El canciller argentino, Jorge Faurie, dijo ayer que su país trabaja, junto a los demás miembros plenos del Mercosur (Brasil, Paraguay y Uruguay), para aplicar el próximo sábado la cláusula democrática a Venezuela, prevista en el Protocolo de Ushuaia del bloque.

No obstante, según explicó a Suena Tremendo el director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi, la decisión no implicaría nuevas sanciones para el país caribeño.

Venezuela ya fue suspendida por el resto de los miembros del bloque en diciembre del año pasado por no haber cumplido con las obligaciones asumidas en el Protocolo de Adhesión. A partir de entonces, está impedida de participar de los órganos con capacidad decisoria del Mercosur.

Si bien, al aplicar la cláusula democrática, los otros miembros podrían eventualmente suspender otros de los derechos y obligaciones de Venezuela que se negociaron en el marco del acuerdo de adhesión, Bartesaghi entiende que esto no ocurrirá, del mismo modo que no ocurrió cuando se decidió la suspensión de Paraguay.

 "Hay dos protocolos de Ushuaia. Hay un protocolo de Ushuaia I, que es el que está vigente, y un protocolo de Ushuaia II. El protocolo de Ushuaia II, que no está vigente, que se aprobó en 2011, buscaba justamente que los países tengan la posibilidad de presionar aún más a un miembro que quiebra el orden institucional, que es el caso evidente de Venezuela. Ese protocolo que no está vigente, establece incluso hasta el cierre de frontera. Medidas aún más importantes. En el caso del protocolo de Ushuaia I, que es el que está vigente, hay dos posibilidades: suspenderlo de formar parte de las cuestiones de decisión del bloque, y también podrían eventualmente suspenderse todos los derechos y obligaciones que se derivan de los tratados del Mercosur. Esa sí es una medida que podría tener cierto impacto pero que no se suele aplicar porque no se quiere perjudicar aún más una situación ya dramática que es lo que implica un quiebre democrático. No creo que el Mercosur siga ese camino. Lo que sí está haciendo el Mercosur es dando una señal política, siendo el único bloque que la puede dar. Porque la Unasur está trabada por este tema porque, entre otras cosas, Bolivia y Ecuador siguen apoyando a Venezuela. Y, como sabemos, a la OEA le faltan todavía muchos votos para poder aplicar la Cara Democrática. Entonces, lo interesante de lo que puede llegar a ocurrir el sábado es la señal política y,  no tanto, suspender los derechos y obligaciones en el marco del tratado";.

Bartesaghi agregó que, con esta decisión, el Mercosur estaría enmendando una irregularidad jurídica en la que está incurriendo el bloque desde que se suspendió a Venezuela en diciembre del año pasado:

"La figura de la expulsión no existe en el Mercosur. Solo existe la figura de la suspensión en el marco del protocolo Ushuaia. Por lo tanto, la suspensión actual de Venezuela del Mercosur es muy cuestionable desde el punto de vista jurídico. Tanto lo es que desde que Venezuela fue suspendida de la forma que lo fue, a través de esa declaración, las normas del Mercosur están teniendo dificultades jurídicas. El Mercosur está operando con dificultades, desde el punto de vista de la legalidad por la suspensión de Venezuela. Entonces, esta aplicación del protocolo de Ushuaia, suspendiendo a Venezuela correctamente desde lo jurídico, pero también desde lo moral (porque es evidente que Venezuela ha incumplido con las instituciones democráticas), lo que también soluciona es un problema jurídico, porque ahora el Mercosur, al suspender correctamente a Venezuela, va a poder empezar a operar correctamente y con sus órganos con capacidad decisoria";, dijo.

Una vez que la suspensión esté oficialmente resuelta solo queda "esperar que en Venezuela cambie la situación. El protocolo establece que una vez que se restablecen las instituciones democráticas, se da ingreso nuevamente al miembro";, explicó Bartesaghi.