Pomiés consideró que es un asunto complejo, que tiene muchos lados para analizar, pero el tema está "en lo que la población recibe, el costo- beneficio", señaló. De todas formas, la tertuliana reconoció que "la participación en instancias internacionales es fundamental, más para una país chico, que necesita vincularse", y en esto estuvieron de acuerdo sus contertulios.

Además, expresó que "el Parlamento es reflejo del país, de un Uruguay que se ha deteriorado en general. Hemos perdido capacidad de comunicación, de escritura, volvemos al tema de la educación".

Los gastos en el ámbito de estos viajes, "le hacen daño a la imagen pública del Parlamento, porque se considera que es un lugar donde se gasta mucho dinero. La gente percibe que recibe pocos beneficios en relación a todo lo que se gasta. Esto es por la mala difusión", expresó Pomiés.

Navatta dijo que las licencias que solicitan los funcionarios "es otro tema que hay que revisar". También planteó que "más allá del gasto en los viajes, está el gasto que se genera con el pago de los suplentes en el Parlamento, donde se gastan cifras de dos y tres ceros, y el titular no deja de cobrar, por lo tanto se genera un gasto doble".

A su vez, planteó que los parlamentarios deberían justificar los motivos de los viajes, hacer una devolución de los logros en él, y cuidar la racionalidad de los gastos, disminuyendo la cantidad de representantes que viajan.

Por otro lado, Franzini opinó que el problema que tenemos hoy es "la calidad de los parlamentarios, que nos mal representan aquí y en el exterior". "No hay objetivos, no hay informes al regreso. Me da muchísima pena que uno de los poderes, que es la democracia en sí, tenga tan mala imagen", agregó.

El tertuliano finalizó diciendo que es el ciudadano es el que debe cuidar la democracia, y denunció que hay un "pacto" en el Parlamento "que fue hecho para no respetar la ley de cuotas. No vi a ningún colectivo de mujer decir nada de eso, y es lo peor que visto en materia de ataque al género".