 años, un 75% es menor de 35 años, en general tienen baja escolarización, provienen de zonas carenciadas y la mitad de ellos están procesados por delitos contra la propiedad";, aseguró el asesor del Partido Nacional, denunciando la necesidad de un verdadero programa de rehabilitación.
Además dijo que la escolarización y la capacitación laboral deben ser apoyadas por un complemento terapéutico para combatir el consumo de drogas.
A su vez, alegó que el uso de celulares en las cárceles potencia a que los delincuentes peligrosos puedan seguir actuando desde dentro de estas como si estuvieran libres. "Es una medida elemental que no entiendo por qué no se toma. La comunicación les permite a esas mafias que hay en las cárceles operar impunemente siete días a la semana";, aseguró.
El Ministerio del Interior anunció que en poco tiempo se inaugurará la nueva cárcel construida bajo el sistema público privado, que contará con 1.900 plazas.
Con referencia a esto Garcé dijo que "la construcción de mega plazas está expresamente desaconsejable por las directrices internacionales que aconsejan un máximo de 500 plazas. Aquí se tomó una medida equivocada. Era necesario pero el problema está en la mala concepción de un centro que es un monstruo que va a generar problemas a la administración".
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