Andreoli calificó al caso como "muy preocupante y bochornoso para los frenteamplistas". Además, dijo que "el hecho de trabajar en una empresa que se sabe que estaba dando pérdidas, con sueldos muy buenos y con viáticos más altos incluso que los de los senadores y diputados, tener un gasto que oscila en los 68.000 dólares en unos tres años, salir a decir que el gasto era de 3.000 dólares porque fue el de la única tarjeta que salió, y volver a mentir a la población, no da una buena imagen de una figura institucional como es el vicepresidente de la República".

Agregó que "hemos caído en una situación compleja, de defender lo indefendible, porque Javier Mirando dijo que es amigo de Sendic y que no está a favor de los linchamientos públicos, yo tampoco lo estoy, pero tampoco estoy a favor de las tapaderas públicas. Los millones se le subieron a la cabeza a muchos, no solamente a Sendic, eso explicaría porqué nunca se supo lo que pasaba en Ancap, porque yo creo que todos comían de la misma torta, y con las mismas ganas. Me da la sensación que se perdió el norte, y cuando pasa eso creo que no puede salir con cara de póker a decir ‘acá no pasó nada y estoy orgulloso de mi gestión en Ancap’, no puede hacer eso, no es justo para todos los frenteamplistas de hace años".

Pereira opinó que "hay un relajamiento que permite la pérdida del norte, es importante la formación que cualquier colectivo le exige a la persona para permitirle ir ascendiendo, y el ambiente que hay para que se tolere o no determinado tipo de apartamiento, que pueden empezar siendo muy chiquitos hasta convertirse en bolas de nieve y se llevan puesto a los partidos. Por ese lado, desde hace un buen tiempo, el Frente Amplio decidió aflojar los músculos y lo está pagando".

Pascale, por su lado, dijo que "el uso de las tarjetas corporativas es de uso común en las empresas, pero el villano acá no es la tarjeta, sino su uso. Tiene esa suerte de perder valijas en cada lugar que va, los demás no perdieron tantas valijas. Lo que está en juego no es cuánta plata se gastó, sino que lo que importa es la integridad, es la segunda jerarquía política del Estado uruguayo. Confiar en la palabra, no tener que andar investigando, porque no es de recibo para una jerarquía tan alta del Estado uruguayo, es un bochorno".

Pascale opinó que "si el vicepresidente de la República arrastra al Frente Amplio en este episodio, va a ser mucho más grave todavía".