Mujica: Ehrlich es más que un intendente
Tras su larga internación, seguramente José Mujica tendrá que modificar su manera de hacer política. "En lugar de ser sombra, ser abono", afirmó. "Que no me vean como un viejo archivado, pero tampoco como un veterano que se va a meter en todo". En cuanto a la candidatura en Montevideo, dijo: "Mire que al elegir a Ehrlich se está eligiendo algo más que un intendente".
(Emitido a las 7.35)
ALFREDO DANTE:
Vamos a hablar de la definición del Frente Amplio (FA) a propósito de su candidato a la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM). Lo vamos a hacer con una persona cuyo estado de salud tuvo en vilo a mucha gente.
En las últimas horas la dirigencia del FA por consenso designó al decano de la Facultad de Ciencias, Ricardo Ehrlich, como el candidato de la coalición de izquierda a la IMM. Faltan algunos contactos a nivel de la dirigencia; falta incluso el pronunciamiento del propio Plenario del Movimiento de Participación Popular (MPP).
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De estos asuntos vamos a conversar con el senador y líder del MPP, además de futuro ministro de Ganadería, José Mujica.
JOSÉ MUJICA:
Encantado de poder saludarlos. Estoy un poco convaleciente, recién saliendo de un proceso complicado de enfermedad, por el cual tengo que seguir cuidándome, sobre todo en el asunto de las comidas.
AD - Justamente, ¿cómo va a encarar este "primer tiempo" después de la salida del sanatorio?
JM - Lo voy a agarrar como un cachilo viejo, que puede andar pero de manera un poco prudente, de lo contrario se destartala. Esas son las recomendaciones médicas que tengo por delante: tener en cuenta el desgaste. Y sobre todo que sufrí un tipo de enfermedad muy complicada, de la cual no se conoce mucho todavía, que tiene que ver con los mecanismos de autodefensa del organismo, que se disparan en forma bastante irracional en determinado momento, no se sabe muy bien por qué y las causas pueden ser muy diversas y muy difíciles de controlar. Eso me ha afectado la función renal, que ha mejorado, pero me tengo que cuidar.
AD - ¿Cómo va a encarar por estas horas todo el trabajo que se le viene en cuanto a la transición del ministerio, por ejemplo?
JM - Dentro del equipo de ministros yo tengo un lujo. Dije desde la primera instancia que iba a darle una especie de cobertura política a alguien que consideraba que era el ministro por naturaleza. Porque no sólo tengo a Ernesto Agazzi, que es un hombre muy serio, con muchos años en estas cuestiones, sino que además, fruto de un trabajo de muchísimos años, he logrado el apoyo de un conjunto de gente que le va a ser muy útil a este país. Por ejemplo, se va a incorporar en la Dirección Animal tal vez uno de los hombres más prominentes que existen en el continente en su área, con reconocimiento internacional, que hoy está ocupando un puesto internacional.
AD - ¿Quién es?
JM - Musio. Y se va a incorporar un hombre joven, el único especialista en trazabilidad, que ha hecho master en Europa en la materia. Entonces me siento rodeado de gente muy capaz y sobre todo me siento como un instrumento para que esa gente capaz pueda trabajar. Me parece que esa es la función que tiene que cumplir un veterano: en lugar de ser sombra, ser abono. Creo que me va a ser relativamente fácil.
AD - ¿Usted piensa trasladarse hasta el ministerio, hasta las oficinas en el Hotel Presidente? Su propia compañera, Lucía Topolansky, decía ayer que su propio domicilio se iba a convertir en una sucursal del futuro ministerio.
JM - Sí. Da la casualidad de que tenemos que arreglar el rancho, que está viejo y destartalado, y empezamos por arreglar un par de piecitas para refugiarnos. Algo de eso va a haber, después me iré incorporando lentamente en la medida en que los médicos me lo permitan.
AD - Antes de ir al tema de la definición de la candidatura, ¿cómo va a ser su contacto con la prensa? ¿Lo va a limitar un poco más, habida cuenta de que me imagino muchos medios lo van a estar requiriendo? ¿Cómo va a hacer esto?
JM - Pienso hacer una pequeña conferencia de prensa en el día de mañana en el Palacio Legislativo, una pequeña rendición de cuentas de una serie de cosas que tienen que ver con el ministerio y con mi vida particular y con un agradecimiento colectivo. Ha habido cosas conmovedoras que le quiero trasmitir a la gente. Desde gente que me ha ofrecido riñones, a gente que me ha escrito desde Matto Grosso, monjas... Uno de los agricultores más importantes de este país, que es colorado, con el cual hablé dos veces, se preocupó de ofrecerme todo su apoyo económico, la Clínica Mayo, avión, todo, si lo necesitaba. Estas no son opiniones políticas, son cosas muy serias que le tengo que agradecer al pueblo uruguayo.
AD - ¿Sintió que se le complicaba definitivamente la cosa? ¿Temió por su vida?
JM - No, por mi vida no temí. Me abruma un poco la responsabilidad, porque yo soy de naturaleza y eso no lo voy a poder arreglar, genio y figura hasta la sepultura muy pasional y esas cosas me embeben. Ahora tengo que funcionar con mucha racionalidad porque tengo una obligación moral con esa gente. En fin, no es un tema sencillo. Y a veces me he portado mal con la gente de la prensa porque me han agarrado mal, porque soy así, ¿qué le voy a hacer? Quiero hablar con la gente y explicarle cuál es mi situación actual y cuál es mi situación de futuro. Que no me vean como un viejo archivado, pero tampoco como un veterano que se va a meter en todo y puede funcionar a toda máquina.
AD - Usted tuvo las visitas restringidas todo este tiempo, pero llamaron la atención algunas que recibió en el Casmu. Por ejemplo la del ex ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, la del presidente del Directorio del Partido Nacional, Jorge Larrañaga. ¿Cómo valoró esos contactos, esa disposición de estas figuras de los partidos tradicionales de irlo a visitar?
JM - Con un enorme agradecimiento y un enorme afecto. Estuvo Guillermo Stirling, ¡estuvo Washington Abdala!, con quien más de una vez tuvimos encontronazos. No puedo tener otra cosa que reconocimiento e incluso algunos consejos muy útiles. Lo de Atchugarry no lo puedo relatar porque no lo conversé con él, pero realmente no tiene desperdicio; en algún momento si él me lo permite lo voy a decir públicamente porque habla de la madurez de una visión política y creo que compone cultura para la sociedad uruguaya. Tengo que agradecerle a toda esa gente.
AD - Yendo al tema sobre el cual lo queríamos consultar, usted sabe que por estos días, durante su internación, se discutió mucho a nivel del FA a propósito de la designación de la candidatura a la IMM. ¿Cómo vivió usted todo este proceso?
JM - Lo viví involucrado, porque buena parte de la forma en que se planteó que no fue la más correcta- es responsabilidad mía porque dije con claridad en una reunión particular lo que pensaba. Nunca pensé que fuera a ser un hecho periodístico, pero se transformó en un hecho periodístico y después no eché para atrás porque no les echo la culpa a los periodistas de las guaranguerías que en todo caso uno puede decir en determinado momento. Y se armó una tómbola que Dios me libre.
AD - ¿Se refiere a cuando dijo que si no era candidato Rosadilla, sería usted el candidato del MPP?
JM - Claro, eso no estaba dicho para la prensa, eso estaba dicho en una reunión íntima. Pero las cosas se dieron así y fue.
De todas maneras pienso que fue una experiencia notable porque puso a prueba varias cosas. La más importante: la formidable capacidad de negociación que sigue teniendo el Frente, que es una de las razones por las cuales existe y se transformó en la principal fuerza política. Eso no es poco mérito porque sé que al Frente le costaba mucho. Y segundo la voluntad que tuvimos en medio de ese panorama tan complicado de buscar una salida...
(se entrecorta la comunicación)
...con gente que ha dicho, incluso por vuestra emisora, que habiendo discrepancias que dirimieran los ciudadanos votando entre dos o tres candidatos. Eso desde el punto de vista teórico me parece correcto, pero en la vida política además de ideas hay tradiciones y cultura. Cuando el Frente va a asumir la tarea de ser gobierno muchísima gente valiosa, militante, hubiera sentido en estas condiciones algo que es razonable como una especie de afrenta, pura disputa interna que hubiera sido muy dolorosa en la circunstancia de tener que arrancar siendo gobierno.
En todo caso, esas cosas habrá que madurarlas con el tiempo, pero las tiene que entender nuestro capital militante. La solución que se encontró no fue lograda por un puñado de dirigentes importantes, sino que esos dirigentes importantes fueron sensibles a una necesidad colectiva y lograron instrumentarla. Eso es lo importante.
El segundo capítulo que nos deja es la incorporación de un hombre para mí fundamental en el futuro, la incorporación a la política activa de un hombre de ciencia que es una especie de capital que estaba ahí y que creo que todavía tiene rollo para 10, 15 años. Es una primerísima figura y es una manera de enriquecer el acervo colectivo.
AD - Usted está reconociendo entonces que hubo por lo menos algún error formal del MPP al postular en su momento a Luis Rosadilla.
JM - No, no fue error del MPP, fue un error mío. ¿Por qué le vamos a achacar al MPP mis errores? Creo que un problema absolutamente secundario y lateral se transformó en central y oscureció la verdadera solución del problema...
(Se corta la comunicación)
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AD - Usted decía que fue un error suyo, personal.
JM - Sí, claro, hay que cargar con todas. ¿Qué le va a hacer, si uno es espontáneo en determinado momento y dice más de lo que tiene que decir? Pague las consecuencias.
Pero no sé si se hubiera planteado en frío la candidatura de Ricardo Ehrlich en el primer momento si hubiera tenido la consideración que tuvo después. El hecho es que sirvió para enriquecer el debate, lo que cuentan son los resultados.
(Se corta la comunicación)
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AD - Ustedes creen que de alguna manera el MPP va a poder influir con Ehrlich en la administración municipal de Montevideo, en caso de obtener la victoria ahora en mayo, de la misma manera que si el candidato hubiera sido Luis Rosadilla.
JM - Pienso que hay todo un campo para incidir en el marco de una propuesta programática global que tenemos que acordar. Yo no siento que esté constreñida nuestra libertad ni que nuestra libertad vaya a constreñir la de otro. Uruguay está en otro momento histórico, Mariano Arana tuvo que pelear con determinadas circunstancias, ahora hay que luchar con otras, y ha habido un cambio trascendente que hay que aprovechar. Nuestra visión central de la que creo que va a ser copartícipe el resto de los compañeros es que en los últimos años, y no por culpa de Arana ni de la administración de ninguna intendencia esto supera la posibilidad de las intendencias, el hecho sustantivo es que ha habido un crecimiento de la pobreza y de dificultades sociales en Montevideo en un sector vasto de no menos de 200.000 personas y ese es el desafío más crudo que existe por delante.
Desde ese punto de vista estoy seguro de que es hijo de la racionalidad frenteamplista entender que en estas circunstancias, si vamos a ser gobierno y vamos a tener un programa de emergencia de alcance nacional, tenemos que participar en esa dura batalla que nos está cambiando hasta el carácter de Montevideo. Lo sentimos muy hondo. Creo que no va a haber diferencias centrales en eso. En definitiva hay que hacer una intendencia del Frente antes que nada.
AD - Usted destacaba la negociación, la forma de encarar el tema por parte del FA. ¿Pero no siente que en estas negociaciones le torcieron el brazo al MPP?
JM - ¿Qué es torcer el brazo?
AD - El MPP se plantaba firme en la postulación de su candidato, en aquel momento Luis Rosadilla.
JM - Sí. Y me parece que lo defendió bien. A Luis Rosadilla no lo conocía nadie y hoy medio Montevideo lo conoce, es un valor político. Segundo, el MPP fue el instrumento importantísimo para que Ehrlich dijera que sí, porque en definitiva es a partir de una conversación personal en la que el viejo compañero habla con nosotros que termina aceptando la circunstancia. De lo contrario todavía estaríamos discutiendo este problema. En alguna medida el MPP torció el rumbo en el sentido que necesitaba el Frente, porque por encima del MPP está el Frente. Nosotros no podemos pretender imponer criterios que los compañeros no acepten. Y los compañeros tuvieron la inteligencia y la firmeza de no aceptarnos un candidato pero terminar aceptándonos otro. Por eso le digo, esto es de una fineza que me enorgullece como frenteamplista.
AD - De todas maneras usted sabe que pasando raya a la gente le queda: "Pucha, otra vez, ahora están peleando por cargos" o "El MPP está pidiendo cargos porque tiene determinado peso electoral". ¿Usted no cree que de alguna manera esto se pueda hacer sentir en las elecciones de mayo, que le hagan pagar al MPP la conducta que ha tenido en este proceso de definición? Se lo pregunto porque incluso dirigentes del Encuentro Progresista han hecho esa especulación, que ahora en mayo el MPP va a perder votos, va a perder ese peso electoral que tuvo el 31 de octubre.
JM - ¿Y qué importa? ¿Y qué importa? Acá lo que importa es lo que gana el país. Consígame un candidato mejor que Ehrlich a nivel nacional. Mire que al elegir a Ehrlich se está eligiendo algo más que un intendente circunstancial.
AD - ¿Cómo es eso?
JM - Claro, usted tiene que razonar políticamente, Ehrlich es una figura de primera plana.
AD - ¿2009 dice usted, por ejemplo?
JM - No, yo no digo 2009; digo que entra en la política grande una figura grande. Y si me toca perder votos para que semejante figura se incorpore, bienvenida la pérdida de votos porque va a ganar el país. Estas cosas se pueden ver desde diversos ángulos.
AD - Es una apuesta a futuro...
JM - Total, totalmente, es una apuesta al futuro. Inconclusa, desde luego, porque el futuro siempre está lleno de interrogantes, pero es una apuesta al futuro.
AD - ¿Es una figura a observar para la elección nacional de 2009?
JM - Es que el país tiene que incorporar más allá de Ehrlich todo lo posible a la plana mayor de su dirigencia un conjunto de personalidades que teniendo incluso reconocimiento de carácter internacional están puestas como medio de costado. La época de la política de la improvisación y el talenteo está llegando a su fin y éste es uno de los muchos cambios que Uruguay tiene que tener por delante.
En estos días he vuelto a leer a Platón. Sacándolo del contexto y de las ridiculeces de su época, y sin querer transplantar nada, no cabe duda de que el tiempo que va a venir requiere inevitablemente una materia prima que es escasa que se llama sabiduría. Hay que buscarla donde esté y desesperarse por incorporarla en la dirección de los partidos y del país.
Yo coloco a Ehrlich en esa puntería, no por un sentido partidario pequeño sino en un sentido de cancha grande. ¿Por qué? Porque creo que vamos hacia el mundo de la inteligencia en el que nuestras naciones necesitan conducciones muy inteligentes. Esclavo de esa manera de pensar, me importa poco perder algunos votos si a la larga pienso que el país va a ganar.
AD - Luis Rosadilla decía la semana pasada que el trancazo a la postulación de su nombre de alguna manera significaba un corte de alas a figuras emergentes del MPP de cara hacia el futuro. ¿También se observó desde ese punto de vista la definición que tuvo este asunto a nivel de la coalición de izquierda?
JM - Rosadilla es una figura que se va a afirmar en determinado ámbito, particularmente en la ciudad, y va a ser importante en los años venideros los hechos lo van a confirmar, esté donde esté. Es un compañero que estaba pidiendo cancha más grande. No se le dio, pero está en el ruido. Es un fogonero, es otra cosa, es de los tipos insustituibles, de los que están todos los días, de los que laburan todos los días, pero hasta ahora no había tenido oportunidad.
¿Qué quiere, mi querido amigo periodista? Una de las críticas que nos hicieron siempre fue: "Ah, el MPP tiene al Pepe, pero es nada más que el Pepe". Ahora se empiezan a encontrar con que aparecen éste, este otro, aparece el otro. ¿Vieron que no es sólo el Pepe? Y van a ver bastantes cosas más. Ésa es por lo menos mi intención política.
AD - De todas maneras mucha gente decía que Rosadilla podía llegar a no tener la capacidad de rastrillaje de votos que puede tener ahora por ejemplo un Ehrlich.
JM - Sí, es posible. Se quiere hacer una comparación, se dice que hay que votar en el 60 por ciento, qué sé yo. Eso lo va a resolver la gente. De todas maneras, Ehrlich también va a tener que hacer sus primeras armas en materia de convocatoria pública, las tendrá que hacer. Pero creo que es una acumulación importante hacia el futuro. Yo estoy francamente contento con el desenlace y por haber contribuido a poner una piedrita a favor de esa salida.
AD - Le agradecemos especialmente la deferencia de habernos atendido, sabemos que tiene restricciones médicas. Esperamos la conferencia de prensa que va a hacer mañana. A propósito, ¿va a seguir en contacto con la audiencia de M24?
JM - No, la va a seguir Agazzi por unos días.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe