Política

Un menú para la oposición

Un menú para la oposición

Dos encuestas coincidieron en los últimos días en establecer que el Partido Nacional supera en intención de voto al Frente Amplio.

Según Equipos Consultores, el Partido Nacional recoge el 32 % de intención de voto, ante el 31 % del Frente Amplio.  Y de acuerdo a Opción Consultores, los blancos alcanzan el 30 % ante 28 % del oficialismo.

Estos nuevos datos dispararon los análisis y las especulaciones a diverso nivel, así como cierta preocupación en sectores oficialistas, aunque en general -incluso entre los blancos que hoy aparecen primeros- predominó la cautela.

De todas maneras, figuras muy importantes de la izquierda como el Ministro de Economía y Finanzas Danilo Astori y el intendente Daniel Martínez, entre otros, instaron a considerar los resultados de estos estudios de opinión pública.

 

¿FOTO O PELÍCULA?

 

Suele explicarse que una encuesta es una foto, es decir la expresión de un determinado momento y que para tener una idea más clara, se debe ver "la película";, una sucesión de esas muestras a lo largo del tiempo.

Desde ese punto de vista, precisamente, estos resultados no expresan algo totalmente nuevo, sino que exhiben un escenario que se viene consolidando desde hace al menos un año. En julio del año pasado, por ejemplo, la empresa Factum advertía de la caída más grande de la historia del Frente Amplio en su intención de voto. Y en octubre de 2016, un estudio de Opción ya mostraba una superioridad de los blancos de dos puntos.

Algún tiempo atrás las cosas era bien diferentes y solía compararse la intención de voto del Frente Amplio, con la de toda la oposición para saber qué mitad tenía mayores proyecciones. No parecía posible que un partido solo tuviera más votos que la coalición de izquierda.

 

EN BANDEJA

 

¿Por qué ocurre esto? ¿Méritos de la oposición o problemas del oficialismo? ¿O un poco de ambas cosas?

Seguramente los factores son varios y diversos, pero se pueden mencionar algunos que tienen que ver, sobre todo, con los problemas del oficialismo; y con el hecho de como la oposición -a diferencia del pasado- ha sabido aprovecharlos.

Hay quienes consideran a la economía como uno de esos factores porque, aunque los grandes números son positivos, no se reflejan en aspectos como la ocupación.

La divulgación de estas encuestas coincidió con cuestionamientos de sectores políticos e incluso sindicales, acerca de que el gobierno se habría quedado sin grandes proyectos habiendo apostado todo a la nueva planta de UPM. El presidente del PIT CNT, Fernando Pereira, fue uno de quienes sostuvo, en declaraciones a Búsqueda, que el gobierno no tiene proyectos que entusiasmen.

Existen, sin embargo, otros factores que generan un fuerte impacto y es probable que operen más directamente sobre la opinión pública.

Resulta evidente que el ejercicio del poder desgasta y mucho más cuando surgen contradicciones de modo habitual en temas muy sensibles. Y cuando a veces se expresan críticas internas que parecen no conocer bien al Uruguay ni al proceso de desarrollo y crecimiento del Frente Amplio.

El oficialismo ha regalado a la oposición las enormes pérdidas de ANCAP, los temas de ALUR y el uso de las tarjetas corporativas, el famoso título de Sendic, la defensa  que del mismo realizó el Plenario de la coalición quedando desairado, los fracasos de la regasificadora, Aratiri y el puerto de aguas profundas, la postura ante el gobierno de Maduro, las diferencias en materia de inserción comercial, las críticas internas al canciller Nin Novoa, las contradicciones ante la corrupción en Brasil, etc.

Esto significa que el propio Frente Amplio le está ofreciendo en bandeja a la oposición una agenda a pedir de boca.

Y por lo tanto la oposición, en particular los blancos, sólo han tenido que aprovechar debidamente ese menú. Hasta el momento, no ha necesitado nada más.