Peña le aseguró a la periodista Natalia Uval que si bien el Partido de la Gente ha logrado captar dirigentes de otros partidos políticos, lo más importante es que ha logrado captar a sus votantes.

"Desde que empezamos, el Partido de la Gente no está abordando dirigentes de otros partidos sino que estamos recepcionado gente que llega, de los cuales muchos son dirigentes, pero la mayoría no. Es muy difícil que yo te pase a la prensa ‘Se integró Juan Pérez’. Pero a veces hay muchos Juan Pérez que son más importantes que dirigentes que a veces se nombran como ediles titulares u otro tipo de gente con representación política"; afirmó.

Para Peña aquellos que analizan la aparición de Edgardo Novick y el Partido de la Gente en el escenario político "parten de un concepto equivocado";. "La pertenencia a un partido político es el hilo más fino que le queda a la población. La última encuesta seria sobre el tema habló de que solo el 20% de la población tiene confianza en su partido político. Podés leerlo desde otro punto de vista: 80% de la gente no cree en los partidos políticos"; explicó.

"¿A qué responde que surja un partido político nuevo? A que los partidos hoy ya no representan a la gente. Esa es la explicación de por qué surge el Partido de la Gente como expresión política"; aseguró. "¿Qué es lo que pasa en los partidos? Los partidos se fueron transformando en pequeños segmentos de poder, donde algunos, en algunos casos con cuestiones familiares, se van agarrando de los símbolos, apropiándose de los símbolos para mantener en los sillones a la misma gente durante muchos años. Eso pasa en los tres partidos tradicionales";.

Novick, ¿el último bastión de la democracia?

Según Peña, si bien el Partido de la Gente "corre por otro carril distinto a los partidos tradicionales"; tampoco representa la "antipolítica";. "Yo decidí colaborar con este proyecto porque se hace a través de la política y por ende reivindica la disconformidad a través de la democracia. Generalmente, cuando los pueblos llegan a este estado de situación, en muchos de los casos no es desde la democracia que eso se termina canalizando"; reflexionó.

"Si acá no existiera un Novick que cree en la democracia y existiera otro tipo, que canalizara el descontento por fuera de la formación de un partido político e ir a las urnas, bueno… sobrados ejemplos hay en América Latina y el mundo de a dónde van"; concluyó.